Las caricaturas que sobrevivieron la Guerra Fría
A la distancia, la serie animada “Animalympics” parece un importante semillero de talentos, sin embargo, un conflicto internacional evitó su transmisión en televisión por años.
En la primavera de 1978, el joven animador Steven Lisberger y su socio, el productor de teatro Donald Kushner, parecían tener su futuro arreglado. Su recién formado estudio de producción de cine animado, Lisberger Studios, había sido contratado por la cadena de televisión estadounidense NBC para producir dos programas especiales animados sobre los Juegos Olímpicos de 1980, a celebrarse en Moscú, capital de la entonces Unión Soviética. Para el proyecto, dividido en dos entregas de menos de una hora, los productores se reunieron con viejos conocidos, el director Bill Kroyer y los animadores Roger Allers y Brad Bird, a quienes habían conocido durante su corto periodo de trabajo en Disney.
Animalympics presentaría en una serie de viñetas los eventos deportivos más destacados de los Juegos Olímpicos de Verano e Invierno, narrados por la curruca Barbara Warblers (una imitación caricaturesca de la popular periodista Barbara Walters) y la tortuga Henry Hummel (un símil del comentarista deportivo Howard Cosell, quien trabajó 12 años en la cobertura de los Juegos Olímpicos para la cadena ABC) para la cadena de televisión ficticia ZOO Television Network. Con las voces de Billy Crystal y Gilda Radner, el especial protagonizado por animales antropomórficos que representaban a siete continentes –Norteamérica, Sudamérica, Europa, África, Australia, Asia y Eurasia, este último para representar a la Unión Soviética y algunos países aliados a su bloque político– acompañarían la cobertura televisiva de la justa olímpica, sin embargo, un conflicto impediría que el trabajo completo se pudiera ver en su totalidad dentro de los Estados Unidos.
La invasión que golpeó la fantasía
En abril de 1978, el gobierno centralista del presidente Mohammad Daud Khan fue depuesto en un golpe apoyado por oficiales militares con tendencias derechistas, cercanos a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Tras el golpe, el político afgano Nur Mohammad Taraki asumió el poder representando al Partido Democrático Popular de Afganistán, que tuvo entre sus principales acciones acabar con la oposición doméstica, iniciar una estrecha colaboración con autoridades soviéticas y realizar reformas sociales en contra de la comunidad musulmana y anticomunista en el país.
Al ver sus intereses en la región afectados gravemente, el presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter firmó un decreto presidencial secreto que autorizaba el financiamiento de guerrillas anticomunistas en Afganistán. El documento, firmado el 3 de julio de 1978, autorizaba a la Agencia Central de Investigación (CIA) reclutar, entrenar y financiar a fundamentalistas islámicos para luchar contra el ejército afgano. La efectividad en la misión, denominada “Operación Ciclón” orilló al Consejo Revolucionario Afgano a solicitar la intervención del Ejército Soviético. A su llegada al territorio, la noche del 24 de diciembre de 1979, las fuerzas soviéticas tomaron el control del poder, iniciando con ello una invasión que duraría 14 años.
Como una de sus medidas ante la invasión, el 20 de enero de 1980, el presidente Carter anunció que los Estados Unidos y sus países aliados boicotearían los Juegos Olímpicos de Moscú sí las tropas soviéticas no salían del territorio afgano antes de los últimos días de febrero. Al cumplirse el plazo, el Comité Olímpico de los Estados Unidos anunció que su comitiva no participaría en el evento deportivo. Francia, Dinamarca, Australia, España, Suiza, Bélgica, Holanda y la Gran Bretaña tampoco participaron en Moscú.
Con el conflicto afectando más allá de las cuestiones políticas, NBC decidió cancelar su cobertura de los juegos y limitarse a presentar momentos destacados del evento durante sus transmisiones noticiosas. Estaciones locales afiliadas a la compañía también se negaron a retransmitir los juegos. La primera parte del especial, una sección de 22 minutos centrada en las actividades propias de los Juegos Olímpicos de invierno, fue transmitida el 1º de febrero, mientras que los segmentos restantes, de 44 minutos de duración fueron enlatados.
La vida después del bloqueo
Con sus planes de distribución masiva frustrados, Lisberger y Kushner retomaron el proyecto y lo adaptaron a una película corta, regrabada en sonido Dolby Surround. Animalympics incluso figuró en el listado corto de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood competir por la nominación al Oscar a Mejor Cortometraje Animado, esto antes de la creación de la categoría que reconoce a la Mejor Película Animada, formada en 2001.
