La idea de encontrar una familia siempre rondó la cabeza del joven coahuilense Gerardo Álvarez, quien llegó a la Ciudad de México con la intención de comenzar una carrera en los escenarios. Un día, durante una presentación en una de sus clases, Álvarez tuvo la oportunidad de explorar esa idea mediante una pequeña escena de clown en la que un vagabundo pedía limosna para poderse comprar unos zapatos y soportar el desolador clima del invierno.Tras conseguir lo suficiente para hacer el trueque con el zapatero, el hombre descubría a una pequeña niña que, al igual que él, necesitaba de calzado. La acción, que dotaba de humanidad al personaje silente, dio origen a la historia sobre la que gira el espectáculo ¡Qué duro invierno!, que se presenta por segundo año consecutivo en la capital del país justo a tiempo para la temporada navideña.
El show, que tomará el escenario del Teatro Legaría, todos los domingos del 25 de noviembre al 16 de diciembre, no sólo explora aquella anécdota de los zapatos representada en uno de los salones de la Universidad Anáhuac, sino toda una historia sobre un grupo de personajes que, en situación de calle, se enfrentan a las inclemencias del invierno. "A partir de ahí surgió la idea de ver qué pasa antes de este número y qué pasa después con estos personajes, siempre buscando transmitir el mensaje de la generosidad y de compartir", comentó Álvarez, quien además de protagonizar el montaje lo escribió –junto a Irmita Elizondo–, dirigió y produce.Para la realización de este espectáculo de clown, como se le conoce a dicho género en el que la pantomima se expone a un límite que permita la comprensión del espectador, Álvarez tuvo que hacerse de una nueva familia en la Ciudad (distinta a aquella que lo había acompañado durante las primeras presentaciones de la obra en su natal Piedras Negras) que lo comprendiera y le ayudara a cumplir con el cometido del show. "Era necesario encontrar un cast que estuviera dispuesto a trabajar, a divertirse y a hacer tonterías, afortunadamente encontramos en nuestros amigos el cast perfecto", señaló el autor.[caption id="attachment_225325" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Agencia VIOGG[/caption]El elenco, compuesto por más de una decena de actores, se somete a lo largo de la obra a diversos números musicales en los que sus expresiones tienen que ayudar a contar la historia de sus personajes, ya sean una pareja de policías torpes, una panadera que ofrece sus productos ante el escenario o una pequeña niña que, al igual que el personaje principal (un vagabundo huérfano), ha perdido todo y lucha por subsistir en las frías calles. Sus gestos denotan el dolor y la alegría que todos ellos experimentan cuando caen los primeros copos de nieve. "Es difícil el montaje porque no tenemos palabras, todo tiene que ser muy claro para el público, tenemos que encontrar la manera de contar nuestra historia, ver cómo vamos a colorear el espectáculo".Afortundamente, la compañía y su productor y amigo Héctor López, quien además es el escenógrafo y coprotagonista en dos de las rutinas principales del espectáculo, han podido superar cualquier reto físico y actoral y sumarse a la historia de ¡Qué duro invierno!. El aplauso que resuena en la sala después de sus presentaciones es prueba de que su misión ha resultado exitosa, especialmente entre un público que no está acostumbrado a recibir buenas ofertas en el género del clown. "Sin duda ha sido complicado presentar la obra porque hay muchas personas que nunca se topado con este tipo de espectáculo, obviamente después de verla sale encantada.... para nosotros es muy placentero dar funciones de este show", mencionó Álvarez.[caption id="attachment_225324" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía de la producción[/caption]Con el invierno acercándose poco a poco, la compañía de ¡Qué duro invierno! se presenta en el escenario lista para conquistar a los espectadores y ofrecerles un acercamiento a las vidas de un grupo de personajes que, quizá sin saberlo, se convierten en una familia. "Esta obra está hecha a base de recuerdos que tuvimos, a base de sensaciones que hemos sentido y me encantaría que el público encuentre recuerdos de su pasado, de su familia, de sus seres queridos. Realmente este espectáculo está creado para encontrar una familia", concluye Álvarez, quien no puede negar que también ha encontrado una nueva familia en el clown.¡Qué duro invierno!Hasta el 16 de diciembreTeatro Legariawww.ticketmaster.com.mxMás en Gatopardo:Dogville: Un pueblo en tragediaLa obra que sale mal: Amor a la catástrofeEl hilador: Un amor entre la magia, la monotonía y la muerte
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La compañía Zapato Roto presenta en la capital del país, por segundo año consecutivo, el espectáculo de clown ¡Qué duro invierno!
