Madonna y los discos más importantes de su carrera
Música

Ella es Madonna

A propósito de los conciertos de Madonna en la Ciudad de México, te presentamos este perfil que recorre la trayectoria musical de la cantante, escrito en el sesenta aniversario de “La chica material” y publicado originalmente en agosto de 2018.

Tiempo de lectura: 6 minutos

Desde su irrupción en la escena musical, Madonna Louise Veronica Ciccone —conocida internacionalmente como Madonna ha roto, una a una, las convencionalidades que rodeaban a la música pop, convirtiéndose en un ícono que ha trascendido generaciones.

Aunque en los primeros años de su vida, en el pequeño poblado de Bay City, la joven había mostrado interés en la danza, consiguiendo incluso una beca de la Universidad de Michigan para especializarse en ese arte, la música entró entre sus planes de vida en Nueva York, donde trabajaba a finales de la década de los setenta como bailarina para el cantante francés Patrick Hernández, responsable del éxito Born to be Alive. Tras formar parte de las bandas de rock Breakfast Cluby Emmy, el talento y habilidad escénica de Madonna llegó a los oídos del productor Seymour Stein, fundador de la compañía discográfica Sire Records. “Ella cantaba con todo su corazón y eso es lo que me sorprendía y quise firmarla de inmediato”, recordó Stein en su autobiografía Siren Song: My Life in Music. El productor, que definió el sonido de una época tras firmar a bandas como Talking Heads, Depeche Mode, The Cure, The Smiths y The Pretenders, audicionó a la cantante en una sala de hospital mientras este convalecía después de una operación a corazón abierto, producto de la endocarnitis contra la que luchaba. La primera producción discográfica de la cantante, sencillamente titulada Madonna, fue presentada el 27 de julio de 1983 y obtuvo una buena aceptación en el mercado anglosajón con sencillos como «Borderline», «Holiday» y «Everybody». Desde entonces, la cantante ha publicado 13 álbumes de estudio, ha hecho 10 giras internacionales y ha vendido más de 300 millones de discos, convirtiéndose en la solista más exitosa y de mayores ventas musicales de todos los tiempos según la Asociación de la Industria del Fonograma de Estados Unidos (RIAA).

La intérprete también ha incursionado en otros aspectos del entretenimiento, figurando como actriz, productora, directora de cine, diseñadora de modas, empresaria y escritora de libros infantiles. Sin embargo, su importancia va más allá de los éxitos obtenidos pues Madonna también fue considerada como un icono de la libertad creativa y sexual en la década de los ochenta, gracias a sus provocativas y efectivas propuestas que inspiraron a más de una generación de artistas femeninas.

«Madonna tiene esta cosa que no puedes explicar, pero que es lo que te vuelve una estrella», escribió Britney Spears en un perfil dedicado a la intérprete de «Vogue» publicado en Rolling Stone, «Ella fue la primera estrella pop que tomó el control de cada aspecto de su carrera y tomar la responsabilidad de crear su imagen, sin importar que tanto fuego podría recibir. Ella probó que podía hacer muchas cosas, música, películas y ser madre también… Ella es una diva y hace lo que quiere, pero también es una persona amorosa». A propósito del cumpleaños 60 de la Reina del Pop, revisamos su carrera a través de cinco álbumes que llegaron a lo más alto de los conteos de popularidad en su tiempo.

Like a Virgin (1984)

Dos años después del debut de su primer álbum, Madonna tomaría por sorpresa las listas de popularidad con el sencillo «Like a Virgin». Producido por Stephen Bray, John Benitez y Nile Rodgers (responsable los primeros éxitos de David Bowie) contenía influencias dance pop con elementos del new wave, realizados en grabación digital, una técnica recién implementada. «Like a Virgin es un álbum mucho más robusto y agresivo que mi primer disco, cuyas canciones eran bastante débiles», explicó la cantante durante la promoción del álbum, «En este, he seleccionado todas las canciones y quiero que sean todas éxitos, nada de rellenos». Como si se tratara de un presagio, Like a Virgin —calificado positivamente por Rolling Stone, The New York Times y Entertainment Weekly— dio origen a sencillos exitosos como «Material Girl», título que después acompañaría a la cantante a lo largo de su trayectoria; «Angel» y «Like a Virgin».

