Hace unos meses, en el Salón de Ginebra, Mazda develó por primera vez su más reciente modelo: la SUV Mazda CX-30 2020, de un tamaño intermedio entre su predecesora, la Mazda CX-3, y la Mazda CX-5. Esta nueva todoterreno, que viene en dos versiones (i Grand Touring e i Sport), fusiona la energía de un coupé con la fluidez de las SUV en un vehículo innovador.
Tiene un diseño minimalista basado en la filosofía KODO, que expresa sentimientos traducidos como imágenes en movimiento. No es casual, por otro lado, que uno de los mantras de Mazda sea “Soul of Motion” (El alma del movimiento), con el que se extiende esta sensación incluso cuando sus modelos están detenidos. Para replicar esa fluidez, la marca incorpora componentes que emanan energía, como es el caso de elementos naturales como el agua y el viento. Así, el lema que los ingenieros de Mazda persiguen se materializa en términos de desempeño dinámico y una experiencia de manejo que incluye la tecnología Skyactiv e interiores estilizados y atléticos.
El exterior de la Mazda CX-30 2020 destaca por sus espejos laterales con memoria, faros LED dirigibles (AFLS) con encendido y apagado automático y luces de marcha diurna (DRL). Dentro, la cabina amortigua los ruidos exteriores, lo que genera un ambiente relajado que maximiza la experiencia de conducción. El ambiente sonoro que se consigue al interior es excepcional gracias a su sistema multimedia compatible con Apple CarPlay y Android Auto, así como su sistema de audio Bosé con 12 bocinas (en el i Grand Touring). Sonidos envolventes y fluidez de movimiento es la propuesta de esta novedad que replica, una vez más, el otro gran leit motiv de Mazda: Feel Alive (Siéntete vivo).
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