En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros. En Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. La carta está basada en herbolaria y la curandería mexicana.
Hay cientos de leyendas urbanas en la Ciudad de México, muchas con algo de verdad y otras más llenas de ficciones. Una de las más conocidas es la historia de “la casa de las brujas”, el edificio Río de Janeiro, que está en la esquina de Durango y Orizaba, en la Roma. Guarda en sus paredes cientos de historias sobre mujeres terribles, gracias a la novela de Sergio Pitol, El desfile del amor, sobre una serie de asesinatos perpetrados en el edificio. La casa fue construida en 1908 por el arquitecto Regis A. Pigeon y remodelada en los cuarenta; por eso parece ser dos edificios en uno: por dentro luce un estilo art decó y por fuera es un castillo de ladrillo rojo. Hoy es un símbolo del barrio, con un bar y un restaurante instalados en esa esquina.
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. Walter Meyenberg ideó el concepto y sus socios son Mercedes Bernal y Rodney Cusic (creadores de Meroma), quienes además están a cargo de los bocadillos. El bar es pequeño y acogedor. El equipo está compuesto completamente por mujeres y bajo el liderazgo de Gabriela Lozada, jefa de operaciones. “La carta está basada en la herbolaria y la curandería mexicana. Me fui al mercado de Sonora y compré 100 gramos de esto y de lo otro, hierbas que ni siquiera conocía y todas tenían un propósito medicinal. Llegué y probé todo y ya logré discernir qué usar para sodas, jarabes y cordiales. Separé un poco el concepto con el que empezó, que la gente solita lo estaba direccionando hacia allá: brujas de Europa del Este, paganismos, el diablo… todas esas cosas. Y yo lo quise enfocar más en la curandería y en la relación que tiene la mujer con la naturaleza”, explica.
[read more]
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. El bar es pequeño y acogedor y el equipo está compuesto completamente por mujeres.
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros y en Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. En el menú podemos ver cedrón, caléndula, magnolia, verbena y otras hierbas que probablemente se utilizaban en nuestros hogares; martinis, uno con cedrón infusionado con aceite de oliva y solución salina, otro con papas en salmuera; un mojito, al que bautizaron “Inusual” por su mezcla con flores y tintura de menta; un highball de whisky con flores de magnolia; un mezcal con caléndula. La comida es simple, pero deliciosa. Hay pita con shawarma de setas, un pincho de almejas, papas fritas con togarashi y bocadillos pequeños para acompañar las bebidas.
Cada bebida tiene un poco del misticismo de las mujeres detrás de la barra. “Mi propósito también es que la gente conozca nuevos ingredientes, aparte de los que usamos siempre, como el romero, y que puedan ir al mercado y comprarlos y hacer sus propias infusiones”, sigue Lozada. “También, lo del equipo de puras mujeres fue un poco un experimento. ¿Qué pasaría si fuéramos un equipo sólo de mujeres? A mí me encanta. Es una época de mucha sororidad y nos estamos cambiando el chip.
Y está fluyendo de manera orgánica”, añade.
El equipo evidencia que los bares no necesitan una presencia masculina como líder. Las bartenders han trabajado en los mejores bares y restaurantes de la ciudad, y crean un espacio de trabajo muy especial dentro de una industria liderada por hombres. El bar es acogedor y se ha vuelto un lugar de barrio. Su terraza es el lugar perfecto para relajarse una tarde de domingo con una copa de vino natural o una de sus pociones llenas de magia y algo de comer.
Bar Las Brujas
Plaza Río de Janeiro 56,
Roma Norte, Ciudad de México.
Instagram: @brujasmex
[/read]
No items found.
No items found.
No items found.
No items found.
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros. En Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. La carta está basada en herbolaria y la curandería mexicana.
Hay cientos de leyendas urbanas en la Ciudad de México, muchas con algo de verdad y otras más llenas de ficciones. Una de las más conocidas es la historia de “la casa de las brujas”, el edificio Río de Janeiro, que está en la esquina de Durango y Orizaba, en la Roma. Guarda en sus paredes cientos de historias sobre mujeres terribles, gracias a la novela de Sergio Pitol, El desfile del amor, sobre una serie de asesinatos perpetrados en el edificio. La casa fue construida en 1908 por el arquitecto Regis A. Pigeon y remodelada en los cuarenta; por eso parece ser dos edificios en uno: por dentro luce un estilo art decó y por fuera es un castillo de ladrillo rojo. Hoy es un símbolo del barrio, con un bar y un restaurante instalados en esa esquina.
