Toronto - Después de que este año, el Festival Internacional de Cine de Cannes cerró sus puertas a Netflix, argumentando que dicho certamen sólo recibiría a proyectos que tuvieran asegurada una corrida en salas de cine –defendiendo más que al arte mismo, la forma de presentarlo ante las masas–, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) abandonó las convencionalidades promovidas por el festival francés y recibió la proyección de un grupo de proyectos producidos y distribuidos por el gigante del streaming.
El mas importante de ellos fue Roma, el nuevo largometraje del director mexicano Alfonso Cuarón. La cinta, recientemente galardonada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, sigue la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), una empleada domestica de ascendencia otomí, que se encarga del cuidado de la casa e hijos pequeños de un matrimonio de clase media en el México de los años setenta. A lo largo de once meses, el cineasta mexicano sigue con cautela diversos eventos que marcaron la vida de Cleo; su patrona, la señora Sofía (Marina de Tavira) y el grupo de cuatro niños (Diego Cortina, Carlos Peralta, Marco Graf y Daniela Demesa) que crecen en un país fracturado por la desigualdad social y el mal gobierno priísta de Luis Echeverría.A pesar de que su regreso a territorio nacional había sido discreto e incluso señalado como un retorno a la sencillez que caracterizaron sus primeros trabajos, el director ganador del Oscar presenta en Roma, una de sus producciones mas ambiciosas; un espectáculo grandilocuente que esconde en su contenido la historia más intima que el cineasta mexicano se haya atrevido a contar. Tomando como referencia algunos actos que marcaron su infancia y adolescencia, Cuarón le toma el pulso a la sociedad mexicana con una historia que, más que exponerse hacia afuera, busca en su interior, presentando en pantalla un homenaje al matriarcado que formaron y educaron a su generación.Aún con todos los elementos técnicos ejecutados con perfección dentro y fuera de la pantalla –el diseño de arte a cargo del también ganador del Premio de la Academia, Eugenio Caballero (El laberinto del fauno) es notable al más mínimo detalle; está filmada en 65 milímetros y su sonido pasó por un cuidado trabajo de remasterización en Dolby Atmos, el trabajo más demandante que haya hecho la compañía según palabras del realizador–, el verdadero punto fuerte de la cinta recae en el acercamiento que el creador tiene con su obra. Durante la presentación del filme en el Festival, Cuarón afirmó que durante el extenso trabajo que llevó al rodaje del filme a casi diez años de su primer planteamiento, no pidió la asesoría de ninguno de sus amigos o colaboradores cercanos buscando apegarse a la historia que quería contar en pantalla. Vale la pena decir que el resultado se cumple, incluso en el aspecto visual, donde el propio Cuarón tomó la responsabilidad de la fotografía en lugar de recurrir a su usual compañero Emmanuel Lubezki.Perfilándose como una de las favoritas al Premio del Público, el máximo reconocimiento que se entrega en el Festival y uno de los medidores obligatorios en la carrera rumbo al Oscar, Roma ha convencido a todos aquellos que se sumergen en su conmovedora trama que, a pesar de un primer acto plano donde la construcción de los personajes secundarios es poca, adquiere una fuerza demoledora a partir de su segunda hora donde, la visión de un Cuarón paternal y la participación de Aparicio, quizá el mayor descubrimiento de la película, golpean constantemente al espectador hasta su poético final.[caption id="attachment_219524" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Otro director que llegó a Toronto después de evadir Cannes y presentarse en Venecia fue el británico Paul Greengrass, quien regresa al cine con 22 July, drama inspirado en los atentados terroristas del 22 de julio de 2011 que cimbraron a Noruega.En la cinta, a estrenarse en la plataforma de streaming el próximo 10 de octubre, el cineasta recurre a los métodos propios del documental para abordar la explosión afuera de la oficina del Primer Ministro, Jens Stoltenberg, y el posterior tiroteo en un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, señalado por el perpetrador y ejecutor del atentado, el ultraderechista Anders Behring Breivik, por sus políticas de recepción de inmigrantes. Con la habilidad demostrada previamente en Vuelo 93, Greengrass atrapa al espectador con la representación fiel de los hechos terroristas, incluso en momentos complicados donde presenta sin tapujos a un grupo de jóvenes que corre de las balas del atacante.Sin concesiones visuales, el cineasta comienza su filme con la intención de convertirlo en una crítica a las corrientes nacionalistas y conservadoras que actualmente buscan dominar la conversación política en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la fuerza que la película había tomado en sus primeros minutos cae cuando la acción comienza a centrarse en el juicio al que es sometido Behring Breivik (Anders Danielsen Lie, en la ficción), con la participación de uno de sus sobrevivientes (interpretado correctamente por Jonas Strand Gravli). Aunque el contraste permite adentrarse más en el arrogante comportamiento del terrorista neonazi y en los efectos colaterales de sus actos en las víctimas, el ejercicio cinematográfico se siente mecánico y sin intenciones.[caption id="attachment_219520" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Con menores ambiciones pero con un resultado más efectivo, también se presentó The Kindergarten Teacher, inesperado remake estadounidense del filme israelí Haganenet, estrenado con aclamo en 2015.En la cinta, dirigida por Sara Colangelo, la actriz Maggie Gyllenhaal interpreta a una profesora de preescolar que comienza a generar una fascinación por uno de sus estudiantes, un pequeño niño que promete tener habilidades prodigiosas. Negándose a caer en la monotonía propia de su trabajo, la profesora arriesga lo que tiene (y hasta lo que no tiene) para acercar un futuro brillante a su alumno.Aunque la película pueda parecer inofensiva en sus primeros minutos, con el transcurso de la trama se convierte en una efectiva narración sobre el Estados Unidos contemporáneo, además de un perfecto vehículo de lucimiento para Gyllenhaal, quien debería aparecer en las listas de contendientes a los premios gracias a su contenido trabajo como la sobreviviente profesora Lisa Spinelli. Parker Sevak, Rosa Salazar y Gael García Bernal también aparecen en el filme, que estrenará en Netflix el 12 de octubre.[caption id="attachment_219521" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]
