En México se llevan a cabo cientos de festivales musicales. Algunos de ellos son muy conocidos, otros son más de culto y algunos otros a penas van despegando. En un mar de competencia, el Festival Ceremonia ha logrado hacerse de renombre –también internacionalmente–, aun cuando varios factores jugaron en su contra. La primera vez que se hizo un Festival Ceremonia fue el 14 de septiembre del 2013, en el Parque Ecológico Xochimilco. Duró 12 horas y llovió un montón. El cartel estaba integrado por 17 bandas, con Animal Collective, Nicolas Jaar y Toro y Moi. La revista Chilango lo reseñó como “El festival que logró superar todos los obstáculos”. Se mudaron a Toluca, al Foro Dinámico Pegaso, crecieron el cartel, y eventualmente los titulares eran calibres altos, como Snoop Dog en el 2015, Disclosure y Bob Moses en la cuarta edición, Bjork y M.I.A en el 2017 y Beck y St. Vincent para el ‘18.
“Nos gusta esta idea romántica de que veas los carteles de años anteriores y que te cuente una historia de qué estaba pasando: qué géneros estaban pasando, qué artistas estaban empezando”, cuenta Diego Jiménez, director de Ceremonia. “Te das una idea de qué estaba pasando cada año al ver el cartel”. El 2019 estará coronado con Aphex Twin yMassive Attack (cuyas visita a México es una enorme noticia). Además, el nombre de Rosalía y su tremendo talento, en la parte de arriba de ese cartel es aire fresco para la música actual. A Jiménez le emociona verla en ese escenario, después de que la vio el año pasado en Solar, un festival barcelonés. “Creo que yo nunca –o por lo menos no lo tengo en mi memoria– había visto una artista latino-mujer, crecer tan exponencialmente en un año”, expresó emocionado en entrevista con Gatopardo. Pero a parte de la selección musical del escenario principal, Ceremonia tiene un elemento que ha logrado ser uno de los festivales más importantes del país, aún estando a la mitad de la nada en el Estado de México: su identidad está basada en el concepto de la apertura a los diálogos dentro de la sociedad.
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El año pasado inauguraron un escenario Traición, que se especializa en presentar proyectos LGBTIQ. También tienen un proyecto amplio de colaboración con asociaciones civiles que invitan a los asistentes a colaborar en diferentes formas, a encontrar un espacio de cómo expresar sus descontentos o simplemente a participar en la sociedad de forma positiva. La idea de hacer eso empezó después de la 5ª edición (2017), en una especie de post-mortem entre Diego Jiménez y Fernando Gómez, también organizador del festival. “Empezamos a decir todo lo que creíamos que era Ceremonia: dijimos que era un festival inclusivo, de diversidad, etc.; y nos dimos cuenta que sí era un discurso muy bonito de pero que realmente no estaba fundamentado en nada, porque ni éramos diversos, ni éramos inclusivos, ni estábamos buscando abrir espacios para más mujeres, ni para proyectos queer”, contó Jiménez, explicando que tal proceso de autocrítica fue el que los impulsó a mover las cosas para no nada más decir que eran algo, sino realmente serlo. Ahora en el line-up hay equilibrio entre mujeres, hombres, cisgénero, transexuales, proyectos abiertamente LGBT+, de razas diferentes, de orígenes varios. Diversidad. Además todo el personal involucrado ha recibido talleres para saber cómo referirse a personas que no se definen con sexualidad binaria y heteronormativa. No más “señor, señorita, joven… ehm, oye”. Además diferentes asociaciones civiles se involucrarán en el evento. Aunque aún no salen los detalles de ésto, sabiendo las historias de las ediciones pasadas se pueden formar ciertas expectativas. El año pasado el Museo de Memoria y Tolerancia se involucró, buscando firmas para que en los libros de la SEP se incluyera un capítulo de