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Ilustración de Mara Hernández.
Una nueva forma de protesta infunde fuerza a la causa de Palestina. Desde redes sociales, usuarios se organizan para bloquear a las celebridades para reducir su capacidad de monetización.
Las redes sociales han logrado visibilizar y articular movimientos sociales, como en 2020, cuando surgieron manifestaciones bajo la bandera de Black Lives Matter (BLM), contra la violencia policial y racista que terminó con la vida de George Floyd. El mismo año, las fans de la banda surcoreana BTS lograron recaudar un millón de dólares para donar a la causa y combatieron los comentarios racistas que surgieron alrededor del BLM en Twitter, ahora X, con imágenes y videos de grupos populares de k-pop. Y en 2024, la causa del pueblo palestino ha sido prioritaria para el activismo digital.
En medio de la guerra que ya ha sido calificada como un genocidio, las redes sociales también han sido aliadas de quienes buscan hacer activismo o unirse a la causa sin encontrarse en el epicentro del conflicto. Priscila Palomares, ensayista y escritora y abogada, se unió el 14 de mayo a la propuesta de bloquear en redes sociales a celebridades que no han fijado una postura frente a las más de 37 000 personas que han muerto durante los ataques de Israel, de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Sanidad de Gaza.
Priscila es swiftie desde los 13 años. Su amor por la compositora Taylor Swift la llevó a impartir una master class en la que analizó el impacto de la cantante de I can do it with a broken heart en la literatura, sus letras, las técnicas de storytelling y su relevancia. Para ella, unirse al blockout no fue un tema menor. Como Priscila, Fernanda Estrada, productora de podcast, también se sumó a esta iniciativa para bloquear en redes sociales a celebridades que permanecen indiferentes a la guerra en Palestina, como Hailey Bieber, Justin Bieber, Sam Smith, Amy Schumer, Beyonce, Brie Larson, Ed Sheeran, Jay-Z, entre otros.
El blockout comenzó con la Met Gala de 2024. Esa noche, mientras las celebridades desfilaban en las escalinatas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York con atuendos extravagantes, afuera del recinto un grupo de personas protestaban en apoyo a Palestina. Durante este evento, la creadora de contenido con más de 10 millones de seguidores en TikTok, Haley Kalil (@Haleyybaylee), publicó un video citando la famosa frase que se le atribuye a la reina María Antonieta, “let them eat cake” (déjenlos que coman pastel).
Tras ver la desconexión de los famosos con lo que ocurre alrededor del mundo, en redes sociales surgió el movimiento blockout o “guillotina digital”, con el que se propuso bloquear en plataformas digitales —como Instagram y TikTok— a figuras públicas que no se posicionan frente al genocidio en Gaza.
¿Qué es el blockout?
Este movimiento es distinto a la cultura de la cancelación. Priscila Palomares explica que parten de objetivos muy distintos. Por un lado, la cancelación o funa busca que un sujeto determinado sea humillado públicamente por una cuestión moral. Por el contrario, el blockout persigue una acción concreta: que las celebridades que no se pronuncien contra el genocidio registren pérdidas al monetizar su contenido en redes sociales.
Le también abogade destaca que con esta iniciativa no se pretende herir o crear un ataque dirigido a Taylor Swift o ninguna otra celebridad, pero sí es una forma de presión frente a la necesidad de exigir un alto al fuego. Además de bloquearla, también dejó de escuchar su música y consumir sus productos. Otros cantantes y actores han sido señalados por no tomar una postura frente al conflicto, como Karol G, Rosalía, Harry Styles, Shakira, Nathy Peluso y Dwayne Johnson.
Los fans y usuarios de redes sociales reclaman que, después de 14 000 niñas y niños muertos, el silencio ya no es una opción; es necesario fijar una postura que ponga en el centro a las personas palestinas que están viviendo hambruna y enfermedades sin acceso a medicamentos. Sin embargo, surge la duda ¿realmente no tenemos agencia para demandarle algo a los artistas de quienes consumimos sus productos?, ¿las celebridades les deben algo a sus seguidores?, ¿por qué exigirles a ellos y ellas y no a los gobiernos?, ¿qué más podemos hacer fuera de redes sociales?
La creadora de contenido, Arantza García de la cuenta Esparamitarea —con más de 13 000 seguidores en Instagram y más de 81 000 en TikTok— afirma que los artistas tienen la responsabilidad de informarse sobre lo que pasa en el mundo, y como consumidores de su trabajo tenemos derecho a exigirles que utilicen sus plataformas para pedir un alto al fuego, realizar donaciones o participar en protestas.
Arantza García recuerda que artistas como Bad Bunny, Karol G, Rosalía e incluso Madonna han utilizado a movimientos como el feminismo, el LGBTQ+ y disidencias como tema central en sus canciones y estética. “En la canción de Rosalía que habla de los ‘Sex Siren, yo me transformo’, toda esta historia que se enmarca en un contexto queer, o sea, utilizas lo que te conviene y lo que va a vender. Pero ¿por qué no te posicionas?”, enfatiza la también periodista.
Misael Velázquez, del colectivo Infancias Seguras, asegura que el silencio es complicidad, y es necesario exigir a las celebridades que tomen una postura porque toda persona que tenga foco tiene un gran poder político y un impacto sobre otros. “Tal vez no se involucran directamente en donar o salir a movilizaciones en las calles, pero compartir un post y difundir cualquier tipo de información es más que suficiente”, dice.
Las fans de la banda BTS, Army como mejor se les conoce, son un grupo que ha demostrado estar bien articulado alrededor del mundo. A lo largo de los más de 10 años que han existido se han unido a diversas causas en pro de los derechos humanos. La causa palestina no es la excepción.
Tras ver un video en el que encontraron photocards de miembros de la agrupación surcoreana entre los escombros en palestina, el fandom creó la cuenta ARMY for Palestine en X, en la que difunden información sobre la situación en Medio Oriente, crean campañas de donación para familias palestinas y exigen que los integrantes del grupo y la disquera utilicen su influencia para pedir un alto al fuego.
Entre las cartas que envían al sello discográfico con el que trabaja BTS, HYBE, se lee “pedimos que HYBE se deshaga y se disocie de las corporaciones, marcas e individuos sionistas, ya que la reciente escalada en Gaza se ha convertido en un genocidio. Pedimos a HYBE, como ARMY… que adopten una postura contra el genocidio y el apartheid llevado a cabo por Israel y apoyen a los palestinos”.
“Como personas comunes encontramos nuestro poder en acciones masivas, porque de forma individual no vamos a tener ese efecto ya que no tenemos ni ese poder económico, ni en plataformas. Esto solamente va a funcionar si nos unimos y llevamos estas acciones a lo masivo”, reflexiona Priscila Palomares.
¿Se censura la información sobre Palestina?
Desde noviembre de 2023 usuarios de Instagram denunciaron que la aplicación censuró la información relacionada con Palestina con shadow-banning, o baneo en la sombra. Esta práctica consiste en impedir que los contenidos aparezcan en la página principal de la plataforma sin reportarlo a los usuarios, y provocando que se reduzca el alcance de sus publicaciones.
El informe It’s not a glitch: how Meta systematically censors Palestinian voices, de la organización Access Now, publicado en febrero de 2024, señala que la censura de la empresa tecnológica Meta —dueña de Instagram, WhatsApp y Facebook— “es una característica no un error”. El documento muestra que las voces de personas palestinas han sido censuradas y reprimidas en Facebook e Instagram, a través de eliminaciones arbitrarias de contenido, suspensión de cuentas, shadow-banning, o aplicación sesgada y errónea de las normas como la moderación excesiva.
A todo esto hay que sumar que en febrero Meta anunció que limitaría el contenido con carácter político que se recomienda de manera predeterminada en Instagram y Threads. “Este cambio no se refleja en las publicaciones de las cuentas que la gente elige seguir; afecta a lo que el sistema recomienda, y la gente puede controlar si quiere más (contenido relacionado)”, explicó en ese momento Dani Lever, representante de la empresa.
La activista Isabel, mejor conocida como Betabel Pedro en redes sociales, convirtió a Instagram en el hogar de sus ilustraciones: gatitos invitando a unirse al boicot contra las marcas que apoyan a Israel, o un perrito con sombrero y paliacate con una sandía acompañado de la frase “mi corazón con Palestina”. La ilustradora encontró en la viralidad de este tipo de plataformas una oportunidad para difundir información sobre el conflicto armado en esta región.
Isabel narra que al principio fue difícil darle difusión porque la gente no estaba tan informada ni consciente de lo que estaba sucediendo en Medio Oriente. Al aliarse con la plataforma BDS México —que lidera el movimiento boicot en el país— tuvo más alcance. “A pesar de que hubo baneo la página ha logrado catapultar y visibilizar mi trabajo, el crecimiento es exponencial”, dice Isabel.
BDS México es la plataforma del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en el país. A través de ella cientos de activistas se organizan para llevar a cabo distintas actividades. Ana Rosa Moreno, integrante de este movimiento, cuenta que este proyecto nació en 2005 cuando organizaciones de la sociedad civil palestina pidieron que se ejerciera presión sobre Israel de forma no violenta. Está inspirado en el movimiento anti-apartheid sudafricano, una política de segregación racial.
El shadow-banning que vivió Isabel se vio reflejado principalmente en sus historias en Instagram, de un día a otro pasó de tener 180 “vistas” a tener sólo dos. Lejos de desanimarse, pensó cómo podría llegar a más personas, y así asistió a manifestaciones y al campamento de la UNAM para regalar y pegar sus stickers en las calles.
“Me llevó a salir un poco de redes sociales y a buscar visibilidad en las calles pegando las estampitas. Esa fue mi otra forma de salir de lo digital para intentar superar el baneo y seguir buscando visibilizar lo que estaba pasando en Palestina. Hago carteles con gatitos u otros animalitos para regalarlos en las marchas”, cuenta Isabel.
Aranza García no ha sido víctima del baneo en redes sociales en los últimos meses, pero cuando trabajaba en el medio de comunicación Ruido en la Red, TikTok bajó dos de sus videos en los que tocaban el tema del conflicto entre Israel y Palestina. Para poder seguir informando sin miedo a ser censurada, Aranza ha tenido que aprender a “hackear” al algoritmo: nunca dice la palabra genocidio, no muestra imágenes que de antemano sabe que se bajarán de estas plataformas —como fotos violentas de la guerra—, y en su lugar utiliza ilustraciones.
Esparamitarea es una canal que se ha posicionado frente a la guerra en Palestina, esto le ha generado algunos problemas a su creadora como perder seguidores, recibir denuncias a su contenido y ataques a través de los mensajes directos. “Lo que te dicen estas acciones es que son personas que si estaban en mi plataforma es porque mínimamente se habían cuestionado algo sobre alguna desigualdad social, y de pronto comenzamos a hablar de Palestina y se sintieron atacados”, concluye Arantza.
También te puede interesar leer: “París 2024: nos reservamos el derecho de admisión“.
Pese a todo esto, en los últimos meses la información acerca de Palestina ha seguido circulando. A finales de marzo se viralizaron videos del ataque israelí contra civiles que se encontraban refugiados en casas de campaña en la ciudad de Rafah. Los bombardeos causaron la muerte de 37 personas palestinas. Unos días antes otro ataque aéreo provocó un incendio que causó la muerte de 45 personas.
Las imágenes y videos que circulaban eran crudas y difíciles de ver: bebés decapitados, casas de campaña que funcionaban como refugios incendiándose, niños gritando por la muerte de sus familias. La indignación llegó a muchas esferas, surgió una plantilla en instastories con la leyenda “All Eyes on Rafah” (todos los ojos puestos en Rafah) que fue compartida por 47 millones de usuarios. En México se realizaron protestas para exigir al gobierno que rompa relaciones con Israel y algunas celebridades —como Ariana Grande, Dua Lipa, Sabrina Carpenter— también se solidarizaron con Palestina.
Arantza García piensa que la viralidad del video de un hombre que llora mientras carga el pequeño cuerpo de un bebé decapitado, se debe a que como usuarios también podemos educar y vencer al algoritmo. “En la medida que más personas empezaron a hablar de esto era muchísimo más difícil bajar los videos, pues se volvían a subir y no sólo por cuentas dedicadas a difusión o medios de comunicación, sino también un montón de usuarios que les indignó”, explica.
La cantante Sabrina Carpenter realizó donaciones al Fondo de Ayuda para los Niños de Palestina. La actriz Jenna Ortega y Ariana Grande compartieron el link de la misma organización, tras su publicación en stories la cantante de We can’t be friends (wait for your love) logró recaudar 40 000 dólares. Las modelos Bella y Gigi Hadid —con raíces palestinas— donaron un millón de dólares a cuatro organizaciones no gubernamentales que se dedican a ayudar a civiles palestinos.
