Hace más de 10 años que Raquel Ramos Escalante empezó a trabajar en diversas cafeterías y bares detrás de una barra utilizando los mejores ingredientes. Hoy es reconocida por ser semifinalista del Bacardí Legacy y por haber participado en Tales of the Cocktail. Actualmente es bartender en Limantour. 

¿Ha sido difícil desarrollarte en esta industria?

Ahora ya no. Y no creo que las mujeres seamos mártires por trabajar en un mundo de hombres, porque ellos empezaron primero; pero esto es un proceso, la inclusión ha sido un proceso largo, pero cada vez somos más chicas bartenders, chefs y embajadoras de marca.

¿Qué ha sido lo más complicado?

Nosotras decidimos que esto sea un estilo de vida, que a mí me gusta hacer y lo decidí, y ya existen incluso especializaciones. Ya no se trata de un trabajo que tenga que cumplir para mantenerme. Al principio fue difícil, empecé a los 16 y hace al menos 10 años todavía me topé con muchos “peros”; por ejemplo, “te contrato porque sonríes bonito”, o menospreciaban mi trabajo porque no podía cargar cosas pesadas. Pero hay que recordar que somos multitasking, podemos hacer varias cosas a la vez y nos complementamos con los compañeros.

¿Crees que existan tragos femeninos y masculinos? 

Desde que nacemos nos dicen que el rosa es para niñas y el azul para niños, y los tragos dulces para mujeres y los fuertes para hombres, pero ahora hay hombres que usan playeras rosas. En realidad he tenido hombres que han pedido tragos dulces porque es lo que les gusta y cada vez más chicas piden negronis, mezcal o tequila.

Tus bares favoritos.

Baltra y Hanky Panky. Baltra es muy pequeño, pero es una sorpresa en la Condesa. Trabajé en esa zona y todo era ruido, todo rápido y servir cubas libres, y Baltra está en ese centro; es súper ameno, tranquilo, y los cocteles son una propuesta muy buena. Hanky Panky es un speakeasy, los cocteles me gustan mucho y ahí ha trabajado gente que admiro.