Al igual que muchos de los personajes femeninos por los que es conocida, la vida de Ángeles Mastretta ha estado marcada por la valentía con la que tomó las riendas de su futuro y lo llevó por el camino de una de sus grandes pasiones: las letras. Hoy, con 69 años cumplidos, es una de las escritoras mexicanas más leídas del país.

Mastretta, nacida en la ciudad de Puebla el 9 de octubre de 1949, parecía estar destinada, como la mayoría de las mujeres jóvenes de la sociedad poblana de principios de los cincuenta, a terminar la secundaria y encontrar un hombre que la mantuviera por los años que le quedaran de vida. Según sus palabras, su futuro era ser una mujer que se sumara a la sumisión femenina propia de la época. Sin embargo, ella no era una mujer propia de la época.

Influida por la libertad de sus maestras de colegio, a quienes reconocía como las únicas mujeres propiamente libres en su panorama y la pasión por las letras heredada por su padre, un periodista italiano que se había dedicado a la venta de autos tras su llegada a México, Mastretta viajó a la Ciudad de México en 1971 para matricularse en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, donde estudiaría la carrera de comunicación, con énfasis en periodismo.

A la muerte de su padre, Mastretta dividió su tiempo entre sus estudios y su trabajo como periodista y columnista, publicando en medios como la desaparecida revista Siete y los rotativos La Jornada, Excélsior y Ovaciones, donde abordaba la cotidianidad de la cultura mexicana. En 1974, el Centro Mexicano de Escritores le ofreció una beca para desarrollar sus habilidades como novelista y escritora al lado de autores como Juan Rulfo y Salvador Elizondo; del trabajo de taller se derivó su primer libro de poemas La pájara pinta, publicado en 1978.

Durante los años posteriores, la periodista desempeñó cargos directivos en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales Acatlán (hoy FES Acatlán), el Museo del Chopo, el consejo editorial de la revista feminista FEM y la Unión de Mujeres Antimachistas, de la que fue fundadora y organizadora principal. A pesar de sus logros académicos y sociales, aún conservaba interés en dedicarse a las letras. En 1985, tras conseguir el apoyo de una editorial que ofreció pagarle por la escritura de una novela, Mastretta debutó con Arráncame la vida, ganadora del Premio Mazatlán de Literatura y uno de los primeros bestsellers nacionales escritos por una mujer.

Desde entonces, la indomable escritora ha publicado tres novelas, dos compilaciones de cuentos, cinco antologías de relatos y dos libros de poesía, además de colaborar en el diario español El País, el periódico alemán Die Welt y la revista política mexicana Nexos. «Escribo para contar el mundo, para trastocarlo, para guardarlo y ahora pienso que, para heredarlo», comentó la autora durante una entrada en su videoblog. A propósito de su cumpleaños 69, recordamos cinco libros indispensables para conocer un poco más la vida y obra de Ángeles Mastretta.

Arráncame la vida (1985)
Una idea y una canción persiguieron por mucho tiempo a Mastretta. La idea, escribir la historia de una joven mujer que tenía que volver a adueñarse de su vida –arrebatada durante su matrimonio con un hombre totalitario–, al mismo tiempo que hacía una crítica a los gobiernos priístas del siglo XX. La canción iba a acompañada por la voz y ritmo de Agustín Lara.

El resultado fue Arráncame la vida, una entretenida novela que capturaba la vida y amores de Catalina, una joven de familia que se convierte en la mujer del general revolucionario Andrés Ascencio, quien le dobla la edad. Con la inocencia en su pasado y condenada a enfrentarse con las historias de ambición, adulterio, sacrificio y venganza atraídas por el general, Catalina toma decisiones que rompen con los esquemas de sumisión de su tiempo en busca de libertad sentimental y personal.

Además de recibir el Premio Mazatlán de Literatura en 1985, Arráncame la vida se convirtió en un fenómeno editorial pocas veces visto en nuestro país, sumando lectores por millares en México, Iberoamérica y otros territorios en el mundo, gracias a su traducción a quince idiomas diferentes. En 2008, el libro fue llevado a la pantalla grande bajo la dirección y adaptación del cineasta mexicano Roberto Sneider, quien colaboró con Mastretta en la realización del guion. La cinta Arráncame la vida, protagonizada por Ana Claudia Talancón, Daniel Giménez Cacho y José María de Tavira, representó a México en los premios Oscar de 2009, sin obtener una nominación en el rubro de Mejor Película Extranjera.