La estrella internacional Dua Lipa, a través de sus redes sociales, pidió a sus 88 millones de seguidores solidarizarse con Gaza. Utilizando el hashtag #AllEyesOnRafah la cantante británica escribió “quemar niños vivos nunca podrá justificarse. El mundo entero se está movilizando para detener el genocidio israelí”.
Después del estreno de la tercera temporada de la serie Bridgerton en Netflix la fama de Nicola Coughlan se ha desbordado, y ella no pierde cada reflector para pedir apoyo para Palestina. Entre las acciones que ha realizado están firmar la carta de “Artistas por Palestina”, en la que se pide un alto al fuego. También ocupa su espacio en entrevistas durante su gira de medios para visibilizar la urgencia de detener los ataques de Israel e impulsa campañas para recaudar fondos. El servicio de noticias Philanthropy News Digest calcula que en total ha logrado reunir 1.9 millones de dólares.
Las presiones de sus fans han ocasionado, por ejemplo, que Dua Lipa fije una postura y salga de la lista de celebridades bloqueadas, y que otras cantantes como Ariana Grande hagan el acto mínimo de compartir un link de ayuda. Fans como Army (de BTS), Priscila y Fernanda, que bloquearon y presionaron a celebridades, muestran que las actividades colectivas rinden frutos.
Pero Fernanda Estrada también advierte: “no basta con compartir una publicación, eso no nos hace activistas […], es necesario realizar acciones más concretas como donar ya sea dinero o incluso tiempo. Hay organizaciones que necesitan voluntarios para cocinar o hacer trabajo de difusión”.
Otras formas de ayudar además de dar un like
Las redes sociales no son el único espacio en el que se puede incidir. Arantza García y la ilustradora Isabel recuerdan que además de dar like o compartir una publicación puedes unirte a diferentes actividades para apoyar a Palestina a la distancia.
“Organizadxs con las ollas en las calles” es el lema del colectivo Olla en común en el que varias personas se suman para cocinar y vender comida en las calles. Con lo recaudado realizan donaciones a diversas causas, y en los últimos meses se han concentrado en recolectar dinero para Shady Mufeed Al-Areer, un hombre de 36 años que abrió una campaña de donación para poder evacuar a sus tres hijos y esposa de Gaza. La organización acepta donaciones de alimentos y medicamentos, pero también el apoyo de personas que quieran cocinar, vender o realizar trabajo de difusión.
Un grupo de personas traductoras se unió y crearon la página Traduciendo Gaza, en la que traducen la información que circula en redes sociales acerca de la guerra en Palestina. También se han unido a campañas como “candidaturas a cargos públicos sionistas” con Mexiro A.C, con la que buscaban visibilizar el apoyo de políticos mexicanos hacia Israel previo a las elecciones del 2 de junio. Entre los nombres se encontraba el de Margarita Zavala, Salomón Chertorivski, Emilio Álvarez Icaza, Santiago Taboada, Omar García Harfuch, Claudia Sheinbaum –quien ganó la presidencia de México– y Xóchitl Gálvez.
El poeta Ricardo Rosales De Paula Muñoz recuerda que la resistencia también puede provenir del arte y la creación, escribió un poema que recita en las marchas pro Palestina a las que acude. “Leerlo en voz alta en medio de la calle es como si me apropiara del espacio, quería que el poema no solo se quedara en la demanda, sino que fuera propositivo”, cuenta en entrevista. Aquí un fragmento de la obra:
Los sionistas invadieron territorio palestino.
Unos dicen que es la guerra, otros dicen que conflicto.
Yo diría tristemente
—y millones convenimos— que lo que hay en Medio Oriente se designa genocidio:
desiguales circunstancias, impedidos los servicios.
Por otro lado, la activista e ilustradora Isabel realiza retratos de animales por encargo de sus seguidores, ella pide que el pago de su trabajo se destine a donaciones que apoyan a los civiles palestinos. Mientras que el colectivo Semillas de Resistencia organiza actividades culturales como proyecciones de películas y círculos de bordados en solidaridad con el pueblo palestino.
Una de las acciones que BDS promueve y se ha viralizado en los últimos meses es el boicot dirigido a marcas que apoyan o tienen relación con Israel. “Muchas compañías internacionales apoyan y encubren las violaciones israelíes del derecho internacional, principalmente al operar en las colonias ilegales israelíes y al hacer contratos con el gobierno y el ejército israelíes”, explica el Movimiento BDS.
En la lista se encuentran Domino’s, Amazon, Starbucks, Intel, Siemens, Axxa, HP, entre otras. Lo que se busca es que dejen de consumir sus productos para “hacer un llamado a la sociedad civil, empresarios y Estados a que realicen acciones que presionen al régimen israelí”, según explica Ana Rosa Moreno. Con la aplicación “No, Thanks” (No, gracias) —desarrollada por el programador palestino Ahmed Bashbash y disponible para Android e IOS— se puede escanear los códigos de barras de los productos para saber si esa empresa apoya la ocupación israelí. Mientras que en la página de Who Profits y BDS también puedes consultar un listado de marcas que tienen relaciones con Israel.
Desde hace 10 años, esta red realiza acciones en apoyo a Palestina, primero organizaba eventos como círculos de lecturas, conversatorios, pega de stickers, acciones simbólicas y pintas, pero al no tener mucha convocatoria, llevaron sus acciones al plano digital. “Decidimos comenzar a trabajar en las redes sociales de la plataforma porque no lográbamos tener una convocatoria grande en las actividades que hacíamos. Ahora creamos una comunidad con más de 20 mil personas en instagram”, cuenta Ana Rosa Moreno, integrante de BDS México.
El primer paso que dieron fue explicar a través de plataformas digitales las campañas, por qué la existencia del BDS, y cómo deben implementarse las campañas de boicot. Las personas comenzaron a preguntarles cómo podían unirse a este movimiento. Ana Rosa Moreno comparte que “nos dimos cuenta del papel y la responsabilidad que tenemos con la población y empezamos a llevar esta información de forma clara, breve y concisa”.
“Es importante continuar con esta campaña de boicot a las empresas que de alguna u otra forma apoyan monetariamente Israel, seguir difundiendo mediante nuestras redes sociales las empresas que apoyan, compartir información sobre lo que está pasando en Palestina”, dice Misael Velázquez de la organización Infancias Seguras, que monitorea a activistas que asisten a las marchas y protestas pro Palestina frente a la embajada de Israel en México.
El pasado 12 de junio, Priscila Palomares organizó una lectura en voz alta bajo la premisa de que “la escritura no puede estar aislada de la política”, los textos que fueron leídos se vendieron y lo recaudado será donado directamente a personas palestinas con la ayuda del movimiento BDS México. En este evento también participó la ilustradora Isabel. “No hay poesía sin Palestina. Y la única forma de resistir es la colectividad”, concluyó Priscila en una publicación en Instagram.
La cuenta llamada Operation Olive Branch creó un documento de excel en el que concentra los movimientos de base para apoyar y amplificar las solicitudes de ayuda de las familias palestinas. La organización Connecting Humanity comunica a personas en situación de vulnerabilidad en medio de las zonas de conflicto en esta guerra. La plataforma eSims para Gaza recolecta las tarjetas SIM virtuales para lograr que familias palestinas se comuniquen en medio de la guerra en donde debido a los bombardeos no tienen acceso a internet. De acuerdo con la misma página se han donado más de 300, 000 eSIM. La cuenta de Instagram, Proyecto Humanidad Latam difunde casos de familias palestinas que crearon un GoFundMe, esta página realiza una verificación de los casos para saber si todos son verdaderos.
Existe una gama de posibilidades para dar un paso más allá de sólo compartir una publicación en redes sociales, si bien continúa siendo de gran ayuda, también es necesario superar esa pasividad y donar, asistir a marchas en las que le exijan al gobierno romper relaciones con Israel, o bloquear a celebridades que no toman una postura frente a la crisis humanitaria en Palestina.
Una nueva forma de protesta infunde fuerza a la causa de Palestina. Desde redes sociales, usuarios se organizan para bloquear a las celebridades para reducir su capacidad de monetización.
Las redes sociales han logrado visibilizar y articular movimientos sociales, como en 2020, cuando surgieron manifestaciones bajo la bandera de Black Lives Matter (BLM), contra la violencia policial y racista que terminó con la vida de George Floyd. El mismo año, las fans de la banda surcoreana BTS lograron recaudar un millón de dólares para donar a la causa y combatieron los comentarios racistas que surgieron alrededor del BLM en Twitter, ahora X, con imágenes y videos de grupos populares de k-pop. Y en 2024, la causa del pueblo palestino ha sido prioritaria para el activismo digital.
En medio de la guerra que ya ha sido calificada como un genocidio, las redes sociales también han sido aliadas de quienes buscan hacer activismo o unirse a la causa sin encontrarse en el epicentro del conflicto. Priscila Palomares, ensayista y escritora y abogada, se unió el 14 de mayo a la propuesta de bloquear en redes sociales a celebridades que no han fijado una postura frente a las más de 37 000 personas que han muerto durante los ataques de Israel, de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Sanidad de Gaza.
Priscila es swiftie desde los 13 años. Su amor por la compositora Taylor Swift la llevó a impartir una master class en la que analizó el impacto de la cantante de I can do it with a broken heart en la literatura, sus letras, las técnicas de storytelling y su relevancia. Para ella, unirse al blockout no fue un tema menor. Como Priscila, Fernanda Estrada, productora de podcast, también se sumó a esta iniciativa para bloquear en redes sociales a celebridades que permanecen indiferentes a la guerra en Palestina, como Hailey Bieber, Justin Bieber, Sam Smith, Amy Schumer, Beyonce, Brie Larson, Ed Sheeran, Jay-Z, entre otros.
El blockout comenzó con la Met Gala de 2024. Esa noche, mientras las celebridades desfilaban en las escalinatas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York con atuendos extravagantes, afuera del recinto un grupo de personas protestaban en apoyo a Palestina. Durante este evento, la creadora de contenido con más de 10 millones de seguidores en TikTok, Haley Kalil (@Haleyybaylee), publicó un video citando la famosa frase que se le atribuye a la reina María Antonieta, “let them eat cake” (déjenlos que coman pastel).
Tras ver la desconexión de los famosos con lo que ocurre alrededor del mundo, en redes sociales surgió el movimiento blockout o “guillotina digital”, con el que se propuso bloquear en plataformas digitales —como Instagram y TikTok— a figuras públicas que no se posicionan frente al genocidio en Gaza.
¿Qué es el blockout?
Este movimiento es distinto a la cultura de la cancelación. Priscila Palomares explica que parten de objetivos muy distintos. Por un lado, la cancelación o funa busca que un sujeto determinado sea humillado públicamente por una cuestión moral. Por el contrario, el blockout persigue una acción concreta: que las celebridades que no se pronuncien contra el genocidio registren pérdidas al monetizar su contenido en redes sociales.
Le también abogade destaca que con esta iniciativa no se pretende herir o crear un ataque dirigido a Taylor Swift o ninguna otra celebridad, pero sí es una forma de presión frente a la necesidad de exigir un alto al fuego. Además de bloquearla, también dejó de escuchar su música y consumir sus productos. Otros cantantes y actores han sido señalados por no tomar una postura frente al conflicto, como Karol G, Rosalía, Harry Styles, Shakira, Nathy Peluso y Dwayne Johnson.
Los fans y usuarios de redes sociales reclaman que, después de 14 000 niñas y niños muertos, el silencio ya no es una opción; es necesario fijar una postura que ponga en el centro a las personas palestinas que están viviendo hambruna y enfermedades sin acceso a medicamentos. Sin embargo, surge la duda ¿realmente no tenemos agencia para demandarle algo a los artistas de quienes consumimos sus productos?, ¿las celebridades les deben algo a sus seguidores?, ¿por qué exigirles a ellos y ellas y no a los gobiernos?, ¿qué más podemos hacer fuera de redes sociales?
La creadora de contenido, Arantza García de la cuenta Esparamitarea —con más de 13 000 seguidores en Instagram y más de 81 000 en TikTok— afirma que los artistas tienen la responsabilidad de informarse sobre lo que pasa en el mundo, y como consumidores de su trabajo tenemos derecho a exigirles que utilicen sus plataformas para pedir un alto al fuego, realizar donaciones o participar en protestas.
Arantza García recuerda que artistas como Bad Bunny, Karol G, Rosalía e incluso Madonna han utilizado a movimientos como el feminismo, el LGBTQ+ y disidencias como tema central en sus canciones y estética. “En la canción de Rosalía que habla de los ‘Sex Siren, yo me transformo’, toda esta historia que se enmarca en un contexto queer, o sea, utilizas lo que te conviene y lo que va a vender. Pero ¿por qué no te posicionas?”, enfatiza la también periodista.
