Un viaje de ecos subterráneos al Zinco Jazz Club
Vivir el lujo es darse una vuelta por el Zinco Jazz Club para escuchar la mejor música y pasar una velada deliciosa.
Juan Pablo Arredondo es un virtuoso de la guitarra y cuando me enteré de que venía desde Argentina para presentar su más reciente disco en Zinco, uno de mis bares favoritos en la ciudad, me aseguré de reservar la mesa más cercana al escenario. Deleitarse a cada segundo y saborear todos tus momentos. Así se vive el verdadero lujo y es importante tomarse el tiempo para disfrutar el camino.
El bar Zinco se ubica en lo que alguna vez fueron las bóvedas del antiguo Banco de México, en el Centro Histórico, y esa atmósfera subterránea es solamente uno de sus muchos encantos. Hay que recordar que el jazz es un género musical que se originó en bares clandestinos, conocidos como speakeasies, que proliferaron en varias ciudades de Estados Unidos a pesar de las duras imposiciones de la ley seca. Estos lugares surgieron también por el deseo de los afroamericanos de gestionar sus propios espacios para el ocio, el arte y la cultura, cuando el racismo los limitaba para participar en ello. Conocer esta historia es parte de vivir la experiencia.
Llegué con un par de amigos que disfrutan el jazz tanto como yo. Estacionarse en el centro ha sido un problema por años, pero mi automóvil nos salvó con la navegación paso a paso de su sistema OnStar. No sólo encontramos un estacionamiento cercano, sino que llegamos rapidísimo.
En su nuevo disco, Juan Pablo Arredondo trabajó con Hernán Hecht en la batería y Alonso López en el contrabajo. Juntos formaron un trío de talento y complicidad evidentes, características esenciales para la música de improvisación. Escucharlos fue un verdadero deleite que nos permitió sentir cómo la música iba subiendo de tono, de lo sutil a lo electrizante. Para prepararnos, durante el camino habíamos escuchado el disco completo en el poderoso sistema de sonido de mi vehículo. La experiencia se complementó perfectamente, pues fue como vivir un concierto privado antes del público en Zinco.
Pasamos una velada increíble y al mismo tiempo apoyamos la vibrante oferta cultural de la Ciudad de México.
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