La conversación inicia con un brindis, un trago a la nueva creación de uno de los responsables de la revolución de un mercado que parecía haber encontrado su zona de confort décadas atrás. “Yo no tengo que pensar en etiquetas nuevas, sino en productos nuevos, en productos que cambien la historia”, dice Enrique de Colsa, maestro tequilero de Don Julio, que conversó con Gatopardo en el corner de Diageo Reserve dentro del evento From Earth to Fine Drinking by Millesime CDMX 2017. Junto a él, una pieza exclusiva creada por el artista Alejandro Grande presenta su más reciente invención: Don Julio Reposado Dos Barricas, un tequila añejado un mes adicional en el corazón de las barricas de Buchanan’s.
Nacido en Veracruz, pero tapatío por adopción, la historia de Enrique de Colsa y la marca tequilera inició en la Destilería La Primavera en Atotonilco el Alto, Jalisco, donde trabajó junto a Don Julio González, creador del famoso tequila que lleva su nombre y a quién de Colsa reconoce como su mentor. “La pasión me lleva a seguir demostrando lo que somos, como lo hizo Don Julio González en sus tiempos, creando… cambió la industria del tequila y nuestra tarea es seguir innovando con cosas que cambien otra vez la industria”, dice sobre su pasión y cómo influye en la casa tequilera. “Hay que ser novedosos y tener la creatividad de hacer algo único”. Una de sus innovaciones fue el primer tequila añejo cristalino en el mundo. “Habían pasado muchos años y en el tequila no había nada nuevo, somos cerca de tres mil etiquetas en México y buscábamos algo novedoso y eso fue”, agrega de Colsa sobre Don Julio 70, presentado en 2012 durante los festejos por el 70° aniversario del Tequila Don Julio. La idea no surgió de la nada, el maestro tequilero afirma que la creación de este nuevo clásico de la marca significó seis años de desarrollo, con pruebas y errores hasta llegar al objetivo en mente. “Hay todo un concepto, no es un producto que se genere de casualidad. Conforme se reposan o se añejan los tequilas, se va endulzando el producto, se va suavizando en muchos de sus componentes, hasta lograr productos extra añejos que son tremendamente suaves, tremendamente nobles con la garganta. De alguna manera habíamos perdido esa esencia de un tequila blanco que era fuerte, que raspaba”, recuerda de Colsa.
Descrita por la marca como la culminación de setenta años de conocimiento, experiencia e innovación, Don Julio 70 se caracteriza por tener la suavidad de un tequila blanco y la complejidad de un tequila añejo, ofreciendo una experiencia única para el consumidor; el trabajo de de Colsa es notable en cada trago. “El tequila tiene alcohol y tiene compuestos que son fuertes y agresivos, al suavizarlo la esencia seguía ahí. Entonces mi trabajo fue encontrar cómo sacar esa esencia, buscar qué compuestos de la madera y del proceso de añejamiento inhiben o endulzan ese sabor, luego hubo que encontrarlos y finalmente removerlos y cuando los remueves esa nota a alcohol cítrica y herbal vuelve a estar presente, pero con la suavidad de un añejo. Sientes en tu boca la fortaleza y el poder de un blanco, pero a la hora que lo degustas tienes la suavidad de un añejo”, cuenta con orgullo de Colsa.Tras su lanzamiento, Don Julio 70 se convirtió rápidamente en uno de los productos más importantes de la tequilera. “Queríamos hacer algo diferente y fue lo que hicimos. Algo que no existía, que tiene una historia detrás y fuimos el número uno y ahora la competencia está detrás de nosotros. Tenemos el gusto de haber sido los primeros”, expresa de Colsa, quien también reconoce el aprecio de los consumidores hacia su creación. “Corre la responsabilidad de tener el mejor tequila de México, porque obviamente lo somos. No lo decimos nosotros, todo el que fabrica tequila dirá que el suyo es el mejor, afortunadamente para nosotros lo dice el consumidor y eso es la guía, la marca”.Ahora el reto es mayor al mezclar dos de los productos más vendidos en el mercado nacional en su nueva creación, Don Julio Reposado Dos Barricas. Al ser cuestionado sobre la intencional unión del tequila y el whisky, de Colsa responde honestamente: “Obviamente lo que pretendimos fue hacer un poquito de honor a las dos marcas más queridas de México… el crecimiento de Buchanan’s en los últimos diez años ha sido fenomenal, Don Julio no se diga y es una tradición mexicana tremenda. Fue un gran reto poner las dos marcas y no solamente combinar sabores, era ver qué tenía que hacer Buchanan’s, mantener la calidad del producto que íbamos a generar y generar algo diferente. También este año cumplimos 75 años de que Don Julio hace Tequila y había que sacar algo novedoso diferente y así nació Dos Barricas, que es una edición limitada, no es algo que vaya a estar por mucho tiempo. Es una especie de celebración”.