Misael Velázquez, del colectivo Infancias Seguras, asegura que el silencio es complicidad, y es necesario exigir a las celebridades que tomen una postura porque toda persona que tenga foco tiene un gran poder político y un impacto sobre otros. “Tal vez no se involucran directamente en donar o salir a movilizaciones en las calles, pero compartir un post y difundir cualquier tipo de información es más que suficiente”, dice.
Las fans de la banda BTS, Army como mejor se les conoce, son un grupo que ha demostrado estar bien articulado alrededor del mundo. A lo largo de los más de 10 años que han existido se han unido a diversas causas en pro de los derechos humanos. La causa palestina no es la excepción.
Tras ver un video en el que encontraron photocards de miembros de la agrupación surcoreana entre los escombros en palestina, el fandom creó la cuenta ARMY for Palestine en X, en la que difunden información sobre la situación en Medio Oriente, crean campañas de donación para familias palestinas y exigen que los integrantes del grupo y la disquera utilicen su influencia para pedir un alto al fuego.
Entre las cartas que envían al sello discográfico con el que trabaja BTS, HYBE, se lee “pedimos que HYBE se deshaga y se disocie de las corporaciones, marcas e individuos sionistas, ya que la reciente escalada en Gaza se ha convertido en un genocidio. Pedimos a HYBE, como ARMY… que adopten una postura contra el genocidio y el apartheid llevado a cabo por Israel y apoyen a los palestinos”.
“Como personas comunes encontramos nuestro poder en acciones masivas, porque de forma individual no vamos a tener ese efecto ya que no tenemos ni ese poder económico, ni en plataformas. Esto solamente va a funcionar si nos unimos y llevamos estas acciones a lo masivo”, reflexiona Priscila Palomares.
¿Se censura la información sobre Palestina?
Desde noviembre de 2023 usuarios de Instagram denunciaron que la aplicación censuró la información relacionada con Palestina con shadow-banning, o baneo en la sombra. Esta práctica consiste en impedir que los contenidos aparezcan en la página principal de la plataforma sin reportarlo a los usuarios, y provocando que se reduzca el alcance de sus publicaciones.
El informe It’s not a glitch: how Meta systematically censors Palestinian voices, de la organización Access Now, publicado en febrero de 2024, señala que la censura de la empresa tecnológica Meta —dueña de Instagram, WhatsApp y Facebook— “es una característica no un error”. El documento muestra que las voces de personas palestinas han sido censuradas y reprimidas en Facebook e Instagram, a través de eliminaciones arbitrarias de contenido, suspensión de cuentas, shadow-banning, o aplicación sesgada y errónea de las normas como la moderación excesiva.
A todo esto hay que sumar que en febrero Meta anunció que limitaría el contenido con carácter político que se recomienda de manera predeterminada en Instagram y Threads. “Este cambio no se refleja en las publicaciones de las cuentas que la gente elige seguir; afecta a lo que el sistema recomienda, y la gente puede controlar si quiere más (contenido relacionado)”, explicó en ese momento Dani Lever, representante de la empresa.
La activista Isabel, mejor conocida como Betabel Pedro en redes sociales, convirtió a Instagram en el hogar de sus ilustraciones: gatitos invitando a unirse al boicot contra las marcas que apoyan a Israel, o un perrito con sombrero y paliacate con una sandía acompañado de la frase “mi corazón con Palestina”. La ilustradora encontró en la viralidad de este tipo de plataformas una oportunidad para difundir información sobre el conflicto armado en esta región.
Isabel narra que al principio fue difícil darle difusión porque la gente no estaba tan informada ni consciente de lo que estaba sucediendo en Medio Oriente. Al aliarse con la plataforma BDS México —que lidera el movimiento boicot en el país— tuvo más alcance. “A pesar de que hubo baneo la página ha logrado catapultar y visibilizar mi trabajo, el crecimiento es exponencial”, dice Isabel.
BDS México es la plataforma del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en el país. A través de ella cientos de activistas se organizan para llevar a cabo distintas actividades. Ana Rosa Moreno, integrante de este movimiento, cuenta que este proyecto nació en 2005 cuando organizaciones de la sociedad civil palestina pidieron que se ejerciera presión sobre Israel de forma no violenta. Está inspirado en el movimiento anti-apartheid sudafricano, una política de segregación racial.
El shadow-banning que vivió Isabel se vio reflejado principalmente en sus historias en Instagram, de un día a otro pasó de tener 180 “vistas” a tener sólo dos. Lejos de desanimarse, pensó cómo podría llegar a más personas, y así asistió a manifestaciones y al campamento de la UNAM para regalar y pegar sus stickers en las calles.
“Me llevó a salir un poco de redes sociales y a buscar visibilidad en las calles pegando las estampitas. Esa fue mi otra forma de salir de lo digital para intentar superar el baneo y seguir buscando visibilizar lo que estaba pasando en Palestina. Hago carteles con gatitos u otros animalitos para regalarlos en las marchas”, cuenta Isabel.
Aranza García no ha sido víctima del baneo en redes sociales en los últimos meses, pero cuando trabajaba en el medio de comunicación Ruido en la Red, TikTok bajó dos de sus videos en los que tocaban el tema del conflicto entre Israel y Palestina. Para poder seguir informando sin miedo a ser censurada, Aranza ha tenido que aprender a “hackear” al algoritmo: nunca dice la palabra genocidio, no muestra imágenes que de antemano sabe que se bajarán de estas plataformas —como fotos violentas de la guerra—, y en su lugar utiliza ilustraciones.
Esparamitarea es una canal que se ha posicionado frente a la guerra en Palestina, esto le ha generado algunos problemas a su creadora como perder seguidores, recibir denuncias a su contenido y ataques a través de los mensajes directos. “Lo que te dicen estas acciones es que son personas que si estaban en mi plataforma es porque mínimamente se habían cuestionado algo sobre alguna desigualdad social, y de pronto comenzamos a hablar de Palestina y se sintieron atacados”, concluye Arantza.
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Pese a todo esto, en los últimos meses la información acerca de Palestina ha seguido circulando. A finales de marzo se viralizaron videos del ataque israelí contra civiles que se encontraban refugiados en casas de campaña en la ciudad de Rafah. Los bombardeos causaron la muerte de 37 personas palestinas. Unos días antes otro ataque aéreo provocó un incendio que causó la muerte de 45 personas.
Las imágenes y videos que circulaban eran crudas y difíciles de ver: bebés decapitados, casas de campaña que funcionaban como refugios incendiándose, niños gritando por la muerte de sus familias. La indignación llegó a muchas esferas, surgió una plantilla en instastories con la leyenda “All Eyes on Rafah” (todos los ojos puestos en Rafah) que fue compartida por 47 millones de usuarios. En México se realizaron protestas para exigir al gobierno que rompa relaciones con Israel y algunas celebridades —como Ariana Grande, Dua Lipa, Sabrina Carpenter— también se solidarizaron con Palestina.
Arantza García piensa que la viralidad del video de un hombre que llora mientras carga el pequeño cuerpo de un bebé decapitado, se debe a que como usuarios también podemos educar y vencer al algoritmo. “En la medida que más personas empezaron a hablar de esto era muchísimo más difícil bajar los videos, pues se volvían a subir y no sólo por cuentas dedicadas a difusión o medios de comunicación, sino también un montón de usuarios que les indignó”, explica.
La cantante Sabrina Carpenter realizó donaciones al Fondo de Ayuda para los Niños de Palestina. La actriz Jenna Ortega y Ariana Grande compartieron el link de la misma organización, tras su publicación en stories la cantante de We can’t be friends (wait for your love) logró recaudar 40 000 dólares. Las modelos Bella y Gigi Hadid —con raíces palestinas— donaron un millón de dólares a cuatro organizaciones no gubernamentales que se dedican a ayudar a civiles palestinos.
La estrella internacional Dua Lipa, a través de sus redes sociales, pidió a sus 88 millones de seguidores solidarizarse con Gaza. Utilizando el hashtag #AllEyesOnRafah la cantante británica escribió “quemar niños vivos nunca podrá justificarse. El mundo entero se está movilizando para detener el genocidio israelí”.
Después del estreno de la tercera temporada de la serie Bridgerton en Netflix la fama de Nicola Coughlan se ha desbordado, y ella no pierde cada reflector para pedir apoyo para Palestina. Entre las acciones que ha realizado están firmar la carta de “Artistas por Palestina”, en la que se pide un alto al fuego. También ocupa su espacio en entrevistas durante su gira de medios para visibilizar la urgencia de detener los ataques de Israel e impulsa campañas para recaudar fondos. El servicio de noticias Philanthropy News Digest calcula que en total ha logrado reunir 1.9 millones de dólares.
Las presiones de sus fans han ocasionado, por ejemplo, que Dua Lipa fije una postura y salga de la lista de celebridades bloqueadas, y que otras cantantes como Ariana Grande hagan el acto mínimo de compartir un link de ayuda. Fans como Army (de BTS), Priscila y Fernanda, que bloquearon y presionaron a celebridades, muestran que las actividades colectivas rinden frutos.
Pero Fernanda Estrada también advierte: “no basta con compartir una publicación, eso no nos hace activistas […], es necesario realizar acciones más concretas como donar ya sea dinero o incluso tiempo. Hay organizaciones que necesitan voluntarios para cocinar o hacer trabajo de difusión”.
Otras formas de ayudar además de dar un like
Las redes sociales no son el único espacio en el que se puede incidir. Arantza García y la ilustradora Isabel recuerdan que además de dar like o compartir una publicación puedes unirte a diferentes actividades para apoyar a Palestina a la distancia.
“Organizadxs con las ollas en las calles” es el lema del colectivo Olla en común en el que varias personas se suman para cocinar y vender comida en las calles. Con lo recaudado realizan donaciones a diversas causas, y en los últimos meses se han concentrado en recolectar dinero para Shady Mufeed Al-Areer, un hombre de 36 años que abrió una campaña de donación para poder evacuar a sus tres hijos y esposa de Gaza. La organización acepta donaciones de alimentos y medicamentos, pero también el apoyo de personas que quieran cocinar, vender o realizar trabajo de difusión.
Un grupo de personas traductoras se unió y crearon la página Traduciendo Gaza, en la que traducen la información que circula en redes sociales acerca de la guerra en Palestina. También se han unido a campañas como “candidaturas a cargos públicos sionistas” con Mexiro A.C, con la que buscaban visibilizar el apoyo de políticos mexicanos hacia Israel previo a las elecciones del 2 de junio. Entre los nombres se encontraba el de Margarita Zavala, Salomón Chertorivski, Emilio Álvarez Icaza, Santiago Taboada, Omar García Harfuch, Claudia Sheinbaum –quien ganó la presidencia de México– y Xóchitl Gálvez.
El poeta Ricardo Rosales De Paula Muñoz recuerda que la resistencia también puede provenir del arte y la creación, escribió un poema que recita en las marchas pro Palestina a las que acude. “Leerlo en voz alta en medio de la calle es como si me apropiara del espacio, quería que el poema no solo se quedara en la demanda, sino que fuera propositivo”, cuenta en entrevista. Aquí un fragmento de la obra:
Los sionistas invadieron territorio palestino.
Unos dicen que es la guerra, otros dicen que conflicto.
Yo diría tristemente
—y millones convenimos— que lo que hay en Medio Oriente se designa genocidio:
desiguales circunstancias, impedidos los servicios.
Por otro lado, la activista e ilustradora Isabel realiza retratos de animales por encargo de sus seguidores, ella pide que el pago de su trabajo se destine a donaciones que apoyan a los civiles palestinos. Mientras que el colectivo Semillas de Resistencia organiza actividades culturales como proyecciones de películas y círculos de bordados en solidaridad con el pueblo palestino.
Una de las acciones que BDS promueve y se ha viralizado en los últimos meses es el boicot dirigido a marcas que apoyan o tienen relación con Israel. “Muchas compañías internacionales apoyan y encubren las violaciones israelíes del derecho internacional, principalmente al operar en las colonias ilegales israelíes y al hacer contratos con el gobierno y el ejército israelíes”, explica el Movimiento BDS.
En la lista se encuentran Domino’s, Amazon, Starbucks, Intel, Siemens, Axxa, HP, entre otras. Lo que se busca es que dejen de consumir sus productos para “hacer un llamado a la sociedad civil, empresarios y Estados a que realicen acciones que presionen al régimen israelí”, según explica Ana Rosa Moreno. Con la aplicación “No, Thanks” (No, gracias) —desarrollada por el programador palestino Ahmed Bashbash y disponible para Android e IOS— se puede escanear los códigos de barras de los productos para saber si esa empresa apoya la ocupación israelí. Mientras que en la página de Who Profits y BDS también puedes consultar un listado de marcas que tienen relaciones con Israel.