diversidad sexual. También se hizo una dinámica en la que por cierto tiempo, un gran porcentaje de las ventas se destinaría al Fondo Semillas, que se dedica a mejorar la realidad de las mujeres mexicanas. “Obviamente esto es un proceso y toma tiempo, pero nosotros aprendemos mucho haciéndolo y nos toca hacerlo cada vez mejor. Tenemos que abrir la conversación y nosotros también darnos cuenta de qué más hay que ver”, declaró Jiménez. El Festival Ceremonia ha logrado fijarse en el top 5 de los mejores festivales mexicanos, y aunque la selección musical es de primer nivel, lo que lo distingue de los demás es que para ellos el discurso va más allá de un slogan y de una tarjeta de presentación. Menos palabras, más acciones. Festival Ceremonia GNP 6 de abril 2019 Foro Pegaso
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En México se llevan a cabo cientos de festivales musicales. Algunos de ellos son muy conocidos, otros son más de culto y algunos otros a penas van despegando. En un mar de competencia, el Festival Ceremonia ha logrado hacerse de renombre –también internacionalmente–, aun cuando varios factores jugaron en su contra. La primera vez que se hizo un Festival Ceremonia fue el 14 de septiembre del 2013, en el Parque Ecológico Xochimilco. Duró 12 horas y llovió un montón. El cartel estaba integrado por 17 bandas, con Animal Collective, Nicolas Jaar y Toro y Moi. La revista Chilango lo reseñó como “El festival que logró superar todos los obstáculos”. Se mudaron a Toluca, al Foro Dinámico Pegaso, crecieron el cartel, y eventualmente los titulares eran calibres altos, como Snoop Dog en el 2015, Disclosure y Bob Moses en la cuarta edición, Bjork y M.I.A en el 2017 y Beck y St. Vincent para el ‘18.
“Nos gusta esta idea romántica de que veas los carteles de años anteriores y que te cuente una historia de qué estaba pasando: qué géneros estaban pasando, qué artistas estaban empezando”, cuenta Diego Jiménez, director de Ceremonia. “Te das una idea de qué estaba pasando cada año al ver el cartel”. El 2019 estará coronado con Aphex Twin yMassive Attack (cuyas visita a México es una enorme noticia). Además, el nombre de Rosalía y su tremendo talento, en la parte de arriba de ese cartel es aire fresco para la música actual. A Jiménez le emociona verla en ese escenario, después de que la vio el año pasado en Solar, un festival barcelonés. “Creo que yo nunca –o por lo menos no lo tengo en mi memoria– había visto una artista latino-mujer, crecer tan exponencialmente en un año”, expresó emocionado en entrevista con Gatopardo. Pero a parte de la selección musical del escenario principal, Ceremonia tiene un elemento que ha logrado ser uno de los festivales más importantes del país, aún estando a la mitad de la nada en el Estado de México: su identidad está basada en el concepto de la apertura a los diálogos dentro de la sociedad.
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En México se llevan a cabo cientos de festivales musicales. Algunos de ellos son muy conocidos, otros son más de culto y algunos otros a penas van despegando. En un mar de competencia, el Festival Ceremonia ha logrado hacerse de renombre –también internacionalmente–, aun cuando varios factores jugaron en su contra. La primera vez que se hizo un Festival Ceremonia fue el 14 de septiembre del 2013, en el Parque Ecológico Xochimilco. Duró 12 horas y llovió un montón. El cartel estaba integrado por 17 bandas, con Animal Collective, Nicolas Jaar y Toro y Moi. La revista Chilango lo reseñó como “El festival que logró superar todos los obstáculos”. Se mudaron a Toluca, al Foro Dinámico Pegaso, crecieron el cartel, y eventualmente los titulares eran calibres altos, como Snoop Dog en el 2015, Disclosure y Bob Moses en la cuarta edición, Bjork y M.I.A en el 2017 y Beck y St. Vincent para el ‘18.
