Tras 19 años haciendo música, la banda estadounidense The National visitó México en enero de 2018 para presentar en vivo su nuevo álbum, Sleep Well Beast (AD4, 2017). Sus integrantes Bryce (guitarra) y Aaron Dessner (guitarra y teclado) platicaron con Gatopardo sobre lo que significa estar en una agrupación que lleva un Grammy, varias vueltas al mundo, incontables colaboraciones con otros artistas y cinco elecciones presidenciales.

Sobre Sleep Well Beast, el reseñista de música Jayson Greene escribió en Pitchfork: “le añade más caos a su drama, lleno de abandono y contemplación silenciosa mientras Matt Beringer canta, no sobre disfrutar la vida, sino de simplemente soportarla”.

Es curioso que se diga eso de un álbum creado por los hermanos Dessner, quienes durante una entrevista en los jardines del hotel Four Seasons de Paseo de la Reforma, hablaron prácticamente de todo lo contrario: de un deseo vehemente y constante de aventura, y al mismo tiempo una sensación de cambio de épocas, de apreciación por el tiempo libre y el ocio con la familia.

“Ahorita queremos pasar más tiempo con nuestra familia y entre nosotros, y crear música que sea parte de eso. Disfrutamos de inventarnos maneras para hacerlo, como simplemente sentarnos y tocar la guitarra juntos, sin agenda”, explica Aaron, mientras su hermano asiente a su lado.

Después de tantos años haciendo música, sus prioridades han cambiado. Aunque su enfoque principal sigue siendo The National, los gemelos Dessner han participado en otros proyectos. Bryce es reconocido por su composición y dirección de música clásica, y fue uno de los autores del soundtrack de la película de Alejandro González Iñárritu The Revenant. Aaron, además de componer casi toda la música para The National, ha sido productor de muchas otras bandas como Local Natives, Sharon Van Etten y Lisa Hannigan. También co fundó y cura los festivales Eaux Claires, HAVEN y Boston Calling Music Festival.

Ahora su enfoque está en la colaboración artística, en crear espacios donde el conocimiento pueda ser compartido, puedan aprender de otros y se haga una comunidad musical: “Tenemos que romper las barreras entre músicos y géneros, tirar abajo las jerarquías para que trabajemos en proyectos que sean abiertos y colaborativos, que haya un intercambio real de ideas”.

Se juntan mucho con otros artistas como Sufjan Stevens y Kim Deal, con quienes mantienen una relación cercana y de quienes aprenden constantemente. Los ponen en una situación de inmersión total y les muestran una manera diferente en la que sus mentes pueden funcionar. De ahí aprenden nuevas cosas, nuevas técnicas y formas de percibir la música, recargan energía que después llevan a The National:

“Es una suerte de fuente de ideas y aprendes y después retroalimentas a la banda, ya sea produciendo un álbum, dirigiendo una orquesta, u otra cosa; normalmente te hace un mejor músico, ves las técnicas de otros, sus habilidades tecnológicas y las novedades con procesos y softwares”, cuenta Aaron. “Bryce y yo sentimos que, creativamente, es importante tener otras experiencias, pues The National es una cosa pero no es realmente una fuente completa de creatividad; se necesita más que eso”.

Después de casi veinte años de estar en una banda es muy fácil perderse, según comentan los hermanos Dessner. Aaron recuerda una anécdota en la que platicando con Justin Vernon –mejor conocido como Bon Iver– dijeron que “puedes muy fácilmente arruinar algo cuando lo haces demasiado”. Es un lugar seguro, en el que saben lo que hacen y se complementan increíblemente bien, no por nada han sido nombrados la mejor banda estadounidense en repetidas ocasiones. Pero para ellos hay mucho más, y les es importante buscar cosas que los hagan crecer musical y personalmente; viven con un constante anhelo de aventura.

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