Desde hace 10 años, esta red realiza acciones en apoyo a Palestina, primero organizaba eventos como círculos de lecturas, conversatorios, pega de stickers, acciones simbólicas y pintas, pero al no tener mucha convocatoria, llevaron sus acciones al plano digital. “Decidimos comenzar a trabajar en las redes sociales de la plataforma porque no lográbamos tener una convocatoria grande en las actividades que hacíamos. Ahora creamos una comunidad con más de 20 mil personas en instagram”, cuenta Ana Rosa Moreno, integrante de BDS México.
El primer paso que dieron fue explicar a través de plataformas digitales las campañas, por qué la existencia del BDS, y cómo deben implementarse las campañas de boicot. Las personas comenzaron a preguntarles cómo podían unirse a este movimiento. Ana Rosa Moreno comparte que “nos dimos cuenta del papel y la responsabilidad que tenemos con la población y empezamos a llevar esta información de forma clara, breve y concisa”.
“Es importante continuar con esta campaña de boicot a las empresas que de alguna u otra forma apoyan monetariamente Israel, seguir difundiendo mediante nuestras redes sociales las empresas que apoyan, compartir información sobre lo que está pasando en Palestina”, dice Misael Velázquez de la organización Infancias Seguras, que monitorea a activistas que asisten a las marchas y protestas pro Palestina frente a la embajada de Israel en México.
El pasado 12 de junio, Priscila Palomares organizó una lectura en voz alta bajo la premisa de que “la escritura no puede estar aislada de la política”, los textos que fueron leídos se vendieron y lo recaudado será donado directamente a personas palestinas con la ayuda del movimiento BDS México. En este evento también participó la ilustradora Isabel. “No hay poesía sin Palestina. Y la única forma de resistir es la colectividad”, concluyó Priscila en una publicación en Instagram.
La cuenta llamada Operation Olive Branch creó un documento de excel en el que concentra los movimientos de base para apoyar y amplificar las solicitudes de ayuda de las familias palestinas. La organización Connecting Humanity comunica a personas en situación de vulnerabilidad en medio de las zonas de conflicto en esta guerra. La plataforma eSims para Gaza recolecta las tarjetas SIM virtuales para lograr que familias palestinas se comuniquen en medio de la guerra en donde debido a los bombardeos no tienen acceso a internet. De acuerdo con la misma página se han donado más de 300, 000 eSIM. La cuenta de Instagram, Proyecto Humanidad Latam difunde casos de familias palestinas que crearon un GoFundMe, esta página realiza una verificación de los casos para saber si todos son verdaderos.
Existe una gama de posibilidades para dar un paso más allá de sólo compartir una publicación en redes sociales, si bien continúa siendo de gran ayuda, también es necesario superar esa pasividad y donar, asistir a marchas en las que le exijan al gobierno romper relaciones con Israel, o bloquear a celebridades que no toman una postura frente a la crisis humanitaria en Palestina.
Ilustración de Mara Hernández.
Una nueva forma de protesta infunde fuerza a la causa de Palestina. Desde redes sociales, usuarios se organizan para bloquear a las celebridades para reducir su capacidad de monetización.
Las redes sociales han logrado visibilizar y articular movimientos sociales, como en 2020, cuando surgieron manifestaciones bajo la bandera de Black Lives Matter (BLM), contra la violencia policial y racista que terminó con la vida de George Floyd. El mismo año, las fans de la banda surcoreana BTS lograron recaudar un millón de dólares para donar a la causa y combatieron los comentarios racistas que surgieron alrededor del BLM en Twitter, ahora X, con imágenes y videos de grupos populares de k-pop. Y en 2024, la causa del pueblo palestino ha sido prioritaria para el activismo digital.
En medio de la guerra que ya ha sido calificada como un genocidio, las redes sociales también han sido aliadas de quienes buscan hacer activismo o unirse a la causa sin encontrarse en el epicentro del conflicto. Priscila Palomares, ensayista y escritora y abogada, se unió el 14 de mayo a la propuesta de bloquear en redes sociales a celebridades que no han fijado una postura frente a las más de 37 000 personas que han muerto durante los ataques de Israel, de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Sanidad de Gaza.
Priscila es swiftie desde los 13 años. Su amor por la compositora Taylor Swift la llevó a impartir una master class en la que analizó el impacto de la cantante de I can do it with a broken heart en la literatura, sus letras, las técnicas de storytelling y su relevancia. Para ella, unirse al blockout no fue un tema menor. Como Priscila, Fernanda Estrada, productora de podcast, también se sumó a esta iniciativa para bloquear en redes sociales a celebridades que permanecen indiferentes a la guerra en Palestina, como Hailey Bieber, Justin Bieber, Sam Smith, Amy Schumer, Beyonce, Brie Larson, Ed Sheeran, Jay-Z, entre otros.
El blockout comenzó con la Met Gala de 2024. Esa noche, mientras las celebridades desfilaban en las escalinatas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York con atuendos extravagantes, afuera del recinto un grupo de personas protestaban en apoyo a Palestina. Durante este evento, la creadora de contenido con más de 10 millones de seguidores en TikTok, Haley Kalil (@Haleyybaylee), publicó un video citando la famosa frase que se le atribuye a la reina María Antonieta, “let them eat cake” (déjenlos que coman pastel).
Tras ver la desconexión de los famosos con lo que ocurre alrededor del mundo, en redes sociales surgió el movimiento blockout o “guillotina digital”, con el que se propuso bloquear en plataformas digitales —como Instagram y TikTok— a figuras públicas que no se posicionan frente al genocidio en Gaza.
¿Qué es el blockout?
Este movimiento es distinto a la cultura de la cancelación. Priscila Palomares explica que parten de objetivos muy distintos. Por un lado, la cancelación o funa busca que un sujeto determinado sea humillado públicamente por una cuestión moral. Por el contrario, el blockout persigue una acción concreta: que las celebridades que no se pronuncien contra el genocidio registren pérdidas al monetizar su contenido en redes sociales.
Le también abogade destaca que con esta iniciativa no se pretende herir o crear un ataque dirigido a Taylor Swift o ninguna otra celebridad, pero sí es una forma de presión frente a la necesidad de exigir un alto al fuego. Además de bloquearla, también dejó de escuchar su música y consumir sus productos. Otros cantantes y actores han sido señalados por no tomar una postura frente al conflicto, como Karol G, Rosalía, Harry Styles, Shakira, Nathy Peluso y Dwayne Johnson.
Los fans y usuarios de redes sociales reclaman que, después de 14 000 niñas y niños muertos, el silencio ya no es una opción; es necesario fijar una postura que ponga en el centro a las personas palestinas que están viviendo hambruna y enfermedades sin acceso a medicamentos. Sin embargo, surge la duda ¿realmente no tenemos agencia para demandarle algo a los artistas de quienes consumimos sus productos?, ¿las celebridades les deben algo a sus seguidores?, ¿por qué exigirles a ellos y ellas y no a los gobiernos?, ¿qué más podemos hacer fuera de redes sociales?
La creadora de contenido, Arantza García de la cuenta Esparamitarea —con más de 13 000 seguidores en Instagram y más de 81 000 en TikTok— afirma que los artistas tienen la responsabilidad de informarse sobre lo que pasa en el mundo, y como consumidores de su trabajo tenemos derecho a exigirles que utilicen sus plataformas para pedir un alto al fuego, realizar donaciones o participar en protestas.
Arantza García recuerda que artistas como Bad Bunny, Karol G, Rosalía e incluso Madonna han utilizado a movimientos como el feminismo, el LGBTQ+ y disidencias como tema central en sus canciones y estética. “En la canción de Rosalía que habla de los ‘Sex Siren, yo me transformo’, toda esta historia que se enmarca en un contexto queer, o sea, utilizas lo que te conviene y lo que va a vender. Pero ¿por qué no te posicionas?”, enfatiza la también periodista.
Misael Velázquez, del colectivo Infancias Seguras, asegura que el silencio es complicidad, y es necesario exigir a las celebridades que tomen una postura porque toda persona que tenga foco tiene un gran poder político y un impacto sobre otros. “Tal vez no se involucran directamente en donar o salir a movilizaciones en las calles, pero compartir un post y difundir cualquier tipo de información es más que suficiente”, dice.
Las fans de la banda BTS, Army como mejor se les conoce, son un grupo que ha demostrado estar bien articulado alrededor del mundo. A lo largo de los más de 10 años que han existido se han unido a diversas causas en pro de los derechos humanos. La causa palestina no es la excepción.
Tras ver un video en el que encontraron photocards de miembros de la agrupación surcoreana entre los escombros en palestina, el fandom creó la cuenta ARMY for Palestine en X, en la que difunden información sobre la situación en Medio Oriente, crean campañas de donación para familias palestinas y exigen que los integrantes del grupo y la disquera utilicen su influencia para pedir un alto al fuego.
Entre las cartas que envían al sello discográfico con el que trabaja BTS, HYBE, se lee “pedimos que HYBE se deshaga y se disocie de las corporaciones, marcas e individuos sionistas, ya que la reciente escalada en Gaza se ha convertido en un genocidio. Pedimos a HYBE, como ARMY… que adopten una postura contra el genocidio y el apartheid llevado a cabo por Israel y apoyen a los palestinos”.
“Como personas comunes encontramos nuestro poder en acciones masivas, porque de forma individual no vamos a tener ese efecto ya que no tenemos ni ese poder económico, ni en plataformas. Esto solamente va a funcionar si nos unimos y llevamos estas acciones a lo masivo”, reflexiona Priscila Palomares.
¿Se censura la información sobre Palestina?
Desde noviembre de 2023 usuarios de Instagram denunciaron que la aplicación censuró la información relacionada con Palestina con shadow-banning, o baneo en la sombra. Esta práctica consiste en impedir que los contenidos aparezcan en la página principal de la plataforma sin reportarlo a los usuarios, y provocando que se reduzca el alcance de sus publicaciones.
El informe It’s not a glitch: how Meta systematically censors Palestinian voices, de la organización Access Now, publicado en febrero de 2024, señala que la censura de la empresa tecnológica Meta —dueña de Instagram, WhatsApp y Facebook— “es una característica no un error”. El documento muestra que las voces de personas palestinas han sido censuradas y reprimidas en Facebook e Instagram, a través de eliminaciones arbitrarias de contenido, suspensión de cuentas, shadow-banning, o aplicación sesgada y errónea de las normas como la moderación excesiva.
A todo esto hay que sumar que en febrero Meta anunció que limitaría el contenido con carácter político que se recomienda de manera predeterminada en Instagram y Threads. “Este cambio no se refleja en las publicaciones de las cuentas que la gente elige seguir; afecta a lo que el sistema recomienda, y la gente puede controlar si quiere más (contenido relacionado)”, explicó en ese momento Dani Lever, representante de la empresa.
La activista Isabel, mejor conocida como Betabel Pedro en redes sociales, convirtió a Instagram en el hogar de sus ilustraciones: gatitos invitando a unirse al boicot contra las marcas que apoyan a Israel, o un perrito con sombrero y paliacate con una sandía acompañado de la frase “mi corazón con Palestina”. La ilustradora encontró en la viralidad de este tipo de plataformas una oportunidad para difundir información sobre el conflicto armado en esta región.
Isabel narra que al principio fue difícil darle difusión porque la gente no estaba tan informada ni consciente de lo que estaba sucediendo en Medio Oriente. Al aliarse con la plataforma BDS México —que lidera el movimiento boicot en el país— tuvo más alcance. “A pesar de que hubo baneo la página ha logrado catapultar y visibilizar mi trabajo, el crecimiento es exponencial”, dice Isabel.
BDS México es la plataforma del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en el país. A través de ella cientos de activistas se organizan para llevar a cabo distintas actividades. Ana Rosa Moreno, integrante de este movimiento, cuenta que este proyecto nació en 2005 cuando organizaciones de la sociedad civil palestina pidieron que se ejerciera presión sobre Israel de forma no violenta. Está inspirado en el movimiento anti-apartheid sudafricano, una política de segregación racial.
El shadow-banning que vivió Isabel se vio reflejado principalmente en sus historias en Instagram, de un día a otro pasó de tener 180 “vistas” a tener sólo dos. Lejos de desanimarse, pensó cómo podría llegar a más personas, y así asistió a manifestaciones y al campamento de la UNAM para regalar y pegar sus stickers en las calles.
“Me llevó a salir un poco de redes sociales y a buscar visibilidad en las calles pegando las estampitas. Esa fue mi otra forma de salir de lo digital para intentar superar el baneo y seguir buscando visibilizar lo que estaba pasando en Palestina. Hago carteles con gatitos u otros animalitos para regalarlos en las marchas”, cuenta Isabel.
Aranza García no ha sido víctima del baneo en redes sociales en los últimos meses, pero cuando trabajaba en el medio de comunicación Ruido en la Red, TikTok bajó dos de sus videos en los que tocaban el tema del conflicto entre Israel y Palestina. Para poder seguir informando sin miedo a ser censurada, Aranza ha tenido que aprender a “hackear” al algoritmo: nunca dice la palabra genocidio, no muestra imágenes que de antemano sabe que se bajarán de estas plataformas —como fotos violentas de la guerra—, y en su lugar utiliza ilustraciones.
