La constructora brasileña Odebrecht urdió durante los últimos 15 años la mayor red de sobornos a gobiernos de la que se tenga registro en la historia moderna de Occidente. Según investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos todo inició en 2001. La compañía otorgaba “donaciones” a políticos durante sus campañas y cuando estos ganaban la elegían para el desarrollo de obra pública, en algunos casos, a sobreprecios.

La dinámica funcionó bien y logró mantenerse impune con el paso de los años. Tanto, que en 2006 crearon una división aparte de la contabilidad de la empresa dedicada exclusivamente a pagar favores, los cuales se transferían a paraísos fiscales para evitar que el dinero fuera rastreado. Incluso, con el objetivo de facilitar las operaciones de lavado de dinero, adquirieron en 2010 cierta área de un banco austriaco en la isla caribeña de Antigua.

Rodrigo Tacla, un abogado brasileño y español que trabajó en esa área de la empresa entre 2011 y 2016 sostuvo en una reciente entrevista para El País que Odebrecht pagó así a más de mil funcionarios públicos en doce países, entre ellos, México. Según sus cálculos, cerca de 300 millones de dólares cada año terminaban en el bolsillo de políticos. En aquella entrevista fue cuestionado sobre México, y al respecto dijo que tenían en la mira a Emilio Lozoya durante la campaña de Enrique Peña Nieto porque sabían que se convertiría en el próximo director de Pemex. Estaban seguros que habría trabajo con la petrolera por la reforma energética que se avecinaba y la promesa de la construcción de una nueva refinería.

Emilio Lozoya fue director general de Pemex de 2012 a 2016. Foto: Alfredo Estrella / AFP.

Hasta ese momento no había un señalamiento directo de entrega de dinero a Lozoya. Sin embargo, este domingo, Aristegui Noticias, Proceso, O’Globo y otros medios de Latinoamérica difundieron el testimonio de Luis de Meneses Weyll, ex director de la compañía en México. Según éste, entregaron a Lozoya dinero desde que era coordinador de asuntos internacionales en la campaña del actual presidente de México, y posteriormente cuando obtuvo el puesto que estaban seguros obtendría. De Meneses forma parte de un grupo de 77 empleados de Odebrecht que están colaborando con la justicia brasileña a cambio de recibir penas menores.

Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia, dijo a Milenio que era “absurdo” ligar la campaña de Peña Nieto a Odebrecht porque sería sencillo seguir la huella del dinero, y dijo que no había nada que investigar. Milenio, por cierto, dedicó hoy la portada de su edición impresa a dicha declaración. Lozoya, por su parte, dijo que demandará por daño moral a quien emita estas acusaciones sin fundamento.

No es la primera vez que el gobierno actual de México se ve envuelto en escándalos de conflictos de interés con constructoras, basta recordar la Casa Blanca del presidente y su esposa con grupo Higa, la casa de Malinalco de Luis Videgaray o la supuesta red de corrupción denunciada por Emilio Álvarez Icaza para apoyar la campaña de Alfredo del Mazo a la elección del Estado de México.

Hasta el momento, México es uno de los pocos países en los que ha habido señalamientos de corrupción relacionados con Odebrecht y no se he iniciado un solo juicio, ¿pero qué ha pasado en los demás?

Brasil
La red de favores con constructoras para otorgar contratos con Petrobras luce inacabable y se investiga desde hace tres años. Actualmente el ex presidente Lula da Silva está en un proceso de apelación (en libertad) tras haber sido condenado a 9 años y medio de prisión por haber favorecido a otra constructora, OAS, a cambio de sobornos. Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados y principal promotor del impeachment a Dilma Rousseff (también por corrupción) se encuentra purgando una condena de 15 años por haber recibido millón y medio de dólares para proteger una inversión de Petrobras en África. El actual presidente Michel Temer fue “balconeado” en un video de 2010 en el que ejecutivos de Odebrecht le piden firmar un documento con el que recibiría 13 millones de dólares. La investigación en su contra sigue en curso. Y, finalmente, el director de la compañía, Marcelo Odebrecht, fue condenado a 19 años de prisión.

Foto: AFP

Perú
Ollanta Humala, quien hace 13 meses era el presidente de Perú, duerme desde hace cinco semanas en una cárcel, al igual que su esposa Nadine Heredia. Un juez dictó prisión preventiva por año y medio a ambos. Se les acusa de haber recibido 3 millones de dólares de Odebrecht para la campaña electoral presidencial de 2011. Alejandro Toledo, otro ex presidente peruano (2001-2006) se encuentra actualmente en Estados Unidos, para evitar los mismos 18 meses de prisión que le fueron dictados por supuestamente haber recibido 20 millones de dólares de la empresa brasileña. Y más abajo en el escalafón político, la misma pena es cumplida por Jorge Acurio, ex gobernador de Cusco, el ex gobernador del Callao, Félix Moreno, y media docena de exviceministros. Todos fueron señalados por recibir dinero para que Odebrecht construyera líneas de metro y carreteras.

El 13 de julio pasado Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia escucharon la sentencia de 18 meses de prisión preventiva por lavado de dinero con la constructora Odebrecht. Foto: Luka Gonzales / AFP

Colombia
Gabriel Ignacio García Morales, ex viceministro de Transporte se encuentra encarcelado a la espera de sentencia por haber recibido 6.5 millones de dólares para garantizar la entrega de un contrato a Odebrecht. Otro que está en la cárcel es el ex senador Otto Bula, a quien se le acusa de haber recibido 4.6 millones de dólares de la compañía brasileña para otorgarle la construcción de una carretera. Y hace poco más de dos meses el ex director de la compañía en Colombia dijo que aportaron un millón de dólares para realizar una encuesta para la campaña del presidente Juan Manuel Santos. Media docena de funcionarios fueron llamados a declarar al respecto.

Panamá
Hasta el momento, 43 personas han sido procesadas en el país por estar involucrados en la red de dádivas de Odebrecht, aunque sus nombres no han sido revelados. Se calcula que entre 2004 y 2014 los sobornos llegaron a 56 millones de dólares. Además, hay 24 investigaciones abiertas. Rodrigo Tacla también señaló en su entrevista a El País que Juan Carlos Varela, actual presidente de Panamá, recibió donaciones para su campaña presidencial, aunque la Fiscalía del país centroamericano no ha abierto ninguna querella en su contra.

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