En la actualidad, es difícil encontrar un cine que aún conserve un proyector de 35 mm; pero con esa ilusión, la de poder ver en la pantalla grande las películas de la manera en la que fueron concebidas, es que Avery (Pierre Louis) entra a trabajar a 35, un antiguo cine ubicado en Massachussets, donde conocerá a otros dos jóvenes: Sam (Martín Altomaro) y Rose (Damayanti Quintanar/ Ana González Bello), con quienes coincidirá en ese momento y espacio, formando un vínculo que creerá, es especial.
Con esta premisa, Cinema 35, la obra escrita por Annie Baker (que obtuvo el Pulitzer como mejor Obra Dramática en 2014) se presenta los miércoles y jueves de este mes en el Foro Lucerna como una verdadera invitación a re-conocer la belleza del teatro, y a recordar la magia del cine.El director de este proyecto: Joe Rendón, tenía justamente más experiencia en cine, y por ello, la obra resulta una bonita mezcla entre ambos formatos: hay actores en vivo, pero están en un ‘cine’; además de que la escenografía evoca al celuloide: marquesinas digitales que proyectan pósters de películas o fotos de actores, que Sam y Avery se divierten interconectando (al estilo de seis grados de separación).[caption id="attachment_210814" align="aligncenter" width="715"]
Elenco de "Cinema 35".[/caption]“El teatro siempre me ha fascinado. Hay algo muy poderoso al tener a un actor en vivo, a unos cuantos metros, entregando su talento frente a tus ojos que ningún otro medio puede replicar”, explica Joe en entrevista. “Desde chico me sentí muy atraído por los escenarios y la posibilidad de entrar a un espacio vacío y presenciar una historia. Hace algunos años tuve algunos acercamientos para dirigir teatro, pero no se concretaron; principalmente porque quería que mi ópera prima tocara temas con los que me identifico. Por eso cuando apareció The Flick supe que tenía que ser con ésta. Ese primer aplauso en el estreno es de las sensaciones más gratificantes de mi vida”, recuerda.Para el director de series como Dogma y Mita y Mita, el mayor reto de este montaje fue encontrarle el ritmo, pues la obra original duraba tres horas y media y para la versión en México, deseaban lograr una versión más corta.“Le quitamos el intermedio y muchas pausas marcadas porque quería que se moviera diferente. La comedia depende del ritmo y de la forma en que se dicen las cosas. Hay una métrica casi musical en el texto original y traté de serle muy fiel al traducir; ya después, al montar, ajustamos mucho con los actores para que los textos les vinieran naturalmente; con la fluidez con la que nos desenvolvemos normalmente en la vida cotidiana.“Una vez que encontramos eso, el siguiente reto fue alejarla lo más posible del pastelazo y lo burdo y mantenerla llena de sutilezas; de miradas, de silencios incómodos y de cambios de ritmo para mantenerla ágil, divertida y sumamente realista”.
* * *
¿Te gusta el teatro? También te recomendamos:
Alfonso Herrera protagoniza La sociedad de los poetas muertos.
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El objetivo se logra, el ritmo de Cinema 35 es muy dinámico; y en mayor medida, gracias la gran habilidad de Pierre Louis (ojo con su monólogo de Tarantino, es soberbio) y cuya interpretación se complementa bien con la simpatía de Altomaro y con la presencia de Ana González Bello, conocida en teatro por trabajos como Pulmones, Sucedió en Polanco y La Hora Radio Roma 1 y 2.“Joe es director de cine y ésta es su primera obra de teatro, así que fue súper interesante y divertido ser parte de un proceso donde se encontraron ambos lenguajes: el teatral y el cinematográfico. El equipo es súper divertido y entregado, lo cual hizo el proceso más fácil en poco tiempo”, cuenta González Bello.La actriz también conocida por Sucia y Muy Chingona Historia de Amor (a reestrenarse en junio en La Teatrería) y El Hilador (a estrenarse en junio en el Teatro Helénico) explica que Rose, su personaje, se esconde detrás de un proyector y no deja ver su verdadera personalidad, porque, como mucha gente, es su manera de escudarse y evitar el sufrimiento.“Evitando vivir te ahorras la posibilidad de fracasar; porque escondido te ahorras mucho dolor y dudas. Lo malo es que también te privas de aprender, de crecer, de alcanzar esos sueños, y de entender que el punto es disfrutar el camino hacia ellos”, explica Ana.[caption id="attachment_210815" align="aligncenter" width="715"]
Martín Altomaro en "Cinema 35".[/caption]Los personajes de la obra son tridimensionales; cada uno tiene sueños que ha dejado atrás, y un futuro que en ese momento se siente ambiguo...“La sensación de soledad y de duda es algo que a todos nos afecta de vez en cuando, sobre todo en una carrera tan incierta como la nuestra”, agrega la actriz.Es difícil no conmoverse al ver un trabajo tan lindo como Cinema 35; una obra que evoca el amor al cine, la nostalgia por lo que ya no será, ese memorable primer trabajo o nuestro primer amor…“La primera vez que la leí, me identifiqué con Avery porque yo soy un geek cinematográfico. Igual que él traigo una filmoteca en la cabeza y me se títulos y años y diálogos completos. Supongo que tiene que ver con que mis veranos los pasé en Canadá viendo películas como loco porque mi hermana vivía en un pueblito tan chiquito que no había mucho más que hacer”, recuerda Joe.“Poco a poco me fui identificando también con Sam, con la depresión y la forma en que uno se puede abandonar a sí mismo sin siquiera darse cuenta. Pero lo que me gusta de su evolución es que hacia el final de la obra se da cuenta que cambiar su situación está en sus manos y depende de él. Eso lo he vivido en carne propia y es algo muy poderoso: saber que puedes...”, añade el director.
