Con casi dos siglos de experiencia, a finales de 2015 el whisky The Glenlivet se convirtió en el single malt número uno por volumen de venta en el mundo. Su más reciente lanzamiento, Founder's Reserve, continúa con el legado de calidad y sabor que George Smith —el fundador de esta destilería— imprimió a su marca a principios del siglo XIX.
Localizada en el Valle de Livet, en Speyside, Escocia, la destilería de The Glenlivet produce un portafolio extenso que incluye, además de Founder's Reserve, whiskys como The Glenlivet 18, The Glenlivet 21 y The Glenlivet 25. La fabricación de cada uno es prácticamente un secreto familiar, de modo que Gatopardo conversó vía telefónica con Ian Logan, Brand Ambassador de Chivas Brothers, casa responsable de The Glenlivet, para adentrarnos en la esencia del single malt número uno en el mundo.
Con tres décadas de experiencia en esta industria, Logan es uno de los mayores expertos en whisky: sus consejos sobre la mejor forma de beberlo se vuelven casi mandamientos. “No se trata sólo de la bebida —explica—. He bebido por todo el mundo, en más de 50 países, y siempre se trata de compartirlo con las personas correctas, que lo aprecien por el tiempo y dedicación que lleva producirlo.”
El destilado favorito de Ian Logan es The Glenlivet 18, precisamente por la historia que contiene cada botella. “Cuando hablo con la gente, me gusta preguntarles qué hacían hace 18 años, cuando este whisky estaba siendo creado. Entonces descubren que pueden apreciarlo de otra manera.”
“En cuanto al trago en sí mismo, me gusta tomarlo con un chorrito de agua; eso ayuda a liberar sus aromas y las notas sutiles del whiskey”, cuenta Logan, sobre la que él considera su forma favorita de beber los lanzamientos de The Glenlivet, entre ellos, Founder's Reserve. “Cuando estoy en una región cálida, puedo añadir un poco de hielo, pero nunca en el clima de Escocia”, concluye.