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Pero Netflix no fue el único distribuidor digital que probó suerte en Toronto. YouTube también aprovechó el festival para presentar uno de los primeros largometrajes que estrenará en su sistema Originals, se trata de Museo, la nueva película del realizador mexicano Alonso Ruizpalacios.En la cinta, protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, el cineasta cuenta la historia detrás del robo al Museo Nacional de Antropología en diciembre de 1985, donde un par de estudiantes de veterinaria entraron al museo durante la víspera de navidad y sustrajeron la mayor cantidad de piezas antropológicas de las que se haya tenido registro.Cabe resaltar que este trabajo, el primero que filma el cineasta después de su genial genial ópera prima Güeros, resulta ser una película emocionante, especialmente cuando se ejecuta el robo al museo que promete la sinopsis del filme, que poco a poco se convierte en un relato original al descubrirse, a tono de las aficiones del realizador, como una genuina historia de amistad y un breve homenaje a la historia mexicana. Por lo que resulta algo destacable que se podrá ver en todo el mundo gracias a YouTube."La verdad es que queríamos ser más grandes que Édgar se cae y El panda que estornuda", bromeó el cineasta en entrevista con exclusiva con Gatopardo previo a la presentación del filme, "YouTube compró la película y convino probar este nuevo camino de distribución".Sin embargo, esto no implicará que el filme sólo limitará su distribución a los formatos digitales, pues se podrá ver en pantallas grandes después de su exhibición en los festivales de cine de Nueva York, Londres y Morelia. "Lo único que me interesa es que se vea en cines, para eso la hice, la filmamos en 35 milímetros, hicimos un diseño sonoro muy meticuloso, trabajamos muchas horas para que la gente la vea en el cine", declara. El resultado, a juzgar por la cálida recepción que se le dio al filme después de su proyección en el Winter Garden Theatre de la ciudad canadiense, es evidente entre el público.[caption id="attachment_219522" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]* * *Más en Gatopardo:Nuestro tiempo: Donde nace el cine de Carlos ReygadasRoma: El secreto mejor guardado de Alfonso CuaronTalento femenino en el Festival Internacional de Cine de Morelia
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El gigante del streaming, Netflix, se apropia del festival canadiense con la proyección de Roma, 22 July y The Kindergarten Teacher.
Toronto - Después de que este año, el Festival Internacional de Cine de Cannes cerró sus puertas a Netflix, argumentando que dicho certamen sólo recibiría a proyectos que tuvieran asegurada una corrida en salas de cine –defendiendo más que al arte mismo, la forma de presentarlo ante las masas–, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) abandonó las convencionalidades promovidas por el festival francés y recibió la proyección de un grupo de proyectos producidos y distribuidos por el gigante del streaming.
El mas importante de ellos fue Roma, el nuevo largometraje del director mexicano Alfonso Cuarón. La cinta, recientemente galardonada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, sigue la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), una empleada domestica de ascendencia otomí, que se encarga del cuidado de la casa e hijos pequeños de un matrimonio de clase media en el México de los años setenta. A lo largo de once meses, el cineasta mexicano sigue con cautela diversos eventos que marcaron la vida de Cleo; su patrona, la señora Sofía (Marina de Tavira) y el grupo de cuatro niños (Diego Cortina, Carlos Peralta, Marco Graf y Daniela Demesa) que crecen en un país fracturado por la desigualdad social y el mal gobierno priísta de Luis Echeverría.A pesar de que su regreso a territorio nacional había sido discreto e incluso señalado como un retorno a la sencillez que caracterizaron sus primeros trabajos, el director ganador del Oscar presenta en Roma, una de sus producciones mas ambiciosas; un espectáculo grandilocuente que esconde en su contenido la historia más intima que el cineasta mexicano se haya atrevido a contar. Tomando como referencia algunos actos que marcaron su infancia y adolescencia, Cuarón le toma el pulso a la sociedad mexicana con una historia que, más que exponerse hacia afuera, busca en su interior, presentando en pantalla un homenaje al matriarcado que formaron y educaron a su generación.Aún con todos los elementos técnicos ejecutados con perfección dentro y fuera de la pantalla –el diseño de arte a cargo del también ganador del Premio de la Academia, Eugenio Caballero (El laberinto del fauno) es notable al más mínimo detalle; está filmada en 65 milímetros y su sonido pasó por un cuidado trabajo de remasterización en Dolby Atmos, el trabajo más demandante que haya hecho la compañía según palabras del realizador–, el verdadero punto fuerte de la cinta recae en el acercamiento que el creador tiene con su obra. Durante la presentación del filme en el Festival, Cuarón afirmó que durante el extenso trabajo que llevó al rodaje del filme a casi diez años de su primer planteamiento, no pidió la asesoría de ninguno de sus amigos o colaboradores cercanos buscando apegarse a la historia que quería contar en pantalla. Vale la pena decir que el resultado se cumple, incluso en el aspecto visual, donde el propio Cuarón tomó la responsabilidad de la fotografía en lugar de recurrir a su usual compañero Emmanuel Lubezki.Perfilándose como una de las favoritas al Premio del Público, el máximo reconocimiento que se entrega en el Festival y uno de los medidores obligatorios en la carrera rumbo al Oscar, Roma ha convencido a todos aquellos que se sumergen en su conmovedora trama que, a pesar de un primer acto plano donde la construcción de los personajes secundarios es poca, adquiere una fuerza demoledora a partir de su segunda hora donde, la visión de un Cuarón paternal y la participación de Aparicio, quizá el mayor descubrimiento de la película, golpean constantemente al espectador hasta su poético final.