Para Joe, lo más valioso de Cinema 35 es que refleja la humanidad de las personas, además de que nos recuerda que a veces somos nosotros quienes podemos construir o destruir nuestras relaciones, y a nosotros mismos.“La obra tiene mucha nostalgia. Y creo que tiene que ver con un tema de crecer y madurar. Les pasa a los personajes, ¡pero le pasa al mismo cine! Todos sufren una transformación importante, ya sea interna o externa. El Avery que inicia la obra y que casi renuncia; es otro al que escribe la carta para tratar de salvar el cine, y uno distinto al del final.“La maravilla de esta obra es que vemos el proceso de cambio y dejamos entrever que podría suceder después… pero esa segunda parte ya no importa; lo que vale, es haberlos visto transformarse frente a nuestros ojos…”CINEMA 35, de Annie Baker. Dir. Joe Rendón. Con Damayanti Quintanar/ Ana González Bello, Martín Altomaro y Pierre Louis. Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez. Miércoles y jueves 20:30 horas. Loc. $350. Adolescentes y adultos. Hasta el 31 de mayo.
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La magia del cine llega al Foro Lucerna con la original puesta en escena "Cinema35", dirigida por Joe Rendón.
En la actualidad, es difícil encontrar un cine que aún conserve un proyector de 35 mm; pero con esa ilusión, la de poder ver en la pantalla grande las películas de la manera en la que fueron concebidas, es que Avery (Pierre Louis) entra a trabajar a 35, un antiguo cine ubicado en Massachussets, donde conocerá a otros dos jóvenes: Sam (Martín Altomaro) y Rose (Damayanti Quintanar/ Ana González Bello), con quienes coincidirá en ese momento y espacio, formando un vínculo que creerá, es especial.
Con esta premisa, Cinema 35, la obra escrita por Annie Baker (que obtuvo el Pulitzer como mejor Obra Dramática en 2014) se presenta los miércoles y jueves de este mes en el Foro Lucerna como una verdadera invitación a re-conocer la belleza del teatro, y a recordar la magia del cine.El director de este proyecto: Joe Rendón, tenía justamente más experiencia en cine, y por ello, la obra resulta una bonita mezcla entre ambos formatos: hay actores en vivo, pero están en un ‘cine’; además de que la escenografía evoca al celuloide: marquesinas digitales que proyectan pósters de películas o fotos de actores, que Sam y Avery se divierten interconectando (al estilo de seis grados de separación).[caption id="attachment_210814" align="aligncenter" width="715"]
Elenco de "Cinema 35".[/caption]“El teatro siempre me ha fascinado. Hay algo muy poderoso al tener a un actor en vivo, a unos cuantos metros, entregando su talento frente a tus ojos que ningún otro medio puede replicar”, explica Joe en entrevista. “Desde chico me sentí muy atraído por los escenarios y la posibilidad de entrar a un espacio vacío y presenciar una historia. Hace algunos años tuve algunos acercamientos para dirigir teatro, pero no se concretaron; principalmente porque quería que mi ópera prima tocara temas con los que me identifico. Por eso cuando apareció The Flick supe que tenía que ser con ésta. Ese primer aplauso en el estreno es de las sensaciones más gratificantes de mi vida”, recuerda.Para el director de series como Dogma y Mita y Mita, el mayor reto de este montaje fue encontrarle el ritmo, pues la obra original duraba tres horas y media y para la versión en México, deseaban lograr una versión más corta.“Le quitamos el intermedio y muchas pausas marcadas porque quería que se moviera diferente. La comedia depende del ritmo y de la forma en que se dicen las cosas. Hay una métrica casi musical en el texto original y traté de serle muy fiel al traducir; ya después, al montar, ajustamos mucho con los actores para que los textos les vinieran naturalmente; con la fluidez con la que nos desenvolvemos normalmente en la vida cotidiana.“Una vez que encontramos eso, el siguiente reto fue alejarla lo más posible del pastelazo y lo burdo y mantenerla llena de sutilezas; de miradas, de silencios incómodos y de cambios de ritmo para mantenerla ágil, divertida y sumamente realista”.
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¿Te gusta el teatro? También te recomendamos:
Alfonso Herrera protagoniza La sociedad de los poetas muertos.
