En una industria como la del entretenimiento, donde se ha llegado al límite en el que la oferta de productos audiovisuales es tan brutal, el guionista y productor originario de Pamplona, Álex Pina, tiene muy clara la fórmula para atraer al espectador. Se trata de una combinación de acción y emoción, pero, sobre todo, de personajes poderosos que sorprendan, que hagan sentir y que sean diferentes. Prueba de ello es el rotundo éxito que ha conseguido con títulos como El barco o Vis a Vis, ficciones que lo han llevado a ser considerado uno de los mejores de España. Pero por si aún quedaran dudas de la efectividad de su método, basta con voltear a ver su última joya, La casa de papel, una producción con la que conquistó al mundo.
Entusiasta de las historias que buscan narrar el crimen perfecto, Pina, consciente de que esa temática sólo la había visto triunfar en formato película, decidió trasladarla al mundo de las series, su especialidad. De aquel anhelo surgió La casa de papel, una historia en donde ocho desconocidos, identificados con nombres de distintas ciudades, deben ejecutar el ambicioso plan de ingresar a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid, imprimir 2 400 millones de euros y salir ilesos de ahí. Todo bajo la guía a distancia de un misterioso líder a quien llaman “El Profesor”. La serie, producida por Atresmedia y Vancouver Media, de la que Pina es cofundador junto con su esposa Esther Martínez, se lanzó en televisión abierta española en mayo de 2017.
El éxito fue inmediato. Tokio, Moscú, Berlín, Nairobi, Río, Denver, Helsinki y Oslo, a pesar de ser considerados como “los malos”, conquistaron a toda España y en diciembre del mismo año, espectadores de más de 190 países cayeron en el efecto del “atraco perfecto” luego de que Netflix adquirió los derechos para retransmitir la serie. “Todo con la serie ha sido maravilloso y nosotros lo hemos recibido con mucha emoción”, cuenta Pina en entrevista con Gatopardo. “La realidad es que no esperábamos nada, incluso cuando la serie se lanzó en la plataforma se hizo sin campaña, entonces el éxito conseguido no sólo nos sorprendió a nosotros, sino a los propios señores Netflix”.
Álex Pina es el showrunner de la serie en español más vista en toda la historia de Netflix La casa de papel, que actualmente cuenta con dos temporadas en la plataforma, se convirtió en un boom internacional al ser la ficción de habla no inglesa más vista en la historia de la plataforma de streaming. “El hecho de que tu serie se estrene al mismo tiempo en más de 190 países hace que el nivel de penetración sea extraordinario, nos permitió enfrentar de tú a tú a la gran ficción del mundo angloparlante”, detalla Pina. “Era el momento de presentar nuestra ficción fuera y en las mismas condiciones que cualquier serie norteamericana. No olvidemos que somos cerca de 700 millones de hispanohablantes, eso es mucho poder y tenemos que demostrarlo”.
Pina señala que para dar forma a su idea, decidió fusionar el género norteamericano que opta mucho por este tipo de historias, con la parte más emocional e íntima que ofrece el entretenimiento latino. “Al final recurrimos a elementos muy básicos como lo son la historia de amor, la violencia y el cuestionamiento ético del bien y el mal, lo que al final convierte a la serie en una historia universal”, comentó. Sin embargo, el creador recalcó que para crear un gran personaje es necesario hacerlo “por capas”. “Tienes que arriesgar por personajes con muchas identidades en una, porque si no se torna en algo predecible. Antes se decía que el personaje debía ser congruente y permanecer igual, pero hoy en día el espectador no quiere ver eso. La incoherencia, ahora, es mucho más poderosa que la coherencia”.
"No olvidemos que somos cerca de 700 millones de hispanohablantes, eso es mucho poder y tenemos que demostrarlo”.
Y así fue. Pina logró personajes complejos y contradictorios que enfrentan a quien ve la serie a una ambigüedad moral casi de inmediato. “Comienzas a preguntarte en dónde está el bien y en dónde el mal”, dice. Con La casa de papel, el público tiene acceso a personajes que emocionalmente son poderosos y termina conectando con cada uno de ellos. Parte elemental de dicha conexión, explicó el creador, tiene que ver con lo que aportan los actores a sus personajes. Ejemplo claro es Berlín, interpretado por Pedro Alonso, cabeza en la ejecución del atraco y personaje que Pina confiesa: “Es el que más me ha divertido escribir”. Pues a pesar de ser muy explosivo, misógino y casi psicópata, “el público lo adora, le divierte y termina siendo un héroe”.
En vista del gran éxito que tuvo la serie, Netflix apostó por lanzar la tercera entrega. Para Pina, que además firmó exclusividad con la plataforma, esto significó un gran reto pues “no queríamos defraudar al público, y ahora hemos conseguido una temporada mucho más poderosa y espectacular”. Para esta nueva etapa, el público ya conoce a los personajes, llevan meses queriendo saber qué pasó con ellos luego de haber salido cargados de euros, por lo que confesó: “Necesitábamos un detonante emocional, una cuestión que no fuera mercantil ni económica como en las previas”.
Por ello, para volver a unir a la banda, Pina optó por el factor sorpresa: poner en peligro a un eslabón. Ahora es un desencadenante humano el que los hace estar juntos y en “ese sentido cambia muchísimo el espíritu de la misión”. Una apuesta de la que el público podrá disfrutar este julio en Netflix.