Trista es una de las marcas de moda mexicanas que ha conquistado el mundo del lujo. Nació hace diez años a cargo de dos jóvenes diseñadores egresados de IES Moda Casa de Francia: Giovanni Estrada y José Alfredo Silva. El viaje inició cuando tenían un improvisado programa de radio por internet. Invitaban a gente y hablaban de moda. “Se llamaba Al margen de la costura, esa pequeña línea donde si te pasas, te pasas de la talla del vestido. Fue un momento donde vimos que podríamos tener un proyecto juntos”, dice Silva en entrevista.

Iniciaron en un showroom en la calle Tamaulipas, en la colonia Condesa, donde también se vendía el trabajo de otros jóvenes diseñadores como Alejandra Quezada. “O éramos muy valientes o éramos muy tontos. No sabíamos mucho de negocios, empezamos desde cero cometiendo los mismos errores que otros. Eran tiempos cuando todo se corría de viva voz y el internet todavía no modificaba la manera de consumir y vender moda”, dice. Con los años, Trista se colocó como un referente de la moda nacional. Fue conquistando puntos de venta con mejores procesos, bordados artesanales de primera calidad. Hasta tener su propio showroom.

Desde el pasado 26 de enero y hasta el 14 de febrero, en la galería Terreno Baldío (Orizaba 177, Roma Norte), Trista presenta una exposición prospectiva, en palabras de Ana Elena Mallet, para ver a Trista hacia adelante. Un recuento de sus propuestas, evolución y procesos actuales. “Trista. Una década contando historias” contará además con ciclos de mesas redondas donde se discutirá sobre la evolución de la industria mexicana. Más información en trista.com.mx.

Trista: Otoño/invierno 2015