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El objetivo se logra, el ritmo de Cinema 35 es muy dinámico; y en mayor medida, gracias la gran habilidad de Pierre Louis (ojo con su monólogo de Tarantino, es soberbio) y cuya interpretación se complementa bien con la simpatía de Altomaro y con la presencia de Ana González Bello, conocida en teatro por trabajos como Pulmones, Sucedió en Polanco y La Hora Radio Roma 1 y 2.“Joe es director de cine y ésta es su primera obra de teatro, así que fue súper interesante y divertido ser parte de un proceso donde se encontraron ambos lenguajes: el teatral y el cinematográfico. El equipo es súper divertido y entregado, lo cual hizo el proceso más fácil en poco tiempo”, cuenta González Bello.La actriz también conocida por Sucia y Muy Chingona Historia de Amor (a reestrenarse en junio en La Teatrería) y El Hilador (a estrenarse en junio en el Teatro Helénico) explica que Rose, su personaje, se esconde detrás de un proyector y no deja ver su verdadera personalidad, porque, como mucha gente, es su manera de escudarse y evitar el sufrimiento.“Evitando vivir te ahorras la posibilidad de fracasar; porque escondido te ahorras mucho dolor y dudas. Lo malo es que también te privas de aprender, de crecer, de alcanzar esos sueños, y de entender que el punto es disfrutar el camino hacia ellos”, explica Ana.[caption id="attachment_210815" align="aligncenter" width="715"]
Martín Altomaro en "Cinema 35".[/caption]Los personajes de la obra son tridimensionales; cada uno tiene sueños que ha dejado atrás, y un futuro que en ese momento se siente ambiguo...“La sensación de soledad y de duda es algo que a todos nos afecta de vez en cuando, sobre todo en una carrera tan incierta como la nuestra”, agrega la actriz.Es difícil no conmoverse al ver un trabajo tan lindo como Cinema 35; una obra que evoca el amor al cine, la nostalgia por lo que ya no será, ese memorable primer trabajo o nuestro primer amor…“La primera vez que la leí, me identifiqué con Avery porque yo soy un geek cinematográfico. Igual que él traigo una filmoteca en la cabeza y me se títulos y años y diálogos completos. Supongo que tiene que ver con que mis veranos los pasé en Canadá viendo películas como loco porque mi hermana vivía en un pueblito tan chiquito que no había mucho más que hacer”, recuerda Joe.“Poco a poco me fui identificando también con Sam, con la depresión y la forma en que uno se puede abandonar a sí mismo sin siquiera darse cuenta. Pero lo que me gusta de su evolución es que hacia el final de la obra se da cuenta que cambiar su situación está en sus manos y depende de él. Eso lo he vivido en carne propia y es algo muy poderoso: saber que puedes...”, añade el director.
Para Joe, lo más valioso de Cinema 35 es que refleja la humanidad de las personas, además de que nos recuerda que a veces somos nosotros quienes podemos construir o destruir nuestras relaciones, y a nosotros mismos.“La obra tiene mucha nostalgia. Y creo que tiene que ver con un tema de crecer y madurar. Les pasa a los personajes, ¡pero le pasa al mismo cine! Todos sufren una transformación importante, ya sea interna o externa. El Avery que inicia la obra y que casi renuncia; es otro al que escribe la carta para tratar de salvar el cine, y uno distinto al del final.“La maravilla de esta obra es que vemos el proceso de cambio y dejamos entrever que podría suceder después… pero esa segunda parte ya no importa; lo que vale, es haberlos visto transformarse frente a nuestros ojos…”CINEMA 35, de Annie Baker. Dir. Joe Rendón. Con Damayanti Quintanar/ Ana González Bello, Martín Altomaro y Pierre Louis. Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez. Miércoles y jueves 20:30 horas. Loc. $350. Adolescentes y adultos. Hasta el 31 de mayo.
La magia del cine llega al Foro Lucerna con la original puesta en escena "Cinema35", dirigida por Joe Rendón.
En la actualidad, es difícil encontrar un cine que aún conserve un proyector de 35 mm; pero con esa ilusión, la de poder ver en la pantalla grande las películas de la manera en la que fueron concebidas, es que Avery (Pierre Louis) entra a trabajar a 35, un antiguo cine ubicado en Massachussets, donde conocerá a otros dos jóvenes: Sam (Martín Altomaro) y Rose (Damayanti Quintanar/ Ana González Bello), con quienes coincidirá en ese momento y espacio, formando un vínculo que creerá, es especial.