[caption id="attachment_219524" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Otro director que llegó a Toronto después de evadir Cannes y presentarse en Venecia fue el británico Paul Greengrass, quien regresa al cine con 22 July, drama inspirado en los atentados terroristas del 22 de julio de 2011 que cimbraron a Noruega.En la cinta, a estrenarse en la plataforma de streaming el próximo 10 de octubre, el cineasta recurre a los métodos propios del documental para abordar la explosión afuera de la oficina del Primer Ministro, Jens Stoltenberg, y el posterior tiroteo en un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, señalado por el perpetrador y ejecutor del atentado, el ultraderechista Anders Behring Breivik, por sus políticas de recepción de inmigrantes. Con la habilidad demostrada previamente en Vuelo 93, Greengrass atrapa al espectador con la representación fiel de los hechos terroristas, incluso en momentos complicados donde presenta sin tapujos a un grupo de jóvenes que corre de las balas del atacante.Sin concesiones visuales, el cineasta comienza su filme con la intención de convertirlo en una crítica a las corrientes nacionalistas y conservadoras que actualmente buscan dominar la conversación política en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la fuerza que la película había tomado en sus primeros minutos cae cuando la acción comienza a centrarse en el juicio al que es sometido Behring Breivik (Anders Danielsen Lie, en la ficción), con la participación de uno de sus sobrevivientes (interpretado correctamente por Jonas Strand Gravli). Aunque el contraste permite adentrarse más en el arrogante comportamiento del terrorista neonazi y en los efectos colaterales de sus actos en las víctimas, el ejercicio cinematográfico se siente mecánico y sin intenciones.[caption id="attachment_219520" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Con menores ambiciones pero con un resultado más efectivo, también se presentó The Kindergarten Teacher, inesperado remake estadounidense del filme israelí Haganenet, estrenado con aclamo en 2015.En la cinta, dirigida por Sara Colangelo, la actriz Maggie Gyllenhaal interpreta a una profesora de preescolar que comienza a generar una fascinación por uno de sus estudiantes, un pequeño niño que promete tener habilidades prodigiosas. Negándose a caer en la monotonía propia de su trabajo, la profesora arriesga lo que tiene (y hasta lo que no tiene) para acercar un futuro brillante a su alumno.Aunque la película pueda parecer inofensiva en sus primeros minutos, con el transcurso de la trama se convierte en una efectiva narración sobre el Estados Unidos contemporáneo, además de un perfecto vehículo de lucimiento para Gyllenhaal, quien debería aparecer en las listas de contendientes a los premios gracias a su contenido trabajo como la sobreviviente profesora Lisa Spinelli. Parker Sevak, Rosa Salazar y Gael García Bernal también aparecen en el filme, que estrenará en Netflix el 12 de octubre.[caption id="attachment_219521" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]
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Pero Netflix no fue el único distribuidor digital que probó suerte en Toronto. YouTube también aprovechó el festival para presentar uno de los primeros largometrajes que estrenará en su sistema Originals, se trata de Museo, la nueva película del realizador mexicano Alonso Ruizpalacios.En la cinta, protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, el cineasta cuenta la historia detrás del robo al Museo Nacional de Antropología en diciembre de 1985, donde un par de estudiantes de veterinaria entraron al museo durante la víspera de navidad y sustrajeron la mayor cantidad de piezas antropológicas de las que se haya tenido registro.Cabe resaltar que este trabajo, el primero que filma el cineasta después de su genial genial ópera prima Güeros, resulta ser una película emocionante, especialmente cuando se ejecuta el robo al museo que promete la sinopsis del filme, que poco a poco se convierte en un relato original al descubrirse, a tono de las aficiones del realizador, como una genuina historia de amistad y un breve homenaje a la historia mexicana. Por lo que resulta algo destacable que se podrá ver en todo el mundo gracias a YouTube."La verdad es que queríamos ser más grandes que Édgar se cae y El panda que estornuda", bromeó el cineasta en entrevista con exclusiva con Gatopardo previo a la presentación del filme, "YouTube compró la película y convino probar este nuevo camino de distribución".Sin embargo, esto no implicará que el filme sólo limitará su distribución a los formatos digitales, pues se podrá ver en pantallas grandes después de su exhibición en los festivales de cine de Nueva York, Londres y Morelia. "Lo único que me interesa es que se vea en cines, para eso la hice, la filmamos en 35 milímetros, hicimos un diseño sonoro muy meticuloso, trabajamos muchas horas para que la gente la vea en el cine", declara. El resultado, a juzgar por la cálida recepción que se le dio al filme después de su proyección en el Winter Garden Theatre de la ciudad canadiense, es evidente entre el público.[caption id="attachment_219522" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]* * *Más en Gatopardo:Nuestro tiempo: Donde nace el cine de Carlos ReygadasRoma: El secreto mejor guardado de Alfonso CuaronTalento femenino en el Festival Internacional de Cine de Morelia
El gigante del streaming, Netflix, se apropia del festival canadiense con la proyección de Roma, 22 July y The Kindergarten Teacher.
Toronto - Después de que este año, el Festival Internacional de Cine de Cannes cerró sus puertas a Netflix, argumentando que dicho certamen sólo recibiría a proyectos que tuvieran asegurada una corrida en salas de cine –defendiendo más que al arte mismo, la forma de presentarlo ante las masas–, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) abandonó las convencionalidades promovidas por el festival francés y recibió la proyección de un grupo de proyectos producidos y distribuidos por el gigante del streaming.
