Un viaje en el tiempo con Porsche
El Museo Porsche, en Stuttgart-Zuffenhausen, Alemania, es un punto de encuentro entre los clientes, la industria y los aficionados al automóvil que vienen de todo el mundo.
“Los que tienen la suerte de convertir un sueño en una forma de vida le deben al mundo ser los guardianes de sus sueños”, lo dijo alguna vez Ferdinand Porsche, ingeniero austríaco, fundador y diseñador de la marca alemana que lleva su nombre. Porque sus ideas se convirtieron en una realidad.
En el mismo lugar en el que originalmente se fundó la empresa Dr. Ing. H. C. F. Porsche AG —popularmente abreviado como Porsche AG—, en Stuttgart-Zuffenhausen, Alemania, se encuentra el Museo Porsche. Se trata de un complejo futurista diseñado por el despacho de arquitectura vienesa Delugan Meissl, donde se exponen más de 80 vehículos: desde la construcción del primer Porsche en el mundo, el vehículo eléctrico Egger-Lohner C.2 Phaeton (1898), hasta la actual generación del Porsche 911.
Desde su apertura, el 31 de enero de 2009, el museo reúne todo el conocimiento histórico y contemporáneo. Abarca los inicios de Ferdinand Porsche como constructor de automóviles, pasando por la empresa de construcción fundada en 1931, hasta llegar a la empresa automovilística de hoy en día. Es un punto de encuentro para clientes y para los amantes de los autos que vienen de todo el mundo.
El edificio da la impresión de un inmenso monolito de silueta poligonal cubierto por cristales, y dependiendo de la perspectiva se puede observar una geometría distinta. El acceso principal al vestíbulo es por la base del coloso. En el interior predominan el color blanco y la amplitud de los espacios.
La extensa escalera eléctrica conduce desde el centro del vestíbulo hasta el primer piso, donde empieza la exposición con la sala Porsche antes de 1948, en donde se plantea claramente que el verdadero interés de Ferdinand Porsche desde su infancia residía en el campo de la electricidad, y es considerado el pionero de la propulsión híbrida. En 1900 combinó propulsores alimentados por baterías con un motor de gasolina, lo que dio inicio al principio de la propulsión híbrida en serie, con el “Semper Vivus”. Su trabajo quedó registrado en la historia del automóvil con el desarrollo de vehículos como el Austro Daimler “Sascha“ (1922), el Mercedes-Benz Clase S (1926), el deportivo de competición Auto Union Grand Prix (1933) o el Volkswagen “Escarabajo” (1934).
El recorrido continúa en orden cronológico en salas divididas por las décadas con los vehículos de carrera
y de serie más emblemáticos que han marcado la historia de la empresa. Una de las instalaciones que más llama la atención es la de los múltiples trofeos y premios que la marca ha conseguido en distintas competencias. Son tantos, acomodados en distintos niveles, que es inviable intentar contarlos.
Con la esencia de la marca presente a lo largo de todo el recorrido, son los autos y los objetos expuestos los que hablan por sí solos. Sin que el visitante lo perciba, la museografía en espiral lo dirige hasta un segundo piso donde se encuentran los vehículos más recientes, en la sala Porsche en los 2010´s. Antes de descender por la aún más prolongada escalera eléctrica hasta el vestíbulo de la planta baja, se encuentra Porsche Multitouchwall, un área interactiva con distintas funciones multimedia, como videos o los sonidos de los motores más potentes.
Porsche vive su historia, y sus clientes también. Mediante la construcción de un taller en el museo, ponen a punto los vehículos históricos, deportivos y de competición para sus presentaciones internacionales, los revisan periódicamente y los reparan en caso necesario. Lo extraordinario de este taller es que los maestros y mecánicos no desempeñan su tarea a puerta cerrada, lo que permite a los espectadores ser testigos del proceso.
La filosofía que definió desde un principio el legado de lo que hoy conocemos como Porsche sigue más vigente que nunca: continuidad, inteligencia, ligereza, pasión y rapidez son palabras que en conjunto adquieren sentido. Un vínculo entre el pasado y el presente, con estimulantes miras hacia el futuro.
Porsche Museum
Porscheplatz 1, Stuttgart, Alemania
porsche.com/museum
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