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. Walter Meyenberg ideó el concepto y sus socios son Mercedes Bernal y Rodney Cusic (creadores de Meroma), quienes además están a cargo de los bocadillos. El bar es pequeño y acogedor. El equipo está compuesto completamente por mujeres y bajo el liderazgo de Gabriela Lozada, jefa de operaciones. “La carta está basada en la herbolaria y la curandería mexicana. Me fui al mercado de Sonora y compré 100 gramos de esto y de lo otro, hierbas que ni siquiera conocía y todas tenían un propósito medicinal. Llegué y probé todo y ya logré discernir qué usar para sodas, jarabes y cordiales. Separé un poco el concepto con el que empezó, que la gente solita lo estaba direccionando hacia allá: brujas de Europa del Este, paganismos, el diablo… todas esas cosas. Y yo lo quise enfocar más en la curandería y en la relación que tiene la mujer con la naturaleza”, explica.
[read more]
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. El bar es pequeño y acogedor y el equipo está compuesto completamente por mujeres.
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros y en Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. En el menú podemos ver cedrón, caléndula, magnolia, verbena y otras hierbas que probablemente se utilizaban en nuestros hogares; martinis, uno con cedrón infusionado con aceite de oliva y solución salina, otro con papas en salmuera; un mojito, al que bautizaron “Inusual” por su mezcla con flores y tintura de menta; un highball de whisky con flores de magnolia; un mezcal con caléndula. La comida es simple, pero deliciosa. Hay pita con shawarma de setas, un pincho de almejas, papas fritas con togarashi y bocadillos pequeños para acompañar las bebidas.
Cada bebida tiene un poco del misticismo de las mujeres detrás de la barra. “Mi propósito también es que la gente conozca nuevos ingredientes, aparte de los que usamos siempre, como el romero, y que puedan ir al mercado y comprarlos y hacer sus propias infusiones”, sigue Lozada. “También, lo del equipo de puras mujeres fue un poco un experimento. ¿Qué pasaría si fuéramos un equipo sólo de mujeres? A mí me encanta. Es una época de mucha sororidad y nos estamos cambiando el chip.
Y está fluyendo de manera orgánica”, añade.
El equipo evidencia que los bares no necesitan una presencia masculina como líder. Las bartenders han trabajado en los mejores bares y restaurantes de la ciudad, y crean un espacio de trabajo muy especial dentro de una industria liderada por hombres. El bar es acogedor y se ha vuelto un lugar de barrio. Su terraza es el lugar perfecto para relajarse una tarde de domingo con una copa de vino natural o una de sus pociones llenas de magia y algo de comer.
Bar Las Brujas
Plaza Río de Janeiro 56,
Roma Norte, Ciudad de México.
Instagram: @brujasmex
[/read]
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros. En Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. La carta está basada en herbolaria y la curandería mexicana.
Hay cientos de leyendas urbanas en la Ciudad de México, muchas con algo de verdad y otras más llenas de ficciones. Una de las más conocidas es la historia de “la casa de las brujas”, el edificio Río de Janeiro, que está en la esquina de Durango y Orizaba, en la Roma. Guarda en sus paredes cientos de historias sobre mujeres terribles, gracias a la novela de Sergio Pitol, El desfile del amor, sobre una serie de asesinatos perpetrados en el edificio. La casa fue construida en 1908 por el arquitecto Regis A. Pigeon y remodelada en los cuarenta; por eso parece ser dos edificios en uno: por dentro luce un estilo art decó y por fuera es un castillo de ladrillo rojo. Hoy es un símbolo del barrio, con un bar y un restaurante instalados en esa esquina.
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. Walter Meyenberg ideó el concepto y sus socios son Mercedes Bernal y Rodney Cusic (creadores de Meroma), quienes además están a cargo de los bocadillos. El bar es pequeño y acogedor. El equipo está compuesto completamente por mujeres y bajo el liderazgo de Gabriela Lozada, jefa de operaciones. “La carta está basada en la herbolaria y la curandería mexicana. Me fui al mercado de Sonora y compré 100 gramos de esto y de lo otro, hierbas que ni siquiera conocía y todas tenían un propósito medicinal. Llegué y probé todo y ya logré discernir qué usar para sodas, jarabes y cordiales. Separé un poco el concepto con el que empezó, que la gente solita lo estaba direccionando hacia allá: brujas de Europa del Este, paganismos, el diablo… todas esas cosas. Y yo lo quise enfocar más en la curandería y en la relación que tiene la mujer con la naturaleza”, explica.
