Para Tequila Patrón, hay pocas cosas tan importantes como celebrar sus raíces y mantener las tradiciones vivas. Este mes patrio la marca ultraprémium rinde homenaje a México dándole un toque innovador a uno de los tragos clásicos por excelencia. Bienvenida sea su paloma perfecta.
Imaginemos esto: casa llena y mesa puesta, buena música, excelente comida y ganas de celebrar. ¿Qué falta? El trago perfecto, y si se trata de una paloma, mejor. Para Tequila Patrón, una de las marcas de bebidas espirituosas más conocidas y respetadas a nivel mundial, celebrar sus raíces y mantener las tradiciones mexicanas en todo momento es fundamental. Por eso, este mes Patrón busca rendir homenaje a México con un clásico reinventado: su paloma perfecta.
La calidad y pureza de un destilado no están peleadas con su potencial en la mixología; al contrario, esa es la oportunidad para mostrar su versatilidad. Por eso, Tequila Patrón ha desarrollado una interesante propuesta de cocteles para todo tipo de paladares, desde los que prefieren los tragos clásicos hasta los que no temen probar algo nuevo.
Afortunadamente, Tequila Patrón tiene muy claro que, para poder hablar de innovación, primero hay que remontarse al origen: detrás de su paloma perfecta existe una historia que merece ser explorada. Como pasa con muchos clásicos, entre más sencilla la preparación, más complicado es identificar cómo y cuándo surgió por primera vez. La paloma es uno de esos casos. Si bien no existe una “versión oficial” para resolver estas preguntas, sí existe la certeza de que uno de los cocteles favoritos del mundo entero tiene su origen en México.
Si intentamos poner todo en una línea del tiempo, la historia del coctel se remonta a 1941, con el lanzamiento del Squirt —la famosa soda de toronja— al mercado. Si bien dicho producto tardó casi quince años en llegar a México, en el inter apareció el “changuirongo”, una combinación de tequila y agua mineral considerada la precursora de la paloma.
En la década de 1970 Squirt posicionó la combinación de su soda con tequila como parte de sus estrategias de marketing en Estados Unidos, pero no fue sino hasta los noventa que el dúo comenzó a aparecer en los menús con el nombre de paloma (se dice que el restaurante Tlaquepaque, en Orange County, fue el primero). Especulación aparte, hoy solo nos queda agradecer a todos los involucrados.
Desde su fundación en 1989, Tequila Patrón ha presenciado la evolución de la paloma, desde cuando se le consideraba un trago barato y sin mayor encanto hasta convertirse en una propuesta prémium con popularidad internacional. Elaborados en la Hacienda Patrón, en el corazón de los Altos de Jalisco, los tequilas de la marca están pensados para disfrutarse en su estado más puro, por lo que no es una sorpresa que cocteles como la paloma —que dejan brillar a la calidad de sus ingredientes— saquen su mejor versión.
Inspirados en la belleza del simple serve, Patrón ha decidido darle un giro fresco y divertido a este trago, haciéndolo idóneo para cualquier ocasión y, sobre todo, muy fácil de preparar. ¿Cuántas veces no hemos soñado con preparar la paloma perfecta? Estos son los pasos a seguir, recomendados por Tequila Patrón:
Ingredientes:
- 45 ml. de Patrón Reposado
- 45ml. de jugo de toronja fresco
- 15 ml. de jarabe de agave (1:1)
- 15 ml. de jugo de limón (recién exprimido)
- 45ml. de agua mineral
- Azúcar y sal para escarchar
- Rodaja de toronja para decorar
Preparación:
- Combinar todos los ingredientes en una coctelera, a excepción de la soda, y agitar con hielo para enfriar.
- Colocar hielo fresco en un vaso Collins previamente escarchado con azúcar y sal.
- Colar la mezcla de la coctelera al vaso, cubrir con soda y decorar con una rodaja de toronja.
Tequila Patrón diseñó su paloma perfecta para potencializar los momentos de compartir y disfrutar, así que no podemos pensar en un mejor coctel para celebrar a México durante septiembre (y todo el año).
Para más información, visita patrontequila.com