La idea de encontrar una familia siempre rondó la cabeza del joven coahuilense Gerardo Álvarez, quien llegó a la Ciudad de México con la intención de comenzar una carrera en los escenarios. Un día, durante una presentación en una de sus clases, Álvarez tuvo la oportunidad de explorar esa idea mediante una pequeña escena de clown en la que un vagabundo pedía limosna para poderse comprar unos zapatos y soportar el desolador clima del invierno.Tras conseguir lo suficiente para hacer el trueque con el zapatero, el hombre descubría a una pequeña niña que, al igual que él, necesitaba de calzado. La acción, que dotaba de humanidad al personaje silente, dio origen a la historia sobre la que gira el espectáculo ¡Qué duro invierno!, que se presenta por segundo año consecutivo en la capital del país justo a tiempo para la temporada navideña.
El show, que tomará el escenario del Teatro Legaría, todos los domingos del 25 de noviembre al 16 de diciembre, no sólo explora aquella anécdota de los zapatos representada en uno de los salones de la Universidad Anáhuac, sino toda una historia sobre un grupo de personajes que, en situación de calle, se enfrentan a las inclemencias del invierno. "A partir de ahí surgió la idea de ver qué pasa antes de este número y qué pasa después con estos personajes, siempre buscando transmitir el mensaje de la generosidad y de compartir", comentó Álvarez, quien además de protagonizar el montaje lo escribió –junto a Irmita Elizondo–, dirigió y produce.Para la realización de este espectáculo de clown, como se le conoce a dicho género en el que la pantomima se expone a un límite que permita la comprensión del espectador, Álvarez tuvo que hacerse de una nueva familia en la Ciudad (distinta a aquella que lo había acompañado durante las primeras presentaciones de la obra en su natal Piedras Negras) que lo comprendiera y le ayudara a cumplir con el cometido del show. "Era necesario encontrar un cast que estuviera dispuesto a trabajar, a divertirse y a hacer tonterías, afortunadamente encontramos en nuestros amigos el cast perfecto", señaló el autor.[caption id="attachment_225325" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Agencia VIOGG[/caption]El elenco, compuesto por más de una decena de actores, se somete a lo largo de la obra a diversos números musicales en los que sus expresiones tienen que ayudar a contar la historia de sus personajes, ya sean una pareja de policías torpes, una panadera que ofrece sus productos ante el escenario o una pequeña niña que, al igual que el personaje principal (un vagabundo huérfano), ha perdido todo y lucha por subsistir en las frías calles. Sus gestos denotan el dolor y la alegría que todos ellos experimentan cuando caen los primeros copos de nieve. "Es difícil el montaje porque no tenemos palabras, todo tiene que ser muy claro para el público, tenemos que encontrar la manera de contar nuestra historia, ver cómo vamos a colorear el espectáculo".Afortundamente, la compañía y su productor y amigo Héctor López, quien además es el escenógrafo y coprotagonista en dos de las rutinas principales del espectáculo, han podido superar cualquier reto físico y actoral y sumarse a la historia de ¡Qué duro invierno!. El aplauso que resuena en la sala después de sus presentaciones es prueba de que su misión ha resultado exitosa, especialmente entre un público que no está acostumbrado a recibir buenas ofertas en el género del clown. "Sin duda ha sido complicado presentar la obra porque hay muchas personas que nunca se topado con este tipo de espectáculo, obviamente después de verla sale encantada.... para nosotros es muy placentero dar funciones de este show", mencionó Álvarez.