Esparamitarea es una canal que se ha posicionado frente a la guerra en Palestina, esto le ha generado algunos problemas a su creadora como perder seguidores, recibir denuncias a su contenido y ataques a través de los mensajes directos. “Lo que te dicen estas acciones es que son personas que si estaban en mi plataforma es porque mínimamente se habían cuestionado algo sobre alguna desigualdad social, y de pronto comenzamos a hablar de Palestina y se sintieron atacados”, concluye Arantza.
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Pese a todo esto, en los últimos meses la información acerca de Palestina ha seguido circulando. A finales de marzo se viralizaron videos del ataque israelí contra civiles que se encontraban refugiados en casas de campaña en la ciudad de Rafah. Los bombardeos causaron la muerte de 37 personas palestinas. Unos días antes otro ataque aéreo provocó un incendio que causó la muerte de 45 personas.
Las imágenes y videos que circulaban eran crudas y difíciles de ver: bebés decapitados, casas de campaña que funcionaban como refugios incendiándose, niños gritando por la muerte de sus familias. La indignación llegó a muchas esferas, surgió una plantilla en instastories con la leyenda “All Eyes on Rafah” (todos los ojos puestos en Rafah) que fue compartida por 47 millones de usuarios. En México se realizaron protestas para exigir al gobierno que rompa relaciones con Israel y algunas celebridades —como Ariana Grande, Dua Lipa, Sabrina Carpenter— también se solidarizaron con Palestina.
Arantza García piensa que la viralidad del video de un hombre que llora mientras carga el pequeño cuerpo de un bebé decapitado, se debe a que como usuarios también podemos educar y vencer al algoritmo. “En la medida que más personas empezaron a hablar de esto era muchísimo más difícil bajar los videos, pues se volvían a subir y no sólo por cuentas dedicadas a difusión o medios de comunicación, sino también un montón de usuarios que les indignó”, explica.
La cantante Sabrina Carpenter realizó donaciones al Fondo de Ayuda para los Niños de Palestina. La actriz Jenna Ortega y Ariana Grande compartieron el link de la misma organización, tras su publicación en stories la cantante de We can’t be friends (wait for your love) logró recaudar 40 000 dólares. Las modelos Bella y Gigi Hadid —con raíces palestinas— donaron un millón de dólares a cuatro organizaciones no gubernamentales que se dedican a ayudar a civiles palestinos.
La estrella internacional Dua Lipa, a través de sus redes sociales, pidió a sus 88 millones de seguidores solidarizarse con Gaza. Utilizando el hashtag #AllEyesOnRafah la cantante británica escribió “quemar niños vivos nunca podrá justificarse. El mundo entero se está movilizando para detener el genocidio israelí”.
Después del estreno de la tercera temporada de la serie Bridgerton en Netflix la fama de Nicola Coughlan se ha desbordado, y ella no pierde cada reflector para pedir apoyo para Palestina. Entre las acciones que ha realizado están firmar la carta de “Artistas por Palestina”, en la que se pide un alto al fuego. También ocupa su espacio en entrevistas durante su gira de medios para visibilizar la urgencia de detener los ataques de Israel e impulsa campañas para recaudar fondos. El servicio de noticias Philanthropy News Digest calcula que en total ha logrado reunir 1.9 millones de dólares.
Las presiones de sus fans han ocasionado, por ejemplo, que Dua Lipa fije una postura y salga de la lista de celebridades bloqueadas, y que otras cantantes como Ariana Grande hagan el acto mínimo de compartir un link de ayuda. Fans como Army (de BTS), Priscila y Fernanda, que bloquearon y presionaron a celebridades, muestran que las actividades colectivas rinden frutos.
Pero Fernanda Estrada también advierte: “no basta con compartir una publicación, eso no nos hace activistas […], es necesario realizar acciones más concretas como donar ya sea dinero o incluso tiempo. Hay organizaciones que necesitan voluntarios para cocinar o hacer trabajo de difusión”.
Otras formas de ayudar además de dar un like
Las redes sociales no son el único espacio en el que se puede incidir. Arantza García y la ilustradora Isabel recuerdan que además de dar like o compartir una publicación puedes unirte a diferentes actividades para apoyar a Palestina a la distancia.
“Organizadxs con las ollas en las calles” es el lema del colectivo Olla en común en el que varias personas se suman para cocinar y vender comida en las calles. Con lo recaudado realizan donaciones a diversas causas, y en los últimos meses se han concentrado en recolectar dinero para Shady Mufeed Al-Areer, un hombre de 36 años que abrió una campaña de donación para poder evacuar a sus tres hijos y esposa de Gaza. La organización acepta donaciones de alimentos y medicamentos, pero también el apoyo de personas que quieran cocinar, vender o realizar trabajo de difusión.
Un grupo de personas traductoras se unió y crearon la página Traduciendo Gaza, en la que traducen la información que circula en redes sociales acerca de la guerra en Palestina. También se han unido a campañas como “candidaturas a cargos públicos sionistas” con Mexiro A.C, con la que buscaban visibilizar el apoyo de políticos mexicanos hacia Israel previo a las elecciones del 2 de junio. Entre los nombres se encontraba el de Margarita Zavala, Salomón Chertorivski, Emilio Álvarez Icaza, Santiago Taboada, Omar García Harfuch, Claudia Sheinbaum –quien ganó la presidencia de México– y Xóchitl Gálvez.
El poeta Ricardo Rosales De Paula Muñoz recuerda que la resistencia también puede provenir del arte y la creación, escribió un poema que recita en las marchas pro Palestina a las que acude. “Leerlo en voz alta en medio de la calle es como si me apropiara del espacio, quería que el poema no solo se quedara en la demanda, sino que fuera propositivo”, cuenta en entrevista. Aquí un fragmento de la obra:
Los sionistas invadieron territorio palestino.
Unos dicen que es la guerra, otros dicen que conflicto.
Yo diría tristemente
—y millones convenimos— que lo que hay en Medio Oriente se designa genocidio:
desiguales circunstancias, impedidos los servicios.
Por otro lado, la activista e ilustradora Isabel realiza retratos de animales por encargo de sus seguidores, ella pide que el pago de su trabajo se destine a donaciones que apoyan a los civiles palestinos. Mientras que el colectivo Semillas de Resistencia organiza actividades culturales como proyecciones de películas y círculos de bordados en solidaridad con el pueblo palestino.
Una de las acciones que BDS promueve y se ha viralizado en los últimos meses es el boicot dirigido a marcas que apoyan o tienen relación con Israel. “Muchas compañías internacionales apoyan y encubren las violaciones israelíes del derecho internacional, principalmente al operar en las colonias ilegales israelíes y al hacer contratos con el gobierno y el ejército israelíes”, explica el Movimiento BDS.
En la lista se encuentran Domino’s, Amazon, Starbucks, Intel, Siemens, Axxa, HP, entre otras. Lo que se busca es que dejen de consumir sus productos para “hacer un llamado a la sociedad civil, empresarios y Estados a que realicen acciones que presionen al régimen israelí”, según explica Ana Rosa Moreno. Con la aplicación “No, Thanks” (No, gracias) —desarrollada por el programador palestino Ahmed Bashbash y disponible para Android e IOS— se puede escanear los códigos de barras de los productos para saber si esa empresa apoya la ocupación israelí. Mientras que en la página de Who Profits y BDS también puedes consultar un listado de marcas que tienen relaciones con Israel.
Desde hace 10 años, esta red realiza acciones en apoyo a Palestina, primero organizaba eventos como círculos de lecturas, conversatorios, pega de stickers, acciones simbólicas y pintas, pero al no tener mucha convocatoria, llevaron sus acciones al plano digital. “Decidimos comenzar a trabajar en las redes sociales de la plataforma porque no lográbamos tener una convocatoria grande en las actividades que hacíamos. Ahora creamos una comunidad con más de 20 mil personas en instagram”, cuenta Ana Rosa Moreno, integrante de BDS México.
El primer paso que dieron fue explicar a través de plataformas digitales las campañas, por qué la existencia del BDS, y cómo deben implementarse las campañas de boicot. Las personas comenzaron a preguntarles cómo podían unirse a este movimiento. Ana Rosa Moreno comparte que “nos dimos cuenta del papel y la responsabilidad que tenemos con la población y empezamos a llevar esta información de forma clara, breve y concisa”.
“Es importante continuar con esta campaña de boicot a las empresas que de alguna u otra forma apoyan monetariamente Israel, seguir difundiendo mediante nuestras redes sociales las empresas que apoyan, compartir información sobre lo que está pasando en Palestina”, dice Misael Velázquez de la organización Infancias Seguras, que monitorea a activistas que asisten a las marchas y protestas pro Palestina frente a la embajada de Israel en México.
El pasado 12 de junio, Priscila Palomares organizó una lectura en voz alta bajo la premisa de que “la escritura no puede estar aislada de la política”, los textos que fueron leídos se vendieron y lo recaudado será donado directamente a personas palestinas con la ayuda del movimiento BDS México. En este evento también participó la ilustradora Isabel. “No hay poesía sin Palestina. Y la única forma de resistir es la colectividad”, concluyó Priscila en una publicación en Instagram.
La cuenta llamada Operation Olive Branch creó un documento de excel en el que concentra los movimientos de base para apoyar y amplificar las solicitudes de ayuda de las familias palestinas. La organización Connecting Humanity comunica a personas en situación de vulnerabilidad en medio de las zonas de conflicto en esta guerra. La plataforma eSims para Gaza recolecta las tarjetas SIM virtuales para lograr que familias palestinas se comuniquen en medio de la guerra en donde debido a los bombardeos no tienen acceso a internet. De acuerdo con la misma página se han donado más de 300, 000 eSIM. La cuenta de Instagram, Proyecto Humanidad Latam difunde casos de familias palestinas que crearon un GoFundMe, esta página realiza una verificación de los casos para saber si todos son verdaderos.
Existe una gama de posibilidades para dar un paso más allá de sólo compartir una publicación en redes sociales, si bien continúa siendo de gran ayuda, también es necesario superar esa pasividad y donar, asistir a marchas en las que le exijan al gobierno romper relaciones con Israel, o bloquear a celebridades que no toman una postura frente a la crisis humanitaria en Palestina.
Una nueva forma de protesta infunde fuerza a la causa de Palestina. Desde redes sociales, usuarios se organizan para bloquear a las celebridades para reducir su capacidad de monetización.
Las redes sociales han logrado visibilizar y articular movimientos sociales, como en 2020, cuando surgieron manifestaciones bajo la bandera de Black Lives Matter (BLM), contra la violencia policial y racista que terminó con la vida de George Floyd. El mismo año, las fans de la banda surcoreana BTS lograron recaudar un millón de dólares para donar a la causa y combatieron los comentarios racistas que surgieron alrededor del BLM en Twitter, ahora X, con imágenes y videos de grupos populares de k-pop. Y en 2024, la causa del pueblo palestino ha sido prioritaria para el activismo digital.
En medio de la guerra que ya ha sido calificada como un genocidio, las redes sociales también han sido aliadas de quienes buscan hacer activismo o unirse a la causa sin encontrarse en el epicentro del conflicto. Priscila Palomares, ensayista y escritora y abogada, se unió el 14 de mayo a la propuesta de bloquear en redes sociales a celebridades que no han fijado una postura frente a las más de 37 000 personas que han muerto durante los ataques de Israel, de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Sanidad de Gaza.
Priscila es swiftie desde los 13 años. Su amor por la compositora Taylor Swift la llevó a impartir una master class en la que analizó el impacto de la cantante de I can do it with a broken heart en la literatura, sus letras, las técnicas de storytelling y su relevancia. Para ella, unirse al blockout no fue un tema menor. Como Priscila, Fernanda Estrada, productora de podcast, también se sumó a esta iniciativa para bloquear en redes sociales a celebridades que permanecen indiferentes a la guerra en Palestina, como Hailey Bieber, Justin Bieber, Sam Smith, Amy Schumer, Beyonce, Brie Larson, Ed Sheeran, Jay-Z, entre otros.
El blockout comenzó con la Met Gala de 2024. Esa noche, mientras las celebridades desfilaban en las escalinatas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York con atuendos extravagantes, afuera del recinto un grupo de personas protestaban en apoyo a Palestina. Durante este evento, la creadora de contenido con más de 10 millones de seguidores en TikTok, Haley Kalil (@Haleyybaylee), publicó un video citando la famosa frase que se le atribuye a la reina María Antonieta, “let them eat cake” (déjenlos que coman pastel).
Tras ver la desconexión de los famosos con lo que ocurre alrededor del mundo, en redes sociales surgió el movimiento blockout o “guillotina digital”, con el que se propuso bloquear en plataformas digitales —como Instagram y TikTok— a figuras públicas que no se posicionan frente al genocidio en Gaza.
