Llévate mis amores: Amor incondicional en la frontera sur
“Llévate mis amores” es un documental poderoso que muestra el invaluable trabajo de Las Patronas en el paso de los transmigrantes entre México y EUA.
La frontera norte de México ha sido siempre objeto noticioso a nivel mundial, ya sea por la cercanía con Estado Unidos o bien, por el nivel de inseguridad que vive esa zona desde hace algunos años. Sin embargo, su tema más recurrente es el flujo de migración hacia EUA; este fenómeno no es exclusivo del norte del país, pues a pesar de no recibir la misma atención mediática ni gubernamental, miles de centroamericanos arriesgan sus vidas diariamente al cruzar el territorio mexicano a bordo del tren conocido como La Bestia. Trepados en el techo del tren de carga, los migrantes pasan por un pequeño poblado al sur de Veracruz llamado Guadalupe La Patrona, lugar en donde desde hace 18 años, un grupo de mujeres ocupan sus días en preparar comida y repartirla a cada uno de ellos. A esta causa, el realizador mexicano, Arturo González Villaseñor decidió dedicar su primer trabajo documental: Llévate mis amores.
“Quizá son detalles pequeños pero me pareció increíble el hecho de que una mujer pusiera todo su esfuerzo en llevar una carretilla de 80 o 90 botellas de agua y arrastrarla por la terracería hasta llegar a las vías del tren”, comentó en entrevista con Gatopardo el director de la cinta. González Villaseñor llegó a la comunidad de Las Patronas –como actualmente se les conoce– por casualidad mientras realizaba su tesis universitaria en una radio comunitaria de Veracruz. “Las personas de la radio hacían colectas y nos llevaron a conocerlas, bastó el primer contacto para que nosotros quisiéramos integrarnos en su cotidianidad”, apuntó. Aunque las primeras impresiones fueron plasmadas en un cuento, la idea de realizar una película vino poco después y, junto con sus compañeros, tras cuatro años de dedicarse a recopilar testimonios y vivir el día a día en la comunidad, el equipo logró un documental poderoso.
Aunque hace algunos años la causa de Las Patronas comenzó a ser hablada en medios nacionales e internacionales, la atención fue esporádica. “Nos dimos cuenta que ellas estaban muy sentidas con los periodistas porque sólo iban y venían, les tomaban fotografías, hacían pequeñas cápsulas y ya después les prometían cosas pero se iban”, platicó el director de Llévate mis amores. Sin embargo este grupo de amigos logró mucho más a través de su documental al dar prioridad al bienestar de la comunidad. “Nosotros desde un principio nos dedicamos a hacer recolectas con familiares y amigos, les brindamos ayuda y nos preocupamos específicamente por ellas”, relató González Villaseñor. El entablar una relación tan cercana con la comunidad derivó en un diálogo de confianza absoluta que se plasmó en el documental.
No se sabe la cifra exacta de migrantes que cruzan aquel pequeño poblado, tampoco se conoce cuándo y cuántos trenes pasarán al día, sin embargo Las Patronas siempre se entregan a su misión. “Un día ya habían pasado tres trenes y de repente nos avisaron que venía uno más y ya no teníamos bolsas de comida, pero ellas pusieron a cocer como 300 huevos y empezaron a embolsar, de repente una de ellas dijo que el huevo sabía feo sin sal y pues cada una se esmeró en poner unos granos de sal en la bolsa”, recordó conmovido el director. “Todas esas cosas tan minuciosas son las que hacen de esta labor algo increíble porque demuestran que ellas no miden su capacidad de dar amor” recalcó.
“Yo durante todo ese tiempo me guardé mis emociones, me guardé todo lo que veía ahí, mujeres, niños, migrantes tratando de arrebatar el alimento que ellas brindan intentando ayudarlos a cumplir sus sueños”, comenta Arturo González Villaseñor. Llévate mis amores se estrenó en 2014 en el Festival Internacional de Cine de Los Cabos y a partir de entonces ha estado en muchos otros foros. “En las proyecciones a mí me gusta que ellas estén porque no me gusta que nosotros como realizadores seamos el centro de atención cuando en ocasiones el público está ahí para estar con ellas”, explica el director quien actualmente continúa brindando apoyo a la comunidad de Las Patronas vendiendo sus productos –salsas, pulseras, etcétera– durantes las proyecciones, en donde es muy común que una de las señoras lo acompañe creando una conexión real con el espectador.
A pesar de su misión ser una buena causa, Las Patronas corrieron peligro durante los primeros años. Ayudar al migrante no era permitido, sin embargo ellas no se detuvieron y poco a poco muchos más se fueron sumando a la causa. Actualmente no sólo son las mujeres de la comunidad las que preparan la comida y la reparten, hombres y niños también se han sumado a la tarea. Sin ningún indicio de música de fondo, los relatos de cada una de las mujeres van guiando la historia de Llévate mis amores. Sin caer en sentimentalismo o cursilerías, el director presenta una producción cruda y real que permite entender y conectar al espectador con el panorama actual de la migración en el sur del país.
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