Amat Escalante dice que se ha cansado. No sólo se refiere a su cine, pero también de su papel dentro de la sociedad mexicana. “Hay un cansancio con la realidad. Me he topado con la no respuesta, con no saber las cosas claramente”, señala en la conferencia de prensa de La región salvaje, su nuevo largometraje. Sin embargo, su cansancio se traduce en una nueva manera de llegar a su público, y no en un hartazgo que lo haya llevado a detenerse. En su cuarto largometraje, Escalante es tan vibrante como lo ha sido a lo largo de su carrera.

La región salvaje participa en la competencia de largometraje de ficción de la 14° edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Cuando el festival inició, la cinta ya había recibido grandes críticas en festivales extranjeros, entre los que destaca Venecia. Ahí, Escalante a recibió el León de Plata, el reconocimiento a Mejor Director.

En esta ocasión, Escalante recurre a un elemento fantástico como pilar de la historia. Una criatura foránea, capaz de brindar placer y dolor, marca los destinos de cuatro personajes cuyas vidas transcurren en la ciudad de Guanajuato. Así, Escalante explora el machismo, la homofobia, la hipocresía y la vergüenza con un ángulo audaz mientras maniobra el suspenso de forma magistral.

“En esta película, Gibrán (Portela, co guionista) y yo habíamos escrito dos o tres versiones del guión sin los elementos fantásticos y de alguna forma no estaba yo sintiéndome satisfecho con lo que quería contar”, relata Escalante, quien consideró no tener al monstruo en pantalla o presentarlo como luces; sin embargo, el director optó por presentarlo tal como lo había creado en su cabeza. “Es un monstruo que está ahí, afectándonos. La sexualidad y la violencia tienen mucho que ver y lo podemos ver en el país. No es por nada la violencia hacia la gente con preferencias sexuales diferentes, o hacia las mujeres, es tan dura, porque ahí hay un rechazo sexual”, señala el director.

La premisa de la cinta raya en lo absurdo, convirtiéndola en una narrativa frágil. Con un poco menos de destreza, la historia colapsaría ante el menor de los errores en el guión o las interpretaciones. Escalante y su equipo salen victoriosos, ofreciendo una innovadora forma de denunciar desde el cine.

Ruth Ramos, Amat Escalante y Simone Bucio presentan «La región salvaje» en el FICM.

Entre las personas a las que la cinta está dedicada, destaca Andrzej Zulawski, director polaco de cine de horror y una de las influencias de Escalante. “En general, creo que siempre he filmado mis películas de una manera terrorífica, estoy muy influenciado por ese tipo de cine. Desde el inicio de mi carrera y a la par de ir descubriendo a Luis Buñuel, a Dario Argento, a Wes Craven. He absorbido un poco de todo”, señala.

Escalante, siempre abierto a las posibilidades, ha optado por trabajar con nuevos actores que añaden frescura a la narrativa. La región salvaje no es la excepción. La cinta es protagonizada por Ruth Ramos, Simone Bucio, Edén Villavicencio y Jesús Meza, todos descubiertos en castings abiertos o durante la búsqueda de Escalante en las redes sociales. Por primera vez, Escalante le mostró el guión a los actores antes del rodaje para que tuvieran oportunidad de ensayar las escenas complicadas.

Las cintas del director suelen ser designadas por la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación como no aptas para menores de 18 años, alienando a un sector del público. Debido a su contenido, es altamente probable que La región salvaje reciba también esa clasificación. “Es una pena, porque el país es clasificación C”, señala Escalante.