Lexus IS 300: el detalle convertido en experiencia

Lexus IS 300: el detalle convertido en experiencia

A partir de un ensamblaje artesanal y bajo el concepto japonés de omotenashi, en el que los recursos y conocimientos se ponen a disposición de los demás, Lexus lleva la atención al detalle a la máxima expresión en cuanto a tecnología e ingeniería.

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En Japón, la palabra omotenashi es casi un verbo. En una definición simple, se traduce como “hospitalidad”, pero también conlleva acciones muy precisas —si no es que hablamos de toda una cultura— en favor de los demás. Se refiere a que, en cada detalle, la disposición de recursos y los conocimientos queden al servicio de los invitados. 

Bajo este concepto, Lexus IS se ha convertido en un sedán que, además de seguridad y lujo automotor, transforma la atención al detalle en una experiencia única en el mercado. La armadora japonesa se anticipa a las necesidades, dudas e inquietudes de los conductores y se enfoca en el más alto diseño e innovación tecnológica y de ingeniería. 

Los maestros artesanos en la cultura japonesa llevan el título de takumi, y no es una exageración enunciar que el ensamble de cada Lexus IS viene de un proceso similar al que siguen ellos. Por fuera, se trata de un sedán para quienes saben qué camino tomar, lejos de los convencionalismos. Tiene un diseño vanguardista y dinámico que ofrece una experiencia de conducción deportiva desarrollada y perfeccionada en la pista de pruebas de Shimoyama. 

Certificado como vehículo de emisiones ultrabajas, cuenta con un motor cuatro en línea, de 2.0 litros y turbocargado con 241 caballos de fuerza. De transmisión automática Sport Direct-Shift de ocho velocidades con paleta de cambio, el ensamblaje de este automóvil es muy respetuoso con la seguridad. El Lexus IS destaca por su sistema de precolisión con detección de intersección de giro a la izquierda ante peatón o vehículo, redirección y freno automático al frente. También tiene sensores que ayudan a monitorear las marcas visibles de los carriles y a reconocer otros vehículos adelante o curvas próximas, así como luces altas inteligentes y opción para mantener una velocidad preestablecida y distancia con respecto a otro vehículo. 

El concepto de omotenashi viene de las ceremonias del té celebradas desde el siglo xvi hasta la fecha, reconocidas en el mundo entero por la atención a cada elemento, desde la iluminación de la sala hasta la decoración, las flores y los cuencos. Esta filosofía se aplica en la manufactura del Lexus IS. Sin soltar la inspiración en esa minuciosa tradición ancestral, el interior de este vehículo es una oda futurista a la conectividad y telemática, pues cuenta con su propia aplicación, Lexus App, con la que se puede encender el motor, agendar un servicio mecánico y elaborar reportes sobre el estado del automóvil. También cuenta con una unidad de navegación satelital CY17+ multimedia system, pantalla táctil a color de 10.3 pulgadas y panel táctil remoto, así como el sistema Wired CarPlay y conexión Bluetooth. Es compatible con la asistente virtual Alexa de Amazon y con Android Auto. La instrumentación incluye freno de estacionamiento eléctrico, cámara trasera, diez bocinas y luces led. Por si fuera poco, la experiencia de manejo alcanza un nuevo nivel de comodidad gracias a su control de garaje, sensor de lluvias y asientos delanteros con calefacción y ventilación. 

La innovación tecnológica de este sedán se adapta perfectamente tanto a los traslados en ciudad como a los viajes largos en carretera en compañía de amigos o pareja, y, a bordo de un Lexus IS, se pone cada detalle en su diseño, tecnología e ingeniería al servicio de los demás. La precisión devenida en perfección. 

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