El mas importante de ellos fue Roma, el nuevo largometraje del director mexicano Alfonso Cuarón. La cinta, recientemente galardonada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, sigue la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), una empleada domestica de ascendencia otomí, que se encarga del cuidado de la casa e hijos pequeños de un matrimonio de clase media en el México de los años setenta. A lo largo de once meses, el cineasta mexicano sigue con cautela diversos eventos que marcaron la vida de Cleo; su patrona, la señora Sofía (Marina de Tavira) y el grupo de cuatro niños (Diego Cortina, Carlos Peralta, Marco Graf y Daniela Demesa) que crecen en un país fracturado por la desigualdad social y el mal gobierno priísta de Luis Echeverría.A pesar de que su regreso a territorio nacional había sido discreto e incluso señalado como un retorno a la sencillez que caracterizaron sus primeros trabajos, el director ganador del Oscar presenta en Roma, una de sus producciones mas ambiciosas; un espectáculo grandilocuente que esconde en su contenido la historia más intima que el cineasta mexicano se haya atrevido a contar. Tomando como referencia algunos actos que marcaron su infancia y adolescencia, Cuarón le toma el pulso a la sociedad mexicana con una historia que, más que exponerse hacia afuera, busca en su interior, presentando en pantalla un homenaje al matriarcado que formaron y educaron a su generación.Aún con todos los elementos técnicos ejecutados con perfección dentro y fuera de la pantalla –el diseño de arte a cargo del también ganador del Premio de la Academia, Eugenio Caballero (El laberinto del fauno) es notable al más mínimo detalle; está filmada en 65 milímetros y su sonido pasó por un cuidado trabajo de remasterización en Dolby Atmos, el trabajo más demandante que haya hecho la compañía según palabras del realizador–, el verdadero punto fuerte de la cinta recae en el acercamiento que el creador tiene con su obra. Durante la presentación del filme en el Festival, Cuarón afirmó que durante el extenso trabajo que llevó al rodaje del filme a casi diez años de su primer planteamiento, no pidió la asesoría de ninguno de sus amigos o colaboradores cercanos buscando apegarse a la historia que quería contar en pantalla. Vale la pena decir que el resultado se cumple, incluso en el aspecto visual, donde el propio Cuarón tomó la responsabilidad de la fotografía en lugar de recurrir a su usual compañero Emmanuel Lubezki.Perfilándose como una de las favoritas al Premio del Público, el máximo reconocimiento que se entrega en el Festival y uno de los medidores obligatorios en la carrera rumbo al Oscar, Roma ha convencido a todos aquellos que se sumergen en su conmovedora trama que, a pesar de un primer acto plano donde la construcción de los personajes secundarios es poca, adquiere una fuerza demoledora a partir de su segunda hora donde, la visión de un Cuarón paternal y la participación de Aparicio, quizá el mayor descubrimiento de la película, golpean constantemente al espectador hasta su poético final.[caption id="attachment_219524" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Otro director que llegó a Toronto después de evadir Cannes y presentarse en Venecia fue el británico Paul Greengrass, quien regresa al cine con 22 July, drama inspirado en los atentados terroristas del 22 de julio de 2011 que cimbraron a Noruega.En la cinta, a estrenarse en la plataforma de streaming el próximo 10 de octubre, el cineasta recurre a los métodos propios del documental para abordar la explosión afuera de la oficina del Primer Ministro, Jens Stoltenberg, y el posterior tiroteo en un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, señalado por el perpetrador y ejecutor del atentado, el ultraderechista Anders Behring Breivik, por sus políticas de recepción de inmigrantes. Con la habilidad demostrada previamente en Vuelo 93, Greengrass atrapa al espectador con la representación fiel de los hechos terroristas, incluso en momentos complicados donde presenta sin tapujos a un grupo de jóvenes que corre de las balas del atacante.Sin concesiones visuales, el cineasta comienza su filme con la intención de convertirlo en una crítica a las corrientes nacionalistas y conservadoras que actualmente buscan dominar la conversación política en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la fuerza que la película había tomado en sus primeros minutos cae cuando la acción comienza a centrarse en el juicio al que es sometido Behring Breivik (Anders Danielsen Lie, en la ficción), con la participación de uno de sus sobrevivientes (interpretado correctamente por Jonas Strand Gravli). Aunque el contraste permite adentrarse más en el arrogante comportamiento del terrorista neonazi y en los efectos colaterales de sus actos en las víctimas, el ejercicio cinematográfico se siente mecánico y sin intenciones.[caption id="attachment_219520" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Con menores ambiciones pero con un resultado más efectivo, también se presentó The Kindergarten Teacher, inesperado remake estadounidense del filme israelí Haganenet, estrenado con aclamo en 2015.En la cinta, dirigida por Sara Colangelo, la actriz Maggie Gyllenhaal interpreta a una profesora de preescolar que comienza a generar una fascinación por uno de sus estudiantes, un pequeño niño que promete tener habilidades prodigiosas. Negándose a caer en la monotonía propia de su trabajo, la profesora arriesga lo que tiene (y hasta lo que no tiene) para acercar un futuro brillante a su alumno.Aunque la película pueda parecer inofensiva en sus primeros minutos, con el transcurso de la trama se convierte en una efectiva narración sobre el Estados Unidos contemporáneo, además de un perfecto vehículo de lucimiento para Gyllenhaal, quien debería aparecer en las listas de contendientes a los premios gracias a su contenido trabajo como la sobreviviente profesora Lisa Spinelli. Parker Sevak, Rosa Salazar y Gael García Bernal también aparecen en el filme, que estrenará en Netflix el 12 de octubre.[caption id="attachment_219521" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]
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Pero Netflix no fue el único distribuidor digital que probó suerte en Toronto. YouTube también aprovechó el festival para presentar uno de los primeros largometrajes que estrenará en su sistema Originals, se trata de Museo, la nueva película del realizador mexicano Alonso Ruizpalacios.En la cinta, protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, el cineasta cuenta la historia detrás del robo al Museo Nacional de Antropología en diciembre de 1985, donde un par de estudiantes de veterinaria entraron al museo durante la víspera de navidad y sustrajeron la mayor cantidad de piezas antropológicas de las que se haya tenido registro.Cabe resaltar que este trabajo, el primero que filma el cineasta después de su genial genial ópera prima Güeros, resulta ser una película emocionante, especialmente cuando se ejecuta el robo al museo que promete la sinopsis del filme, que poco a poco se convierte en un relato original al descubrirse, a tono de las aficiones del realizador, como una genuina historia de amistad y un breve homenaje a la historia mexicana. Por lo que resulta algo destacable que se podrá ver en todo el mundo gracias a YouTube."La verdad es que queríamos ser más grandes que Édgar se cae y El panda que estornuda", bromeó el cineasta en entrevista con exclusiva con Gatopardo previo a la presentación del filme, "YouTube compró la película y convino probar este nuevo camino de distribución".Sin embargo, esto no implicará que el filme sólo limitará su distribución a los formatos digitales, pues se podrá ver en pantallas grandes después de su exhibición en los festivales de cine de Nueva York, Londres y Morelia. "Lo único que me interesa es que se vea en cines, para eso la hice, la filmamos en 35 milímetros, hicimos un diseño sonoro muy meticuloso, trabajamos muchas horas para que la gente la vea en el cine", declara. El resultado, a juzgar por la cálida recepción que se le dio al filme después de su proyección en el Winter Garden Theatre de la ciudad canadiense, es evidente entre el público.[caption id="attachment_219522" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]* * *Más en Gatopardo:Nuestro tiempo: Donde nace el cine de Carlos ReygadasRoma: El secreto mejor guardado de Alfonso CuaronTalento femenino en el Festival Internacional de Cine de Morelia
El gigante del streaming, Netflix, se apropia del festival canadiense con la proyección de Roma, 22 July y The Kindergarten Teacher.
