Juan Manuel Santos gana el Nobel de la Paz
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo que dedicará todos los esfuerzos por el resto de sus días para lograr la paz.
Los colombianos han vivido toda una montaña rusa emocional esta semana. La victoria del NO en el plebiscito el 2 de octubre en el que, por un estrechísimo margen, los ciudadanos rechazaron el acuerdo al que llegaron el gobierno y las FARC, dejó perplejos hasta a quienes promovían este voto. Tres días más tarde, los universitarios se apoderaron de la Plaza de Bolívar –centro de Bogotá– para exigir que, más allá del “no”, el “sí” o la abstención, se finalizara el conflicto con la guerrilla. Ese mismo 5 de octubre, el presidente Juan Manuel Santos y el ex presidente y senador Álvaro Uribe se reunieron después de seis años para encontrar una salida al limbo que vive el país, aunque no llegaron a resolver sus diferencias.
El jueves, Juan Carlos Vélez, director de campaña del NO del Centro Democrático, revelaba la cuestionable, por no decir sucia, estrategia que usaron para ganar y la selección Colombia derrotaba en el último minuto a Paraguay en Asunción por las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. Al día siguiente, 7 de octubre, el Comité Noruego del Nobel, anunciaba que le entregaba el Premio Nobel de Paz al presidente de Colombia. Otra vez el país se sorprendía.
Varios medios y columnistas analizaban que, tras el triunfo del “no”, el Nobel de Paz se le escapaba a Santos. También se equivocaron quienes decían en redes sociales que Uribe, tarde o temprano, iba también a aparecer en la foto del Premio Nobel. Nadie creía que el presidente podía llevárselo. En especial porque en los postulados estaban incluidos el líder de las FARC Rodrigo Londoño y las víctimas Luz Marina Bernal, Jineth Bedoya, Layner Palacios, Constanza Turbay y José Antequere. Con la incertidumbre del fin del conflicto, ¿quién pensaba que el premio se lo llevaba un colombiano? Pero así es Colombia.
El reconocimiento es un apoyo gigantesco para que no desfallezcan los ánimos de acabar la guerra con las FARC. Kasi Kullman Five, Presidenta del Comité Noruego del Nobel, dijo que esperan “que se logre la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia” y que el premio “le dé fuerza para que logre el éxito en esta difícil tarea”. Por su parte, el presidente Santos manifestó que recibía esta distinción “a nombre de todos los colombianos, en especial a las millones de víctimas que ha dejado el conflicto que hemos sufrido a lo largo de más de 50 años. Este premio es de ustedes”, mientras sonreía al lado de su esposa. Una imagen muy distinta a la del 2 de octubre.
El senador Uribe felicitó al presidente a través de su cuenta de Twitter y pidió “que conduzca a cambiar acuerdos dañinos para la democracia”. El jefe de la guerrilla también aplaudió el reconocimiento y expresó que “el único premio al que aspiramos es de la paz con justicia social para Colombia”.
En Cien años de soledad, Gabriel García Márquez escribió: “era como si Dios hubiera resuelto poner a prueba toda capacidad de asombro y mantuviera a los habitantes de Macondo en un permanente vaivén entre el alborozo y el desencanto”. 34 años después de que el escritor recibiera el Nobel de Literatura, su obra cobra vida para retratar la semana que acaba de vivir Colombia. Pero lo verdaderamente importante es que los colombianos que viven en el campo puedan estar tranquilos, que la polarización cese y que ya no se maten entre ellos. Que este premio no se quede solo como un acto histórico, sino que sea un impulso para lograr la paz en el país.
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