Está en desarrollo un proyecto tecnológico del Centro de Investigación en Matemáticas y la Comisión Nacional de Búsqueda, integrado por inteligencia artificial, que podrá indagar en uno de los periodos históricos más duros de nuestro país, para localizar a personas desaparecidas, proveer puntos de búsqueda y detectar patrones. Y tiene un nombre: Angelus.
Muy fácilmente un espacio para la memoria de las personas desaparecidas puede convertirse en algo insustancial. Sucede seguido cuando los gobiernos desatienden la búsqueda de la verdad y el acceso a la justicia. Edifican, entonces, monumentos mudos. Pero hay principios detrás de toda reparación simbólica: debe vincularse estrechamente con la reparación material del daño.
Esta es una película inspirada en la historia de la activista Miriam Rodríguez Martínez, que investigó a los asesinos de su hija y logró su arresto, que retrata la vida de una madre buscadora. Sin embargo, esta cinta, dirigida por la rumana Teodora Mihai, produce una fantasía de venganza donde los crímenes encuentran su validación. ¿Cómo el cine debería mirar la violencia que vive el país?
Un gran botín: la base de datos con información genética que resguarda la FGR. Un sospechoso: el excomisionado Nacional de Búsqueda, Roberto Cabrera Alfaro, acusado de robar datos para entregarlos a un laboratorio privado. Y un país con morgues y panteones que desbordan cuerpos sin identificar. Ésta es una crónica de cómo se lucra con el dolor en un país que duplicó en tres años el número oficial de desaparecidos; una historia de convenios opacos y laboratorios privados que buscan hacer negocio y de un Estado, incapaz y corrupto, que les abre esa puerta.
Ninguna de las instituciones pudo responder cuántos cuerpos de personas que fallecieron por covid que no fueron reclamados ni identificados hay en el país. La Comisión Nacional de Búsqueda tiene 43 escasos registros, pero tan solo en la Ciudad de México 240 personas, en una de esas dos condiciones, terminaron en una fosa común. Hay lineamientos, pero no se acatan. Sin apoyo institucional, ¿cómo encontrar a un familiar que falleció debido a esta pandemia?
Una madre busca a su hijo desaparecido: es la anécdota que sigue la ópera prima de Fernanda Valadez, que se estrena el próximo 5 de agosto en cines mexicanos. Una película que nos lleva al infierno de la violencia sistémica que vive un país, pero que lo aborda con una sutileza casi inédita.
El 6 de abril de 2011, día en que se descubrieron las fosas de San Fernando, Tamaulipas, Sara Uribe comenzó a escribir este texto. Fue comisionado por la actriz y directora de teatro Sandra Muñoz, y publicado, en su segunda edición, por la editorial oaxaqueña Sur+ en 2012. Gatopardo decide republicar un fragmento debido a la ominosa vigencia que mantiene la desaparición forzada, de la que aún no se responsabiliza el Estado mexicano.
Las oficinas de la CNDH en el Centro Histórico de la Ciudad de México nunca habían honrado mejor su función. Decenas de mujeres cansadas de la violencia y la injusticia se aseguraron de que así fuera cuando se apoderaron del edificio en apoyo a las víctimas. Estas son sus voces.
Mientras los líderes de todos los partidos políticos luchan por el poder, desacreditándose unos a otros, mientras las redes de apoyo presidencial se dedican a denigrar a periodistas por documentar la realidad, hoy desaparecerán siete niñas y niños sin que su país sea capaz de protegerles.
Lukas Avendaño es un artista y antropólogo muxe que dedica su vida a encontrar a su hermano Bruno, quien desapareció años atrás. El documental La utopía de la mariposa cuenta la historia de otra vida puesta en pausa para buscar a un ser querido.
La marcha de este fin de semana es un llamado a respetar la agenda de justicia transicional.
“Siempre estamos tristes, pero este mes más”.
Durante los últimos años, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) ha asesorado a los familiares de los 43 normalistas desaparecidos en su lucha por justicia en un país en donde la impunidad es una constante en los casos de violencia y ahora comparten con Gatopardo algunos puntos al respecto:
Más de 100 mil personas exigen la identificación forense de cuerpos y la búsqueda de desaparecidos
El gobierno mexicano no ha logrado protegerlos eficientemente.
En Veracruz, una cuadrilla de seis hombres tiene por trabajo buscar en fosas clandestinas lo que queda de quienes ahí fueron escondidos. No son padres detrás del rastro de sus hijos, tampoco voluntarios. Son jornaleros que rascan la tierra a cambio de un sueldo pagado por los familiares de desaparecidos.
Artículo 19 presentó su informe de agresiones a periodistas y el panorama es desolador.
Un relato sobre otro tipo de desapariciones que forzó la dictadura militar en Argentina.
Las recomendaciones fueron emitidas en la recta final de la administración de Peña Nieto.
Los hijos de Hebe de Bonafini desaparecieron en 1977. Desde entonces encabezó la Asociación Madres de Plaza de Mayo, el movimiento de mujeres que comenzó a buscar a sus hijos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar, convirtiéndose un personaje crucial de la Argentina.
Ante la salida de Enrique Peña Nieto y la llegada de un nuevo gobierno, el caso Ayotzinapa recobra fuerza en su búsqueda de justicia.
En Guerrero, el documentalista francés Ludovic Bonleux retrata tres historias de acción social ante la impunidad que se vive en el país.
El Poder Judicial de la Federación ordenó reponer la investigación del caso Ayotzinapa, después de detectar graves irregularidades cometidas por la PGR.
Después de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el mundo puso sus ojos sobre Guerrero. Este estado, uno de los más conflictivos de México, se convirtió en el epicentro de una dramática historia que parece no tener fin.
Miles de familias españolas rastrean hospitales, registros civiles y cementerios en busca de los bebés que les robaron en hospitales de 1939 a 1990 para venderlos a familias adineradas. Todo comenzó en el franquismo, cuando a las mujeres republicanas les arrebataban a sus hijos en las cárceles.