Entre sus seguidores, Keith Raniere era conocido como “Vanguard”. Para los miembros de NXIVM, su fundador era en quien debían confiar, aquel sabio que los guiaría a ser mejores personas. Les transmitía confianza. Les hizo creer que los sanaría, que podría liberarlos de malos pensamientos, de sus mayores temores. Por casi dos décadas, desde su fundación en 1998 en Albany, Nueva York, la organización de autoayuda logró atraer a cerca de 17,000 personas bajo esa filosofía.
A partir de una serie de talleres, cada uno desarrollado por el propio Raniere, los miembros se sometían a rigurosas jornadas en las que trabajaban la mejora de los hábitos mentales, hasta programas de alimentación y ejercicio. Cada uno de éstos sentaron sus bases en el control como fortaleza principal y reiteraron el poder de la penitencia como un atajo para la superación personal. Human Pain fue uno de los talleres más concurridos, el cual consistía en aceptar que “el amor y el dolor con frecuencia van de la mano”.
Sin embargo, más allá del compromiso por alcanzar la plenitud mental y espiritual, la permanencia en NXIVM dependía, con frecuencia, de la capacidad financiera de sus miembros. El precio de uno solo de sus talleres era de unos 5,000 dólares al mes (poco más de 95,000 pesos). NXIVM era una organización para ricos. En México, uno de sus miembros más influyentes era Emiliano Salinas Occelli, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, entre otros representantes de la industria del espectáculo y familias acaudaladas. Aunque él ha negado que estuviera enterado de la explotación sexual que tenía lugar al interior de NXIVM, la fiscalía de NY mostró documentos que indican que el hijo de Carlos Salinas de Gortari no sólo estaba enterado de las prácticas de Raniere, sino que habría tratado de obtener ilícitamente documentos financieros para desacreditar a los potenciales enemigos del culto al que pertenecía.
Este miércoles 19 de junio comenzó a circular en las redes sociales un video donde Salinas aparece bailando al centro de un número musical en celebración del cumpleaños de Raniere. En él Salinas aparece junto a su hermana Cecilia portando una camiseta verde, que indica el tercer rango más alto de la organización. Las imágenes fueron difundidas por el periodista de investigación Frank Parlato desde su página frankreport.com, en la que se asegura que fueron grabadas durante el cumpleaños de Raniere, el 26 de agosto de 2016.
Retomamos la versión del video que subió a su sitio la revista Proceso:
Para muchos hombres y mujeres dentro de la organización, Raniere se convirtió en una deidad. Los cursos de mayor éxito en NXIVM eran aquellos que partían de teorías sobre la femineidad, la victimización y la ética. Un anzuelo que resultó ser ideal para atraer a más mujeres a la organización. Su líder se presentaba como alguien sumamente sensible e inteligente, pero humilde. Un líder sosegado que era un eslabón más en fórmula perfecta para que muchas de las mujeres quedaran fascinadas y decidieran permanecer.
Dentro de NXIVM, varios de los más altos puestos eran ocupados por mujeres. Nancy Salzman ocupó uno de ellos como presidenta de la organización y mano derecha del líder. Junto a ella estaban otras integrantes como la actriz Allison Mack, protagonista de la serie Smallville; Pamela Cafritz, hija de los socialités Bill y Buffy Cafritz, y novia de Raniere hasta que falleció de cáncer en 2016; y Clare y Sara Bronfman, herederas de Seagram Liquor, entre muchas otras otras.
“Esposas espirituales”
El esquema piramidal con el que NXIVM se formó fue un éxito sumando miembros. Hombres y mujeres eran testigos en primera voz de la “efectividad” de los cursos de la organización y eso funcionaba para que atrajeran a más personas. Fue así como la ola no solo recorrió todo Estados Unidos, sino que la organización de autoayuda llegó a Canadá y México. Esa misma estructura se replicó para un nuevo proyecto en 2006. Al interior de aquel ya selectivo grupo, se formó uno más exclusivo dirigido por y haciaa mujeres: Jness.
Con Jness, NXIVM ofrecía un sistema de educación experimental en el que las mujeres podrían explorarse a sí mismas y a su papel en el mundo. Les ofrecía una infraestructuras de redes, intercambio de recursos y construcción de la comunidad. Cada uno de los cursos con duración de ocho días, tenía un costo de 5,000 dólares. En total eran once niveles. Fue en ese grupo de donde surgieron las “esposas espirituales” del fundador. En aquel entonces, Keith Raniere tenía una relación con Barbara Bouchey, quien también era miembro de la organización, pero ese no fue impedimento para que él tuviera relaciones sexuales con quienes entraron en aquel grupo.