[caption id="attachment_225324" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía de la producción[/caption]Con el invierno acercándose poco a poco, la compañía de ¡Qué duro invierno! se presenta en el escenario lista para conquistar a los espectadores y ofrecerles un acercamiento a las vidas de un grupo de personajes que, quizá sin saberlo, se convierten en una familia. "Esta obra está hecha a base de recuerdos que tuvimos, a base de sensaciones que hemos sentido y me encantaría que el público encuentre recuerdos de su pasado, de su familia, de sus seres queridos. Realmente este espectáculo está creado para encontrar una familia", concluye Álvarez, quien no puede negar que también ha encontrado una nueva familia en el clown.¡Qué duro invierno!Hasta el 16 de diciembreTeatro Legariawww.ticketmaster.com.mxMás en Gatopardo:Dogville: Un pueblo en tragediaLa obra que sale mal: Amor a la catástrofeEl hilador: Un amor entre la magia, la monotonía y la muerte
La compañía Zapato Roto presenta en la capital del país, por segundo año consecutivo, el espectáculo de clown ¡Qué duro invierno!
La idea de encontrar una familia siempre rondó la cabeza del joven coahuilense Gerardo Álvarez, quien llegó a la Ciudad de México con la intención de comenzar una carrera en los escenarios. Un día, durante una presentación en una de sus clases, Álvarez tuvo la oportunidad de explorar esa idea mediante una pequeña escena de clown en la que un vagabundo pedía limosna para poderse comprar unos zapatos y soportar el desolador clima del invierno.Tras conseguir lo suficiente para hacer el trueque con el zapatero, el hombre descubría a una pequeña niña que, al igual que él, necesitaba de calzado. La acción, que dotaba de humanidad al personaje silente, dio origen a la historia sobre la que gira el espectáculo ¡Qué duro invierno!, que se presenta por segundo año consecutivo en la capital del país justo a tiempo para la temporada navideña.
El show, que tomará el escenario del Teatro Legaría, todos los domingos del 25 de noviembre al 16 de diciembre, no sólo explora aquella anécdota de los zapatos representada en uno de los salones de la Universidad Anáhuac, sino toda una historia sobre un grupo de personajes que, en situación de calle, se enfrentan a las inclemencias del invierno. "A partir de ahí surgió la idea de ver qué pasa antes de este número y qué pasa después con estos personajes, siempre buscando transmitir el mensaje de la generosidad y de compartir", comentó Álvarez, quien además de protagonizar el montaje lo escribió –junto a Irmita Elizondo–, dirigió y produce.Para la realización de este espectáculo de clown, como se le conoce a dicho género en el que la pantomima se expone a un límite que permita la comprensión del espectador, Álvarez tuvo que hacerse de una nueva familia en la Ciudad (distinta a aquella que lo había acompañado durante las primeras presentaciones de la obra en su natal Piedras Negras) que lo comprendiera y le ayudara a cumplir con el cometido del show. "Era necesario encontrar un cast que estuviera dispuesto a trabajar, a divertirse y a hacer tonterías, afortunadamente encontramos en nuestros amigos el cast perfecto", señaló el autor.