Sin lugar a dudas, Pedro Gregorio Armendáriz Hastings, simplemente conocido como Pedro Armendáriz, es una de las figuras más importantes en la historia de nuestra cinematografía.

Nacido en 1912, hijo de un padre mexicano y una madre estadounidense, Armendáriz fue criado entre Texas, San Luis Obispo y el norte de México, en ese momento golpeado por uno de las luchas más importantes en el desarrollo histórico del país. A su salida de la Universidad, Armendáriz viajó a la Ciudad de México para iniciar una nueva vida, una donde su identidad como mexicano estuviera totalmente aterrizada.

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Gracias a su conocimiento del español e inglés, el joven Armendáriz consiguió trabajo como guía de turistas para el servicio de Ferrocarriles Nacionales Pullman, donde fue descubierto por el director de cine Miguel Zacarías, mientras recitaba un monólogo de Hamlet a uno de los turistas.

Desde entonces, su gracia y personalidad lo convirtieron rápidamente en una celebridad recurrente en algunos de los filmes más importantes del llamado cine de oro mexicano. En su honor recuperamos las mejores cinco películas:

Flor silvestre (1942)

Casi diez años después de su debut en el cine, con la película María Elena (1935), Armendáriz conoció al actor recién convertido en director Emilio “El indio” Fernández, quien lo invitó a participar en su tercera película: Flor silvestre, estrenada en 1942.

En el filme, el actor interpretaba a José Luis, un revolucionario hijo de un poderoso hacendado del Bajío en el México de los años veinte, que se casa en secreto con una bella y humilde mujer campesina de nombre Esperanza (Dolores del Río), acto que causa que su padre lo desherede y termine viviendo en casa de su esposa. Tras el fin de la revolución, José Luis ve peligrar su familia cuando su esposa y su pequeño hijo son secuestrados por dos falsos guerrilleros.

La cinta, además de marcar el inicio de una fructífera colaboración entre Fernández, Armendáriz, Del Río, el guionista Mauricio Magdaleno y el fotógrafo Gabriel Figueroa, definió el rumbo que tomaría el cine mexicano en los próximos años, entrando a un periodo de gracia.

Distinto amanecer (1943)

Un año después del éxito de Flor silvestre, Pedro Armendáriz regresaría a las marquesinas nacionales con Distinto amanecer, cuarto largometraje del realizador Julio Bracho.

La cinta, basada en la obra La vida conyugal de Max Aub y Xavier Villaurrutia, sigue la lucha por la verdad de Octavio (Armendáriz ganándose el rol principal), un obrero sindicalizado que busca exponer al asesino de su líder, ultimado por ordenes de un corrupto gobernador.

Reconocida como una de las grandes películas mexicanas del siglo XX, Distinto amanecer destaca por el detallado uso de la capital mexicana como escenario para su juego de poder e intriga. La cámara de Gabriel Figueroa, un nombre clave en la época, y la presencia de Andrea Palma acompañan a Armendáriz en una de sus actuaciones más memorables.

María Candelaria (1943)

En el mismo año de Distinto amanecer, Pedro Armendáriz grabó su nombre con letras doradas en los anales de la historia del cine nacional con su participación en el drama María Candelaria, dirigido por El Indio Fernández. Ahí, Armendáriz interpreta a Lorenzo Rafael, un joven indígena profundamente enamorado de María Candelaria, una joven oriunda de Xochimilco que es rechazada por su comunidad debido a que es hija de una prostituta.

La película, protagonizada por Dolores del Río, fue ampliamente alabada durante su presentación en el Festival Internacional de Cine de Cannes de 1946, donde compartió el premio más importante del certamen con diez filmes, entre los que destacan Roma, città aperta de Roberto Rossellini, Brief Encounter de David Lean y The Lost Weekend de Billy Wilder.

Enamorada (1946)

Ya con algunos trabajos en el cine estadounidense en su currículum, Armendáriz regresó a México en 1946 para estrenar la cinta Enamorada, donde compartió créditos por primera vez con María Félix.

En la cinta de Emilio Fernández, Armendáriz encarna al general José Juan Reyes, un mandatario zapatista encargado de tomar pacíficamente la ciudad poblana de Cholula. Ahí, el general conocerá a Beatriz Peñafiel (Félix), hija del hombre más rico de la ciudad. Aunque sus convicciones y necesidades los obligarían a tener fines separados, un profundo amor los unirá.

La película, presentada en el Festival de Cine de Venecia, recibió 8 premios Ariel en 1947, incluyendo Mejor Película. Recientemente, el cineasta estadounidense Martin Scorsese presentó una versión restaurada en 4K del filme en el Festival de Cine de Cannes.

Desde Rusia con amor (From Russia with Love, 1963)

La última película de Armendáriz, sería también una de las más importantes en el mundo en esa época. Desde Rusia con amor (From Russia with Love) fue la segunda película desprendida de la saga literaria de James Bond. En la cinta, el actor mexicano interpretaba a Kerim Bey, colaborador del Servicio Secreto de Su Majestad en Turquía.

Sin embargo, su última aparición en pantalla sería mermada por su estado. Años antes de su entrada al universo del 007, Armendáriz había participado en la película El conquistador (The Conqueror, 1956), filmada en el desierto de Utah, un territorio cercano al campo de pruebas nucleares del gobierno de los Estados Unidos, como resultado 91 integrantes del cast & crew de la película, incluyendo a John Wayne, Susan Hayward y Agnes Moorehead, habían desarrollado algún tipo de cáncer.

Armendáriz no fue la excepción, siendo diagnosticado con cáncer de riñón a principios de los sesenta. El actor, padre del también interprete Pedro Armendáriz Jr y la productora de televisión Carmen Armendáriz, falleció el 18 de junio de 1963 en su casa de Los Ángeles, marcando al segundo filme de la saga Bond como la última gran aparición de una de nuestras figuras más memorables del cine nacional.