El aeropuerto que no sucedió
Las huellas de la obra más ambiciosa y controvertida de nuestro tiempo persisten en un limbo difuso.
Once mil trabajadores, miles de millones de pesos, toneladas incontables de tezontle, basalto y concreto. Con rasgos de hecatombe financiera, maniobra política o rescate del acuífero, las huellas del Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, la obra más ambiciosa y controvertida de nuestro tiempo, persisten en un limbo difuso. Tras decenas de controversias y discusiones políticas es difícil sacar conclusiones sobre las deudas ecológicas y financieras generadas en torno a este proyecto planeado para construirse, como nuestra sacudida capital, sobre un terreno de naturaleza acuosa. El lago de Texcoco ha sido afectado por las manos del hombre desde hace 600 años, y el camino a la restauración es tan necesario como improbable. De su transformación tenemos imágenes congeladas en nuestra memoria que muestran un antes y varios después, y entre esas temporalidades, muchísimos relatos de pobladores que paulatinamente o de forma abrupta fueron desplazados bajo la insignia de la modernidad, ese horizonte difuso al que nunca se llega.
Así se veía un día de trabajo durante la construcción de este proyecto.
Un trabajo de Timelapse México, como parte de la serie Intervalos, que ofrece una vista panorámica de una de las obras más polémicas de los últimos años.
Fotografiado por: Luis Fernando Pacheco, Carlos Cuesy, Ángel Villarreal, Nicolás Gutiérrez y Julián Stubbs.
Editado por: Analía Goethals Música original por René Camou Producido por Nicolás Gutiérrez y Julián Stubbs.
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