[caption id="attachment_225325" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Agencia VIOGG[/caption]El elenco, compuesto por más de una decena de actores, se somete a lo largo de la obra a diversos números musicales en los que sus expresiones tienen que ayudar a contar la historia de sus personajes, ya sean una pareja de policías torpes, una panadera que ofrece sus productos ante el escenario o una pequeña niña que, al igual que el personaje principal (un vagabundo huérfano), ha perdido todo y lucha por subsistir en las frías calles. Sus gestos denotan el dolor y la alegría que todos ellos experimentan cuando caen los primeros copos de nieve. "Es difícil el montaje porque no tenemos palabras, todo tiene que ser muy claro para el público, tenemos que encontrar la manera de contar nuestra historia, ver cómo vamos a colorear el espectáculo".Afortundamente, la compañía y su productor y amigo Héctor López, quien además es el escenógrafo y coprotagonista en dos de las rutinas principales del espectáculo, han podido superar cualquier reto físico y actoral y sumarse a la historia de ¡Qué duro invierno!. El aplauso que resuena en la sala después de sus presentaciones es prueba de que su misión ha resultado exitosa, especialmente entre un público que no está acostumbrado a recibir buenas ofertas en el género del clown. "Sin duda ha sido complicado presentar la obra porque hay muchas personas que nunca se topado con este tipo de espectáculo, obviamente después de verla sale encantada.... para nosotros es muy placentero dar funciones de este show", mencionó Álvarez.[caption id="attachment_225324" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía de la producción[/caption]Con el invierno acercándose poco a poco, la compañía de ¡Qué duro invierno! se presenta en el escenario lista para conquistar a los espectadores y ofrecerles un acercamiento a las vidas de un grupo de personajes que, quizá sin saberlo, se convierten en una familia. "Esta obra está hecha a base de recuerdos que tuvimos, a base de sensaciones que hemos sentido y me encantaría que el público encuentre recuerdos de su pasado, de su familia, de sus seres queridos. Realmente este espectáculo está creado para encontrar una familia", concluye Álvarez, quien no puede negar que también ha encontrado una nueva familia en el clown.¡Qué duro invierno!Hasta el 16 de diciembreTeatro Legariawww.ticketmaster.com.mxMás en Gatopardo:Dogville: Un pueblo en tragediaLa obra que sale mal: Amor a la catástrofeEl hilador: Un amor entre la magia, la monotonía y la muerte
La compañía Zapato Roto presenta en la capital del país, por segundo año consecutivo, el espectáculo de clown ¡Qué duro invierno!
La idea de encontrar una familia siempre rondó la cabeza del joven coahuilense Gerardo Álvarez, quien llegó a la Ciudad de México con la intención de comenzar una carrera en los escenarios. Un día, durante una presentación en una de sus clases, Álvarez tuvo la oportunidad de explorar esa idea mediante una pequeña escena de clown en la que un vagabundo pedía limosna para poderse comprar unos zapatos y soportar el desolador clima del invierno.Tras conseguir lo suficiente para hacer el trueque con el zapatero, el hombre descubría a una pequeña niña que, al igual que él, necesitaba de calzado. La acción, que dotaba de humanidad al personaje silente, dio origen a la historia sobre la que gira el espectáculo ¡Qué duro invierno!, que se presenta por segundo año consecutivo en la capital del país justo a tiempo para la temporada navideña.
