Así como el amor llega cuando menos lo esperan, también la desgracia puede hacer polvo hasta el enamoramiento juvenil más puro. En Te prometo anarquía, de Julio Hernández Cordón, una pareja de adolescentes –Miguel y Johnny– se involucra en una operación del crimen organizado que pone en riesgo sus vidas y la de quienes los rodean. Con la Ciudad de México como uno de sus personajes principales, esta cinta muestra sin inhibiciones la volatilidad del amor y que no hace falta una malicia intencional para meterse en problemas.Enmarcada en los ambientes urbanos de la capital mexicana, Te prometo anarquía pone la mirada sobre un curioso encuentro de clases sociales. Miguel (Diego Calva) es un adolescente de clase media alta enamorado de su amigo de la infancia y pareja sentimental Johnny (Eduardo Martínez “Pelukaz”), un patineto, hijo de la señora que se encarga del aseo de su casa. Johnny, que corresponde sus sentimientos, no deja que lo encadenen a una relación estable y sale también con una chica de dinero para quien ser novia de un skater es un pasatiempo novedoso.
Motivados por sus necesidades económicas, Miguel y Johnny venden su sangre a un grupo de narcotraficantes que la usan para servicios médicos clandestinos. Sin embargo, una mala jugada de negocios rompe la burbuja en la que creían estar seguros y los obliga a decidir entre su relación, su lucha por la supervivencia y la vida de otros involucrados. “Creo que la película tiene una ventaja y es que es una historia de amor”, dice Julio Hernández Cordón (Gasolina, Polvo) en entrevista para Gatopardo. “Mucha gente no sabía de qué iba. Pensaban que era una película de skaters y al verla se dan cuenta que es más una película sobre México, sobre el México contemporáneo y, ante todo, es una historia de amor”.Aunque el conflicto principal de estos enamorados se relaciona con temas prevalentes de la actualidad local –crimen organizado, corrupción, pobreza–, su acercamiento dista de lo habitual en el cine contemporáneo. El centro de Te prometo anarquía son las reacciones emocionales de sus protagonistas y cómo se traducen en la relación intensa pero inestable de Johnny y Miguel. “Necesitaba personajes que tuvieran la sensación de que vivían el presente”, comenta Hernández Cordón. “Creo que mucha gente vive nada más el presente o mucha se involucra con el crimen organizado de forma muy naïve y no se dan cuenta que se están metiendo a la cueva del lobo y ya no hay salida”.Tanto en sus aristas románticas como en su tratamiento noir, Te prometo anarquía no deja de lado el comentario social ni la invitación al diálogo. “Creo que es una película que no se olvida y eso fue algo que nos planteamos desde el inicio: hacer algo que no se olvide cuando se enciende la luz de la sala”, asegura el director, quien prefiere colocar su discurso político como subtexto en lugar de abanderar causas de manera explícita, como se ve en su película Gasolina. “Siento que las películas que manejan cierta denuncia son más contundentes si entran al público por lo emocional. Creo que eso te baja la guardia, en cambio, si empezamos con un discurso, la gente construye un muro”.
Lo contundente de Te prometo anarquía a veces queda en lo que no se dijo, en los silencios entre Miguel y Johnny. Para Hernández Cordón era fundamental subvertir los roles entre sus protagonistas. “Está increíble que a Miguel, el más alto, el más fuerte, el que es más seguro de sí, le dé en la madre Johnny, el más inestable, el más inseguro. Eso hace que los personajes se vuelvan humanos. Todo el mundo se identifica con esa relación en donde nos dieron en la madre y nos dejaron en las tinieblas”.De Te prometo anarquía destaca el trabajo actoral de Diego Calva y Eduardo Martínez “Pelukaz”, a quienes el director contactó a través de redes sociales. Para ambos, éste es su largometraje debut y por ello se pusieron en manos de Julio Hernández Cordón para que exprimiera lo mejor de ellos. “Lo más difícil fue la primera escena que aparece en la película y es en dónde me siento más vulnerable”, cuenta Martínez acerca de filmar escenas sexuales con Diego Calva. “Esas escenas las cuidó muy bien Julio… En lugar de costarnos trabajo, creo que el crew conectó y eso ayudó mucho a la película. Todos nos apoyaban y se logró una atmósfera bien padre”.“El proceso con Julio no fue de ensayos, nos mandó primero el guión y a mí en lo particular me gustó mucho”, agrega Diego Calva. “Lo otro fue el clic que hubo entre Pelukaz y yo, que a las tres semanas de rodaje ya no éramos conocidos, ya éramos súper amigos… esa parte del amor que se da en la película es como la química que se da entre él y yo”. Sobre este tema, añade Julio Hernández Cordón: “Pasó algo muy lindo y fue que ellos dos me dijeron ‘Queremos hacer la peli pero queremos que quede bien y vamos a confiar en ti ciegamente’. Nunca hubo un conflicto entre los tres, nunca tuve que negociar nada y también ellos sintieron que los estaba cuidando”.Te prometo anarquía llega a cines comerciales mexicanos el 26 de agosto.