Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
El documental “Bellas de noche” rescata las historias detrás de las estrellas del cabaret mexicano en los setenta y ochenta.
Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
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El documental “Bellas de noche” rescata las historias detrás de las estrellas del cabaret mexicano en los setenta y ochenta.
Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
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El documental “Bellas de noche” rescata las historias detrás de las estrellas del cabaret mexicano en los setenta y ochenta.
Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
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Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
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Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
El documental “Bellas de noche” rescata las historias detrás de las estrellas del cabaret mexicano en los setenta y ochenta.
Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
El documental “Bellas de noche” rescata las historias detrás de las estrellas del cabaret mexicano en los setenta y ochenta.
Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
El documental “Bellas de noche” rescata las historias detrás de las estrellas del cabaret mexicano en los setenta y ochenta.
Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8
Los estándares de belleza contemporáneos tienen poco que ver con lo que hace algunas décadas llamaba la atención en la escena de los cabarets en México. Mujeres con un estilo muy particular, hábiles en la danza y el canto, con personalidad explosiva y una figura cuya arma principal eran las curvas, eran las encargadas de presentar los mejores actos de entretenimiento que divertían a todos los géneros. Sin embargo, con el pasar de los años, los reflectores y el público se olvidaron de ellas. El documental Bellas de noche, que se proyecta en la Gira de Documentales Ambulante, rescata el rostro y voz de cinco mujeres que hace más de cuatro décadas estuvieron en la cima del espectáculo en México. Ópera prima de María José Cuevas, Bellas de noche explora las vidas de Olga Breeskin, Lyn May, Princesa Yamal, Wanda Seux y Rossy Mendoza. “Desgraciadamente somos unos prejuiciosos, la sociedad no te permite envejecer, no te permite transformarte. ¿Por qué siempre poner la edad como un problema?”, cuenta la directora en entrevista para Gatopardo, tras explicar que su documental sale del cliché sensacionalista que desde siempre ha envuelto la vida de estas mujeres. A lo largo de 93 minutos, la película muestra al espectador una faceta más profunda de estas cinco vedettes, recordadas más por su físico que por sus personalidades. Mujeres que a pesar de tener más de 60 años y haber llevado, en ocasiones, su vida al extremo, se muestran llenas de vida y con condición física envidiable. “Todo fue una montaña rusa”, dice María José Cuevas, a quien le tomó una década completar este proyecto. Aunque el documental surgió de la idea de rendir homenaje a estas mujeres, la relación entre ellas y la directora se hizo tan cercana que se convirtieron en una familia: “Lo que fue muy importante fue serle fiel a mi experiencia cuando me tocaba tener la cámara con ellas, porque lo que más me importó fue que ellas me propusieran qué hacer, que se mostraran tal cual son, que la gente las percibiera fuera del personaje”. Como con toda celebridad, existen dos rostros para cada una: su imagen pública y su vida privada, y la realidad plasmada por María José Cuevas en Bellas de noche destaca la energía con la que estas mujeres viven y recuerdan lo que por años les dio felicidad. En este documental no podían faltar la música, los bailes, el coqueteo e incluso algunos desnudos, pues aunque no representan la totalidad de los intereses de Breeskin, May, Yamal, Seux y Mendoza, sí son elementos fundamentales de sus personalidades: mujeres felices, desinhibidas y con ganas de transmitir su alegría. “No hay forma de verlas de otra manera, ya quisiera yo cumplir 60 años y ser como ellas”, confiesa Cuevas. “Es increíble cómo hablan estas mujeres, la fuerza y toda la chispa, es fabuloso”. Bellas de noche permite ver a estas mujeres como personas más allá de cualquier prejuicio de edad o género, con momentos entrañables como cuando la Princesa Yamal muestra que el baile sigue siendo su amor; cuando Olga Breeskin recuerda por qué sigue deleitando a muchos con el sonido de su violín; incluso se ve a una Lyn May que aún confía en su cuerpo y en su capacidad para conquistar a más de uno; y se aprecia también la lucha de Wanda Seux contra su diagnóstico de cáncer. Entre risas y lágrimas, en pantalla se refleja el paso de la años, las emociones y los retos personales por la vida de estas mujeres. La ópera prima de María José Cuevas es una de las cintas que invita al público mexicano a interesarse en el cine documental como parte de la Gira de Documentales Ambulante. Bellas de noche inspira tanto nostalgia como alegría, gracias a una historia cautivadora y atemporal. “Estoy feliz porque creo que esta película debía estrenarse en un festival mexicano, las vedettes son parte de la cultura popular mexicana y el placer de esta cinta estaba en empezar con México”, finalizó la directora. https://www.youtube.com/watch?v=dOr9Kl40bl8