Björk Digital, exhibición de Björk en Foto Museo Cuatro Caminos
Recorrimos Björk Digital, exhibición de Björk en el Foto Museo Cuatro Caminos que combina realidad virtual, música y artes visuales.
Björk tardó 51 años (los que tiene) en pisar la Ciudad de México. El nombre de la cantante islandesa resonó más fuerte en nuestros oídos debido a su primera visita a la capital y a que, después de deleitar a sus fans en varias actuaciones, nos dejó un regalo para seguir en boca de todos hasta el 7 de mayo: una exhibición completamente digital en el Foto Museo Cuatro Caminos.
Islandia, por su posición geográfica, es un país que en diciembre y enero tiene solamente cuatro horas de luz al día. En algunas regiones, ni se llegan a percibir porque el sol no llega a su punto más alto y las impresionantes montañas del paisaje lo cubren. La oscuridad por lo tanto no es eso que llega al final del día sino el día mismo, lo natural. Islandia, con sus peculiaridades, es la tierra de Björk y es la que aparece y se refleja en cada nota y video suyos.
Hay algo de visceral y orgánico en la obra de Björk. La naturaleza está siempre presente en su música y en las ochos salas de la exhibición aparece digitalizada de algún modo. En la primera, se muestra a los visitantes un proyecto que la artista hizo adentrándose en el ámbito educativo. Su aplicación Biophilia, que se implantó durante un mes en una escuela pública de Reikiavic, permite la exploración de sonidos y escenarios biológicos 3D donde uno puede dar sus primeros pasos compositivos o simplemente experimentar con la música.
La experiencia sensorial se incrementa en la segunda sala, una instalación que solo se ha presentado antes en el MoMA de Nueva York. Consta de dos pantallas que reproducen el video de su canción Black Lake y 50 bocinas alrededor. No produce una inmersión total pero sí un alternarse entre las dos imágenes de Björk y los increibles paisajes islandeses que descubre.
Las tres experiencias que le siguen son videos grabados en 360º y que vemos con unos lentes de VR. Vuelven a ser tres videos de Björk: Stonemilker, Quicksand y Mouth Mantra. En los tres aparece ella como protagonista: en uno se desdobla, en otro se convierte en un ser híbrido gracias a una máscara 3D que otorga a su cara elementos virtuales a la vez que nos lleva por un viaje interespacial, y en el último, nos introduce virtualmente en el interior de su boca: una maqueta a gran escala con sus dientes, lengua y saliva.
Si bien estas tres experiencias no son lo más inmersivo debido a la baja calidad de los reproductores, las dos salas siguientes sí lo son. Resulta irónico que lo más realista sean videos hechos en 3D, pero deja de extrañar cuando se sabe que para hacerlos Björk llamó a los mejores desarrolladores japoneses de videojuegos. Family y Notget son un auténtico viaje por la naturaleza y los caminos más oscuros de nuestro propio imaginario de la mano de una Björk virtual que se arrodilla ante ti, te atraviesa o casi te pisa. Un prodigio futurista en el que hasta podemos interactuar con unos mandos que se convierten digitalmente en nuestras manos y que, al apretar un botón, crean líneas de colores.
La última sala, la sala de cine del museo, es sencillamente un salón donde se proyectan videoclips de Björk en pantalla grande. Si la exhibición parecía el anuncio de todo un despliegue digital dedicado a Björk y a su extenso trabajo en el campo de las nuevas tecnologías, vale la pena dejar claro que Björk Digital no es un concierto en realidad virtual sino una serie de experiencias sensoriales alrededor de su obra. Un regalo para verdaderos fans dado que en todos los videos, la auténtica protagonista es ella: Björk es un personaje creado y como tal, o la amas, o puedes intentar aproximarte a ella sin prejuicios.
Dejando a un lado a los fanáticos, los que no lo sean podrán disfrutar de una serie de experiencias (sobre todo las de 3D) de cara al futuro digital que nos espera y ver hasta qué punto podemos someter a nuestros cerebros a juegos de realidad y ficción imperceptibles y, a veces, estremecedores. ¿Estamos realmente preparados para estar en todos lados, todo el tiempo, en todas circunstancias? Si es que sí, Björk Digital da la oportunidad a la distracción contemporánea que sufrimos de toquetear tablets, movernos por las salas y adentrarnos en otros mundos, a veces, no más lejanos que los que poseemos en nuestro propio subconsciente.
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