“Vuelo para alejarme de la sociedad y reflexionar”, decía Alberto Santos-Dumont sobre su pasión por la exploración aérea. Esta destacada figura de la ingeniería aeronáutica imaginó y voló desde improvisados helicópteros, monoplanos y biplanos, hasta llegar al dirigible. Gustav Eiffel y Julio Verne fueron algunas de las figuras con las que acostumbraba rodearse Santos-Dumont; con seguridad, fue gracias a ellos que el pionero piloto brasileño conoció, en 1900, al joyero francés Louis Cartier, con quién forjó una amistad que con los años cambiaría la manera en la que se porta un reloj. No hay que olvidar que, para ese momento, los relojes de bolsillo eran el estándar entre la élite de la época.
Tan solo un año después del encuentro entre estos dos visionarios, Santos-Dumont le confesó a Cartier lo difícil que era para él leer la hora en un reloj de bolsillo durante sus vuelos; con esa idea, el entonces joven joyero emprendió la misión de cambiar para siempre la manera en que se lee la hora. Así, en 1904, presentó un reloj con forma de caja cuadrada coronada por ocho tornillos y sujetada a una correa de piel. Sí, había nacido el primer reloj de pulsera diseñado para llevarse alrededor de la muñeca, lo llamaron: Cartier Santos-Dumont, en homenaje al legado del aviador, y que década tras década se ha rediseñado, pero siempre conservando el código estético del Art Decó que lo vio nacer.
El ícono se transforma
Buscado por entusiastas y coleccionistas, el Cartier Santos-Dumont ha transitado en numerosas versiones, apenas el año pasado se lanzó una espectacular edición esqueletada que llamaba la atención por poseer en miniatura la forma del Demoiselle —un avión creado por el piloto en 1907—, en el rotor que da energía al movimiento de la pieza. Además, el icónico reloj también se ha revestido de diferentes materiales como el acero y el oro amarillo, así como de un distintivo brazalete que incluye los llamativos tornillos de la caja, y complicaciones relojeras de fase lunar, doble huso horario, tourbillon e incluso esqueletado. Bajo esa temática se presentaron los nuevos modelos del guardatiempos en el Salón de alta relojería Watches & Wonders 2024 en Ginebra, Suiza.
El primero, sin duda uno de nuestros favoritos, fue el Cartier Santos-Dumont Rewind que destaca por el rojo intenso de su carátula de cornalina en la que los numerales se han dispuesto en sentido inverso. La caja del guardatiempos es de platino de 31.5 x 43.5 mm, encierra un movimiento de carga manual invertida de 230 MC y sujeta una correa de piel de aligátor de color marrón semimate, claramente es una edición limitada, y solo se han fabricado 200 piezas. Además de este guardatiempos, la maison francesa ofrece tres coloridas piezas para el Cartier Santos-Dumont, destaca un bisel semimate en: verde (edición limitada de 200 piezas), gris topo y azul pavo real, impulsados por el movimiento de cuerda manual 430 MC y correa de piel de aligátor a juego.
Por otra parte, la silueta Santos de Cartier se ha lanzado en dos versiones, la primera en caja de oro amarillo y acero de 39.8 mm x 47.5 mm impulsado por el calibre automático 1847 MC con brazalete de acero y otra en correa de piel de aligátor. Mientras, que la segunda, más pequeña en caja de acero con una dimensión de 35.1 mm X 41.9 mm, que se encuentra impulsada por el calibre de cuerda automática 1847 MC y también con opciones de brazalete de acero o correa de piel de aligátor.
Por último, pero no por ello menos importante, Cartier ha presentado un guardatiempos con un segundo huso horario: Santos de Cartier Dual Time, compuesto por una considerable caja de acero de 40.2 x 47.5 mm, muy cómoda, que resguarda en su interior un movimiento de cuerda automática con doble huso horario, que muestra la hora de destino y la de origen. Sin duda, una complicación muy útil y que el mismo Santos-Dumont envidiaría.
Todas las piezas de la colección Cartier Santos-Dumont se pueden conocer y adquirir en las boutiques de Cartier en la República Mexicana o en su website oficial cartier.mx.