El 19 de mayo salió al público el nuevo disco de Enjambre, Imperfecto Extraño. Una docena de canciones en las que el vocalista Luis Humberto Navejas cuenta lo cotidiano desde lo extraordinario. Estructurado como una historia, el LP habla de la realidad que la banda percibe con lírica impecable.

A diferencia de sus cinco materiales discográficos previos, este se tardó dos años en salir. Lo tenían listo desde hace seis meses pero esperaron el momento perfecto para lanzarlo. Ya tocaron la primera mitad del disco en vivo en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México y la respuesta de la audiencia fue más que grata; cantaban las canciones como cantan las más populares y conocidas, habían estudiado.

En el disco se mezclan las épocas, como el rock clásico de los años setenta, que gracias al trabajo de producción de Phil Vinall, queda más que impregnado en Imperfectos Extraños. Hay mucho teclado y guitarra con acordes épicos, como una combinación de los inicios de Meat Loaf, Deep Purple, Zoé y Chetes.

Hay algo oscuro en este disco, más que en los anteriores. Para componer las canciones, Enjambre absorbió lo que está a su alrededor, como cuenta en entrevista con Gatopardo Luis Humberto Navejas: “Nos gusta platicar de la vida cotidiana desde un punto de vista más extraordinario y por eso estas rimas y estas metáforas y este tipo de narrativa más en tono de poema que de canción”. Lo que han percibido del mundo últimamente es mucho egoísmo. “Un tema recurrente en el álbum es cómo yo siento que ahora se menosprecia ser un ser humano: la gente ya se ha vuelto muy insensible, muy impersonal, muy egoísta…”

Es precisamente esta percepción de egoísmo y de falta de humanidad lo que le dio nombre a su sexta producción discográfica. Un perfecto extraño es algo lejano, en lo que no confías, por lo que uno imperfecto se vuelve tan humano como el más cercano de los amigos. Imperfecto Extraño es la invitación al regreso a la humanidad, a lo personal.

Luis Humberto, Rafael y Julián Navejas, la voz, el bajo y la guitarra de la banda, crecieron en Fresnillo, Zacatecas. “Este fue el lugar que nos crió y nos hizo las personas que somos y eso siempre ha tenido un efecto en nuestra música, siempre. Lo que somos, lo somos porque crecimos ahí”.

Cuando platica del lugar en el que vivió su infancia, lo hace con cariño. Se acuerda de familia, amigos, música y ligue. “Andábamos dando la vuelta todo el tiempo, en la calle, yo me juntaba con mis amigos y conseguíamos instrumentos: cascareábamos; y salíamos con las muchachas, luego las muchachas salían con los muchachos más grandes y nos enojábamos porque ya no nos pelaban” y se ríe.

Ahora los hermanos Navejas, junto con Ángel Sánchez y Javier Mejía integran una banda que recorre latinoamérica haciendo música. Un camino largo que les ha costado. Con cada disco que sacan han crecido y avanzado. Cada release les abre nuevas puertas, como giras por todo el continente americano y reconocimientos de Rolling Stone, MTV y Myspace Latinoamérica. A estas alturas, Enjambre ya ha tocado con todas sus bandas favoritas: Caifanes, La Gusana Ciega, Fobia y hace poco Chetes, por decir algunas. “Nos dan el mérito de una banda que está chida. Hemos compartido el escenario con todas nuestras bandas favoritas, posiblemente, hemos colaborado ya con casi todos”.

Su meta a alcanzar con Imperfecto Extraño es la consolidación a los ojos del público. Dentro de la industria no son nada nuevos, llevan más de diez años ahí, “pero todavía somos la banda con la que dicen ‘ah, he oído de ellos, creo que conozco una canción’ y con el disco nuevo simplemente queremos que exista una coherencia”.

Un set de doce canciones con Opertura, Nudo y Desenlace. Una narrativa sobre la percepción de la realidad contada con soundtrack de otra época. Muy mexicano y con influencias de muchas partes. Imperfecto Extraño te invita a otros tiempos, en los que éramos más humanos.

CORRECCIÓN: Una versión previa de esta nota mencionaba a Nico Saavedra como integrante actual de la banda.