Meses más tarde, Warner Bros. compraría los derechos de distribución del trabajo animado, estrenándolo en formatos caseros y cediendo su transmisión a los canales premium HBO y Showtime en el marco de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984.
A pesar de su accidentada primera experiencia, los responsables del proyecto no abandonaron el mundo del entretenimiento. Meses después del bloqueo de su propuesta deportiva animada, Lisberger y Kushner comenzaron a trabajar en un ambicioso proyecto que combinaría animación por computadora con actores de carne y hueso. La idea, surgida en 1976 cuando el director comenzó a entusiasmarse con el videojuego arcade Pong, se vendería a los estudios Disney y estrenaría dos años después bajo el nombre Tron, en el que un juego de vídeo atraería a su mundo a todo aquel que juegue en la consola. La cinta, que con el tiempo se convertiría en un filme de culto por parte de la comunidad geek y cinéfila alrededor del mundo, recibió buenos comentarios por parte de la crítica en los Estados Unidos y fue reconocida con dos nominaciones al Oscar en 1983 (Mejor Diseño de Vestuario y Mejor Sonido). A pesar de ello, el limitado éxito comercial del filme afectó la carrera de Lisberger, quien sólo pudo dirigir dos películas (Hot Pursuit en 1987 y Slipstream en 1989) hasta su regreso al universo Tron en 2010 con el filme Tron Legacy, donde participó como productor. Su socio, también figuraría en el filme como productor ejecutivo.
Por su parte, Roger Allers se unió a la casa Disney después de su trabajo como director de conceptos en preproducción en Tron. Durante su paso por el estudio, Allers trabajó en Oliver y Compañía (Oliver & Company, 1988), La Sirenita (The Little Mermaid, 1989), La Bella y la Bestia (Beauty and the Beast, 1991) y Aladdin (1992), donde participó en el departamento argumentativo. El cineasta utilizaría su experiencia como animador de Kit Mambo, el león protagonista de Animalympics, en El Rey León (The Lion King, 1994), donde debutó como director. Entre sus créditos restantes también figuran Las locuras del Emperador (The Emperor’s New Groove, 2000); Open Season: Amigos Salvajes (Open Season, 2006), uno de los primeros proyectos de Sony Pictures Animation y The Prophet, basado en el libro homónimo, escrito por Kahlil Gibran.
Tras su trabajo en el especial olímpico y el filme futurista, William Kroyer siguió trabajando en proyectos en animación tradicional. En 1986, creó junto a su esposa Sue, el estudio Kroyer Films; un año después, su cortometraje Technological Threat fue nominado al Oscar. Sin embargo, el nombre más importante que saldría de Animalympics sería el del director, guionista, animador y productor, Brad Bird.
Bird, trabajaría como consultor creativo durante las primeras ocho temporadas de la serie Los Simpson (The Simpsons), generando capítulos icónicos del serial animado como Krusty Gets Busted, Like Father, Like Clown y Do the Bartman. Su ópera prima, la brillante película El gigante de hierro (The Iron Giant) estrenó en 1999 con poco apoyo de su casa productora Warner Bros. A pesar de su poca remuneración económica, el filme obtuvo reconocimientos en la industria del cine animado e impulsó la carrera de Bird. En 2004, el director estrenaría la exitosa película Los Increíbles (The Incredibles), producida bajo el cobijo del estudio Pixar. La cinta, que cuenta la historia de una familia con poderes que debe salvar al mundo de un recinto súper villano, ganó el Oscar a Mejor Película Animada en 2005, premio que Bird volvería a recibir con su siguiente filme, Ratatouille, en 2008. El debut del director fuera del cine animado se daría en 2011 con Misión Imposible: Protocolo Fantasma (Mission: Impossible – Ghost Protocol), cuarta entrega de la conocida franquicia protagonizada por Tom Cruise.
Al igual que sus responsables, Animalympics gozó de vida propia una vez superado el conflicto en Afganistán. La cinta ha sido ampliamente aceptada entre la comunidad “Furry”, subcultura interesada en la ficción de personajes animales antropomórficos, en Estados Unidos, al grado de organizar fiestas temáticas donde se exhibe el corte cinematográfico del proyecto animado. Entre sus seguidores, Animalympics es conocida como “The Rocky Horror of Furry Fandom”, recordando el inexplicable fanatismo alrededor de El Show de Terror de Rocky.
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