[read more]
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. El bar es pequeño y acogedor y el equipo está compuesto completamente por mujeres.
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros y en Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. En el menú podemos ver cedrón, caléndula, magnolia, verbena y otras hierbas que probablemente se utilizaban en nuestros hogares; martinis, uno con cedrón infusionado con aceite de oliva y solución salina, otro con papas en salmuera; un mojito, al que bautizaron “Inusual” por su mezcla con flores y tintura de menta; un highball de whisky con flores de magnolia; un mezcal con caléndula. La comida es simple, pero deliciosa. Hay pita con shawarma de setas, un pincho de almejas, papas fritas con togarashi y bocadillos pequeños para acompañar las bebidas.
Cada bebida tiene un poco del misticismo de las mujeres detrás de la barra. “Mi propósito también es que la gente conozca nuevos ingredientes, aparte de los que usamos siempre, como el romero, y que puedan ir al mercado y comprarlos y hacer sus propias infusiones”, sigue Lozada. “También, lo del equipo de puras mujeres fue un poco un experimento. ¿Qué pasaría si fuéramos un equipo sólo de mujeres? A mí me encanta. Es una época de mucha sororidad y nos estamos cambiando el chip.
Y está fluyendo de manera orgánica”, añade.
El equipo evidencia que los bares no necesitan una presencia masculina como líder. Las bartenders han trabajado en los mejores bares y restaurantes de la ciudad, y crean un espacio de trabajo muy especial dentro de una industria liderada por hombres. El bar es acogedor y se ha vuelto un lugar de barrio. Su terraza es el lugar perfecto para relajarse una tarde de domingo con una copa de vino natural o una de sus pociones llenas de magia y algo de comer.
Bar Las Brujas
Plaza Río de Janeiro 56,
Roma Norte, Ciudad de México.
Instagram: @brujasmex
[/read]
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros. En Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. La carta está basada en herbolaria y la curandería mexicana.
Hay cientos de leyendas urbanas en la Ciudad de México, muchas con algo de verdad y otras más llenas de ficciones. Una de las más conocidas es la historia de “la casa de las brujas”, el edificio Río de Janeiro, que está en la esquina de Durango y Orizaba, en la Roma. Guarda en sus paredes cientos de historias sobre mujeres terribles, gracias a la novela de Sergio Pitol, El desfile del amor, sobre una serie de asesinatos perpetrados en el edificio. La casa fue construida en 1908 por el arquitecto Regis A. Pigeon y remodelada en los cuarenta; por eso parece ser dos edificios en uno: por dentro luce un estilo art decó y por fuera es un castillo de ladrillo rojo. Hoy es un símbolo del barrio, con un bar y un restaurante instalados en esa esquina.
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. Walter Meyenberg ideó el concepto y sus socios son Mercedes Bernal y Rodney Cusic (creadores de Meroma), quienes además están a cargo de los bocadillos. El bar es pequeño y acogedor. El equipo está compuesto completamente por mujeres y bajo el liderazgo de Gabriela Lozada, jefa de operaciones. “La carta está basada en la herbolaria y la curandería mexicana. Me fui al mercado de Sonora y compré 100 gramos de esto y de lo otro, hierbas que ni siquiera conocía y todas tenían un propósito medicinal. Llegué y probé todo y ya logré discernir qué usar para sodas, jarabes y cordiales. Separé un poco el concepto con el que empezó, que la gente solita lo estaba direccionando hacia allá: brujas de Europa del Este, paganismos, el diablo… todas esas cosas. Y yo lo quise enfocar más en la curandería y en la relación que tiene la mujer con la naturaleza”, explica.
[read more]
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. El bar es pequeño y acogedor y el equipo está compuesto completamente por mujeres.
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros y en Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. En el menú podemos ver cedrón, caléndula, magnolia, verbena y otras hierbas que probablemente se utilizaban en nuestros hogares; martinis, uno con cedrón infusionado con aceite de oliva y solución salina, otro con papas en salmuera; un mojito, al que bautizaron “Inusual” por su mezcla con flores y tintura de menta; un highball de whisky con flores de magnolia; un mezcal con caléndula. La comida es simple, pero deliciosa. Hay pita con shawarma de setas, un pincho de almejas, papas fritas con togarashi y bocadillos pequeños para acompañar las bebidas.