Con Don Julio Reposado Dos Barricas, de Colsa toma un concepto existente y lo revitaliza; arriesga a más de una marca para crear una experiencia gustativa única. Fabricado con el mejor agave azul cultivado en Jalisco, seleccionado manualmente al alcanzar la madurez y procesado de manera artesanal, el Tequila Don Julio Reposado Dos Barricas pasa ocho meses añejándose en barricas de roble blanco y un mes adicional en el corazón de las barricas de Buchanan’s; “El concepto de usar una segunda barrica existía no solamente en el tequila, pero lo que nadie había hecho era usar otra marca. Aquí el gran complemento de Dos Barricas es usar barricas que hacen el corazón de Buchanan’s. Tienes que hacer algo excepcionalmente bueno para que la otra marca te permita usarla”, explica el también Director de Operaciones de Tequila Don Julio. Su creación no se limitaba al simple uso de una marca, con fortuna de Tolsa explica su proceso: “Llevó bastante tiempo, por un lado, no hay barricas de otras marcas disponibles todos los días porque se siguen usando para crear esas marcas y tienen su proceso. Entonces tuvimos que conseguir barricas de diferentes maltas con diferentes tiempos. Estuvimos probando semana a semana, catando y usábamos bastantes marcas de malta y cada semana catábamos hasta llegar al toque que nos gustaba, sin que se supiera a un tequila con sabor a whisky, porque lograr eso era realmente fácil. No pretendimos eso, se llama Dos Barricas porque aparte de usar las dos barricas, solo toma el corazón del final de Buchanan’s. Nuestro Don Julio Reposado termina dulce, con notas de vainilla y manzana en su reposado normal, aquí termina con notas de turba, el ahumado del whisky sin que sepa a whisky, solo con una sensación al final. Notas el whisky al final, no cuando lo tomas, cuando lo tomas sigue siendo muy tequilero con ese final seco. Sí lo pusiera en términos, es 95% nuestro Don Julio Reposado con un 5% del corazón de Buchanan’s”.
Como todo buen experto, de Colsa no se limita a sus creaciones. Con más de 300 etiquetas de diferentes productos en su casa, presumiendo de un bar superior a muchos en el mundo, el maestro tequilero se confiesa también como “ronero” y fanático de probar otras cosas: “Estoy aprendiendo cada día más del whisky, porque hay mucho que aprenderle. Tuve que practicar para hacer Dos Barricas, estuve en Escocia, estuvimos viendo muchas maneras de hacerlo. Estoy muy abierto a estar conociendo, a conocer fábricas, a conocer productos. En mi casa tengo cerca de 300 etiquetas de diferentes cosas, porque a esto me dedico, cuando viajo traigo cosas diferentes y siempre estoy buscando. Me gusta mucho la coctelería, estar mezclando sabores con comida, con maridaje, con tequila. Soy un fanático de estar haciendo eso y siempre estoy abierto a algo más. Siempre se aprende de todo el mundo”. Con su nombre ya inscrito en la historia del tequila en México, Enrique de Colsa se muestra comprometido con los consumidores y con seguir creando nuevos productos: “Muchas de las cosas, como el 70 y Dos Barricas, son siempre experimentos y como todos los experimentos unos fracasan y otros son buenos. Cuando resulta algo bueno obviamente hay que compartirlo y ponerlo en el mercado para los consumidores. Continuamente estamos haciendo experimentos, tenemos siempre avances, tenemos dos o tres muy buenos que vendrán en el futuro”, concluye.* * *También te recomendamos:Millesime 2017: Una experiencia en dos frentesTequila Don Julio, Atotonilco el Alto y el arte de hacer buen tequila