El show, que tomará el escenario del Teatro Legaría, todos los domingos del 25 de noviembre al 16 de diciembre, no sólo explora aquella anécdota de los zapatos representada en uno de los salones de la Universidad Anáhuac, sino toda una historia sobre un grupo de personajes que, en situación de calle, se enfrentan a las inclemencias del invierno. "A partir de ahí surgió la idea de ver qué pasa antes de este número y qué pasa después con estos personajes, siempre buscando transmitir el mensaje de la generosidad y de compartir", comentó Álvarez, quien además de protagonizar el montaje lo escribió –junto a Irmita Elizondo–, dirigió y produce.Para la realización de este espectáculo de clown, como se le conoce a dicho género en el que la pantomima se expone a un límite que permita la comprensión del espectador, Álvarez tuvo que hacerse de una nueva familia en la Ciudad (distinta a aquella que lo había acompañado durante las primeras presentaciones de la obra en su natal Piedras Negras) que lo comprendiera y le ayudara a cumplir con el cometido del show. "Era necesario encontrar un cast que estuviera dispuesto a trabajar, a divertirse y a hacer tonterías, afortunadamente encontramos en nuestros amigos el cast perfecto", señaló el autor.[caption id="attachment_225325" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Agencia VIOGG[/caption]El elenco, compuesto por más de una decena de actores, se somete a lo largo de la obra a diversos números musicales en los que sus expresiones tienen que ayudar a contar la historia de sus personajes, ya sean una pareja de policías torpes, una panadera que ofrece sus productos ante el escenario o una pequeña niña que, al igual que el personaje principal (un vagabundo huérfano), ha perdido todo y lucha por subsistir en las frías calles. Sus gestos denotan el dolor y la alegría que todos ellos experimentan cuando caen los primeros copos de nieve. "Es difícil el montaje porque no tenemos palabras, todo tiene que ser muy claro para el público, tenemos que encontrar la manera de contar nuestra historia, ver cómo vamos a colorear el espectáculo".Afortundamente, la compañía y su productor y amigo Héctor López, quien además es el escenógrafo y coprotagonista en dos de las rutinas principales del espectáculo, han podido superar cualquier reto físico y actoral y sumarse a la historia de ¡Qué duro invierno!. El aplauso que resuena en la sala después de sus presentaciones es prueba de que su misión ha resultado exitosa, especialmente entre un público que no está acostumbrado a recibir buenas ofertas en el género del clown. "Sin duda ha sido complicado presentar la obra porque hay muchas personas que nunca se topado con este tipo de espectáculo, obviamente después de verla sale encantada.... para nosotros es muy placentero dar funciones de este show", mencionó Álvarez.[caption id="attachment_225324" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía de la producción[/caption]Con el invierno acercándose poco a poco, la compañía de ¡Qué duro invierno! se presenta en el escenario lista para conquistar a los espectadores y ofrecerles un acercamiento a las vidas de un grupo de personajes que, quizá sin saberlo, se convierten en una familia. "Esta obra está hecha a base de recuerdos que tuvimos, a base de sensaciones que hemos sentido y me encantaría que el público encuentre recuerdos de su pasado, de su familia, de sus seres queridos. Realmente este espectáculo está creado para encontrar una familia", concluye Álvarez, quien no puede negar que también ha encontrado una nueva familia en el clown.¡Qué duro invierno!Hasta el 16 de diciembreTeatro Legariawww.ticketmaster.com.mxMás en Gatopardo:Dogville: Un pueblo en tragediaLa obra que sale mal: Amor a la catástrofeEl hilador: Un amor entre la magia, la monotonía y la muerte
La compañía Zapato Roto presenta en la capital del país, por segundo año consecutivo, el espectáculo de clown ¡Qué duro invierno!
La idea de encontrar una familia siempre rondó la cabeza del joven coahuilense Gerardo Álvarez, quien llegó a la Ciudad de México con la intención de comenzar una carrera en los escenarios. Un día, durante una presentación en una de sus clases, Álvarez tuvo la oportunidad de explorar esa idea mediante una pequeña escena de clown en la que un vagabundo pedía limosna para poderse comprar unos zapatos y soportar el desolador clima del invierno.Tras conseguir lo suficiente para hacer el trueque con el zapatero, el hombre descubría a una pequeña niña que, al igual que él, necesitaba de calzado. La acción, que dotaba de humanidad al personaje silente, dio origen a la historia sobre la que gira el espectáculo ¡Qué duro invierno!, que se presenta por segundo año consecutivo en la capital del país justo a tiempo para la temporada navideña.