Con esta premisa, Cinema 35, la obra escrita por Annie Baker (que obtuvo el Pulitzer como mejor Obra Dramática en 2014) se presenta los miércoles y jueves de este mes en el Foro Lucerna como una verdadera invitación a re-conocer la belleza del teatro, y a recordar la magia del cine.El director de este proyecto: Joe Rendón, tenía justamente más experiencia en cine, y por ello, la obra resulta una bonita mezcla entre ambos formatos: hay actores en vivo, pero están en un ‘cine’; además de que la escenografía evoca al celuloide: marquesinas digitales que proyectan pósters de películas o fotos de actores, que Sam y Avery se divierten interconectando (al estilo de seis grados de separación).[caption id="attachment_210814" align="aligncenter" width="715"]
Elenco de "Cinema 35".[/caption]“El teatro siempre me ha fascinado. Hay algo muy poderoso al tener a un actor en vivo, a unos cuantos metros, entregando su talento frente a tus ojos que ningún otro medio puede replicar”, explica Joe en entrevista. “Desde chico me sentí muy atraído por los escenarios y la posibilidad de entrar a un espacio vacío y presenciar una historia. Hace algunos años tuve algunos acercamientos para dirigir teatro, pero no se concretaron; principalmente porque quería que mi ópera prima tocara temas con los que me identifico. Por eso cuando apareció The Flick supe que tenía que ser con ésta. Ese primer aplauso en el estreno es de las sensaciones más gratificantes de mi vida”, recuerda.Para el director de series como Dogma y Mita y Mita, el mayor reto de este montaje fue encontrarle el ritmo, pues la obra original duraba tres horas y media y para la versión en México, deseaban lograr una versión más corta.“Le quitamos el intermedio y muchas pausas marcadas porque quería que se moviera diferente. La comedia depende del ritmo y de la forma en que se dicen las cosas. Hay una métrica casi musical en el texto original y traté de serle muy fiel al traducir; ya después, al montar, ajustamos mucho con los actores para que los textos les vinieran naturalmente; con la fluidez con la que nos desenvolvemos normalmente en la vida cotidiana.“Una vez que encontramos eso, el siguiente reto fue alejarla lo más posible del pastelazo y lo burdo y mantenerla llena de sutilezas; de miradas, de silencios incómodos y de cambios de ritmo para mantenerla ágil, divertida y sumamente realista”.
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¿Te gusta el teatro? También te recomendamos:
Alfonso Herrera protagoniza La sociedad de los poetas muertos.
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El objetivo se logra, el ritmo de Cinema 35 es muy dinámico; y en mayor medida, gracias la gran habilidad de Pierre Louis (ojo con su monólogo de Tarantino, es soberbio) y cuya interpretación se complementa bien con la simpatía de Altomaro y con la presencia de Ana González Bello, conocida en teatro por trabajos como Pulmones, Sucedió en Polanco y La Hora Radio Roma 1 y 2.“Joe es director de cine y ésta es su primera obra de teatro, así que fue súper interesante y divertido ser parte de un proceso donde se encontraron ambos lenguajes: el teatral y el cinematográfico. El equipo es súper divertido y entregado, lo cual hizo el proceso más fácil en poco tiempo”, cuenta González Bello.La actriz también conocida por Sucia y Muy Chingona Historia de Amor (a reestrenarse en junio en La Teatrería) y El Hilador (a estrenarse en junio en el Teatro Helénico) explica que Rose, su personaje, se esconde detrás de un proyector y no deja ver su verdadera personalidad, porque, como mucha gente, es su manera de escudarse y evitar el sufrimiento.“Evitando vivir te ahorras la posibilidad de fracasar; porque escondido te ahorras mucho dolor y dudas. Lo malo es que también te privas de aprender, de crecer, de alcanzar esos sueños, y de entender que el punto es disfrutar el camino hacia ellos”, explica Ana.[caption id="attachment_210815" align="aligncenter" width="715"]
Martín Altomaro en "Cinema 35".[/caption]Los personajes de la obra son tridimensionales; cada uno tiene sueños que ha dejado atrás, y un futuro que en ese momento se siente ambiguo...“La sensación de soledad y de duda es algo que a todos nos afecta de vez en cuando, sobre todo en una carrera tan incierta como la nuestra”, agrega la actriz.Es difícil no conmoverse al ver un trabajo tan lindo como Cinema 35; una obra que evoca el amor al cine, la nostalgia por lo que ya no será, ese memorable primer trabajo o nuestro primer amor…“La primera vez que la leí, me identifiqué con Avery porque yo soy un geek cinematográfico. Igual que él traigo una filmoteca en la cabeza y me se títulos y años y diálogos completos. Supongo que tiene que ver con que mis veranos los pasé en Canadá viendo películas como loco porque mi hermana vivía en un pueblito tan chiquito que no había mucho más que hacer”, recuerda Joe.“Poco a poco me fui identificando también con Sam, con la depresión y la forma en que uno se puede abandonar a sí mismo sin siquiera darse cuenta. Pero lo que me gusta de su evolución es que hacia el final de la obra se da cuenta que cambiar su situación está en sus manos y depende de él. Eso lo he vivido en carne propia y es algo muy poderoso: saber que puedes...”, añade el director.
Para Joe, lo más valioso de Cinema 35 es que refleja la humanidad de las personas, además de que nos recuerda que a veces somos nosotros quienes podemos construir o destruir nuestras relaciones, y a nosotros mismos.“La obra tiene mucha nostalgia. Y creo que tiene que ver con un tema de crecer y madurar. Les pasa a los personajes, ¡pero le pasa al mismo cine! Todos sufren una transformación importante, ya sea interna o externa. El Avery que inicia la obra y que casi renuncia; es otro al que escribe la carta para tratar de salvar el cine, y uno distinto al del final.“La maravilla de esta obra es que vemos el proceso de cambio y dejamos entrever que podría suceder después… pero esa segunda parte ya no importa; lo que vale, es haberlos visto transformarse frente a nuestros ojos…”CINEMA 35, de Annie Baker. Dir. Joe Rendón. Con Damayanti Quintanar/ Ana González Bello, Martín Altomaro y Pierre Louis. Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez. Miércoles y jueves 20:30 horas. Loc. $350. Adolescentes y adultos. Hasta el 31 de mayo.
