Sueño en otro idioma: Redención a partir del lenguaje
Ernesto Contreras presentó “Sueño en otro idioma”, su tercer largometraje de ficción, en el 32° Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
Diez años después de que Ernesto Contreras tomara por sorpresa a la industria mexicana con Párpados azules, el director veracruzano presentó su tercera película de ficción, Sueño en otro idioma, en el 32° Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG). La cinta aborda el tema de las lenguas en peligro de extinción. “Cuando una lengua muere, se pierde una forma de ver el mundo”, dice uno de los personajes de Sueño en otro idioma. A partir de ello, Contreras pinta un excepcional y conmovedor retrato sobre la vejez, la redención, el perdón y las relaciones humanas.
Sueño en otro idioma es protagonizada por Fernando Álvarez Rebeil (Alguien más, Las tinieblas), José Manuel Poncelis (La ley de Herodes, Morirse en domingo) y Eligio Meléndez (Perfume de violetas, El país de no pasa nada). El personaje de Álvarez Rebeil es un joven lingüista que llega a un poblado en la selva veracruzana para obtener un registro de la lengua zikril, de la que quedan sólo tres hablantes. Cuando una de ellas fallece, debe idear un plan para reunir y hacer las paces entre los dos restantes: Un par de ancianos obstinados, quienes han estado peleados por 50 años.
Antes de presentarse en el FICG, Sueño en otro idioma fue parte de la selección de Sundance, celebrado en enero de este año. Ahí obtuvo el Premio del Público para película extranjera de drama, y estuvo nominada al Premio del Jurado.
“El punto de partida fue una nota periodística que se publicó hace algunos años, que llegó a manos de mi hermano”, relata Contreras en entrevista para Gatopardo. “Pensamos que había ahí algo muy poderoso para contar”. A partir de ahí, el director y su hermano Carlos, guionista de la cinta, crearon una narrativa profunda y cautivadora a partir de las tensiones y deseos que rodean a cada uno de sus singulares personajes.
A Contreras le entusiasma ver las reacciones del público y entender las lecturas que cada persona pueda hacer de su cinta. “Hay gente que se queda más con el asunto de las lenguas, hay gente que se queda más con el asunto de la relación entre ellos, o de la vejez, o de la inclusión”, dice el director. “Creo que es parte de la apuesta, el cómo una película que pueda hablar de muchas cosas pero que a la vez sea una historia sólida y redonda, que te atrape y te pueda emocionar”.
Otro de los hitos en la producción de la película fue la lengua zikril, creada ex profeso para la cinta. “En un principio pensamos que íbamos a usar una lengua existente”, relata el director. Sin embargo, al estudiar más sobre el tema, decidieron que por respeto sería mejor inventar algo para Sueño en otro idioma. “Lo que hizo el lingüista fue crear un idioma con reglas, con gramática, con pronunciación. Los actores fueron muy rigurosos para apropiarselo y que sonara natural y fuera verosímil”.
Las locaciones de este largometraje lucen inaccesibles y poco cooperativas, pero para Contreras y su equipo, fue una forma de darle aún más carácter a Sueño en otro idioma. “Decidimos usarlo a nuestro favor, es decir, si llovía, pues que lloviera; si la neblina nos ganaba, pues había neblina en la escena”. El trabajo del fotógrafo Tonatiuh Martínez y la diseñadora de producción Bárbara Enríquez refuerzan el misticismo y las emociones de la película.
Para Ernesto Contreras, Sueño en otro idioma era un proyecto muy ambicioso con el que necesitaba sentir que crecía como realizador, que daba un paso distinto. “Me parece un director con una enorme sensibilidad”, dice Eligio Meléndez, quien interpreta al testarudo Don Evaristo. “Ernesto es un hombre con una gran caballerosidad para dirigir y una gran delicadeza para tratar a sus actores”. Por ello, el resultado es extraordinario, y la emotiva y suspicaz manufactura de la cinta hace de ella una de las películas más memorables del año, y un hito en la historia de la cinematografía mexicana.
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