Verónica: Psicología en blanco y negro

Verónica: Psicología en blanco y negro

La actriz Arcelia Ramírez protagoniza «Verónica» el thriller ópera prima de los directores Carlos Algara y Alejandro Martínez-Beltrán.

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Desde que Arcelia Ramírez comenzó a hacer cine, siempre ha sentido que de alguna manera los personajes la eligen a ella. La actriz mexicana ha participado en docenas de producciones nacionales en más de 30 años. Entre su filmografía destaca haber interpretado a Sor Juana Inés de la Cruz en la serie Juana Inés (2016) y cintas mexicanas como Cilantro y perejil (1998), Perfume de Violetas (2001) —actuación que la hizo acreedora al Premio Ariel— y Guten Tag, Ramón (2013), entre otras. Ahora protagoniza la cinta Verónica, un thriller psicológico que llegará a salas comerciales el próximo agosto.

Verónica es la ópera prima de los directores Carlos Algara y Alejandro Martínez-Beltrán. La película presenta a una psicóloga que vive en una cabaña remota y no acepta más pacientes hasta que escucha del caso de Verónica de la Serna, paciente de uno de sus maestros de la universidad, quien ha desaparecido misteriosamente. La fotografía de la cinta es de Miguel Ángel González Ávila y está filmada en blanco y negro. Con un guion ambicioso, es una de las mejores y más completas aproximaciones al género que se hayan hecho en el país.

La idea para Verónica surgió cuando Algara y Martínez-Beltrán escucharon de una convocatoria para hacer una cinta. Inspirados en Persona (1966), del director sueco Ingmar Bergman, crearon un guion que tuviera sólo a dos personajes y donde todo ocurriera en una misma locación. No ganaron el concurso, pero el proyecto los entusiasmó lo suficiente para luchar por él. Así nació la historia de un psicólogo y el paciente con el que reanuda su oficio.

Verónica película Arcelia Ramírez Carlos Algara Alejandro Martínez Beltrán, retrato

En algún momento, los directores escucharon sobre cómo Lars Von Trier intercambia, para experimentar, los sexos de sus personajes al escribir una historia. Coincidentemente, cuando el guion llegó a las manos del productor Juan Carlos Segura, de Producciones a Ciegas (Luna Escondida) y The Visualistas (Blue Demon), éste les sugirió hacer el mismo cambio. Así, se unió a la producción la actriz Olga Segura —hermana de Juan Carlos—, fascinada por la originalidad e intensidad del guion. Más tarde, se integraría al proyecto Arcelia Ramírez para el personaje principal.

Verónica se rodó en Bosques de Monterreal, un hotel rústico compuesto por cabañas en un terreno boscoso ubicado en el municipio de Arteaga, a 40 minutos de Saltillo, Coahuila. “Era mi primera vez en una película tête à tête, y para estar con una actriz de primera te tienes que poner a su nivel”, dice Olga Segura. Para ella, lo mejor de trabajar con Ramírez fue que la experimentada actriz marcó el ritmo de trabajo. “Arcelia iba a cada detalle de cada escena. Estar con una actriz que tiene tanta experiencia te ayuda porque estás cobijada de alguna manera.”

Para las actrices, el trabajo previo al rodaje incluyó entrevistas con una psicóloga, participar en sesiones de hipnoterapia como las que aparecen en la historia y hasta tuvieron que aprender sobre el cultivo de hongos shiitake, el pasatiempo principal del personaje que interpreta Ramírez. “Entre más elementos lleves en tus provisiones técnicas como actriz a la hora de estar en el rodaje, menos te va a sorprender el desafío que representa el personaje”, dice Ramírez.

El thriller psicológico casi no ha sido explorado por los directores mexicanos, y el reto de ser parte de una historia así fue otro de los elementos que atrajo a Ramírez a esta producción. “Cuando yo leí el guion, me pareció que cumplía con estos desafíos del género. Me mantuvo en tensión durante toda la lectura y me sorprendió el final; la vuelta de tuerca era muy eficaz y poderosa”, señala la actriz. “Creo que era de esos proyectos como garbanzos de libra que una actriz puede esperar.”

La producción de la cinta nunca la vio cansarse, aún cuando se tuviera que repetir una toma muchísimas veces. Ramírez destaca la energía y el entusiasmo con la que un director debutante construye su película. “Ellos ponen en juego todo lo que saben, tienen cuidado exhaustivo. Creo que Carlos y Alejandro fueron muy generosos como directores. Hicimos una investigación muy responsable. En las óperas primas existe esta pasión particular y sus creadores toman riesgos. Eso siempre es muy emocionante”, dice la actriz de Juana Inés.

Para Arcelia Ramírez, lo más apasionante de la actuación es crear y habitar universos distintos. “Hay una cierta fascinación por la vida del personaje, el deseo de ser del otro.” En Verónica, esto se hace presente de forma excepcional, y el desafío de la historia da fe de la disciplina y el arrojo que hacen de esta actriz un pilar del cine mexicano.

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