El anuncio de su fallecimiento lo dio a conocer el Ministerio de Cultura Francesa esta mañanas y el presidente francés Emmanuel Macron manifestó sus condolencias en su cuenta de Twitter:
“Profundamente francés y apegado a sus raíces armenias, fue reconocido en todo el mundo. Charles Aznavour acompañó las alegrías y las penas de tres generaciones. Su amplia obra, el timbre de su voz y su influencia sobrevivirán por mucho tiempo”
Charles Aznavour nació como Shanon Varenagh Aznavourian, en París el 22 de mayo de 1924. Hijo de padres armenios, su madre Knar Baghdassarian era actriz y fue quien le inculcó el amor por las artes y la música.
Aznavour nunca olvidó sus raíces armenias, por lo que se convirtió en un activista para el país de origen de sus padres. Una vez ubicado como un reconocido cantante pidió al gobierno turco en 1975 reconocer que la muerte y asesinato de cerca de 1 millón y medio de armenios en 1915 había sido un genocidio. Sin embargo, Turquía le contestó diciendo que las muertes habían sido parte de la violencia que provocó la primera guerra mundial.
Esta respuesta inspiró a Charles Aznavour a escribir la canción Ils sont tombés (Ellos calleron), que dedicó a las víctimas.
Sin embargo, este no fue el único intento que Aznavour hizo para ayudar al país que contenía toda su historia familiar. Recientemente fue embajador cultural de la ONU, además de ser embajador de Suiza en Armenia, un pueblo que nunca dejó de visitar.
Reconociendo los difíciles años que sus padres vivieron al instalarse en París en los años 20, Aznavour se manifestó contra la candidata de ultra derecha Marie Le-Pen durante las elecciones francesas de 2017. La candidata había dado fuertes declaraciones contra los migrantes, además de prometer severas políticas anti-inmigración si ella ganaba la presidencia. Como un acto de protesta, Aznavour —junto con otras celebridades— pidió cantar el himno francés en un rally de Le-Pen. El cantante declararía unos meses después que si Le-Pen hubiera gobernado cuando sus padres llegaron a Francia, él no hubiera nacido en París.
Sin embargo, Francia no solo fue solo su residencia, sino una inspiración para crear, aunque su fama se extendió mucho más allá del país galo. El año pasado recibió una estrella en el paseo de la fama de Hollywood y se presentó con éxito en el Carnegie Hall de Nueva York. Además tuvo una gira bastante exitosa en Argentina, pues admiró hasta sus últimos días al tanguero Carlos Gardel y quiso cantar en su país.
Aznavour se presentó una vez en México en el mítico cabaret El Patio a mediados de los años 70. En ese mismo lugar, que hoy ya no existe, cantó también Edith Piaf en 1955.
Sus canciones más reconocidas han sido parte de la banda sonora de diversas películas. She, que aparece en Melancholia de Lars Von Trier, también resuena en la película Notting Hill, versionada por Elvis Costello. De su amplio repertorio sobresalen La boheme, Hier encore (Ayer todavía), Que c’est triste Venise (Triste Venecia), etc. Muchas de sus canciones más célebres hablan de su propia vida, como Apres l’amour (Después del amor) que fue censurada de la radio francesa en 1965 acusándolo de faltas a la moral, pues la canción narra la escena de una pareja tras tener relaciones sexuales.
Otra de las composiciones que marcaron un hito en la historia de Charles Aznavour y que han dado vuelta al mundo es Il’s disent, escrita en 1972. La canción cuenta la historia del amor fallido de un hombre homosexual. El cantante escribió la pieza tras conocer las anécdotas románticas de su secretario, decorador y chofer, Adrouchka, quien también fue su amigo llamado .
Sus arreglos siempre mantuvieron el estilo tradicional de la canción francesa, además de que siempre musicalizó con orquesta. Su música, inconfundible, evoca a Francia con un sonido que nunca cambia, algo que no emocionaba a los críticos, pero que a su audiencia le permite revivir otro tiempo.
Durante los últimos años de su vida tuvo diversos problemas de salud y hasta una fractura, sin embargo, nunca paró de cantar. Aznavour se casó tres veces y tuvo seis hijos. Su esposa, Ulla Thorsell, una modelo sueca con quien compartió más de cuatro décadas de su vida, espera que le hagan un funeral de estado, pues “La música de Aznavour es Francia”.