¿Qué es el blockout?
Este movimiento es distinto a la cultura de la cancelación. Priscila Palomares explica que parten de objetivos muy distintos. Por un lado, la cancelación o funa busca que un sujeto determinado sea humillado públicamente por una cuestión moral. Por el contrario, el blockout persigue una acción concreta: que las celebridades que no se pronuncien contra el genocidio registren pérdidas al monetizar su contenido en redes sociales.
Le también abogade destaca que con esta iniciativa no se pretende herir o crear un ataque dirigido a Taylor Swift o ninguna otra celebridad, pero sí es una forma de presión frente a la necesidad de exigir un alto al fuego. Además de bloquearla, también dejó de escuchar su música y consumir sus productos. Otros cantantes y actores han sido señalados por no tomar una postura frente al conflicto, como Karol G, Rosalía, Harry Styles, Shakira, Nathy Peluso y Dwayne Johnson.
Los fans y usuarios de redes sociales reclaman que, después de 14 000 niñas y niños muertos, el silencio ya no es una opción; es necesario fijar una postura que ponga en el centro a las personas palestinas que están viviendo hambruna y enfermedades sin acceso a medicamentos. Sin embargo, surge la duda ¿realmente no tenemos agencia para demandarle algo a los artistas de quienes consumimos sus productos?, ¿las celebridades les deben algo a sus seguidores?, ¿por qué exigirles a ellos y ellas y no a los gobiernos?, ¿qué más podemos hacer fuera de redes sociales?
La creadora de contenido, Arantza García de la cuenta Esparamitarea —con más de 13 000 seguidores en Instagram y más de 81 000 en TikTok— afirma que los artistas tienen la responsabilidad de informarse sobre lo que pasa en el mundo, y como consumidores de su trabajo tenemos derecho a exigirles que utilicen sus plataformas para pedir un alto al fuego, realizar donaciones o participar en protestas.
Arantza García recuerda que artistas como Bad Bunny, Karol G, Rosalía e incluso Madonna han utilizado a movimientos como el feminismo, el LGBTQ+ y disidencias como tema central en sus canciones y estética. “En la canción de Rosalía que habla de los ‘Sex Siren, yo me transformo’, toda esta historia que se enmarca en un contexto queer, o sea, utilizas lo que te conviene y lo que va a vender. Pero ¿por qué no te posicionas?”, enfatiza la también periodista.
Misael Velázquez, del colectivo Infancias Seguras, asegura que el silencio es complicidad, y es necesario exigir a las celebridades que tomen una postura porque toda persona que tenga foco tiene un gran poder político y un impacto sobre otros. “Tal vez no se involucran directamente en donar o salir a movilizaciones en las calles, pero compartir un post y difundir cualquier tipo de información es más que suficiente”, dice.
Las fans de la banda BTS, Army como mejor se les conoce, son un grupo que ha demostrado estar bien articulado alrededor del mundo. A lo largo de los más de 10 años que han existido se han unido a diversas causas en pro de los derechos humanos. La causa palestina no es la excepción.
Tras ver un video en el que encontraron photocards de miembros de la agrupación surcoreana entre los escombros en palestina, el fandom creó la cuenta ARMY for Palestine en X, en la que difunden información sobre la situación en Medio Oriente, crean campañas de donación para familias palestinas y exigen que los integrantes del grupo y la disquera utilicen su influencia para pedir un alto al fuego.
Entre las cartas que envían al sello discográfico con el que trabaja BTS, HYBE, se lee “pedimos que HYBE se deshaga y se disocie de las corporaciones, marcas e individuos sionistas, ya que la reciente escalada en Gaza se ha convertido en un genocidio. Pedimos a HYBE, como ARMY… que adopten una postura contra el genocidio y el apartheid llevado a cabo por Israel y apoyen a los palestinos”.
“Como personas comunes encontramos nuestro poder en acciones masivas, porque de forma individual no vamos a tener ese efecto ya que no tenemos ni ese poder económico, ni en plataformas. Esto solamente va a funcionar si nos unimos y llevamos estas acciones a lo masivo”, reflexiona Priscila Palomares.
¿Se censura la información sobre Palestina?
Desde noviembre de 2023 usuarios de Instagram denunciaron que la aplicación censuró la información relacionada con Palestina con shadow-banning, o baneo en la sombra. Esta práctica consiste en impedir que los contenidos aparezcan en la página principal de la plataforma sin reportarlo a los usuarios, y provocando que se reduzca el alcance de sus publicaciones.
El informe It’s not a glitch: how Meta systematically censors Palestinian voices, de la organización Access Now, publicado en febrero de 2024, señala que la censura de la empresa tecnológica Meta —dueña de Instagram, WhatsApp y Facebook— “es una característica no un error”. El documento muestra que las voces de personas palestinas han sido censuradas y reprimidas en Facebook e Instagram, a través de eliminaciones arbitrarias de contenido, suspensión de cuentas, shadow-banning, o aplicación sesgada y errónea de las normas como la moderación excesiva.
A todo esto hay que sumar que en febrero Meta anunció que limitaría el contenido con carácter político que se recomienda de manera predeterminada en Instagram y Threads. “Este cambio no se refleja en las publicaciones de las cuentas que la gente elige seguir; afecta a lo que el sistema recomienda, y la gente puede controlar si quiere más (contenido relacionado)”, explicó en ese momento Dani Lever, representante de la empresa.
La activista Isabel, mejor conocida como Betabel Pedro en redes sociales, convirtió a Instagram en el hogar de sus ilustraciones: gatitos invitando a unirse al boicot contra las marcas que apoyan a Israel, o un perrito con sombrero y paliacate con una sandía acompañado de la frase “mi corazón con Palestina”. La ilustradora encontró en la viralidad de este tipo de plataformas una oportunidad para difundir información sobre el conflicto armado en esta región.
Isabel narra que al principio fue difícil darle difusión porque la gente no estaba tan informada ni consciente de lo que estaba sucediendo en Medio Oriente. Al aliarse con la plataforma BDS México —que lidera el movimiento boicot en el país— tuvo más alcance. “A pesar de que hubo baneo la página ha logrado catapultar y visibilizar mi trabajo, el crecimiento es exponencial”, dice Isabel.
BDS México es la plataforma del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en el país. A través de ella cientos de activistas se organizan para llevar a cabo distintas actividades. Ana Rosa Moreno, integrante de este movimiento, cuenta que este proyecto nació en 2005 cuando organizaciones de la sociedad civil palestina pidieron que se ejerciera presión sobre Israel de forma no violenta. Está inspirado en el movimiento anti-apartheid sudafricano, una política de segregación racial.
El shadow-banning que vivió Isabel se vio reflejado principalmente en sus historias en Instagram, de un día a otro pasó de tener 180 “vistas” a tener sólo dos. Lejos de desanimarse, pensó cómo podría llegar a más personas, y así asistió a manifestaciones y al campamento de la UNAM para regalar y pegar sus stickers en las calles.
“Me llevó a salir un poco de redes sociales y a buscar visibilidad en las calles pegando las estampitas. Esa fue mi otra forma de salir de lo digital para intentar superar el baneo y seguir buscando visibilizar lo que estaba pasando en Palestina. Hago carteles con gatitos u otros animalitos para regalarlos en las marchas”, cuenta Isabel.
Aranza García no ha sido víctima del baneo en redes sociales en los últimos meses, pero cuando trabajaba en el medio de comunicación Ruido en la Red, TikTok bajó dos de sus videos en los que tocaban el tema del conflicto entre Israel y Palestina. Para poder seguir informando sin miedo a ser censurada, Aranza ha tenido que aprender a “hackear” al algoritmo: nunca dice la palabra genocidio, no muestra imágenes que de antemano sabe que se bajarán de estas plataformas —como fotos violentas de la guerra—, y en su lugar utiliza ilustraciones.
Esparamitarea es una canal que se ha posicionado frente a la guerra en Palestina, esto le ha generado algunos problemas a su creadora como perder seguidores, recibir denuncias a su contenido y ataques a través de los mensajes directos. “Lo que te dicen estas acciones es que son personas que si estaban en mi plataforma es porque mínimamente se habían cuestionado algo sobre alguna desigualdad social, y de pronto comenzamos a hablar de Palestina y se sintieron atacados”, concluye Arantza.
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Pese a todo esto, en los últimos meses la información acerca de Palestina ha seguido circulando. A finales de marzo se viralizaron videos del ataque israelí contra civiles que se encontraban refugiados en casas de campaña en la ciudad de Rafah. Los bombardeos causaron la muerte de 37 personas palestinas. Unos días antes otro ataque aéreo provocó un incendio que causó la muerte de 45 personas.
Las imágenes y videos que circulaban eran crudas y difíciles de ver: bebés decapitados, casas de campaña que funcionaban como refugios incendiándose, niños gritando por la muerte de sus familias. La indignación llegó a muchas esferas, surgió una plantilla en instastories con la leyenda “All Eyes on Rafah” (todos los ojos puestos en Rafah) que fue compartida por 47 millones de usuarios. En México se realizaron protestas para exigir al gobierno que rompa relaciones con Israel y algunas celebridades —como Ariana Grande, Dua Lipa, Sabrina Carpenter— también se solidarizaron con Palestina.
Arantza García piensa que la viralidad del video de un hombre que llora mientras carga el pequeño cuerpo de un bebé decapitado, se debe a que como usuarios también podemos educar y vencer al algoritmo. “En la medida que más personas empezaron a hablar de esto era muchísimo más difícil bajar los videos, pues se volvían a subir y no sólo por cuentas dedicadas a difusión o medios de comunicación, sino también un montón de usuarios que les indignó”, explica.
La cantante Sabrina Carpenter realizó donaciones al Fondo de Ayuda para los Niños de Palestina. La actriz Jenna Ortega y Ariana Grande compartieron el link de la misma organización, tras su publicación en stories la cantante de We can’t be friends (wait for your love) logró recaudar 40 000 dólares. Las modelos Bella y Gigi Hadid —con raíces palestinas— donaron un millón de dólares a cuatro organizaciones no gubernamentales que se dedican a ayudar a civiles palestinos.
La estrella internacional Dua Lipa, a través de sus redes sociales, pidió a sus 88 millones de seguidores solidarizarse con Gaza. Utilizando el hashtag #AllEyesOnRafah la cantante británica escribió “quemar niños vivos nunca podrá justificarse. El mundo entero se está movilizando para detener el genocidio israelí”.
Después del estreno de la tercera temporada de la serie Bridgerton en Netflix la fama de Nicola Coughlan se ha desbordado, y ella no pierde cada reflector para pedir apoyo para Palestina. Entre las acciones que ha realizado están firmar la carta de “Artistas por Palestina”, en la que se pide un alto al fuego. También ocupa su espacio en entrevistas durante su gira de medios para visibilizar la urgencia de detener los ataques de Israel e impulsa campañas para recaudar fondos. El servicio de noticias Philanthropy News Digest calcula que en total ha logrado reunir 1.9 millones de dólares.
Las presiones de sus fans han ocasionado, por ejemplo, que Dua Lipa fije una postura y salga de la lista de celebridades bloqueadas, y que otras cantantes como Ariana Grande hagan el acto mínimo de compartir un link de ayuda. Fans como Army (de BTS), Priscila y Fernanda, que bloquearon y presionaron a celebridades, muestran que las actividades colectivas rinden frutos.
Pero Fernanda Estrada también advierte: “no basta con compartir una publicación, eso no nos hace activistas […], es necesario realizar acciones más concretas como donar ya sea dinero o incluso tiempo. Hay organizaciones que necesitan voluntarios para cocinar o hacer trabajo de difusión”.
Otras formas de ayudar además de dar un like
Las redes sociales no son el único espacio en el que se puede incidir. Arantza García y la ilustradora Isabel recuerdan que además de dar like o compartir una publicación puedes unirte a diferentes actividades para apoyar a Palestina a la distancia.
“Organizadxs con las ollas en las calles” es el lema del colectivo Olla en común en el que varias personas se suman para cocinar y vender comida en las calles. Con lo recaudado realizan donaciones a diversas causas, y en los últimos meses se han concentrado en recolectar dinero para Shady Mufeed Al-Areer, un hombre de 36 años que abrió una campaña de donación para poder evacuar a sus tres hijos y esposa de Gaza. La organización acepta donaciones de alimentos y medicamentos, pero también el apoyo de personas que quieran cocinar, vender o realizar trabajo de difusión.
Un grupo de personas traductoras se unió y crearon la página Traduciendo Gaza, en la que traducen la información que circula en redes sociales acerca de la guerra en Palestina. También se han unido a campañas como “candidaturas a cargos públicos sionistas” con Mexiro A.C, con la que buscaban visibilizar el apoyo de políticos mexicanos hacia Israel previo a las elecciones del 2 de junio. Entre los nombres se encontraba el de Margarita Zavala, Salomón Chertorivski, Emilio Álvarez Icaza, Santiago Taboada, Omar García Harfuch, Claudia Sheinbaum –quien ganó la presidencia de México– y Xóchitl Gálvez.
