La prensa financiera pone en tela de juicio que Portugal, Italia, Grecia y España sean capaces de sostener por mucho tiempo más la presión de compartir una moneda con países de economías más sólidas en el resto de Europa. Las razones: sus altas deudas públicas y privadas; su baja recaudación fiscal; las burbujas inmobiliarias; las inestabilidad política y social; y las gestiones económicas ineficientes. Aprovechando la palabra que forman sus siglas en inglés para construir un acrónimo, los apodaron PIGS ("cerdos" en su traducción al español), y durante algún tiempo el término peyorativo se adoptó en los medios de otras partes del mundo sin pensar en el efecto que esto podría tener en la opinión pública dentro y fuera de Europa.
El fotógrafo Carlos Spottorno nació en Budapest y creció entre Roma, París y Madrid. Durante los últimos años se ha dedicado a fotografiar la realidad de los llamados PIGS. De ahí salió este ensayo fotográfico que se publica por primera vez en México y Latinoamérica en Gatopardo. El resultado es una serie de fotografías que retratan economías y entornos deteriorados, y a ciudadanos, que aunque empobrecidos, encuentran formas dignas y creativas de salir adelante. Las imágenes dan cuenta, además, de los vestigios empolvados de glorias perdidas: huellas desgastadas de los grandes imperios que fueron estas naciones siglos atrás y que sus ciudadanos sienten aún presentes, envueltos en una mezcla de orgullo y nostalgia.