Raniere jamás ocultó que era un hombre poliamoroso. Fue honesto en ese aspecto dentro su comunidad con quien compartió la importancia tanto del sexo como de la intimidad. Sin embargo, el sexo terminó por convertirse en una herramienta de poder con la que logró dominar a varias mujeres. Dentro de Jness, surgió un grupo aún más exclusivo, una especie de culto que en el que través de la famosa estructura piramidal, mujeres miembros de NXIVM y sumamente cercanas a Raniere, reclutaban a otras mujeres, en un sistema de ama-esclava.
Lo que arrancaba como una búsqueda por empoderarse, terminó por reducir a muchas de las mujeres que entr@aron en NXIVM a ser un objeto sexual para dar placer al fundador. Sin embargo, no cualquier mujer podía ser parte de ese grupo. Keith Raniere y Nancy Salzman lograron que a ojos de ellas, servirle al fundador fuera todo un privilegio.
Para garantizar la secrecía de lo que ahí sucedía, las "autoridades" le pedían a estar chicas entregar algo a cambio en garantía. Algo muy semejante a lo que hacen las hermandades estadounidenses.
¿Garantías o extorsión?
A este otro grupo lo llamaron DOS (Dominius Obsequious Sororium) y lo presentaron como una sororidad. Las mujeres que formaron parte de él tenían dinero y “una vida resulta”, por lo que cualquier pago, por alto que fuera, no bastaría como intercambio para proteger a su sociedad secreta. Las amas idearon un sistema basado en lo que llamaban “colaterales”, información que en caso de revelarse provocaría un grave daño a ellas o sus familias. Entre las opciones a elegir estaban fotografías desnudas, confesiones en video e incluso títulos de propiedad que servían como mecanismo de control.
Lo que desde fuera podría parecer una clara forma de extorsión, para ellas era una manera de mostrar lealtad y devoción. El sistema piramidal en el que estaba basado este nuevo grupo exigía que aquellas que habían sido reclutadas como “esclavas” se convirtiera a su vez en “amas” de nuevas integrantes. Poco a poco el grupo fue creciendo y Raniere fue sacando mayor provecho. Sin embargo, las cosas comenzaron a salirse de control hace un par de años cuando se corrió la voz que lo que en realidad pasaba al interior de DOS era violencia sexual en el marco de un claro abuso de poder.
Se supo que como parte del ritual de "integración" estas mujeres aceptaban marcar su cuerpo con las iniciales KR (Ketih Raniere). Como parte del proceso su piel era quemada con un cauterizador en señal de su completa entrega y compromiso con NXIVM y su fundador. Algunas de las miembros han contado que se reunían en una casa donde se les pedía desnudarse y recostarse en una cama para masajes, donde comenzaba la tortura, no sin antes repetir la frase: “Ama, por favor, márcame; será un honor”.
Sin embargo, esa no era la mayor prueba de lealtad. Las esclavas debían también cumplir con sus amas con distintas tareas que en muchos casos implicaban cubrir los costosos lujos de la comunidad. Sin embargo, la principal tarea de estas mujeres era brindar placer al fundador. En caso de no cumplir, los castigos eran bastante severos: mantener posiciones forzadas o dolorosas, quedarse de pie descalzas sobre la nieve, tomar duchas de agua fría y azotarse mutuamente el “trasero desnudo” con una correa. Algunas fueron obligadas a usar incluso una correa de perro.
Sarah Edmondson decidió abandonar el grupo. Ella fue parte de NXIVM, ingresó a Jness y su piel a la altura de la pelvis fue marcada de por vida al pertenecer a DOS. Una vez afuera, en un arriesgado movimiento, la mujer decidió denunciar las atrocidades que se vivían en el lugar. A su denuncia se unieron otros desertores, sin embargo las autoridades tardaron en tomar acciones en contra de Keith Raniere. Previo a eso, las hermanas Bronfman atacaron al esposo de Edmondson, Anthony Ames, también miembro de Nxivm, con una demanda por fraude de un millón de dólares.
Cada uno de los movimientos estaba pensado para proteger a Raniere y la existencia del grupo. Sin embargo, en 2018, las autoridades federales de Estados Unidos formularon cargos contra el líder por obligar a mujeres a sostener relaciones sexuales con él. Protegido por “sus mujeres”, Raniere abandonó el país y huyó a México, país en el que fue detenido el 26 de marzo en Puerto Vallarta, Jalisco. Junto a él, otras cinco mujeres fueron arrestadas, entre ellas Salzman y Mack.
Todas ellas se declararon culpables de sus acciones e incluso mostraron un aparente arrepentimiento. Por su parte, y a pesar de que existen pruebas de lo contrario, Emiliano Salinas ha negado que estuviera enterado de lo que sucedía al interior de NXIVM.
Kieth Raniere enfrenta actualmente un juicio por extorsión, conspiración para el trabajo forzado, fraude, pornografía infantil, tráfico sexual e intento de tráfico sexual, ocurridos entre 2003 y 2018. Sus “esposas espirituales” son hoy parte de los testigos en su contra que a lo largo de mayo presentará la Fiscalía.
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