El poeta Ricardo Rosales De Paula Muñoz recuerda que la resistencia también puede provenir del arte y la creación, escribió un poema que recita en las marchas pro Palestina a las que acude. “Leerlo en voz alta en medio de la calle es como si me apropiara del espacio, quería que el poema no solo se quedara en la demanda, sino que fuera propositivo”, cuenta en entrevista. Aquí un fragmento de la obra:
Los sionistas invadieron territorio palestino.
Unos dicen que es la guerra, otros dicen que conflicto.
Yo diría tristemente
—y millones convenimos— que lo que hay en Medio Oriente se designa genocidio:
desiguales circunstancias, impedidos los servicios.
Por otro lado, la activista e ilustradora Isabel realiza retratos de animales por encargo de sus seguidores, ella pide que el pago de su trabajo se destine a donaciones que apoyan a los civiles palestinos. Mientras que el colectivo Semillas de Resistencia organiza actividades culturales como proyecciones de películas y círculos de bordados en solidaridad con el pueblo palestino.
Una de las acciones que BDS promueve y se ha viralizado en los últimos meses es el boicot dirigido a marcas que apoyan o tienen relación con Israel. “Muchas compañías internacionales apoyan y encubren las violaciones israelíes del derecho internacional, principalmente al operar en las colonias ilegales israelíes y al hacer contratos con el gobierno y el ejército israelíes”, explica el Movimiento BDS.
En la lista se encuentran Domino’s, Amazon, Starbucks, Intel, Siemens, Axxa, HP, entre otras. Lo que se busca es que dejen de consumir sus productos para “hacer un llamado a la sociedad civil, empresarios y Estados a que realicen acciones que presionen al régimen israelí”, según explica Ana Rosa Moreno. Con la aplicación “No, Thanks” (No, gracias) —desarrollada por el programador palestino Ahmed Bashbash y disponible para Android e IOS— se puede escanear los códigos de barras de los productos para saber si esa empresa apoya la ocupación israelí. Mientras que en la página de Who Profits y BDS también puedes consultar un listado de marcas que tienen relaciones con Israel.
Desde hace 10 años, esta red realiza acciones en apoyo a Palestina, primero organizaba eventos como círculos de lecturas, conversatorios, pega de stickers, acciones simbólicas y pintas, pero al no tener mucha convocatoria, llevaron sus acciones al plano digital. “Decidimos comenzar a trabajar en las redes sociales de la plataforma porque no lográbamos tener una convocatoria grande en las actividades que hacíamos. Ahora creamos una comunidad con más de 20 mil personas en instagram”, cuenta Ana Rosa Moreno, integrante de BDS México.
El primer paso que dieron fue explicar a través de plataformas digitales las campañas, por qué la existencia del BDS, y cómo deben implementarse las campañas de boicot. Las personas comenzaron a preguntarles cómo podían unirse a este movimiento. Ana Rosa Moreno comparte que “nos dimos cuenta del papel y la responsabilidad que tenemos con la población y empezamos a llevar esta información de forma clara, breve y concisa”.
“Es importante continuar con esta campaña de boicot a las empresas que de alguna u otra forma apoyan monetariamente Israel, seguir difundiendo mediante nuestras redes sociales las empresas que apoyan, compartir información sobre lo que está pasando en Palestina”, dice Misael Velázquez de la organización Infancias Seguras, que monitorea a activistas que asisten a las marchas y protestas pro Palestina frente a la embajada de Israel en México.
El pasado 12 de junio, Priscila Palomares organizó una lectura en voz alta bajo la premisa de que “la escritura no puede estar aislada de la política”, los textos que fueron leídos se vendieron y lo recaudado será donado directamente a personas palestinas con la ayuda del movimiento BDS México. En este evento también participó la ilustradora Isabel. “No hay poesía sin Palestina. Y la única forma de resistir es la colectividad”, concluyó Priscila en una publicación en Instagram.
La cuenta llamada Operation Olive Branch creó un documento de excel en el que concentra los movimientos de base para apoyar y amplificar las solicitudes de ayuda de las familias palestinas. La organización Connecting Humanity comunica a personas en situación de vulnerabilidad en medio de las zonas de conflicto en esta guerra. La plataforma eSims para Gaza recolecta las tarjetas SIM virtuales para lograr que familias palestinas se comuniquen en medio de la guerra en donde debido a los bombardeos no tienen acceso a internet. De acuerdo con la misma página se han donado más de 300, 000 eSIM. La cuenta de Instagram, Proyecto Humanidad Latam difunde casos de familias palestinas que crearon un GoFundMe, esta página realiza una verificación de los casos para saber si todos son verdaderos.
Existe una gama de posibilidades para dar un paso más allá de sólo compartir una publicación en redes sociales, si bien continúa siendo de gran ayuda, también es necesario superar esa pasividad y donar, asistir a marchas en las que le exijan al gobierno romper relaciones con Israel, o bloquear a celebridades que no toman una postura frente a la crisis humanitaria en Palestina.
Ilustración de Mara Hernández.
Una nueva forma de protesta infunde fuerza a la causa de Palestina. Desde redes sociales, usuarios se organizan para bloquear a las celebridades para reducir su capacidad de monetización.
Las redes sociales han logrado visibilizar y articular movimientos sociales, como en 2020, cuando surgieron manifestaciones bajo la bandera de Black Lives Matter (BLM), contra la violencia policial y racista que terminó con la vida de George Floyd. El mismo año, las fans de la banda surcoreana BTS lograron recaudar un millón de dólares para donar a la causa y combatieron los comentarios racistas que surgieron alrededor del BLM en Twitter, ahora X, con imágenes y videos de grupos populares de k-pop. Y en 2024, la causa del pueblo palestino ha sido prioritaria para el activismo digital.
En medio de la guerra que ya ha sido calificada como un genocidio, las redes sociales también han sido aliadas de quienes buscan hacer activismo o unirse a la causa sin encontrarse en el epicentro del conflicto. Priscila Palomares, ensayista y escritora y abogada, se unió el 14 de mayo a la propuesta de bloquear en redes sociales a celebridades que no han fijado una postura frente a las más de 37 000 personas que han muerto durante los ataques de Israel, de acuerdo con estimaciones del Ministerio de Sanidad de Gaza.
Priscila es swiftie desde los 13 años. Su amor por la compositora Taylor Swift la llevó a impartir una master class en la que analizó el impacto de la cantante de I can do it with a broken heart en la literatura, sus letras, las técnicas de storytelling y su relevancia. Para ella, unirse al blockout no fue un tema menor. Como Priscila, Fernanda Estrada, productora de podcast, también se sumó a esta iniciativa para bloquear en redes sociales a celebridades que permanecen indiferentes a la guerra en Palestina, como Hailey Bieber, Justin Bieber, Sam Smith, Amy Schumer, Beyonce, Brie Larson, Ed Sheeran, Jay-Z, entre otros.
El blockout comenzó con la Met Gala de 2024. Esa noche, mientras las celebridades desfilaban en las escalinatas del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York con atuendos extravagantes, afuera del recinto un grupo de personas protestaban en apoyo a Palestina. Durante este evento, la creadora de contenido con más de 10 millones de seguidores en TikTok, Haley Kalil (@Haleyybaylee), publicó un video citando la famosa frase que se le atribuye a la reina María Antonieta, “let them eat cake” (déjenlos que coman pastel).
Tras ver la desconexión de los famosos con lo que ocurre alrededor del mundo, en redes sociales surgió el movimiento blockout o “guillotina digital”, con el que se propuso bloquear en plataformas digitales —como Instagram y TikTok— a figuras públicas que no se posicionan frente al genocidio en Gaza.
¿Qué es el blockout?
Este movimiento es distinto a la cultura de la cancelación. Priscila Palomares explica que parten de objetivos muy distintos. Por un lado, la cancelación o funa busca que un sujeto determinado sea humillado públicamente por una cuestión moral. Por el contrario, el blockout persigue una acción concreta: que las celebridades que no se pronuncien contra el genocidio registren pérdidas al monetizar su contenido en redes sociales.
Le también abogade destaca que con esta iniciativa no se pretende herir o crear un ataque dirigido a Taylor Swift o ninguna otra celebridad, pero sí es una forma de presión frente a la necesidad de exigir un alto al fuego. Además de bloquearla, también dejó de escuchar su música y consumir sus productos. Otros cantantes y actores han sido señalados por no tomar una postura frente al conflicto, como Karol G, Rosalía, Harry Styles, Shakira, Nathy Peluso y Dwayne Johnson.
Los fans y usuarios de redes sociales reclaman que, después de 14 000 niñas y niños muertos, el silencio ya no es una opción; es necesario fijar una postura que ponga en el centro a las personas palestinas que están viviendo hambruna y enfermedades sin acceso a medicamentos. Sin embargo, surge la duda ¿realmente no tenemos agencia para demandarle algo a los artistas de quienes consumimos sus productos?, ¿las celebridades les deben algo a sus seguidores?, ¿por qué exigirles a ellos y ellas y no a los gobiernos?, ¿qué más podemos hacer fuera de redes sociales?
La creadora de contenido, Arantza García de la cuenta Esparamitarea —con más de 13 000 seguidores en Instagram y más de 81 000 en TikTok— afirma que los artistas tienen la responsabilidad de informarse sobre lo que pasa en el mundo, y como consumidores de su trabajo tenemos derecho a exigirles que utilicen sus plataformas para pedir un alto al fuego, realizar donaciones o participar en protestas.
Arantza García recuerda que artistas como Bad Bunny, Karol G, Rosalía e incluso Madonna han utilizado a movimientos como el feminismo, el LGBTQ+ y disidencias como tema central en sus canciones y estética. “En la canción de Rosalía que habla de los ‘Sex Siren, yo me transformo’, toda esta historia que se enmarca en un contexto queer, o sea, utilizas lo que te conviene y lo que va a vender. Pero ¿por qué no te posicionas?”, enfatiza la también periodista.
Misael Velázquez, del colectivo Infancias Seguras, asegura que el silencio es complicidad, y es necesario exigir a las celebridades que tomen una postura porque toda persona que tenga foco tiene un gran poder político y un impacto sobre otros. “Tal vez no se involucran directamente en donar o salir a movilizaciones en las calles, pero compartir un post y difundir cualquier tipo de información es más que suficiente”, dice.
Las fans de la banda BTS, Army como mejor se les conoce, son un grupo que ha demostrado estar bien articulado alrededor del mundo. A lo largo de los más de 10 años que han existido se han unido a diversas causas en pro de los derechos humanos. La causa palestina no es la excepción.
Tras ver un video en el que encontraron photocards de miembros de la agrupación surcoreana entre los escombros en palestina, el fandom creó la cuenta ARMY for Palestine en X, en la que difunden información sobre la situación en Medio Oriente, crean campañas de donación para familias palestinas y exigen que los integrantes del grupo y la disquera utilicen su influencia para pedir un alto al fuego.
Entre las cartas que envían al sello discográfico con el que trabaja BTS, HYBE, se lee “pedimos que HYBE se deshaga y se disocie de las corporaciones, marcas e individuos sionistas, ya que la reciente escalada en Gaza se ha convertido en un genocidio. Pedimos a HYBE, como ARMY… que adopten una postura contra el genocidio y el apartheid llevado a cabo por Israel y apoyen a los palestinos”.
“Como personas comunes encontramos nuestro poder en acciones masivas, porque de forma individual no vamos a tener ese efecto ya que no tenemos ni ese poder económico, ni en plataformas. Esto solamente va a funcionar si nos unimos y llevamos estas acciones a lo masivo”, reflexiona Priscila Palomares.
¿Se censura la información sobre Palestina?
Desde noviembre de 2023 usuarios de Instagram denunciaron que la aplicación censuró la información relacionada con Palestina con shadow-banning, o baneo en la sombra. Esta práctica consiste en impedir que los contenidos aparezcan en la página principal de la plataforma sin reportarlo a los usuarios, y provocando que se reduzca el alcance de sus publicaciones.
El informe It’s not a glitch: how Meta systematically censors Palestinian voices, de la organización Access Now, publicado en febrero de 2024, señala que la censura de la empresa tecnológica Meta —dueña de Instagram, WhatsApp y Facebook— “es una característica no un error”. El documento muestra que las voces de personas palestinas han sido censuradas y reprimidas en Facebook e Instagram, a través de eliminaciones arbitrarias de contenido, suspensión de cuentas, shadow-banning, o aplicación sesgada y errónea de las normas como la moderación excesiva.