El show, que tomará el escenario del Teatro Legaría, todos los domingos del 25 de noviembre al 16 de diciembre, no sólo explora aquella anécdota de los zapatos representada en uno de los salones de la Universidad Anáhuac, sino toda una historia sobre un grupo de personajes que, en situación de calle, se enfrentan a las inclemencias del invierno. "A partir de ahí surgió la idea de ver qué pasa antes de este número y qué pasa después con estos personajes, siempre buscando transmitir el mensaje de la generosidad y de compartir", comentó Álvarez, quien además de protagonizar el montaje lo escribió –junto a Irmita Elizondo–, dirigió y produce.Para la realización de este espectáculo de clown, como se le conoce a dicho género en el que la pantomima se expone a un límite que permita la comprensión del espectador, Álvarez tuvo que hacerse de una nueva familia en la Ciudad (distinta a aquella que lo había acompañado durante las primeras presentaciones de la obra en su natal Piedras Negras) que lo comprendiera y le ayudara a cumplir con el cometido del show. "Era necesario encontrar un cast que estuviera dispuesto a trabajar, a divertirse y a hacer tonterías, afortunadamente encontramos en nuestros amigos el cast perfecto", señaló el autor.[caption id="attachment_225325" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Agencia VIOGG[/caption]El elenco, compuesto por más de una decena de actores, se somete a lo largo de la obra a diversos números musicales en los que sus expresiones tienen que ayudar a contar la historia de sus personajes, ya sean una pareja de policías torpes, una panadera que ofrece sus productos ante el escenario o una pequeña niña que, al igual que el personaje principal (un vagabundo huérfano), ha perdido todo y lucha por subsistir en las frías calles. Sus gestos denotan el dolor y la alegría que todos ellos experimentan cuando caen los primeros copos de nieve. "Es difícil el montaje porque no tenemos palabras, todo tiene que ser muy claro para el público, tenemos que encontrar la manera de contar nuestra historia, ver cómo vamos a colorear el espectáculo".Afortundamente, la compañía y su productor y amigo Héctor López, quien además es el escenógrafo y coprotagonista en dos de las rutinas principales del espectáculo, han podido superar cualquier reto físico y actoral y sumarse a la historia de ¡Qué duro invierno!. El aplauso que resuena en la sala después de sus presentaciones es prueba de que su misión ha resultado exitosa, especialmente entre un público que no está acostumbrado a recibir buenas ofertas en el género del clown. "Sin duda ha sido complicado presentar la obra porque hay muchas personas que nunca se topado con este tipo de espectáculo, obviamente después de verla sale encantada.... para nosotros es muy placentero dar funciones de este show", mencionó Álvarez.[caption id="attachment_225324" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía de la producción[/caption]Con el invierno acercándose poco a poco, la compañía de ¡Qué duro invierno! se presenta en el escenario lista para conquistar a los espectadores y ofrecerles un acercamiento a las vidas de un grupo de personajes que, quizá sin saberlo, se convierten en una familia. "Esta obra está hecha a base de recuerdos que tuvimos, a base de sensaciones que hemos sentido y me encantaría que el público encuentre recuerdos de su pasado, de su familia, de sus seres queridos. Realmente este espectáculo está creado para encontrar una familia", concluye Álvarez, quien no puede negar que también ha encontrado una nueva familia en el clown.¡Qué duro invierno!Hasta el 16 de diciembreTeatro Legariawww.ticketmaster.com.mxMás en Gatopardo:Dogville: Un pueblo en tragediaLa obra que sale mal: Amor a la catástrofeEl hilador: Un amor entre la magia, la monotonía y la muerte
La idea de encontrar una familia siempre rondó la cabeza del joven coahuilense Gerardo Álvarez, quien llegó a la Ciudad de México con la intención de comenzar una carrera en los escenarios. Un día, durante una presentación en una de sus clases, Álvarez tuvo la oportunidad de explorar esa idea mediante una pequeña escena de clown en la que un vagabundo pedía limosna para poderse comprar unos zapatos y soportar el desolador clima del invierno.Tras conseguir lo suficiente para hacer el trueque con el zapatero, el hombre descubría a una pequeña niña que, al igual que él, necesitaba de calzado. La acción, que dotaba de humanidad al personaje silente, dio origen a la historia sobre la que gira el espectáculo ¡Qué duro invierno!, que se presenta por segundo año consecutivo en la capital del país justo a tiempo para la temporada navideña.