La magia del cine llega al Foro Lucerna con la original puesta en escena "Cinema35", dirigida por Joe Rendón.
En la actualidad, es difícil encontrar un cine que aún conserve un proyector de 35 mm; pero con esa ilusión, la de poder ver en la pantalla grande las películas de la manera en la que fueron concebidas, es que Avery (Pierre Louis) entra a trabajar a 35, un antiguo cine ubicado en Massachussets, donde conocerá a otros dos jóvenes: Sam (Martín Altomaro) y Rose (Damayanti Quintanar/ Ana González Bello), con quienes coincidirá en ese momento y espacio, formando un vínculo que creerá, es especial.
Con esta premisa, Cinema 35, la obra escrita por Annie Baker (que obtuvo el Pulitzer como mejor Obra Dramática en 2014) se presenta los miércoles y jueves de este mes en el Foro Lucerna como una verdadera invitación a re-conocer la belleza del teatro, y a recordar la magia del cine.El director de este proyecto: Joe Rendón, tenía justamente más experiencia en cine, y por ello, la obra resulta una bonita mezcla entre ambos formatos: hay actores en vivo, pero están en un ‘cine’; además de que la escenografía evoca al celuloide: marquesinas digitales que proyectan pósters de películas o fotos de actores, que Sam y Avery se divierten interconectando (al estilo de seis grados de separación).[caption id="attachment_210814" align="aligncenter" width="715"]
Elenco de "Cinema 35".[/caption]“El teatro siempre me ha fascinado. Hay algo muy poderoso al tener a un actor en vivo, a unos cuantos metros, entregando su talento frente a tus ojos que ningún otro medio puede replicar”, explica Joe en entrevista. “Desde chico me sentí muy atraído por los escenarios y la posibilidad de entrar a un espacio vacío y presenciar una historia. Hace algunos años tuve algunos acercamientos para dirigir teatro, pero no se concretaron; principalmente porque quería que mi ópera prima tocara temas con los que me identifico. Por eso cuando apareció The Flick supe que tenía que ser con ésta. Ese primer aplauso en el estreno es de las sensaciones más gratificantes de mi vida”, recuerda.Para el director de series como Dogma y Mita y Mita, el mayor reto de este montaje fue encontrarle el ritmo, pues la obra original duraba tres horas y media y para la versión en México, deseaban lograr una versión más corta.“Le quitamos el intermedio y muchas pausas marcadas porque quería que se moviera diferente. La comedia depende del ritmo y de la forma en que se dicen las cosas. Hay una métrica casi musical en el texto original y traté de serle muy fiel al traducir; ya después, al montar, ajustamos mucho con los actores para que los textos les vinieran naturalmente; con la fluidez con la que nos desenvolvemos normalmente en la vida cotidiana.“Una vez que encontramos eso, el siguiente reto fue alejarla lo más posible del pastelazo y lo burdo y mantenerla llena de sutilezas; de miradas, de silencios incómodos y de cambios de ritmo para mantenerla ágil, divertida y sumamente realista”.
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¿Te gusta el teatro? También te recomendamos:
Alfonso Herrera protagoniza La sociedad de los poetas muertos.
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El objetivo se logra, el ritmo de Cinema 35 es muy dinámico; y en mayor medida, gracias la gran habilidad de Pierre Louis (ojo con su monólogo de Tarantino, es soberbio) y cuya interpretación se complementa bien con la simpatía de Altomaro y con la presencia de Ana González Bello, conocida en teatro por trabajos como Pulmones, Sucedió en Polanco y La Hora Radio Roma 1 y 2.“Joe es director de cine y ésta es su primera obra de teatro, así que fue súper interesante y divertido ser parte de un proceso donde se encontraron ambos lenguajes: el teatral y el cinematográfico. El equipo es súper divertido y entregado, lo cual hizo el proceso más fácil en poco tiempo”, cuenta González Bello.La actriz también conocida por Sucia y Muy Chingona Historia de Amor (a reestrenarse en junio en La Teatrería) y El Hilador (a estrenarse en junio en el Teatro Helénico) explica que Rose, su personaje, se esconde detrás de un proyector y no deja ver su verdadera personalidad, porque, como mucha gente, es su manera de escudarse y evitar el sufrimiento.“Evitando vivir te ahorras la posibilidad de fracasar; porque escondido te ahorras mucho dolor y dudas. Lo malo es que también te privas de aprender, de crecer, de alcanzar esos sueños, y de entender que el punto es disfrutar el camino hacia ellos”, explica Ana.[caption id="attachment_210815" align="aligncenter" width="715"]
Martín Altomaro en "Cinema 35".[/caption]Los personajes de la obra son tridimensionales; cada uno tiene sueños que ha dejado atrás, y un futuro que en ese momento se siente ambiguo...“La sensación de soledad y de duda es algo que a todos nos afecta de vez en cuando, sobre todo en una carrera tan incierta como la nuestra”, agrega la actriz.Es difícil no conmoverse al ver un trabajo tan lindo como Cinema 35; una obra que evoca el amor al cine, la nostalgia por lo que ya no será, ese memorable primer trabajo o nuestro primer amor…“La primera vez que la leí, me identifiqué con Avery porque yo soy un geek cinematográfico. Igual que él traigo una filmoteca en la cabeza y me se títulos y años y diálogos completos. Supongo que tiene que ver con que mis veranos los pasé en Canadá viendo películas como loco porque mi hermana vivía en un pueblito tan chiquito que no había mucho más que hacer”, recuerda Joe.“Poco a poco me fui identificando también con Sam, con la depresión y la forma en que uno se puede abandonar a sí mismo sin siquiera darse cuenta. Pero lo que me gusta de su evolución es que hacia el final de la obra se da cuenta que cambiar su situación está en sus manos y depende de él. Eso lo he vivido en carne propia y es algo muy poderoso: saber que puedes...”, añade el director.