Toronto - Después de que este año, el Festival Internacional de Cine de Cannes cerró sus puertas a Netflix, argumentando que dicho certamen sólo recibiría a proyectos que tuvieran asegurada una corrida en salas de cine –defendiendo más que al arte mismo, la forma de presentarlo ante las masas–, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) abandonó las convencionalidades promovidas por el festival francés y recibió la proyección de un grupo de proyectos producidos y distribuidos por el gigante del streaming.
El mas importante de ellos fue Roma, el nuevo largometraje del director mexicano Alfonso Cuarón. La cinta, recientemente galardonada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, sigue la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), una empleada domestica de ascendencia otomí, que se encarga del cuidado de la casa e hijos pequeños de un matrimonio de clase media en el México de los años setenta. A lo largo de once meses, el cineasta mexicano sigue con cautela diversos eventos que marcaron la vida de Cleo; su patrona, la señora Sofía (Marina de Tavira) y el grupo de cuatro niños (Diego Cortina, Carlos Peralta, Marco Graf y Daniela Demesa) que crecen en un país fracturado por la desigualdad social y el mal gobierno priísta de Luis Echeverría.A pesar de que su regreso a territorio nacional había sido discreto e incluso señalado como un retorno a la sencillez que caracterizaron sus primeros trabajos, el director ganador del Oscar presenta en Roma, una de sus producciones mas ambiciosas; un espectáculo grandilocuente que esconde en su contenido la historia más intima que el cineasta mexicano se haya atrevido a contar. Tomando como referencia algunos actos que marcaron su infancia y adolescencia, Cuarón le toma el pulso a la sociedad mexicana con una historia que, más que exponerse hacia afuera, busca en su interior, presentando en pantalla un homenaje al matriarcado que formaron y educaron a su generación.Aún con todos los elementos técnicos ejecutados con perfección dentro y fuera de la pantalla –el diseño de arte a cargo del también ganador del Premio de la Academia, Eugenio Caballero (El laberinto del fauno) es notable al más mínimo detalle; está filmada en 65 milímetros y su sonido pasó por un cuidado trabajo de remasterización en Dolby Atmos, el trabajo más demandante que haya hecho la compañía según palabras del realizador–, el verdadero punto fuerte de la cinta recae en el acercamiento que el creador tiene con su obra. Durante la presentación del filme en el Festival, Cuarón afirmó que durante el extenso trabajo que llevó al rodaje del filme a casi diez años de su primer planteamiento, no pidió la asesoría de ninguno de sus amigos o colaboradores cercanos buscando apegarse a la historia que quería contar en pantalla. Vale la pena decir que el resultado se cumple, incluso en el aspecto visual, donde el propio Cuarón tomó la responsabilidad de la fotografía en lugar de recurrir a su usual compañero Emmanuel Lubezki.Perfilándose como una de las favoritas al Premio del Público, el máximo reconocimiento que se entrega en el Festival y uno de los medidores obligatorios en la carrera rumbo al Oscar, Roma ha convencido a todos aquellos que se sumergen en su conmovedora trama que, a pesar de un primer acto plano donde la construcción de los personajes secundarios es poca, adquiere una fuerza demoledora a partir de su segunda hora donde, la visión de un Cuarón paternal y la participación de Aparicio, quizá el mayor descubrimiento de la película, golpean constantemente al espectador hasta su poético final.[caption id="attachment_219524" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Otro director que llegó a Toronto después de evadir Cannes y presentarse en Venecia fue el británico Paul Greengrass, quien regresa al cine con 22 July, drama inspirado en los atentados terroristas del 22 de julio de 2011 que cimbraron a Noruega.En la cinta, a estrenarse en la plataforma de streaming el próximo 10 de octubre, el cineasta recurre a los métodos propios del documental para abordar la explosión afuera de la oficina del Primer Ministro, Jens Stoltenberg, y el posterior tiroteo en un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, señalado por el perpetrador y ejecutor del atentado, el ultraderechista Anders Behring Breivik, por sus políticas de recepción de inmigrantes. Con la habilidad demostrada previamente en Vuelo 93, Greengrass atrapa al espectador con la representación fiel de los hechos terroristas, incluso en momentos complicados donde presenta sin tapujos a un grupo de jóvenes que corre de las balas del atacante.Sin concesiones visuales, el cineasta comienza su filme con la intención de convertirlo en una crítica a las corrientes nacionalistas y conservadoras que actualmente buscan dominar la conversación política en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la fuerza que la película había tomado en sus primeros minutos cae cuando la acción comienza a centrarse en el juicio al que es sometido Behring Breivik (Anders Danielsen Lie, en la ficción), con la participación de uno de sus sobrevivientes (interpretado correctamente por Jonas Strand Gravli). Aunque el contraste permite adentrarse más en el arrogante comportamiento del terrorista neonazi y en los efectos colaterales de sus actos en las víctimas, el ejercicio cinematográfico se siente mecánico y sin intenciones.[caption id="attachment_219520" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Con menores ambiciones pero con un resultado más efectivo, también se presentó The Kindergarten Teacher, inesperado remake estadounidense del filme israelí Haganenet, estrenado con aclamo en 2015.En la cinta, dirigida por Sara Colangelo, la actriz Maggie Gyllenhaal interpreta a una profesora de preescolar que comienza a generar una fascinación por uno de sus estudiantes, un pequeño niño que promete tener habilidades prodigiosas. Negándose a caer en la monotonía propia de su trabajo, la profesora arriesga lo que tiene (y hasta lo que no tiene) para acercar un futuro brillante a su alumno.Aunque la película pueda parecer inofensiva en sus primeros minutos, con el transcurso de la trama se convierte en una efectiva narración sobre el Estados Unidos contemporáneo, además de un perfecto vehículo de lucimiento para Gyllenhaal, quien debería aparecer en las listas de contendientes a los premios gracias a su contenido trabajo como la sobreviviente profesora Lisa Spinelli. Parker Sevak, Rosa Salazar y Gael García Bernal también aparecen en el filme, que estrenará en Netflix el 12 de octubre.[caption id="attachment_219521" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]
