Exigir justicia no es una provocación

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Las mexicanas se unen en contra de la violencia de género.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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Las mexicanas se unen en contra de la violencia de género.

“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

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La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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“¡A mí me cuidan mis amigas, no la policía!”, se leía en el cartel que una chica con un paliacate morado en el cuello, ondeaba en el cruce de Génova y Liverpool en la colonia Juárez. A pocos metros de ahí, entre el ensordecedor sonido del tambor y el grito de consignas, un grupo de mujeres hacía vibrar la calle frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Enojo, frustración y sobretodo hartazgo se respiraban en el ambiente. La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. Cuando la menor presentó la denuncia, hizo retratos hablados de sus agresores y en las diligencias se comprobó que había sido víctima de violación. Tres días después, los cuatro uniformados fueron ubicados por el departamento de Asuntos Internos de la Policía capitalina, pero no fueron consignados, argumentando que la menor agredida no se había presentado a identificar a los probables responsables. La titular de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que sin esto los policías podían continuar en libertad y seguir desempeñándose con normalidad en su puesto de trabajo. La víctima abandonó el proceso tras descubrir que la PGJ-CDMX filtró sus datos personales. La noticia cimbró a la ciudadanía, principalmente a las mujeres, quienes salieron a las calles a exigir justicia. México es un país en donde cada hora, cerca de 62 mujeres son víctimas de violencia sexual. La cita, el lunes 12 de agosto, fue a las 13:00 horas en ese punto de la colonia Juárez, pero algunas llegaron minutos antes. Poco a poco, mujeres de todas las edades comenzaron a unirse al contingente. Algunas con pancartas, otras con mensajes escritos en la piel, pero todas con la misma meta, exigir justicia. Por el otro lado, una fila de policías aseguraba la entrada a la SSC, algunos más al interior del edificio se asomaban desde los pisos de arriba. Las mujeres estaban ahí para manifestar su rechazo a las autoridades de Seguridad Publica por casos como el de esta joven de 17 años, en los que aquellos destinados a velar por la seguridad de la ciudadanía, son los perpetradores de violencia.

Provocación policias de la Ciudad de México

La madrugada del pasado 3 de agosto, una joven de 17 años fue violada a dos calles de su casa ubicada en la alcaldía Azcapotzalco. De acuerdo con la denuncia que presentó pocas horas después, la agresión ocurrió al interior de una patrulla y los responsables fueron cuatro elementos de la policía de la Ciudad de México. / Fotografía: Samantta Hernández. “Mi cuerpo es mío, yo decido, tengo autonomía, yo soy mía…”, coreaban las asistentes al ritmo de la batucada. Algunas cubrían parte de su rostro con paliacates verdes o morados. “No me violes”, “Machete al machismo”, “En México los violadores portan uniforme”, se leía entre los carteles que con fervor, las manifestantes sostenían en lo alto. Para las 13:30 horas el calor era insoportable pero las mujeres no paraban de llegar y nada las silenció. Con rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. La multitud de medios lo rodeó de inmediato, las chicas hicieron lo mismo. El hashtag #NoMeCuidanMeViolan ya estaba sobre las banquetas, las paredes y los vidrios de la SSC. Las consignas sonaban cada vez más fuerte, la euforia y el enojo con el que arrancó la marcha, se quedaron hasta el final. Frente a los medios, Jesús Orta calificó el ambiente como “radicalizado” y negó que hubiera posibilidad de diálogo, a pesar de que su intención al salir había sido esa. Sin embargo, en ningún momento intentó hablar con alguna de las representantes de los colectivos feministas. Durante el breve momento que estuvo frente a las cámaras, el secretario aseguró que seguían en pie las investigaciones del caso de la joven agredida sexualmente en Azcapotzalco. Fue entonces que una de las asistentes a la marcha, se abrió paso entre los reporteros que rodeaban a Jesús Orta y le lanzó brillantina rosa, cubriendo parte de su cabello, rostro y saco. Un grito ensordecedor se apoderó de la calle. El rostro del secretario hizo una mueca de desaprobación y los elementos de seguridad le pidieron que regresara al recinto. Más tarde, a través de redes sociales, tanto la procuradora Godoy como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, catalogaron como agresión las acciones hacia Orta, una postura duramente criticada por los ciudadanos.

Jesús Orta Martínez, Secretario de Seguridad Ciudadana

Lon rostros llenos de rabia exigían que salieran las autoridades a dar la cara. Justo cuando estaban a punto de iniciar la marcha hacia la Procuraduría General de la Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), por la puerta principal del recinto apareció el Secretario de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta Martínez. / Fotografía: Samantta Hernández. El frenesí alcanzado frente a las oficinas de la SSC permaneció en la marcha durante el camino a la PGJ-CdMx. Muchas mujeres y algunos hombres continuaron sumándose al contingente. “¡En las calles no nos sentimos protegidas por los policías, al contrario! ¡No más violencia policiaca! ¡No más violaciones a mujeres! ¡No más feminicidios!”, gritaban todas ellas. Luego de poco más de 20 minutos de trayecto, llegaron a la sede y la fachada de la PGJ-CdMx quedó tapizada con mensajes de denuncia contra los policías y dibujos donde sus rostros eran reemplazados por caras de cerdos. El contingente permaneció sobre la calle General Gabriel Hernández algunos minutos en protesta constante por la negligencia y el encubrimiento de las autoridades. Poco después, parte del contingente se abalanzó a las puertas de cristal de la Procuraduría, que al tronar, llenaron de vidrio el suelo. Una parte del contingente entró a las instalaciones, mientras que algunas les pedían que no lo hicieran para evitar que fueran arrestadas. Eventualmente se logró un momento de silencio en el que una de las integrantes de la marcha tomó la palabra para expresar las denuncias del contingente. Más tarde, la Jefa de Gobierno habló frente a los medios para deslegitimar la movilización llamándola "provocación". “Querían que el gobierno utilizara métodos violentos igual que ellas, pero nosotros por ningún motivo vamos a caer en provocaciones”, aseguró. Por otro lado, dijo que se abrirán carpetas de investigación por lo que ocurrió en la Procuraduría. Sobre el caso de la menor en Azcapotzalco, Sheinbaum aseguró que la PGJ estará dando información al respecto. “Es delicado porque hay una joven involucrada y nunca jamás ha sido nuestro estilo, ni el de la procuraduría, victimizar ni estar dando demasiada información de los casos”, dijo Ernestina Godoy, titular de la PGJ-CDMX. Aseguró que "no se fabricarán culpables" y que se pidió la intervención de la CNDH para investigar el caso.

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