Mujeres de ojos grandes (1990)
El éxito editorial de Arráncame la vida también vino acompañado con el nacimiento de su hija menor Catalina, quien enfermó gravemente durante sus primeros años de vida. Como una madre preocupada, Mastretta acompañó a su pequeña hija (hoy convertida en una potente autora y guionista televisiva) durante las noches de hospital contándole historias sobre diferentes mujeres de su familia, a quienes destacaba como aguerridas figuras femeninas que supieron «decidir sus propios destinos».

De esas noches de anécdotas surgió la antología Mujeres de ojos grandes, en la que la escritora rescataba a 37 de sus familiares y desarrollaba sus historias a modo de cuento, interesándose en sus pensamientos, sentimientos y el entorno que las rodeaba, limitaba o caracterizaba. Con sus relatos, cada uno de ellos dedicado a una de sus tías, Mastretta homenajeaba a la mujer mexicana a lo largo de los años y destacaba su importancia en nuestra sociedad.

Mal de amores (1996)
Emilia, una joven que siempre se vio influida por conversaciones políticas, infusiones y remedios naturales, ha decidido convertirse en una mujer que lucha por sus convicciones y se niega a renunciar a sus sentimientos. Sin embargo, las limitaciones impuestas socialmente y su enamoramiento por Daniel Cuenca, un revolucionario aventurero y Antonio Zavalza, un médico comprometido con la paz, podrían frenar su camino.

En su segunda novela, Mal de amores, Mastretta se ubicaba en los periodos revolucionarios para contar una historia de amor y libertad, pocas veces explorada en la literatura mexicana. Precedida por el éxito de Arráncame la vida y ante el impulso que las letras mexicanas tenían en Latinoamérica, Mastretta se alzó con el prestigioso Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, convirtiéndose en la primera mujer que recibía tal galardón tras Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Fernando del Paso, Abel Posse, Manuel Mejía Vallejo, Arturo Uslar Pietri, Mempo Giardinelli y Javier Marías.

El mundo iluminado (1998)
Un año después de recibir el premio, Mastretta publicó su compilación El mundo iluminado, en el que hacía una revisión del universo cotidiano a través de un grupo de personajes, reales e inventados, que habitaban en diferentes lugares y periodos.

Así, retomando a Luis Miguel, Julio Cortázar, Jane Austen y Marcello Mastroianni, a través de una serie de personajes ficticios que van desde una estudiante que se va a vivir con su profesor de literatura hasta una mujer que oculta una enfermedad terminal para no causarle dolor ni pena a sus familiares y allegados, y la propia Ángeles Mastretta, la autora exhibe un panorama alentador para un mundo en ebullición demostrando que, como lo indica la contraportada del libro, a veces la felicidad es inevitable.

La emoción de las cosas (2013)
Carlos Mastretta siempre fue una incógnita para su hija. Es cierto que del mítico periodista italiano convertido en vendedor de autos, Ángeles obtuvo su amor por las letras y Daniel y Carlos, hermanos de la escritora, obtuvieron un interés por el automovilismo que los llevó a crear el Mastretta MXT, el primer automóvil producido en serie completamente diseñado y fabricado en México. Sin embargo, el silencio de su padre a su vuelta a México tras luchar en Italia durante la Segunda Guerra Mundial mantenía un halo de misterio que interesó a la autora.

Con el pretexto de saber un poco más de su padre, Mastretta investigó en su pasado familiar, descubriendo secretos, vicios y costumbres de sus antepasados italianos, abuelos, padres y sus tres hermanos. Dicha investigación, distribuida a través de 89 narraciones cortas, fue publicada en 2013 en el libro La emoción de las cosas, en el que buscaba recuperar el gozo infantil por escuchar historias así como descubrir en la literatura una nueva forma de contar su vida y mirar la realidad.

El texto fue un éxito en ventas en México y Argentina, demostrando que sus habilidades como narradora sólo se habían mantenido en pausa durante la búsqueda de otra una gran historia, quizá la más cercana a su vida.

*Fotografía de portada obtenida vía redes sociales.

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