Vinos Tamarí: Cuatro variedades para descubrir
El vino argentino Tamarí llega con cuatro variedades a los anaqueles mexicanos para compartir su pasión enóloga.
En México, a diferencia de otros licores, el vino no es de tradición. Sin embargo, cada vez más hay cultura alrededor, y por ende, más consumidores. Con esta ventaja, la joven bodega argentina, Tamarí, ha llegado al mercado mexicano para aquellos amantes del vino que no lo ven como una pretensión, sino como un momento de placer.
El nombre de esta bodega nace del huarpe, lengua muerta de la región de Cuyo, en Argentina. La palabra refiere a hacer las cosas con pasión, premisa bajo la que esta casa vinícola se rige y que comparte a todo aquel que descorche sus botellas. A tierras mexicanas llegan cuatro de las variedades que produce Tamarí.
Elaborados en una finca de más de 500 hectáreas ubicada en el departamento de San Carlos, corazón del Valle de Uco, Mendoza, los vinos de la bodega Tamarí son tan exquisitos como variados, lo que permite que haya una botella perfecta para cada ocasión.
Estas cuatro etiquetas fueron presentadas en una cata dirigida por Federico Colombo, etnólogo y Wine Ambassador de Tamarí en Latinoamérica. Comenzó con el Chardonnay de la variedad Tamarí Reserva. Ésta es una bebida ligera y fresca. Podría tomarse perfectamente en un día de alberca, antes de la comida, acompañando algo de botana. Es dulce sin empalagar, nada seco y muy suave.
También está el Tamarí Reserva Malbec, con tonalidad suave, y sabor acorde. Afrutado y con un dejo maderoso por el tiempo en la barrica. Igual que el Chardonnay, es perfecto como aperitivo y muy fácil de beber.
Siguió la Reserva Red Passion, uno de los consentidos de la casa. Es un vino frutal y suave, pero con cuerpo perfecto para acompañar una comida. Hace un perfecto maridaje con salmón. Es el vino ideal para tener en casa por si la tarde lo amerita.
Por último, la joya familiar, el Tamarí AR. Un vino mucho más complejo y fuerte, no recomendable para un bebedor desapercibido por su complejidad de sabores. Va de la mano con un buen corte de carne, es 100% Malbec y su presencia es contundente.
Como dijo Séneca, “el vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la curación de la tristeza». Y desde Argentina, la tierra con mayor producción vinícola en Latinoamérica, ha llegado Tamarí, una fresca producción que encantará al paladar mexicano.
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