Cada bebida tiene un poco del misticismo de las mujeres detrás de la barra. “Mi propósito también es que la gente conozca nuevos ingredientes, aparte de los que usamos siempre, como el romero, y que puedan ir al mercado y comprarlos y hacer sus propias infusiones”, sigue Lozada. “También, lo del equipo de puras mujeres fue un poco un experimento. ¿Qué pasaría si fuéramos un equipo sólo de mujeres? A mí me encanta. Es una época de mucha sororidad y nos estamos cambiando el chip.
Y está fluyendo de manera orgánica”, añade.
El equipo evidencia que los bares no necesitan una presencia masculina como líder. Las bartenders han trabajado en los mejores bares y restaurantes de la ciudad, y crean un espacio de trabajo muy especial dentro de una industria liderada por hombres. El bar es acogedor y se ha vuelto un lugar de barrio. Su terraza es el lugar perfecto para relajarse una tarde de domingo con una copa de vino natural o una de sus pociones llenas de magia y algo de comer.
Bar Las Brujas
Plaza Río de Janeiro 56,
Roma Norte, Ciudad de México.
Instagram: @brujasmex
[/read]
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros. En Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. La carta está basada en herbolaria y la curandería mexicana.
Hay cientos de leyendas urbanas en la Ciudad de México, muchas con algo de verdad y otras más llenas de ficciones. Una de las más conocidas es la historia de “la casa de las brujas”, el edificio Río de Janeiro, que está en la esquina de Durango y Orizaba, en la Roma. Guarda en sus paredes cientos de historias sobre mujeres terribles, gracias a la novela de Sergio Pitol, El desfile del amor, sobre una serie de asesinatos perpetrados en el edificio. La casa fue construida en 1908 por el arquitecto Regis A. Pigeon y remodelada en los cuarenta; por eso parece ser dos edificios en uno: por dentro luce un estilo art decó y por fuera es un castillo de ladrillo rojo. Hoy es un símbolo del barrio, con un bar y un restaurante instalados en esa esquina.
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. Walter Meyenberg ideó el concepto y sus socios son Mercedes Bernal y Rodney Cusic (creadores de Meroma), quienes además están a cargo de los bocadillos. El bar es pequeño y acogedor. El equipo está compuesto completamente por mujeres y bajo el liderazgo de Gabriela Lozada, jefa de operaciones. “La carta está basada en la herbolaria y la curandería mexicana. Me fui al mercado de Sonora y compré 100 gramos de esto y de lo otro, hierbas que ni siquiera conocía y todas tenían un propósito medicinal. Llegué y probé todo y ya logré discernir qué usar para sodas, jarabes y cordiales. Separé un poco el concepto con el que empezó, que la gente solita lo estaba direccionando hacia allá: brujas de Europa del Este, paganismos, el diablo… todas esas cosas. Y yo lo quise enfocar más en la curandería y en la relación que tiene la mujer con la naturaleza”, explica.
[read more]
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. El bar es pequeño y acogedor y el equipo está compuesto completamente por mujeres.
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros y en Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. En el menú podemos ver cedrón, caléndula, magnolia, verbena y otras hierbas que probablemente se utilizaban en nuestros hogares; martinis, uno con cedrón infusionado con aceite de oliva y solución salina, otro con papas en salmuera; un mojito, al que bautizaron “Inusual” por su mezcla con flores y tintura de menta; un highball de whisky con flores de magnolia; un mezcal con caléndula. La comida es simple, pero deliciosa. Hay pita con shawarma de setas, un pincho de almejas, papas fritas con togarashi y bocadillos pequeños para acompañar las bebidas.
Cada bebida tiene un poco del misticismo de las mujeres detrás de la barra. “Mi propósito también es que la gente conozca nuevos ingredientes, aparte de los que usamos siempre, como el romero, y que puedan ir al mercado y comprarlos y hacer sus propias infusiones”, sigue Lozada. “También, lo del equipo de puras mujeres fue un poco un experimento. ¿Qué pasaría si fuéramos un equipo sólo de mujeres? A mí me encanta. Es una época de mucha sororidad y nos estamos cambiando el chip.
Y está fluyendo de manera orgánica”, añade.