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Pero Netflix no fue el único distribuidor digital que probó suerte en Toronto. YouTube también aprovechó el festival para presentar uno de los primeros largometrajes que estrenará en su sistema Originals, se trata de Museo, la nueva película del realizador mexicano Alonso Ruizpalacios.En la cinta, protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, el cineasta cuenta la historia detrás del robo al Museo Nacional de Antropología en diciembre de 1985, donde un par de estudiantes de veterinaria entraron al museo durante la víspera de navidad y sustrajeron la mayor cantidad de piezas antropológicas de las que se haya tenido registro.Cabe resaltar que este trabajo, el primero que filma el cineasta después de su genial genial ópera prima Güeros, resulta ser una película emocionante, especialmente cuando se ejecuta el robo al museo que promete la sinopsis del filme, que poco a poco se convierte en un relato original al descubrirse, a tono de las aficiones del realizador, como una genuina historia de amistad y un breve homenaje a la historia mexicana. Por lo que resulta algo destacable que se podrá ver en todo el mundo gracias a YouTube."La verdad es que queríamos ser más grandes que Édgar se cae y El panda que estornuda", bromeó el cineasta en entrevista con exclusiva con Gatopardo previo a la presentación del filme, "YouTube compró la película y convino probar este nuevo camino de distribución".Sin embargo, esto no implicará que el filme sólo limitará su distribución a los formatos digitales, pues se podrá ver en pantallas grandes después de su exhibición en los festivales de cine de Nueva York, Londres y Morelia. "Lo único que me interesa es que se vea en cines, para eso la hice, la filmamos en 35 milímetros, hicimos un diseño sonoro muy meticuloso, trabajamos muchas horas para que la gente la vea en el cine", declara. El resultado, a juzgar por la cálida recepción que se le dio al filme después de su proyección en el Winter Garden Theatre de la ciudad canadiense, es evidente entre el público.[caption id="attachment_219522" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]* * *Más en Gatopardo:Nuestro tiempo: Donde nace el cine de Carlos ReygadasRoma: El secreto mejor guardado de Alfonso CuaronTalento femenino en el Festival Internacional de Cine de Morelia
El gigante del streaming, Netflix, se apropia del festival canadiense con la proyección de Roma, 22 July y The Kindergarten Teacher.
Toronto - Después de que este año, el Festival Internacional de Cine de Cannes cerró sus puertas a Netflix, argumentando que dicho certamen sólo recibiría a proyectos que tuvieran asegurada una corrida en salas de cine –defendiendo más que al arte mismo, la forma de presentarlo ante las masas–, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) abandonó las convencionalidades promovidas por el festival francés y recibió la proyección de un grupo de proyectos producidos y distribuidos por el gigante del streaming.
El mas importante de ellos fue Roma, el nuevo largometraje del director mexicano Alfonso Cuarón. La cinta, recientemente galardonada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, sigue la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), una empleada domestica de ascendencia otomí, que se encarga del cuidado de la casa e hijos pequeños de un matrimonio de clase media en el México de los años setenta. A lo largo de once meses, el cineasta mexicano sigue con cautela diversos eventos que marcaron la vida de Cleo; su patrona, la señora Sofía (Marina de Tavira) y el grupo de cuatro niños (Diego Cortina, Carlos Peralta, Marco Graf y Daniela Demesa) que crecen en un país fracturado por la desigualdad social y el mal gobierno priísta de Luis Echeverría.A pesar de que su regreso a territorio nacional había sido discreto e incluso señalado como un retorno a la sencillez que caracterizaron sus primeros trabajos, el director ganador del Oscar presenta en Roma, una de sus producciones mas ambiciosas; un espectáculo grandilocuente que esconde en su contenido la historia más intima que el cineasta mexicano se haya atrevido a contar. Tomando como referencia algunos actos que marcaron su infancia y adolescencia, Cuarón le toma el pulso a la sociedad mexicana con una historia que, más que exponerse hacia afuera, busca en su interior, presentando en pantalla un homenaje al matriarcado que formaron y educaron a su generación.Aún con todos los elementos técnicos ejecutados con perfección dentro y fuera de la pantalla –el diseño de arte a cargo del también ganador del Premio de la Academia, Eugenio Caballero (El laberinto del fauno) es notable al más mínimo detalle; está filmada en 65 milímetros y su sonido pasó por un cuidado trabajo de remasterización en Dolby Atmos, el trabajo más demandante que haya hecho la compañía según palabras del realizador–, el verdadero punto fuerte de la cinta recae en el acercamiento que el creador tiene con su obra. Durante la presentación del filme en el Festival, Cuarón afirmó que durante el extenso trabajo que llevó al rodaje del filme a casi diez años de su primer planteamiento, no pidió la asesoría de ninguno de sus amigos o colaboradores cercanos buscando apegarse a la historia que quería contar en pantalla. Vale la pena decir que el resultado se cumple, incluso en el aspecto visual, donde el propio Cuarón tomó la responsabilidad de la fotografía en lugar de recurrir a su usual compañero Emmanuel Lubezki.Perfilándose como una de las favoritas al Premio del Público, el máximo reconocimiento que se entrega en el Festival y uno de los medidores obligatorios en la carrera rumbo al Oscar, Roma ha convencido a todos aquellos que se sumergen en su conmovedora trama que, a pesar de un primer acto plano donde la construcción de los personajes secundarios es poca, adquiere una fuerza demoledora a partir de su segunda hora donde, la visión de un Cuarón paternal y la participación de Aparicio, quizá el mayor descubrimiento de la película, golpean constantemente al espectador hasta su poético final.