El show, que tomará el escenario del Teatro Legaría, todos los domingos del 25 de noviembre al 16 de diciembre, no sólo explora aquella anécdota de los zapatos representada en uno de los salones de la Universidad Anáhuac, sino toda una historia sobre un grupo de personajes que, en situación de calle, se enfrentan a las inclemencias del invierno. "A partir de ahí surgió la idea de ver qué pasa antes de este número y qué pasa después con estos personajes, siempre buscando transmitir el mensaje de la generosidad y de compartir", comentó Álvarez, quien además de protagonizar el montaje lo escribió –junto a Irmita Elizondo–, dirigió y produce.Para la realización de este espectáculo de clown, como se le conoce a dicho género en el que la pantomima se expone a un límite que permita la comprensión del espectador, Álvarez tuvo que hacerse de una nueva familia en la Ciudad (distinta a aquella que lo había acompañado durante las primeras presentaciones de la obra en su natal Piedras Negras) que lo comprendiera y le ayudara a cumplir con el cometido del show. "Era necesario encontrar un cast que estuviera dispuesto a trabajar, a divertirse y a hacer tonterías, afortunadamente encontramos en nuestros amigos el cast perfecto", señaló el autor.[caption id="attachment_225325" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Agencia VIOGG[/caption]El elenco, compuesto por más de una decena de actores, se somete a lo largo de la obra a diversos números musicales en los que sus expresiones tienen que ayudar a contar la historia de sus personajes, ya sean una pareja de policías torpes, una panadera que ofrece sus productos ante el escenario o una pequeña niña que, al igual que el personaje principal (un vagabundo huérfano), ha perdido todo y lucha por subsistir en las frías calles. Sus gestos denotan el dolor y la alegría que todos ellos experimentan cuando caen los primeros copos de nieve. "Es difícil el montaje porque no tenemos palabras, todo tiene que ser muy claro para el público, tenemos que encontrar la manera de contar nuestra historia, ver cómo vamos a colorear el espectáculo".Afortundamente, la compañía y su productor y amigo Héctor López, quien además es el escenógrafo y coprotagonista en dos de las rutinas principales del espectáculo, han podido superar cualquier reto físico y actoral y sumarse a la historia de ¡Qué duro invierno!. El aplauso que resuena en la sala después de sus presentaciones es prueba de que su misión ha resultado exitosa, especialmente entre un público que no está acostumbrado a recibir buenas ofertas en el género del clown. "Sin duda ha sido complicado presentar la obra porque hay muchas personas que nunca se topado con este tipo de espectáculo, obviamente después de verla sale encantada.... para nosotros es muy placentero dar funciones de este show", mencionó Álvarez.[caption id="attachment_225324" align="aligncenter" width="725"]
Fotografía: Cortesía de la producción[/caption]Con el invierno acercándose poco a poco, la compañía de ¡Qué duro invierno! se presenta en el escenario lista para conquistar a los espectadores y ofrecerles un acercamiento a las vidas de un grupo de personajes que, quizá sin saberlo, se convierten en una familia. "Esta obra está hecha a base de recuerdos que tuvimos, a base de sensaciones que hemos sentido y me encantaría que el público encuentre recuerdos de su pasado, de su familia, de sus seres queridos. Realmente este espectáculo está creado para encontrar una familia", concluye Álvarez, quien no puede negar que también ha encontrado una nueva familia en el clown.¡Qué duro invierno!Hasta el 16 de diciembreTeatro Legariawww.ticketmaster.com.mxMás en Gatopardo:Dogville: Un pueblo en tragediaLa obra que sale mal: Amor a la catástrofeEl hilador: Un amor entre la magia, la monotonía y la muerte
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