Para Joe, lo más valioso de Cinema 35 es que refleja la humanidad de las personas, además de que nos recuerda que a veces somos nosotros quienes podemos construir o destruir nuestras relaciones, y a nosotros mismos.“La obra tiene mucha nostalgia. Y creo que tiene que ver con un tema de crecer y madurar. Les pasa a los personajes, ¡pero le pasa al mismo cine! Todos sufren una transformación importante, ya sea interna o externa. El Avery que inicia la obra y que casi renuncia; es otro al que escribe la carta para tratar de salvar el cine, y uno distinto al del final.“La maravilla de esta obra es que vemos el proceso de cambio y dejamos entrever que podría suceder después… pero esa segunda parte ya no importa; lo que vale, es haberlos visto transformarse frente a nuestros ojos…”CINEMA 35, de Annie Baker. Dir. Joe Rendón. Con Damayanti Quintanar/ Ana González Bello, Martín Altomaro y Pierre Louis. Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez. Miércoles y jueves 20:30 horas. Loc. $350. Adolescentes y adultos. Hasta el 31 de mayo.
La magia del cine llega al Foro Lucerna con la original puesta en escena "Cinema35", dirigida por Joe Rendón.
En la actualidad, es difícil encontrar un cine que aún conserve un proyector de 35 mm; pero con esa ilusión, la de poder ver en la pantalla grande las películas de la manera en la que fueron concebidas, es que Avery (Pierre Louis) entra a trabajar a 35, un antiguo cine ubicado en Massachussets, donde conocerá a otros dos jóvenes: Sam (Martín Altomaro) y Rose (Damayanti Quintanar/ Ana González Bello), con quienes coincidirá en ese momento y espacio, formando un vínculo que creerá, es especial.
Con esta premisa, Cinema 35, la obra escrita por Annie Baker (que obtuvo el Pulitzer como mejor Obra Dramática en 2014) se presenta los miércoles y jueves de este mes en el Foro Lucerna como una verdadera invitación a re-conocer la belleza del teatro, y a recordar la magia del cine.El director de este proyecto: Joe Rendón, tenía justamente más experiencia en cine, y por ello, la obra resulta una bonita mezcla entre ambos formatos: hay actores en vivo, pero están en un ‘cine’; además de que la escenografía evoca al celuloide: marquesinas digitales que proyectan pósters de películas o fotos de actores, que Sam y Avery se divierten interconectando (al estilo de seis grados de separación).[caption id="attachment_210814" align="aligncenter" width="715"]
Elenco de "Cinema 35".[/caption]“El teatro siempre me ha fascinado. Hay algo muy poderoso al tener a un actor en vivo, a unos cuantos metros, entregando su talento frente a tus ojos que ningún otro medio puede replicar”, explica Joe en entrevista. “Desde chico me sentí muy atraído por los escenarios y la posibilidad de entrar a un espacio vacío y presenciar una historia. Hace algunos años tuve algunos acercamientos para dirigir teatro, pero no se concretaron; principalmente porque quería que mi ópera prima tocara temas con los que me identifico. Por eso cuando apareció The Flick supe que tenía que ser con ésta. Ese primer aplauso en el estreno es de las sensaciones más gratificantes de mi vida”, recuerda.Para el director de series como Dogma y Mita y Mita, el mayor reto de este montaje fue encontrarle el ritmo, pues la obra original duraba tres horas y media y para la versión en México, deseaban lograr una versión más corta.“Le quitamos el intermedio y muchas pausas marcadas porque quería que se moviera diferente. La comedia depende del ritmo y de la forma en que se dicen las cosas. Hay una métrica casi musical en el texto original y traté de serle muy fiel al traducir; ya después, al montar, ajustamos mucho con los actores para que los textos les vinieran naturalmente; con la fluidez con la que nos desenvolvemos normalmente en la vida cotidiana.“Una vez que encontramos eso, el siguiente reto fue alejarla lo más posible del pastelazo y lo burdo y mantenerla llena de sutilezas; de miradas, de silencios incómodos y de cambios de ritmo para mantenerla ágil, divertida y sumamente realista”.
