Todos los días Frida Guerrera pasa una parte de su día buscando, sobre todo en los periódicos de nota roja (que para ella son aliados, no enemigos) cuántos feminicidios y asesinatos violentos a mujeres sucedieron en las últimas horas. Los divide en dos columnas y es muy estricta: se clasifica como feminicidio cuando, tras desaparecer, la mujer sufre heridas infamantes antes o después de ser asesinada, es abusadas sexualmente y/o el asesino tiene una relación familiar con la víctima. Si no cumple con esas características, apunta el nombre, fecha de defunción y cómo fue asesinada en la otra columna.

Los números del 2018, hasta el 30 de abril, contaban 622 feminicidios y 225 asesinatos violentos de mujeres. Uno de los seguidores de su blog, donde va registrando cada uno de los feminicidios, le dijo que como sólo se detiene al 2% de los presuntos, hay más de 700 asesinos libres en el país.

Guerrera publicó recientemente el libro #NiUnaMás, el feminicidio en México: tema urgente en la Agenda Nacional. En este, la periodista muestra las cifras de su exhaustiva investigación, después, cuenta las historias de muchas de estas mujeres (mayores, jóvenes, niñas y bebés) que han sido asesinadas simplemente por serlo. También reúne las historias de las familias y seres queridos de las víctimas, con los que se reunió para buscar justicia. Además, hay testimonios de sobrevivientes a abusos y maltratos que buscaron ayuda de las autoridades y no les dieron ni la hora del día.

“Muestro las historias de violencia como son: crudas, insoportables, atroces, salvajes; para evitar que se conviertan o sigan siendo vistas como algo “normal”, narra Guerrera en el prólogo del libro.

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Su lucha es contra la indiferencia, contra la sociedad que no se preocupa por sus vecinas, por sus compañeras, como lo dice la autora, “ya no somos metiches”. Sabe que leer o escuchar sobre feminicidios se evita, que la gente no quiere enterarse de cosas como esas. “La gente no quiere ver porque se imagina en esa situación a una de sus hijas, a sus hermanas, a sus tías. Yo lo que quiero es, precisamente, que no tengan que esperar a que realmente sea una de sus hermanas para que entendamos que este es un fenómeno que tenemos que tomar en cuenta”, dijo en entrevista con Gatopardo.

El libro se divide en trece secciones, además del prólogo y el epílogo, y sin embargo no llega a las 300 páginas. No se lee fácil porque el contenido es duro y difícil de asimilar: la mente crea una resistencia a creer que México realmente vive bajo una realidad en la que se asesina casi por deporte, en la que ser mujer significa estar en riesgo todo el tiempo, en el que las mujeres tienen que cuidarse hasta de sus parejas porque podrían ser sus asesinos, como fue el caso de muchas de las mujeres que aparecen en el libro de Frida Guerrera.

Aguascalientes: 5

Baja California: 66

Baja California Sur: 10

Campeche: 2

Ciudad de México: 80

Chiapas: 44

Chihuahua: 89

Coahuila: 30

Colima: 21

Durango: 3

Estado de México: 238

Guanajuato: 80

Guerrero: 103

Hidalgo: 27

Jalisco: 58

Michoacán: 68

Morelos: 55

Nayarit: 6

Nuevo León: 55

Oaxaca: 91

Puebla: 81

Querétaro: 14

Quintana Roo: 33

San Luis Potosí: 15

Sinaloa: 53

Sonora: 35

Tabasco: 31

Tamaulipas: 16

Tlaxcala: 4

Veracruz: 97

Yucatán: 9

Zacatecas: 40

Ese es el recuento del 2016, que suma 1559 feminicidios en todo el país. De esos casos, tan sólo 293 de los agresores están detenidos y bajo proceso judicial; el resto están libres. A esas cifras, hay que sumarle las del 2017 y 2018. Por eso hay que leer este libro.