La comida para los mexicanos es una cuestión casi sagrada. Rendirle pleitesía al maíz está en nuestros orígenes como civilización. La gastronomía, que se podría considerar un arte, se mezcla con el cine en uno de los festivales fílmicos más importantes de nuestro país. Nespresso, un fuerte aliado del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), le hizo homenaje a la comida mexicana, escogiéndola como tema para el concurso de Nespresso Talents de este año. Casa Nespresso abrió sus puertas, en el centro de la capital michoacana, a socios, medios de comunicación e invitados especiales, donde la gastronomía y el cine se unieron para ofrecer una experiencia única.
El tema “Somos lo que comemos” inspiró a los tres ganadores del concurso, quienes presentaron sus cortos de tres minutos en formato vertical durante la proyección de la película ganadora de la Semana de la Crítica de Cannes, I lost my body de Jérémy Clapin, presentada por Charles Tesson, director de este reconocimiento. Los ganadores fueron seleccionados por la chef Gabriela Ruiz, el vlogger Carlos Lang, Humberto Busto, Sofía Carrillo, Mariana Chenillo, Lila Avilés y Geminiano Pineda, y apoyados por la productora Ximena Urrutia y la directora del FICM, Daniela Michel.
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La casa Nespresso sirvió los mejores cocteles en el Festival de Cine de Morelia.[/caption]
El primer lugar, Pozolli, muestra la historia de un platillo prehispánico: el pozole. Por medio de animación stop-motion, los creadores lograron establecer una narrativa histórica para ilustrar el choque de culturas que representa este plato. El cortometraje fue hecho por Mauricio Hernández, Pamela Reyes e Iván Couttolenc. El segundo lugar, Mario, dirigido por Mildred Delgado Muñóz, muestra un retrato íntimo de la vida de Mario, un pescador de la costa de Nayarit, y la manera en la que se relaciona con el mar y el sustento que le brinda. El tercer lugar se lo llevó Ruffo, dirigido por Marco Aurelio Celis, que se enfoca en la vida del chef tijuanense Ruffo Ibarra, su relación con su familia, la comida, y la crisis migratoria que se vive en la frontera entre México y Estados Unidos.
La experiencia gastronómica de Casa Nespresso se llevó a cabo por el chef Sergio Camacho y evidenció la diversidad gastronómica del país. El almuerzo fue preparado por una cocinera tradicional de Morelia. Se sirvió huitlacoche Milpero, calabazas a la mexicana, frijoles refritos, tamal de elote tierno, corundas, pollo en mole verde y tacos de charales. El chef Ruffo Ibarra, aparte de ser el protagonista de uno de los cortometrajes, viajó para sorprender a los comensales. Ibarra y Camacho hicieron equipo para celebrar los ingredientes y presentaron diversos platillos, como tostada de salmón al tequila con aderezo de crema de rancho y quelites, bruschetta de frutos secos con terrina de foie gras, avocado toast con rasurado de jurel, puré de limón eureka y wakame, totopo de maíz azul martajado con láminas de marlín ahumado, aguachile tatemado de atún aleta azul, y perla de jocoque y pistacho con cobertura de cacao y polvo de oro.
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Stéphanie Corno-Bal, directora de marketing y comunicación de Nespresso.[/caption]
Nespresso y el FICM celebraron por tercera vez esta unión que, aparte de celebrar la cultura mexicana y apoyar al talento joven que abunda en el país, sirve como un catalizador de relaciones dentro del festival y consolida a México como uno de los productores de cultura cinematográfica más importantes de América Latina.
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