[caption id="attachment_219524" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Otro director que llegó a Toronto después de evadir Cannes y presentarse en Venecia fue el británico Paul Greengrass, quien regresa al cine con 22 July, drama inspirado en los atentados terroristas del 22 de julio de 2011 que cimbraron a Noruega.En la cinta, a estrenarse en la plataforma de streaming el próximo 10 de octubre, el cineasta recurre a los métodos propios del documental para abordar la explosión afuera de la oficina del Primer Ministro, Jens Stoltenberg, y el posterior tiroteo en un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, señalado por el perpetrador y ejecutor del atentado, el ultraderechista Anders Behring Breivik, por sus políticas de recepción de inmigrantes. Con la habilidad demostrada previamente en Vuelo 93, Greengrass atrapa al espectador con la representación fiel de los hechos terroristas, incluso en momentos complicados donde presenta sin tapujos a un grupo de jóvenes que corre de las balas del atacante.Sin concesiones visuales, el cineasta comienza su filme con la intención de convertirlo en una crítica a las corrientes nacionalistas y conservadoras que actualmente buscan dominar la conversación política en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la fuerza que la película había tomado en sus primeros minutos cae cuando la acción comienza a centrarse en el juicio al que es sometido Behring Breivik (Anders Danielsen Lie, en la ficción), con la participación de uno de sus sobrevivientes (interpretado correctamente por Jonas Strand Gravli). Aunque el contraste permite adentrarse más en el arrogante comportamiento del terrorista neonazi y en los efectos colaterales de sus actos en las víctimas, el ejercicio cinematográfico se siente mecánico y sin intenciones.[caption id="attachment_219520" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Con menores ambiciones pero con un resultado más efectivo, también se presentó The Kindergarten Teacher, inesperado remake estadounidense del filme israelí Haganenet, estrenado con aclamo en 2015.En la cinta, dirigida por Sara Colangelo, la actriz Maggie Gyllenhaal interpreta a una profesora de preescolar que comienza a generar una fascinación por uno de sus estudiantes, un pequeño niño que promete tener habilidades prodigiosas. Negándose a caer en la monotonía propia de su trabajo, la profesora arriesga lo que tiene (y hasta lo que no tiene) para acercar un futuro brillante a su alumno.Aunque la película pueda parecer inofensiva en sus primeros minutos, con el transcurso de la trama se convierte en una efectiva narración sobre el Estados Unidos contemporáneo, además de un perfecto vehículo de lucimiento para Gyllenhaal, quien debería aparecer en las listas de contendientes a los premios gracias a su contenido trabajo como la sobreviviente profesora Lisa Spinelli. Parker Sevak, Rosa Salazar y Gael García Bernal también aparecen en el filme, que estrenará en Netflix el 12 de octubre.[caption id="attachment_219521" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]
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Pero Netflix no fue el único distribuidor digital que probó suerte en Toronto. YouTube también aprovechó el festival para presentar uno de los primeros largometrajes que estrenará en su sistema Originals, se trata de Museo, la nueva película del realizador mexicano Alonso Ruizpalacios.En la cinta, protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, el cineasta cuenta la historia detrás del robo al Museo Nacional de Antropología en diciembre de 1985, donde un par de estudiantes de veterinaria entraron al museo durante la víspera de navidad y sustrajeron la mayor cantidad de piezas antropológicas de las que se haya tenido registro.Cabe resaltar que este trabajo, el primero que filma el cineasta después de su genial genial ópera prima Güeros, resulta ser una película emocionante, especialmente cuando se ejecuta el robo al museo que promete la sinopsis del filme, que poco a poco se convierte en un relato original al descubrirse, a tono de las aficiones del realizador, como una genuina historia de amistad y un breve homenaje a la historia mexicana. Por lo que resulta algo destacable que se podrá ver en todo el mundo gracias a YouTube."La verdad es que queríamos ser más grandes que Édgar se cae y El panda que estornuda", bromeó el cineasta en entrevista con exclusiva con Gatopardo previo a la presentación del filme, "YouTube compró la película y convino probar este nuevo camino de distribución".Sin embargo, esto no implicará que el filme sólo limitará su distribución a los formatos digitales, pues se podrá ver en pantallas grandes después de su exhibición en los festivales de cine de Nueva York, Londres y Morelia. "Lo único que me interesa es que se vea en cines, para eso la hice, la filmamos en 35 milímetros, hicimos un diseño sonoro muy meticuloso, trabajamos muchas horas para que la gente la vea en el cine", declara. El resultado, a juzgar por la cálida recepción que se le dio al filme después de su proyección en el Winter Garden Theatre de la ciudad canadiense, es evidente entre el público.[caption id="attachment_219522" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]* * *Más en Gatopardo:Nuestro tiempo: Donde nace el cine de Carlos ReygadasRoma: El secreto mejor guardado de Alfonso CuaronTalento femenino en el Festival Internacional de Cine de Morelia
Toronto - Después de que este año, el Festival Internacional de Cine de Cannes cerró sus puertas a Netflix, argumentando que dicho certamen sólo recibiría a proyectos que tuvieran asegurada una corrida en salas de cine –defendiendo más que al arte mismo, la forma de presentarlo ante las masas–, el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) abandonó las convencionalidades promovidas por el festival francés y recibió la proyección de un grupo de proyectos producidos y distribuidos por el gigante del streaming.
