La voz gruesa, profunda. El rostro marcado por los años. El cuerpo enjuto, ligeramente encorvado. Las palabras claras de Leonard Cohen se mezclaban con la música para acompañar a sus seguidores fieles –los que soñaban con una improbable oportunidad de verlo en vivo– desde la pantalla de un reproductor de video o desde unos audífonos discretos, en los momentos más brillantes y en los momentos más oscuros. Pero la cascada de su voz de bajo se apagó. El cantautor, poeta y novelista canadiense falleció el 10 de noviembre, a los 82 años de edad, en Los Ángeles, California.

Sony Music Canadá, el sello discográfico de Leonard Cohen, anunció el deceso en la página oficial del músico en Facebook. Sin dar detalles sobre su muerte y con una solicitud de respeto a la privacidad de su familia, el mensaje también menciona que en próximos días se llevará a cabo un servicio en memoria del poeta en la ciudad de Los Ángeles. “Con profundo dolor reportamos que el legendario poeta, compositor y artista Leonard Cohen ha fallecido. Hemos perdido a uno de los visionarios más prolíficos y admirados de la música”, se lee en el comunicado.

Leonard Cohen es una de las figuras emblemáticas del folk y su voz quedó grabada en la mente de varias generaciones, gracias a sus cinco décadas de legado literario y musical. Junto con Bob Dylan y Joni Mitchell, Cohen ejerció una influencia profunda en su audiencia y colegas desde finales de los años sesenta, cuando en 1967 editó su primer LP, Songs of Leonard Cohen (1967), que se convirtió en un álbum de culto y cuyas canciones fueron versionadas por otros artistas de su generación. A este disco le siguieron otros 13 álbumes de estudio; el último, You Want It Darker, se lanzó el 21 de octubre pasado, apenas tres semanas antes del fallecimiento del músico.