Amor a la catástrofe
Isabel Ibáñez de la Calle
Fotografía de Felipe Luna Espinosa
Este verano llega a México, en el Teatro Helénico, una de las comedias más galardonadas en Londres y Broadway en los últimos años.
Mientras los niños juegan en los columpios y las resbaladillas de la emblemática unidad habitacional de Tlatelolco, en la Ciudad de México, un director de teatro inglés hace que los actores Irene Azuela y Daniel Haddad repitan la misma escena una y otra vez. Estamos en el teatro Félix Azuela, ubicado en medio de los edificios que circundan la Plaza de las Tres Culturas; es pleno junio y hace bastante calor, aunque en la oscuridad del teatro la temperatura se mantiene agradable. Excepto para los actores, que ensayan con ropa cotidiana una de las comedias más aclamadas de los últimos años en el West End de Londres y Broadway, en Nueva York: La obra que sale mal.
Esta puesta engalanará la cartelera de verano del Teatro Helénico, justo del otro lado de la ciudad, para después viajar al interior del país, participar en festivales y un desconocido etcétera. La obra que sale mal, bajo la tutela de Mark Bell, director original de la puesta en Londres y Broadway, se presentará a partir de julio con un elenco conformado por Irene Azuela, Daniel Haddad, Artús Chávez, Ari Albarrán, Iván Carbajal, Juan Carlos Medellín y José Luis Rodríguez “Guana”.
La obra ganadora del Premio Olivier (el más prestigioso en el teatro británico) a la mejor comedia en 2015, mejor escenografía en los Tony Awards 2017 y Mejor Obra Broadway Audience Choice Award en ese mismo año, trata sobre una compañía de teatro universitario que desea estrenar una pieza de suspenso que ni la misma Agatha Christie podría haber concebido. Los actores amateurs intentan montar una obra grandilocuente en su lenguaje, arcaica, pensando que están haciendo algo clásico y bien logrado. A modo de farsa, y como era de esperarse, en esta obra dentro de la obra todo sale tan mal que resulta perfecta. Los actores interpretan dos personajes cada uno: sus “personalidades” reales como parte de un proyecto teatral y sus papeles dentro de la obra victoriana destinada a la catástrofe. La consecuencia son una serie de enredos que rayan en lo absurdo.
Mark Bell está en México durante unas semanas y su objetivo es preparar al elenco y dar los lineamientos antes de que Jerónimo Best, con sólo 33 años, se quede como director residente a cargo del proyecto. “Mark es un máster de la comedia, él me dio clases en Lamda [London Academy of Music and Dramatic Art] cuando estudié la carrera de actuación”, dice Jerónimo, quien también hizo la traducción al español. “No se trata de adaptarla a nuestra realidad, sino enmarcarla dentro del contexto universal que tiene”, advierte el actor mexicano. A pesar de su corta edad, Jerónimo ha actuado en importantes proyectos como Sr. Ávila de HBO, Sense 8 de Netflix y algunos programas de la televisión británica. Él y la productora inglesa residente en México, Camila Brett, decidieron traer este montaje a nuestro país. Para ellos se trata de una apuesta a obras contemporáneas que han impactado a ciudades extranjeras con más tradición teatral, así como de derribar el mito de que el buen teatro sólo está del lado dramático.
Los autores de la obra, Jonathan Sayer y Henry Shields, también fueron alumnos de Bell en Lamda y, según cuenta el director inglés en entrevista para Gatopardo, “esta obra surgió de un ejercicio que hicimos en la clase de clown, cuando les pedí que escribieran una escena con la condición de que algo saliera mal. Nunca nos imaginamos que acabaría siendo un éxito alrededor del mundo”.
El público mexicano está poco acostumbrado a ver a Azuela en una comedia teatral. La hemos visto en dramas como El buen canario, dirigida por John Malkovich, Oleanna por Enrique Singer y Salomé, escrita por Oscar Wilde. Bell la eligió, como al resto del elenco meses atrás, cuando vino a hacer el casting. “Ella es perfecta, porque justo necesitaba una actriz para un personaje como el de Sandra [el que interpreta] que, en su intento de ser dramática, acaba pareciendo absurda”. En su segunda temporada
Los ojos azules de Bell muestran confianza mientras se declara satisfecho con el trabajo que han venido realizando en los ensayos. Qué se puede esperar en una obra donde la única consigna es que las cosas salgan mal.
La obra que sale mal
Hasta el 30 de diciembre
Teatro Helénico
www.helenico.gob.mx
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