A todo esto hay que sumar que en febrero Meta anunció que limitaría el contenido con carácter político que se recomienda de manera predeterminada en Instagram y Threads. “Este cambio no se refleja en las publicaciones de las cuentas que la gente elige seguir; afecta a lo que el sistema recomienda, y la gente puede controlar si quiere más (contenido relacionado)”, explicó en ese momento Dani Lever, representante de la empresa.
La activista Isabel, mejor conocida como Betabel Pedro en redes sociales, convirtió a Instagram en el hogar de sus ilustraciones: gatitos invitando a unirse al boicot contra las marcas que apoyan a Israel, o un perrito con sombrero y paliacate con una sandía acompañado de la frase “mi corazón con Palestina”. La ilustradora encontró en la viralidad de este tipo de plataformas una oportunidad para difundir información sobre el conflicto armado en esta región.
Isabel narra que al principio fue difícil darle difusión porque la gente no estaba tan informada ni consciente de lo que estaba sucediendo en Medio Oriente. Al aliarse con la plataforma BDS México —que lidera el movimiento boicot en el país— tuvo más alcance. “A pesar de que hubo baneo la página ha logrado catapultar y visibilizar mi trabajo, el crecimiento es exponencial”, dice Isabel.
BDS México es la plataforma del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) en el país. A través de ella cientos de activistas se organizan para llevar a cabo distintas actividades. Ana Rosa Moreno, integrante de este movimiento, cuenta que este proyecto nació en 2005 cuando organizaciones de la sociedad civil palestina pidieron que se ejerciera presión sobre Israel de forma no violenta. Está inspirado en el movimiento anti-apartheid sudafricano, una política de segregación racial.
El shadow-banning que vivió Isabel se vio reflejado principalmente en sus historias en Instagram, de un día a otro pasó de tener 180 “vistas” a tener sólo dos. Lejos de desanimarse, pensó cómo podría llegar a más personas, y así asistió a manifestaciones y al campamento de la UNAM para regalar y pegar sus stickers en las calles.
“Me llevó a salir un poco de redes sociales y a buscar visibilidad en las calles pegando las estampitas. Esa fue mi otra forma de salir de lo digital para intentar superar el baneo y seguir buscando visibilizar lo que estaba pasando en Palestina. Hago carteles con gatitos u otros animalitos para regalarlos en las marchas”, cuenta Isabel.
Aranza García no ha sido víctima del baneo en redes sociales en los últimos meses, pero cuando trabajaba en el medio de comunicación Ruido en la Red, TikTok bajó dos de sus videos en los que tocaban el tema del conflicto entre Israel y Palestina. Para poder seguir informando sin miedo a ser censurada, Aranza ha tenido que aprender a “hackear” al algoritmo: nunca dice la palabra genocidio, no muestra imágenes que de antemano sabe que se bajarán de estas plataformas —como fotos violentas de la guerra—, y en su lugar utiliza ilustraciones.
Esparamitarea es una canal que se ha posicionado frente a la guerra en Palestina, esto le ha generado algunos problemas a su creadora como perder seguidores, recibir denuncias a su contenido y ataques a través de los mensajes directos. “Lo que te dicen estas acciones es que son personas que si estaban en mi plataforma es porque mínimamente se habían cuestionado algo sobre alguna desigualdad social, y de pronto comenzamos a hablar de Palestina y se sintieron atacados”, concluye Arantza.
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Pese a todo esto, en los últimos meses la información acerca de Palestina ha seguido circulando. A finales de marzo se viralizaron videos del ataque israelí contra civiles que se encontraban refugiados en casas de campaña en la ciudad de Rafah. Los bombardeos causaron la muerte de 37 personas palestinas. Unos días antes otro ataque aéreo provocó un incendio que causó la muerte de 45 personas.
Las imágenes y videos que circulaban eran crudas y difíciles de ver: bebés decapitados, casas de campaña que funcionaban como refugios incendiándose, niños gritando por la muerte de sus familias. La indignación llegó a muchas esferas, surgió una plantilla en instastories con la leyenda “All Eyes on Rafah” (todos los ojos puestos en Rafah) que fue compartida por 47 millones de usuarios. En México se realizaron protestas para exigir al gobierno que rompa relaciones con Israel y algunas celebridades —como Ariana Grande, Dua Lipa, Sabrina Carpenter— también se solidarizaron con Palestina.
Arantza García piensa que la viralidad del video de un hombre que llora mientras carga el pequeño cuerpo de un bebé decapitado, se debe a que como usuarios también podemos educar y vencer al algoritmo. “En la medida que más personas empezaron a hablar de esto era muchísimo más difícil bajar los videos, pues se volvían a subir y no sólo por cuentas dedicadas a difusión o medios de comunicación, sino también un montón de usuarios que les indignó”, explica.
La cantante Sabrina Carpenter realizó donaciones al Fondo de Ayuda para los Niños de Palestina. La actriz Jenna Ortega y Ariana Grande compartieron el link de la misma organización, tras su publicación en stories la cantante de We can’t be friends (wait for your love) logró recaudar 40 000 dólares. Las modelos Bella y Gigi Hadid —con raíces palestinas— donaron un millón de dólares a cuatro organizaciones no gubernamentales que se dedican a ayudar a civiles palestinos.
La estrella internacional Dua Lipa, a través de sus redes sociales, pidió a sus 88 millones de seguidores solidarizarse con Gaza. Utilizando el hashtag #AllEyesOnRafah la cantante británica escribió “quemar niños vivos nunca podrá justificarse. El mundo entero se está movilizando para detener el genocidio israelí”.
Después del estreno de la tercera temporada de la serie Bridgerton en Netflix la fama de Nicola Coughlan se ha desbordado, y ella no pierde cada reflector para pedir apoyo para Palestina. Entre las acciones que ha realizado están firmar la carta de “Artistas por Palestina”, en la que se pide un alto al fuego. También ocupa su espacio en entrevistas durante su gira de medios para visibilizar la urgencia de detener los ataques de Israel e impulsa campañas para recaudar fondos. El servicio de noticias Philanthropy News Digest calcula que en total ha logrado reunir 1.9 millones de dólares.
Las presiones de sus fans han ocasionado, por ejemplo, que Dua Lipa fije una postura y salga de la lista de celebridades bloqueadas, y que otras cantantes como Ariana Grande hagan el acto mínimo de compartir un link de ayuda. Fans como Army (de BTS), Priscila y Fernanda, que bloquearon y presionaron a celebridades, muestran que las actividades colectivas rinden frutos.
Pero Fernanda Estrada también advierte: “no basta con compartir una publicación, eso no nos hace activistas […], es necesario realizar acciones más concretas como donar ya sea dinero o incluso tiempo. Hay organizaciones que necesitan voluntarios para cocinar o hacer trabajo de difusión”.
Otras formas de ayudar además de dar un like
Las redes sociales no son el único espacio en el que se puede incidir. Arantza García y la ilustradora Isabel recuerdan que además de dar like o compartir una publicación puedes unirte a diferentes actividades para apoyar a Palestina a la distancia.
“Organizadxs con las ollas en las calles” es el lema del colectivo Olla en común en el que varias personas se suman para cocinar y vender comida en las calles. Con lo recaudado realizan donaciones a diversas causas, y en los últimos meses se han concentrado en recolectar dinero para Shady Mufeed Al-Areer, un hombre de 36 años que abrió una campaña de donación para poder evacuar a sus tres hijos y esposa de Gaza. La organización acepta donaciones de alimentos y medicamentos, pero también el apoyo de personas que quieran cocinar, vender o realizar trabajo de difusión.
Un grupo de personas traductoras se unió y crearon la página Traduciendo Gaza, en la que traducen la información que circula en redes sociales acerca de la guerra en Palestina. También se han unido a campañas como “candidaturas a cargos públicos sionistas” con Mexiro A.C, con la que buscaban visibilizar el apoyo de políticos mexicanos hacia Israel previo a las elecciones del 2 de junio. Entre los nombres se encontraba el de Margarita Zavala, Salomón Chertorivski, Emilio Álvarez Icaza, Santiago Taboada, Omar García Harfuch, Claudia Sheinbaum –quien ganó la presidencia de México– y Xóchitl Gálvez.
El poeta Ricardo Rosales De Paula Muñoz recuerda que la resistencia también puede provenir del arte y la creación, escribió un poema que recita en las marchas pro Palestina a las que acude. “Leerlo en voz alta en medio de la calle es como si me apropiara del espacio, quería que el poema no solo se quedara en la demanda, sino que fuera propositivo”, cuenta en entrevista. Aquí un fragmento de la obra:
Los sionistas invadieron territorio palestino.
Unos dicen que es la guerra, otros dicen que conflicto.
Yo diría tristemente
—y millones convenimos— que lo que hay en Medio Oriente se designa genocidio:
desiguales circunstancias, impedidos los servicios.
Por otro lado, la activista e ilustradora Isabel realiza retratos de animales por encargo de sus seguidores, ella pide que el pago de su trabajo se destine a donaciones que apoyan a los civiles palestinos. Mientras que el colectivo Semillas de Resistencia organiza actividades culturales como proyecciones de películas y círculos de bordados en solidaridad con el pueblo palestino.
Una de las acciones que BDS promueve y se ha viralizado en los últimos meses es el boicot dirigido a marcas que apoyan o tienen relación con Israel. “Muchas compañías internacionales apoyan y encubren las violaciones israelíes del derecho internacional, principalmente al operar en las colonias ilegales israelíes y al hacer contratos con el gobierno y el ejército israelíes”, explica el Movimiento BDS.
En la lista se encuentran Domino’s, Amazon, Starbucks, Intel, Siemens, Axxa, HP, entre otras. Lo que se busca es que dejen de consumir sus productos para “hacer un llamado a la sociedad civil, empresarios y Estados a que realicen acciones que presionen al régimen israelí”, según explica Ana Rosa Moreno. Con la aplicación “No, Thanks” (No, gracias) —desarrollada por el programador palestino Ahmed Bashbash y disponible para Android e IOS— se puede escanear los códigos de barras de los productos para saber si esa empresa apoya la ocupación israelí. Mientras que en la página de Who Profits y BDS también puedes consultar un listado de marcas que tienen relaciones con Israel.
Desde hace 10 años, esta red realiza acciones en apoyo a Palestina, primero organizaba eventos como círculos de lecturas, conversatorios, pega de stickers, acciones simbólicas y pintas, pero al no tener mucha convocatoria, llevaron sus acciones al plano digital. “Decidimos comenzar a trabajar en las redes sociales de la plataforma porque no lográbamos tener una convocatoria grande en las actividades que hacíamos. Ahora creamos una comunidad con más de 20 mil personas en instagram”, cuenta Ana Rosa Moreno, integrante de BDS México.
El primer paso que dieron fue explicar a través de plataformas digitales las campañas, por qué la existencia del BDS, y cómo deben implementarse las campañas de boicot. Las personas comenzaron a preguntarles cómo podían unirse a este movimiento. Ana Rosa Moreno comparte que “nos dimos cuenta del papel y la responsabilidad que tenemos con la población y empezamos a llevar esta información de forma clara, breve y concisa”.
“Es importante continuar con esta campaña de boicot a las empresas que de alguna u otra forma apoyan monetariamente Israel, seguir difundiendo mediante nuestras redes sociales las empresas que apoyan, compartir información sobre lo que está pasando en Palestina”, dice Misael Velázquez de la organización Infancias Seguras, que monitorea a activistas que asisten a las marchas y protestas pro Palestina frente a la embajada de Israel en México.
El pasado 12 de junio, Priscila Palomares organizó una lectura en voz alta bajo la premisa de que “la escritura no puede estar aislada de la política”, los textos que fueron leídos se vendieron y lo recaudado será donado directamente a personas palestinas con la ayuda del movimiento BDS México. En este evento también participó la ilustradora Isabel. “No hay poesía sin Palestina. Y la única forma de resistir es la colectividad”, concluyó Priscila en una publicación en Instagram.
La cuenta llamada Operation Olive Branch creó un documento de excel en el que concentra los movimientos de base para apoyar y amplificar las solicitudes de ayuda de las familias palestinas. La organización Connecting Humanity comunica a personas en situación de vulnerabilidad en medio de las zonas de conflicto en esta guerra. La plataforma eSims para Gaza recolecta las tarjetas SIM virtuales para lograr que familias palestinas se comuniquen en medio de la guerra en donde debido a los bombardeos no tienen acceso a internet. De acuerdo con la misma página se han donado más de 300, 000 eSIM. La cuenta de Instagram, Proyecto Humanidad Latam difunde casos de familias palestinas que crearon un GoFundMe, esta página realiza una verificación de los casos para saber si todos son verdaderos.
Existe una gama de posibilidades para dar un paso más allá de sólo compartir una publicación en redes sociales, si bien continúa siendo de gran ayuda, también es necesario superar esa pasividad y donar, asistir a marchas en las que le exijan al gobierno romper relaciones con Israel, o bloquear a celebridades que no toman una postura frente a la crisis humanitaria en Palestina.
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