El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido calificado por Donald Trump como “el peor pacto comercial jamás firmado por su país”, pues asegura que el acuerdo, vigente desde 1994, ha provocado una pérdida de empleo entre los estadounidenses. Su postura se ha convertido en una crisis diplomática trinacional que ha durado ya 11 meses.

Este miércoles 25 de julio la canciller canadiense Chrystia Freeland visitó México para reunirse primero con Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía, y con Luis Videgaray, Secretario de Relaciones Exteriores, por el gobierno en turno. Más tarde tuvo otra reunión con Andrés Manuel López Obrador, para empezar a labrar puentes con el gobierno entrante.

En resumen, México y Canadá sostuvieron una misma postura: que el tratado de libre comercio debe mantenerse como un pacto trilateral, en contundente una respuesta al intento de Donald Trump de bilateralizar la negociación del mayor acuerdo comercial del planeta.

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“Hemos logrado un progreso significativo y Canadá cree también que una modernización del TLCAN con un resultado ganar-ganar-ganar es absolutamente alcanzable y es algo que en lo que estamos trabajando mucho”, dijo Freeland, jefa del equipo negociador de su país.

Por su parte, Ildefonso Guajardo, líder de la misión mexicana dijo que “dos terceras partes de la modernización del acuerdo están ya construidas”, pero los especialistas coinciden en que la parte más complicada aún está por verse. Hoy jueves 26 julio, Guajardo y Videgaray se reunirán en Washington con los representantes del gobierno de Donald Trump, encuentro en el que participaran como observadores futuros funcionarios del gobierno de AMLO, encabezados por Jesús Seade, quien se convertirá en el jefe negociador mexicano en la gestión que arrancará el 1 de diciembre.

“Vemos con beneplácito los acercamientos entre el equipo de López Obrador y el gobierno de Trump”, dijo Videgaray. Reconoció, sin embargo, que la administración de Peña Nieto, que terminará este 30 de noviembre, le gustaría cerrar el acuerdo lo antes posible.»Nuestra relación es cercana, entrañable y extraordinariamente positiva, y en los últimos 18 meses [desde que Trump tomó posesión] el contexto nos ha acercado todavía más. Compartimos principios y objetivos comunes: hacemos equipo y actuamos como un equipo», concluyó.