¿Quién diría que volver a una fórmula clásica sería una de las decisiones más arriesgadas que puede tomar un director de cine en la actualidad? Ahora, con siete Globos de Oro y posicionándose como la favorita rumbo al Oscar, La La Land ya es reconocida como un clásico instantáneo. Sin embargo, su fórmula, basada e inspirada en los musicales de mediados del siglo XX lucía arriesgada en su concepción –y aún preocupa a los escépticos que desconfían de aquellos que cantan de la nada–. La creación de Damien Chazelle vence a todas estos prejuicios con una magnífica ejecución en cada uno de los elementos que forman una película.

La cinta presenta a Mia –interpretada por Emma Stone (Birdman, The Help)–, una aspirante a actriz, quien trabaja en una cafetería mientras espera audiciones con resultados nada esperanzadores. La La Land también nos muestra a Sebastian, un pianista encarnado por Ryan Gosling (Drive, The Big Short). El músico es un gran aficionado al jazz, y desea abrir un espacio como una forma de recuperar el aprecio hacia ese género. Ambos coinciden en un punto muy bajo de sus respectivas carreras, pero el naciente romance es puesto a prueba cuando sus sueños profesionales empiezan a cobrar vida.

En La La Land, la fotografía impecable de Linus Sandgren (American Hustle, Joy), el diseño brillante y colorido de David Wasco –colaborador recurrente de Quentin Tarantino–, y la música de Justin Hurwitz, quien también trabajó con Chazelle en la multipremiada Whiplash (2014), son tan vitales para el desarrollo narrativo como los protagonistas. Así, todos los elementos se integran de una manera orgánica, y es ahí donde radica el genio de Chazelle: Un paso en falso hubiera derrumbado la credibilidad y manufactura de la cinta, pero el realizador oriundo de Rhode Island y su equipo caminan sobre la cuerda floja de una forma tan magistral que es prácticamente cuestión de semanas para que se convierta en ganador del Oscar.

Ni siquiera hay que llegar a los premios de la Academia para asombrarse del paso de La La Land por las diversas premiaciones. Los siete Globos de Oro que obtuvo corresponden a las siete nominaciones que recibió, entre las que destacan Mejor Película de Comedia o Musical, Mejor Guión para Chazelle, Mejor Canción para “City of Stars” (la pieza interpretada por Gosling en el trailer), así como reconocimientos para Gosling y Stone. La La Land también tiene 11 nominaciones a los BAFTA y obtuvo ocho premios en los Critics’ Choice Awards. Antes de su estreno comercial, recibió el premio del Público en el Festival Internacional de Cine de Toronto, mientras que Stone ganó la Copa Volpi en el Festival de Venecia, donde la cinta fue estrenada.

La historia gira entorno a la industria del entretenimiento en Los Ángeles y sus alrededores. Sin embargo, La La Land es sobre todas las cosas, un tributo a los sueños, las artes, y la gente que ha sacrificado algo, lo que sea, en favor de aquello que desean alcanzar. Algún día, esas creaciones inspirarán a alguien más para darle paso a nuevos largometrajes, obras de teatro, pinturas, novelas, o cualquier expresión artística en la que la humanidad ha encontrado impulso y consuelo. Si el arte no es lo que hace girar al mundo, muchas veces es aquello que invita a luchar y desear que éste siga girando.

Pre estreno en México el 20 de enero, estreno nacional el 3 de febrero.