En 2006, en un acto de protesta, Andrés Manuel López Obrador se colocó la banda presidencial para jurar como presidente legítimo. Este acto —que en su momento alejó a muchos simpatizantes del ahora virtual presidente electo— se repetirá el primero de diciembre de este año en la Cámara de Diputados, donde se convertirá en el presidente constitucional de México hasta el primero de octubre de 2024.

Esta transición será una de las más importantes en la historia del país, pues será la primera en casi dos décadas donde no hay marchas, ni protestas. También será la primera vez que un partido de izquierda tome el poder en México. El proceso comenzará en cuanto Andrés Manuel López Obrador reciba del INE su constancia como presidente electo. La transmisión de la banda presidencial y el poder ejecutivo que representa costará cerca de 150 millones de pesos. ¿Qué pasará durante los cinco meses que hay entre un gobierno y otro?

La transición contará —segun cifras de la Auditoria Superior de la Federación— con los mismos recursos que contó el cambio de gobierno entre Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto: 150 millones de pesos. Ese dinero deberá ser destinado para la elaboración de una Ley de Ingresos y para establecer el presupuesto que ejercerá el gobierno de AMLO durante el 2019.

En una conferencia de prensa realizada en Palacio Nacional este martes 2 de julio, el candidato ganador de la coalición “Juntos haremos historia” dijo que es posible que pueda hacer todo esto sin la necesidad de usar el presupuesto asignado. También anunció que la ex-ministra Olga Sánchez Cordero, considerada para encabezar la Secretaría de Gobernación, y Tatiana Clouthier, su coordinadora de campaña, serían las encargadas de todos los asuntos políticos que surjan durante la transición. Anunció también que Carlos Urzúa, virtual Secretario de Hacienda, junto con el empresario Alfonso Romo, se encargarían de los temas económicos durante este periodo, para evitar que los mercados y las agencias calificadoras desconfíen del proyecto del gobierno entrante.

En Estados Unidos este presupuesto es considerado parte de un proceso federal que otorga a los ganadores de 5 millones de dólares para hacer más sencillo su ingreso a la Casa Blanca. Sin embargo, la transición al gobierno de Obama costó cerca de 9 millones, según registró el periódico The Guardian el año pasado. El dinero extra se recaudó a través de donaciones. Por otro lado, hay países como Alemania donde no está contemplado ningún presupuesto para el proceso de transferencia de poder.

Este periodo que durará hasta el 30 de noviembre, el último día de la presidencia de Enrique Peña Nieto, estará marcado por una serie de negociaciones con el gabinete actual, para que el presupuesto 2019 se acerque lo más posible a los proyectos que el candidato planteó en debates y discursos, pero también en su Proyecto de Nación 2018.

Según el cierre del PREP la coalición que encabeza Morena se perfila para tener la mayoría en ambas cámaras, que estrenarán diputados y senadores el primero de septiembre. La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión es la encargada de aprobar el presupuesto y ya se puede asegurar que, al menos durante esta legislatura, AMLO no tendrá problemas para que su presupuesto ideal llegue a hacerse realidad.

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