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El objetivo se logra, el ritmo de Cinema 35 es muy dinámico; y en mayor medida, gracias la gran habilidad de Pierre Louis (ojo con su monólogo de Tarantino, es soberbio) y cuya interpretación se complementa bien con la simpatía de Altomaro y con la presencia de Ana González Bello, conocida en teatro por trabajos como Pulmones, Sucedió en Polanco y La Hora Radio Roma 1 y 2.“Joe es director de cine y ésta es su primera obra de teatro, así que fue súper interesante y divertido ser parte de un proceso donde se encontraron ambos lenguajes: el teatral y el cinematográfico. El equipo es súper divertido y entregado, lo cual hizo el proceso más fácil en poco tiempo”, cuenta González Bello.La actriz también conocida por Sucia y Muy Chingona Historia de Amor (a reestrenarse en junio en La Teatrería) y El Hilador (a estrenarse en junio en el Teatro Helénico) explica que Rose, su personaje, se esconde detrás de un proyector y no deja ver su verdadera personalidad, porque, como mucha gente, es su manera de escudarse y evitar el sufrimiento.“Evitando vivir te ahorras la posibilidad de fracasar; porque escondido te ahorras mucho dolor y dudas. Lo malo es que también te privas de aprender, de crecer, de alcanzar esos sueños, y de entender que el punto es disfrutar el camino hacia ellos”, explica Ana.[caption id="attachment_210815" align="aligncenter" width="715"]
Martín Altomaro en "Cinema 35".[/caption]Los personajes de la obra son tridimensionales; cada uno tiene sueños que ha dejado atrás, y un futuro que en ese momento se siente ambiguo...“La sensación de soledad y de duda es algo que a todos nos afecta de vez en cuando, sobre todo en una carrera tan incierta como la nuestra”, agrega la actriz.Es difícil no conmoverse al ver un trabajo tan lindo como Cinema 35; una obra que evoca el amor al cine, la nostalgia por lo que ya no será, ese memorable primer trabajo o nuestro primer amor…“La primera vez que la leí, me identifiqué con Avery porque yo soy un geek cinematográfico. Igual que él traigo una filmoteca en la cabeza y me se títulos y años y diálogos completos. Supongo que tiene que ver con que mis veranos los pasé en Canadá viendo películas como loco porque mi hermana vivía en un pueblito tan chiquito que no había mucho más que hacer”, recuerda Joe.“Poco a poco me fui identificando también con Sam, con la depresión y la forma en que uno se puede abandonar a sí mismo sin siquiera darse cuenta. Pero lo que me gusta de su evolución es que hacia el final de la obra se da cuenta que cambiar su situación está en sus manos y depende de él. Eso lo he vivido en carne propia y es algo muy poderoso: saber que puedes...”, añade el director.
Para Joe, lo más valioso de Cinema 35 es que refleja la humanidad de las personas, además de que nos recuerda que a veces somos nosotros quienes podemos construir o destruir nuestras relaciones, y a nosotros mismos.“La obra tiene mucha nostalgia. Y creo que tiene que ver con un tema de crecer y madurar. Les pasa a los personajes, ¡pero le pasa al mismo cine! Todos sufren una transformación importante, ya sea interna o externa. El Avery que inicia la obra y que casi renuncia; es otro al que escribe la carta para tratar de salvar el cine, y uno distinto al del final.“La maravilla de esta obra es que vemos el proceso de cambio y dejamos entrever que podría suceder después… pero esa segunda parte ya no importa; lo que vale, es haberlos visto transformarse frente a nuestros ojos…”CINEMA 35, de Annie Baker. Dir. Joe Rendón. Con Damayanti Quintanar/ Ana González Bello, Martín Altomaro y Pierre Louis. Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez. Miércoles y jueves 20:30 horas. Loc. $350. Adolescentes y adultos. Hasta el 31 de mayo.
En la actualidad, es difícil encontrar un cine que aún conserve un proyector de 35 mm; pero con esa ilusión, la de poder ver en la pantalla grande las películas de la manera en la que fueron concebidas, es que Avery (Pierre Louis) entra a trabajar a 35, un antiguo cine ubicado en Massachussets, donde conocerá a otros dos jóvenes: Sam (Martín Altomaro) y Rose (Damayanti Quintanar/ Ana González Bello), con quienes coincidirá en ese momento y espacio, formando un vínculo que creerá, es especial.