El equipo evidencia que los bares no necesitan una presencia masculina como líder. Las bartenders han trabajado en los mejores bares y restaurantes de la ciudad, y crean un espacio de trabajo muy especial dentro de una industria liderada por hombres. El bar es acogedor y se ha vuelto un lugar de barrio. Su terraza es el lugar perfecto para relajarse una tarde de domingo con una copa de vino natural o una de sus pociones llenas de magia y algo de comer.
Bar Las Brujas
Plaza Río de Janeiro 56,
Roma Norte, Ciudad de México.
Instagram: @brujasmex
[/read]
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros. En Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. La carta está basada en herbolaria y la curandería mexicana.
Hay cientos de leyendas urbanas en la Ciudad de México, muchas con algo de verdad y otras más llenas de ficciones. Una de las más conocidas es la historia de “la casa de las brujas”, el edificio Río de Janeiro, que está en la esquina de Durango y Orizaba, en la Roma. Guarda en sus paredes cientos de historias sobre mujeres terribles, gracias a la novela de Sergio Pitol, El desfile del amor, sobre una serie de asesinatos perpetrados en el edificio. La casa fue construida en 1908 por el arquitecto Regis A. Pigeon y remodelada en los cuarenta; por eso parece ser dos edificios en uno: por dentro luce un estilo art decó y por fuera es un castillo de ladrillo rojo. Hoy es un símbolo del barrio, con un bar y un restaurante instalados en esa esquina.
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. Walter Meyenberg ideó el concepto y sus socios son Mercedes Bernal y Rodney Cusic (creadores de Meroma), quienes además están a cargo de los bocadillos. El bar es pequeño y acogedor. El equipo está compuesto completamente por mujeres y bajo el liderazgo de Gabriela Lozada, jefa de operaciones. “La carta está basada en la herbolaria y la curandería mexicana. Me fui al mercado de Sonora y compré 100 gramos de esto y de lo otro, hierbas que ni siquiera conocía y todas tenían un propósito medicinal. Llegué y probé todo y ya logré discernir qué usar para sodas, jarabes y cordiales. Separé un poco el concepto con el que empezó, que la gente solita lo estaba direccionando hacia allá: brujas de Europa del Este, paganismos, el diablo… todas esas cosas. Y yo lo quise enfocar más en la curandería y en la relación que tiene la mujer con la naturaleza”, explica.
[read more]
Las Brujas es el bar de moda que abrió dos semanas antes del comienzo de la pandemia. El bar es pequeño y acogedor y el equipo está compuesto completamente por mujeres.
En nuestra cultura, las brujas son más curanderas, más madres, más abuelas. Los tés, los ungüentos, los remedios con hierbas e incluso las limpias han sido parte formativa de muchos de nosotros y en Las Brujas, estos remedios se vuelven bebidas. En el menú podemos ver cedrón, caléndula, magnolia, verbena y otras hierbas que probablemente se utilizaban en nuestros hogares; martinis, uno con cedrón infusionado con aceite de oliva y solución salina, otro con papas en salmuera; un mojito, al que bautizaron “Inusual” por su mezcla con flores y tintura de menta; un highball de whisky con flores de magnolia; un mezcal con caléndula. La comida es simple, pero deliciosa. Hay pita con shawarma de setas, un pincho de almejas, papas fritas con togarashi y bocadillos pequeños para acompañar las bebidas.
Cada bebida tiene un poco del misticismo de las mujeres detrás de la barra. “Mi propósito también es que la gente conozca nuevos ingredientes, aparte de los que usamos siempre, como el romero, y que puedan ir al mercado y comprarlos y hacer sus propias infusiones”, sigue Lozada. “También, lo del equipo de puras mujeres fue un poco un experimento. ¿Qué pasaría si fuéramos un equipo sólo de mujeres? A mí me encanta. Es una época de mucha sororidad y nos estamos cambiando el chip.
Y está fluyendo de manera orgánica”, añade.
El equipo evidencia que los bares no necesitan una presencia masculina como líder. Las bartenders han trabajado en los mejores bares y restaurantes de la ciudad, y crean un espacio de trabajo muy especial dentro de una industria liderada por hombres. El bar es acogedor y se ha vuelto un lugar de barrio. Su terraza es el lugar perfecto para relajarse una tarde de domingo con una copa de vino natural o una de sus pociones llenas de magia y algo de comer.
Bar Las Brujas
Plaza Río de Janeiro 56,
Roma Norte, Ciudad de México.
Instagram: @brujasmex
[/read]
No items found.