“Nos gusta esta idea romántica de que veas los carteles de años anteriores y que te cuente una historia de qué estaba pasando: qué géneros estaban pasando, qué artistas estaban empezando”, cuenta Diego Jiménez, director de Ceremonia. “Te das una idea de qué estaba pasando cada año al ver el cartel”. El 2019 estará coronado con Aphex Twin yMassive Attack (cuyas visita a México es una enorme noticia). Además, el nombre de Rosalía y su tremendo talento, en la parte de arriba de ese cartel es aire fresco para la música actual. A Jiménez le emociona verla en ese escenario, después de que la vio el año pasado en Solar, un festival barcelonés. “Creo que yo nunca –o por lo menos no lo tengo en mi memoria– había visto una artista latino-mujer, crecer tan exponencialmente en un año”, expresó emocionado en entrevista con Gatopardo. Pero a parte de la selección musical del escenario principal, Ceremonia tiene un elemento que ha logrado ser uno de los festivales más importantes del país, aún estando a la mitad de la nada en el Estado de México: su identidad está basada en el concepto de la apertura a los diálogos dentro de la sociedad.
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En México se llevan a cabo cientos de festivales musicales. Algunos de ellos son muy conocidos, otros son más de culto y algunos otros a penas van despegando. En un mar de competencia, el Festival Ceremonia ha logrado hacerse de renombre –también internacionalmente–, aun cuando varios factores jugaron en su contra. La primera vez que se hizo un Festival Ceremonia fue el 14 de septiembre del 2013, en el Parque Ecológico Xochimilco. Duró 12 horas y llovió un montón. El cartel estaba integrado por 17 bandas, con Animal Collective, Nicolas Jaar y Toro y Moi. La revista Chilango lo reseñó como “El festival que logró superar todos los obstáculos”. Se mudaron a Toluca, al Foro Dinámico Pegaso, crecieron el cartel, y eventualmente los titulares eran calibres altos, como Snoop Dog en el 2015, Disclosure y Bob Moses en la cuarta edición, Bjork y M.I.A en el 2017 y Beck y St. Vincent para el ‘18.
“Nos gusta esta idea romántica de que veas los carteles de años anteriores y que te cuente una historia de qué estaba pasando: qué géneros estaban pasando, qué artistas estaban empezando”, cuenta Diego Jiménez, director de Ceremonia. “Te das una idea de qué estaba pasando cada año al ver el cartel”. El 2019 estará coronado con Aphex Twin yMassive Attack (cuyas visita a México es una enorme noticia). Además, el nombre de Rosalía y su tremendo talento, en la parte de arriba de ese cartel es aire fresco para la música actual. A Jiménez le emociona verla en ese escenario, después de que la vio el año pasado en Solar, un festival barcelonés. “Creo que yo nunca –o por lo menos no lo tengo en mi memoria– había visto una artista latino-mujer, crecer tan exponencialmente en un año”, expresó emocionado en entrevista con Gatopardo. Pero a parte de la selección musical del escenario principal, Ceremonia tiene un elemento que ha logrado ser uno de los festivales más importantes del país, aún estando a la mitad de la nada en el Estado de México: su identidad está basada en el concepto de la apertura a los diálogos dentro de la sociedad.
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En México se llevan a cabo cientos de festivales musicales. Algunos de ellos son muy conocidos, otros son más de culto y algunos otros a penas van despegando. En un mar de competencia, el Festival Ceremonia ha logrado hacerse de renombre –también internacionalmente–, aun cuando varios factores jugaron en su contra. La primera vez que se hizo un Festival Ceremonia fue el 14 de septiembre del 2013, en el Parque Ecológico Xochimilco. Duró 12 horas y llovió un montón. El cartel estaba integrado por 17 bandas, con Animal Collective, Nicolas Jaar y Toro y Moi. La revista Chilango lo reseñó como “El festival que logró superar todos los obstáculos”. Se mudaron a Toluca, al Foro Dinámico Pegaso, crecieron el cartel, y eventualmente los titulares eran calibres altos, como Snoop Dog en el 2015, Disclosure y Bob Moses en la cuarta edición, Bjork y M.I.A en el 2017 y Beck y St. Vincent para el ‘18.
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