The Leftovers, creada por Damon Lindelof (Lost) y Tom Perrotta, autor de la novela homónima en la cual está basada la serie, parte de un acontecimiento inexplicable: la repentina desaparición del 2% de la población mundial. A partir de ello, la serie se adentra en la vida de los sobrevivientes a la “ascensión” en Mapleton, un poblado ficticio cerca de Nueva York.

Contrario a lo que en su momento se visualizó en The 4400 (Peters, 2004), donde se buscaba conocer el paradero de una cantidad de personas desaparecidas por circunstancias paranormales, The Leftovers no se empeña en dar respuesta a ello. Va más allá. La producción de HBO recién concluida explora el comportamiento y la naturaleza humana después del impacto de un evento de esta índole.

Still del episodio piloto de “The Leftovers”.

El ser humano tiene la necesidad de creer en algo, ya sea en la existencia de un ser supremo, vida después de la muerte, el karma, etcétera. The Leftovers en todo momento apela a la creencia del espectador y aprovecha esa necesidad para desarrollar su narrativa que deambula entre el creer y el no creer. Además de este concepto, a lo largo de tres temporadas, la serie explora la condición humana y las emociones desatadas ante la desgracia y la tragedia, además de los demonios, vicios y miedos que rodean al individuo.

La construcción del relato en The Leftovers es, quizá, una de los más complejas de entre las series de televisión contemporáneas. Pues utiliza principios básicos de narratología –como la causa-efecto–, pero rompe con la convención del conflicto además de desarrollarse con audacia y sutileza e hilar poco a poco la historia. La sátira es un elemento fundamental para la serie. Hace de los símbolos y clichés religiosos y morales un recurso para apelar a la incredulidad del espectador, en un mundo ficticio donde el estigma sobre las creencias se ha borrado ante la nula comprensión y explicación de las desapariciones.

Christopher Eccleston en “The Leftovers”.

The Leftovers puede prescindir de su protagonista, ya que la tarea principal de sus realizadores es contar las historias de un ensamble de personajes más amplio. Una de las mayores fortalezas de la serie es su elenco, encabezado por Justin Theroux (Inland Empire), Carrie Coon (Fargo) y Christopher Eccleston (Doctor Who). The Leftovers se da el tiempo para desarrollar y conocer a fondo a las personas que intentan seguir adelante después de la devastación y el dolor de la pérdida.

Mención aparte para Carrie Coon, quien con su personaje de Nora Durst –quizá el más complejo de la serie– alcanzó un nivel impresionante en su trayectoria actoral. Coon enfrentó el reto de darle vida a una mujer que lo perdió todo, impredecible y emotiva. Su interpretación le ha valido un par de nominaciones en los Critics’ Choice Awards –premio que ganó en 2016– y la Television Critics Association.

Carrie Coon y Justin Theroux en “The Leftovers”.

La música compuesta por Max Richter (Black Mirror) complementa una historia única e íntima. El propio Richter ha definido a sus composiciones como una expresión de la existencia y la no existencia, un pasaje hacia la nada. Piezas musicales que aparecen en momentos puntuales y elevan el aspecto emotivo de la serie.

Así como el tema musical de cabecera “Let the mistery be”, Lindelof y Perrotta exhortan a la audiencia a dar un salto de fe y dejar de lado la razón por la emoción. The Leftovers terminó cuando el mundo atraviesa por una época sin respuestas claras y cuando la sociedad más necesita redescubrir su humanidad. Esta serie transcenderá a través de los años como una oda a la naturaleza humana, un viaje multisensorial que nos invita a no dejar de contar historias.

Las 3 temporadas de The Leftovers se encuentran disponibles en HBO GO.