Proveniente de un suburbio de St. James, el cantante y compositor jamaiquino dio su primer paso por la música mucho antes de que el reggae existiera. Su voz, descubierta en las calles de Jamaica, llevó los sonidos del género a los escenarios del mundo.
“No puedo imaginar mi vida sin música. Puedo verme terminando una gira, descansando en un jardín una temporada, pero no dejando la música”, aseguró Jimmy Cliff en una entrevista para El País en 2015. Con más de 40 años en los escenarios como embajador de la música jamaiquina, Cliff sigue disfrutando cada una de sus presentaciones como si fuera la primera. Su esencia y frescura, no solo logró conquistar a un público que durante todos estos años le ha seguido la pista, sino que también le valió para acaparar la atención y el respeto de iconos como los Rolling Stones, Bob Dylan, Paul Simon y el vocalista de The Clash, Joe Strummer, con quien llegó a compartir micrófono.Nacido en un suburbio de St. James, al noreste de la isla de Jamaica, el 1 de abril de 1948, James Chambers, mejor conocido como Jimmy Cliff, dio su primer paso en la música mucho antes de que existiera el reggae. La base la tuvo en los sonidos callejeros que formaron parte de su infancia, entre ellos la cumbia, el calipso y desde luego, el ska. Poco después, sumó a esa experiencia musical ese toque de jazz que dio forma a lo que finalmente se conoció como reggae, un género musical con el que Jamaica sonó en el mundo.Con tan solo 14 años y luego de trasladarse junto a su padre a Kingston, la capital de la isla, la carrera de Cliff despuntó. Fue el productor Leslie Kong quien lo descubrió cantando en la calle y lo convenció de grabar de manera profesional. De ahí surgió “Hurricane Hattie”, el sencillo que determinó su éxito durante las siguientes décadas.
Cliff no tardó en firmar un contrato con la recién creada casa productora Island Record, de donde Kong fue cofundador. Su primer disco fue Hard Road to Travel, un pequeño gran acontecimiento con el que el reggae logró figurar en la escena mundial. Tan solo un par de años después de su descubrimiento, Cliff fue seleccionado por el Gobierno de Jamaica para representar a la recién independizada isla en Nueva York. Su ritmo gustó y Island Record logró su objetivo: posicionar al joven en la escena musical durante una época en que primaba el rock.El siguiente paso fue dejar la isla. Jimmy Cliff se mudó a Reino Unido, lugar en el que tanto él como su música fueron bien recibidos.Crecido en un barrio pobre, Jimmy Cliff vivió de cerca los estragos de la desigualdad. En consecuencia, su música encontró esencia en los problemas sociales y su voz se transformó en una para los desprotegidos. Prueba de ello fue “Vietnam” (1969), una canción a la que Bob Dylan reconoció como “la mejor canción de protesta”.El nombre de Cliff se vio eclipsado con la llegada de Bob Marley a la escena musical, sin embargo, siempre quedo claro su papel en la historia del reggae: fue él quien le abrió paso al género en los escenarios del mundo.“Bob Marley es el más popular pero no quiere decir que sea el más importante. El más importante es aquel que primero salió al mundo y llegó a Europa, Sudamerica, Estados Unidos y Canadá. El primero en abrir los oidos a la gente y hacerles preguntarse: ¿Qué es esto? Yo hice eso y estoy aquí, ahora, haciendo música”, aseguró Cliff.
Luego de conquistar Europa, Cliff y su música fueron en busca de una oportunidad en África. Este escenario motivó a que su trabajo se mostrara aún más solidario con causas políticas y sociales, y su música, dejando atrás ciertas tonalidades del reggae, comenzó a mostrar un claro acercamiento al pop y al espiritualismo africano.En la década de los 80, Cliff optó por regresar a su tierra natal y montar su propio sello con el que comenzó a apoyar a jóvenes promesas de la música jamaiquina.En 1993, Cliff marcó un regreso merecido a la escena mundial con el éxito pop-reggae de Johnny Nash, "I Can See Clearly Now". En 2002 recibió su segundo Grammy por su album Rebirth y en 2010 fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll.Ahora, a sus 72 años, Jimmy Cliff continúa dedicando su vida al reggae, escribiendo y llevando su música a diversos rincones el mundo. Su entrega a las causas políticas y sociales lo siguen motivando, especialmente las del continente africano, y su trascendencia se ha vuelto innegable para la música jamaiquina.