El mas importante de ellos fue Roma, el nuevo largometraje del director mexicano Alfonso Cuarón. La cinta, recientemente galardonada con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia, sigue la historia de Cleo (Yalitza Aparicio), una empleada domestica de ascendencia otomí, que se encarga del cuidado de la casa e hijos pequeños de un matrimonio de clase media en el México de los años setenta. A lo largo de once meses, el cineasta mexicano sigue con cautela diversos eventos que marcaron la vida de Cleo; su patrona, la señora Sofía (Marina de Tavira) y el grupo de cuatro niños (Diego Cortina, Carlos Peralta, Marco Graf y Daniela Demesa) que crecen en un país fracturado por la desigualdad social y el mal gobierno priísta de Luis Echeverría.A pesar de que su regreso a territorio nacional había sido discreto e incluso señalado como un retorno a la sencillez que caracterizaron sus primeros trabajos, el director ganador del Oscar presenta en Roma, una de sus producciones mas ambiciosas; un espectáculo grandilocuente que esconde en su contenido la historia más intima que el cineasta mexicano se haya atrevido a contar. Tomando como referencia algunos actos que marcaron su infancia y adolescencia, Cuarón le toma el pulso a la sociedad mexicana con una historia que, más que exponerse hacia afuera, busca en su interior, presentando en pantalla un homenaje al matriarcado que formaron y educaron a su generación.Aún con todos los elementos técnicos ejecutados con perfección dentro y fuera de la pantalla –el diseño de arte a cargo del también ganador del Premio de la Academia, Eugenio Caballero (El laberinto del fauno) es notable al más mínimo detalle; está filmada en 65 milímetros y su sonido pasó por un cuidado trabajo de remasterización en Dolby Atmos, el trabajo más demandante que haya hecho la compañía según palabras del realizador–, el verdadero punto fuerte de la cinta recae en el acercamiento que el creador tiene con su obra. Durante la presentación del filme en el Festival, Cuarón afirmó que durante el extenso trabajo que llevó al rodaje del filme a casi diez años de su primer planteamiento, no pidió la asesoría de ninguno de sus amigos o colaboradores cercanos buscando apegarse a la historia que quería contar en pantalla. Vale la pena decir que el resultado se cumple, incluso en el aspecto visual, donde el propio Cuarón tomó la responsabilidad de la fotografía en lugar de recurrir a su usual compañero Emmanuel Lubezki.Perfilándose como una de las favoritas al Premio del Público, el máximo reconocimiento que se entrega en el Festival y uno de los medidores obligatorios en la carrera rumbo al Oscar, Roma ha convencido a todos aquellos que se sumergen en su conmovedora trama que, a pesar de un primer acto plano donde la construcción de los personajes secundarios es poca, adquiere una fuerza demoledora a partir de su segunda hora donde, la visión de un Cuarón paternal y la participación de Aparicio, quizá el mayor descubrimiento de la película, golpean constantemente al espectador hasta su poético final.[caption id="attachment_219524" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Otro director que llegó a Toronto después de evadir Cannes y presentarse en Venecia fue el británico Paul Greengrass, quien regresa al cine con 22 July, drama inspirado en los atentados terroristas del 22 de julio de 2011 que cimbraron a Noruega.En la cinta, a estrenarse en la plataforma de streaming el próximo 10 de octubre, el cineasta recurre a los métodos propios del documental para abordar la explosión afuera de la oficina del Primer Ministro, Jens Stoltenberg, y el posterior tiroteo en un campamento juvenil del Partido Laborista Noruego, señalado por el perpetrador y ejecutor del atentado, el ultraderechista Anders Behring Breivik, por sus políticas de recepción de inmigrantes. Con la habilidad demostrada previamente en Vuelo 93, Greengrass atrapa al espectador con la representación fiel de los hechos terroristas, incluso en momentos complicados donde presenta sin tapujos a un grupo de jóvenes que corre de las balas del atacante.Sin concesiones visuales, el cineasta comienza su filme con la intención de convertirlo en una crítica a las corrientes nacionalistas y conservadoras que actualmente buscan dominar la conversación política en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, la fuerza que la película había tomado en sus primeros minutos cae cuando la acción comienza a centrarse en el juicio al que es sometido Behring Breivik (Anders Danielsen Lie, en la ficción), con la participación de uno de sus sobrevivientes (interpretado correctamente por Jonas Strand Gravli). Aunque el contraste permite adentrarse más en el arrogante comportamiento del terrorista neonazi y en los efectos colaterales de sus actos en las víctimas, el ejercicio cinematográfico se siente mecánico y sin intenciones.[caption id="attachment_219520" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]Con menores ambiciones pero con un resultado más efectivo, también se presentó The Kindergarten Teacher, inesperado remake estadounidense del filme israelí Haganenet, estrenado con aclamo en 2015.En la cinta, dirigida por Sara Colangelo, la actriz Maggie Gyllenhaal interpreta a una profesora de preescolar que comienza a generar una fascinación por uno de sus estudiantes, un pequeño niño que promete tener habilidades prodigiosas. Negándose a caer en la monotonía propia de su trabajo, la profesora arriesga lo que tiene (y hasta lo que no tiene) para acercar un futuro brillante a su alumno.Aunque la película pueda parecer inofensiva en sus primeros minutos, con el transcurso de la trama se convierte en una efectiva narración sobre el Estados Unidos contemporáneo, además de un perfecto vehículo de lucimiento para Gyllenhaal, quien debería aparecer en las listas de contendientes a los premios gracias a su contenido trabajo como la sobreviviente profesora Lisa Spinelli. Parker Sevak, Rosa Salazar y Gael García Bernal también aparecen en el filme, que estrenará en Netflix el 12 de octubre.[caption id="attachment_219521" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]
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Pero Netflix no fue el único distribuidor digital que probó suerte en Toronto. YouTube también aprovechó el festival para presentar uno de los primeros largometrajes que estrenará en su sistema Originals, se trata de Museo, la nueva película del realizador mexicano Alonso Ruizpalacios.En la cinta, protagonizada por Gael García Bernal y Leonardo Ortizgris, el cineasta cuenta la historia detrás del robo al Museo Nacional de Antropología en diciembre de 1985, donde un par de estudiantes de veterinaria entraron al museo durante la víspera de navidad y sustrajeron la mayor cantidad de piezas antropológicas de las que se haya tenido registro.Cabe resaltar que este trabajo, el primero que filma el cineasta después de su genial genial ópera prima Güeros, resulta ser una película emocionante, especialmente cuando se ejecuta el robo al museo que promete la sinopsis del filme, que poco a poco se convierte en un relato original al descubrirse, a tono de las aficiones del realizador, como una genuina historia de amistad y un breve homenaje a la historia mexicana. Por lo que resulta algo destacable que se podrá ver en todo el mundo gracias a YouTube."La verdad es que queríamos ser más grandes que Édgar se cae y El panda que estornuda", bromeó el cineasta en entrevista con exclusiva con Gatopardo previo a la presentación del filme, "YouTube compró la película y convino probar este nuevo camino de distribución".Sin embargo, esto no implicará que el filme sólo limitará su distribución a los formatos digitales, pues se podrá ver en pantallas grandes después de su exhibición en los festivales de cine de Nueva York, Londres y Morelia. "Lo único que me interesa es que se vea en cines, para eso la hice, la filmamos en 35 milímetros, hicimos un diseño sonoro muy meticuloso, trabajamos muchas horas para que la gente la vea en el cine", declara. El resultado, a juzgar por la cálida recepción que se le dio al filme después de su proyección en el Winter Garden Theatre de la ciudad canadiense, es evidente entre el público.[caption id="attachment_219522" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía TIFF[/caption]* * *Más en Gatopardo:Nuestro tiempo: Donde nace el cine de Carlos ReygadasRoma: El secreto mejor guardado de Alfonso CuaronTalento femenino en el Festival Internacional de Cine de Morelia
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