Desde hace tres décadas, RCR Arquitectes, firma conformada por los catalanes Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, ha desarrollado una forma única de ver y sentir los espacios a partir de un trabajo colaborativo que se basa en el diálogo permanente que da prioridad al concepto sobre la forma. Esta personalidad plural, así como un lenguaje propio, fue lo que les valió ser reconocidos con el Premio Pritzker en 2017.

Cada uno de sus proyectos conlleva un proceso de estudio del lugar y su paisaje. A partir de una asimilación personal propician una conversación y una continuidad espacial entre el contexto —ya sea natural o urbano— y sus obras. “Queremos, de alguna manera, entender el alma de los espacios. Para nosotros la arquitectura es responder a un lugar, entender lo que te está pidiendo y sentir su energía. Lo que uno tiene para hacer es sentir con todo el cuerpo lo que ese espacio te dice. Creemos que el cuerpo es una herramienta de conocimiento y cada persona tiene que entenderse a sí misma para que, a partir de su cuerpo y su manera de ser, pueda sentir el lugar”, señala Rafael Aranda en entrevista para Gatopardo, a propósito de su última visita a México como parte de la edición más reciente de Mextrópoli.

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La influencia de los monasterios benedictinos ha jugado un papel clave en su trabajo, especialmente por la unificación material que podía dar respuesta a todos los elementos; es decir, la piedra podía servir como pavimento, muro o ventana. En este sentido, RCR Arquitectes ha buscado materiales que hablen por sí solos, que tengan la cualidad de envejecer con el tiempo y diferentes tipos de expresión. Destaca, por ejemplo, el uso del acero en proyectos como el Espacio Público Teatro La Lira, las bodegas de vino Bell-Lloc y el Museo Soulages.

Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, arquitectos fundadores de RCR Arquitectes.

De la cultura japonesa han absorbido conceptos como la sutileza, la serenidad y la espiritualidad, así como el diálogo con el paisaje y la multiplicidad de capas. “Para nosotros la arquitectura es un todo, es lo mismo un exterior que un interior, no existe un contenedor y un contenido. Nos interesa una arquitectura que sea integral”, dice Aranda.

Un ejemplo de ello es Le Cols Pavellons en Girona, España, donde el juego de reflejos al usar cristales como paredes y pisos en espacios dedicados al descanso producen una relación íntima y poética con la naturaleza. Logran que el exterior entre al interior, que los límites se desdibujen y que la arquitectura se convierta en el lienzo del paisaje.

El vacío ha sido uno de los conceptos más importantes en el quehacer de RCR Arquitectes. Sobre esto, Aranda agrega: “Cuando hablamos de la suma, entendemos que tanto lo construido como lo no construido es de vital importancia. El vacío es el que nos ayuda a implantar una determinada edificación en el paisaje, y es la energía lo que existe dentro del vacío. Traspasar el aire es uno de los aspectos que más nos cautiva. Es la suma entre lo que había y lo que será”.

Esbozo en acuarela.

Interesados en el cruce entre la investigación y la práctica arquitectónica, en 2008 lanzaron el Laboratorio de Arquitectura Barberí Abierto, un taller internacional de verano en el que se busca transmitir la importancia de aprender a observar y sentir el lugar e impulsar la creatividad compartida.

Como parte del programa de Mextrópoli, festival de arquitectura, desde el pasado marzo y hasta el 6 de mayo, se presenta la exposición “RCR. Obra sobre papel” en el Centro Cultural El Rule, en el Centro Histórico, donde se reúnen dibujos y bocetos del despacho, los cuales han sido parte fundamental de sus proyectos. La muestra incluye piezas audiovisuales del fotógrafo Hisao Suzuki que relatan visualmente seis de sus obras públicas más importantes. Observando este trabajo, se logran distinguir esos trazos libres que en ocasiones se acercan a la abstracción, y el uso de materiales no convencionales como acuarela y aguatinta que tanto prestigio le ha dado al despacho.

Al respecto, Aranda señala: “Intentamos encontrar una manera que no nos condicione el comunicar sentimientos y conceptos. Por eso confiamos en el agua, en la tinta, en el pincel grueso para explicar conceptos y sueños. Nosotros decimos que la arquitectura es el cumplir de los sueños”.

Guardería municipal en Girona, España, «El petit comte», inaugurada en 2010.

RCR. Obra sobre papel
Hasta el 6 de mayo
Centro Cultural El Rule
Lázaro Cárdenas 6, Centro Histórico