Con esta premisa, Cinema 35, la obra escrita por Annie Baker (que obtuvo el Pulitzer como mejor Obra Dramática en 2014) se presenta los miércoles y jueves de este mes en el Foro Lucerna como una verdadera invitación a re-conocer la belleza del teatro, y a recordar la magia del cine.El director de este proyecto: Joe Rendón, tenía justamente más experiencia en cine, y por ello, la obra resulta una bonita mezcla entre ambos formatos: hay actores en vivo, pero están en un ‘cine’; además de que la escenografía evoca al celuloide: marquesinas digitales que proyectan pósters de películas o fotos de actores, que Sam y Avery se divierten interconectando (al estilo de seis grados de separación).[caption id="attachment_210814" align="aligncenter" width="715"]
Elenco de "Cinema 35".[/caption]“El teatro siempre me ha fascinado. Hay algo muy poderoso al tener a un actor en vivo, a unos cuantos metros, entregando su talento frente a tus ojos que ningún otro medio puede replicar”, explica Joe en entrevista. “Desde chico me sentí muy atraído por los escenarios y la posibilidad de entrar a un espacio vacío y presenciar una historia. Hace algunos años tuve algunos acercamientos para dirigir teatro, pero no se concretaron; principalmente porque quería que mi ópera prima tocara temas con los que me identifico. Por eso cuando apareció The Flick supe que tenía que ser con ésta. Ese primer aplauso en el estreno es de las sensaciones más gratificantes de mi vida”, recuerda.Para el director de series como Dogma y Mita y Mita, el mayor reto de este montaje fue encontrarle el ritmo, pues la obra original duraba tres horas y media y para la versión en México, deseaban lograr una versión más corta.“Le quitamos el intermedio y muchas pausas marcadas porque quería que se moviera diferente. La comedia depende del ritmo y de la forma en que se dicen las cosas. Hay una métrica casi musical en el texto original y traté de serle muy fiel al traducir; ya después, al montar, ajustamos mucho con los actores para que los textos les vinieran naturalmente; con la fluidez con la que nos desenvolvemos normalmente en la vida cotidiana.“Una vez que encontramos eso, el siguiente reto fue alejarla lo más posible del pastelazo y lo burdo y mantenerla llena de sutilezas; de miradas, de silencios incómodos y de cambios de ritmo para mantenerla ágil, divertida y sumamente realista”.
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El objetivo se logra, el ritmo de Cinema 35 es muy dinámico; y en mayor medida, gracias la gran habilidad de Pierre Louis (ojo con su monólogo de Tarantino, es soberbio) y cuya interpretación se complementa bien con la simpatía de Altomaro y con la presencia de Ana González Bello, conocida en teatro por trabajos como Pulmones, Sucedió en Polanco y La Hora Radio Roma 1 y 2.“Joe es director de cine y ésta es su primera obra de teatro, así que fue súper interesante y divertido ser parte de un proceso donde se encontraron ambos lenguajes: el teatral y el cinematográfico. El equipo es súper divertido y entregado, lo cual hizo el proceso más fácil en poco tiempo”, cuenta González Bello.La actriz también conocida por Sucia y Muy Chingona Historia de Amor (a reestrenarse en junio en La Teatrería) y El Hilador (a estrenarse en junio en el Teatro Helénico) explica que Rose, su personaje, se esconde detrás de un proyector y no deja ver su verdadera personalidad, porque, como mucha gente, es su manera de escudarse y evitar el sufrimiento.“Evitando vivir te ahorras la posibilidad de fracasar; porque escondido te ahorras mucho dolor y dudas. Lo malo es que también te privas de aprender, de crecer, de alcanzar esos sueños, y de entender que el punto es disfrutar el camino hacia ellos”, explica Ana.[caption id="attachment_210815" align="aligncenter" width="715"]
Martín Altomaro en "Cinema 35".[/caption]Los personajes de la obra son tridimensionales; cada uno tiene sueños que ha dejado atrás, y un futuro que en ese momento se siente ambiguo...“La sensación de soledad y de duda es algo que a todos nos afecta de vez en cuando, sobre todo en una carrera tan incierta como la nuestra”, agrega la actriz.Es difícil no conmoverse al ver un trabajo tan lindo como Cinema 35; una obra que evoca el amor al cine, la nostalgia por lo que ya no será, ese memorable primer trabajo o nuestro primer amor…“La primera vez que la leí, me identifiqué con Avery porque yo soy un geek cinematográfico. Igual que él traigo una filmoteca en la cabeza y me se títulos y años y diálogos completos. Supongo que tiene que ver con que mis veranos los pasé en Canadá viendo películas como loco porque mi hermana vivía en un pueblito tan chiquito que no había mucho más que hacer”, recuerda Joe.“Poco a poco me fui identificando también con Sam, con la depresión y la forma en que uno se puede abandonar a sí mismo sin siquiera darse cuenta. Pero lo que me gusta de su evolución es que hacia el final de la obra se da cuenta que cambiar su situación está en sus manos y depende de él. Eso lo he vivido en carne propia y es algo muy poderoso: saber que puedes...”, añade el director.
Para Joe, lo más valioso de Cinema 35 es que refleja la humanidad de las personas, además de que nos recuerda que a veces somos nosotros quienes podemos construir o destruir nuestras relaciones, y a nosotros mismos.“La obra tiene mucha nostalgia. Y creo que tiene que ver con un tema de crecer y madurar. Les pasa a los personajes, ¡pero le pasa al mismo cine! Todos sufren una transformación importante, ya sea interna o externa. El Avery que inicia la obra y que casi renuncia; es otro al que escribe la carta para tratar de salvar el cine, y uno distinto al del final.“La maravilla de esta obra es que vemos el proceso de cambio y dejamos entrever que podría suceder después… pero esa segunda parte ya no importa; lo que vale, es haberlos visto transformarse frente a nuestros ojos…”CINEMA 35, de Annie Baker. Dir. Joe Rendón. Con Damayanti Quintanar/ Ana González Bello, Martín Altomaro y Pierre Louis. Foro Lucerna, Lucerna 64, Juárez. Miércoles y jueves 20:30 horas. Loc. $350. Adolescentes y adultos. Hasta el 31 de mayo.
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