Además, el disco significó su primer número uno en la lista de Billboard tras su lanzamiento el 12 de noviembre de 1984, a pesar de ser ampliamente criticado por grupos conservadores, quienes criticaban el vínculo referencial que la cantante había establecido entre su nombre (Madonna, del italiano referente a la Virgen María) y el concepto cristiano de la Inmaculada Concepción. Más allá de la provocación y la influencia que desató en las jóvenes de la época, que imitaban su vestimenta, Madonna encontró el éxito comercial y crítico que tanto había buscado.

True Blue (1986)

Aún con el éxito de Like a Virgin a sus espaldas y después de haber incursionado en el cine con el drama Vision Quest y la comedia Buscando desesperadamente a Susan (Desperately Seeking Susan), Madonna regresó a los estantes de las tiendas con su tercera producción discográfica, True Blue, estrenada el 30 de junio de 1986. Retomando su colaboración con el productor Stephen Bray, la cantante obtuvo la libertad creativa que su disquera y Warner Bros Music le habían restado en su producción anterior, desarrollando lo que muchos consideran como su obra más femenina, donde retomaba conceptos básicos del amor y las decepciones con un estilo caribeño, lleno de guitarras acústicas, baterías y sintetizadores mezclados con instrumentos cubanos.

Del disco, número uno en las listas de Billboard durante el verano de 1986 se desprendieron los sencillos «Live to Tell»; «Papa Don’t Preach», cuyo video fue sumamente criticado por presentar el embarazo de una pareja adolescente; «True Blue»; «Open your Heart» y el famoso tema «La isla bonita», en el que la intérprete intentaba cantar en español.

Like a Prayer (1989)

Después de acumular dos fracasos en el cine, Who’s that Girl? y el teatro musical, Speed-the-Plow, Madonna intentó explorar un ambiente más adulto en Like a Prayer, su cuarto disco. En él, la cantante utilizó la música para expiar las culpas que la perseguían después de la muerte de su padre, su poco éxito en otras áreas del arte y el fracaso de su matrimonio con el actor Sean Penn. «Yo quería que el álbum y la canción hablaran con cosas de mi cabeza. Fue una época compleja en mi vida», detalló la cantante. Apoyado en la producción por Patrick Leonard, su productor de cabecera Stephen Bray y su amigo, el también músico, Prince, Madonna creó un disco en el que evocaba a su instrucción católica al mismo tiempo que se remitía a ecos de los años sesenta y principios de los setenta. Además, emocionada por la reciente pérdida de amigos que había sufrido a causa del virus del VIH, la cantante incluyó una guía para practicar sexo seguro y un dossier que advertía los peligros del SIDA.

El álbum se convirtió en un éxito de ventas y crítico tras su publicación en 1989, consiguiendo que los temas «Like a Prayer», «Express Yourself», «Cherish» y «Keep it Together», se ubicaran en lo más alto de las listas de sencillos entre marzo de 1989 y enero de 1990.

Music (2000)

Después de una década complicada para la cantante, donde solo el tema «Vogue» contenido en un EP del mismo nombre había podido conquistar a la industria de la música y el naciente escenario de los vídeos musicales (con David Fincher a cargo de la producción del mítico videoclip) y una serie de películas con las que consiguió el respeto de la industria (Dick Tracy, A League on Their Own y Evita, por la que ganó el Globo de Oro a Mejor Actriz en una comedia o musical), Madonna ingresó en el nuevo milenio con Music, su octava producción discográfica. El título, producido por personalidades como Mirwais Ahmadzaï (responsable de los primeros trabajos de Franz Ferdinand) y Guy Sigsworth(reconocido por su trabajo con Robyn y Britney Spears), utilizó aspectos de electrónica y dance pop, sumando el uso de elementos del rock, country y folk, creando así un álbum en el que la cantante pudo demostrar su creatividad musical a pesar de su edad.

El álbum conquistó las listas de popularidad de Estados Unidos y Reino Unido, además de darle a las nuevas audiencias un clásico de la música dance contemporánea, «Music».

Confessions on a Dance Floor (2005)

Con un estilo definido hacia la música disco de los setentas y ochentas, Madonna lanzaría su décimo álbum de estudio Confessions on a Dance Floor el 15 de noviembre de 2005, en lo que muchos consideraron como un guiñó constante al género con el que Madonna creció en sus inicios artísticos. Utilizando samples a canciones de ABBA, Donna Summer, Pet Shop Boys, Bee Gees y Depeche Mode, todos producidos nuevamente por Ahmadzaï y los especialistas dance Bloodshy & Avant y Bagge & Peer, la cantante exploró una faceta más relajada de su música, sin intensiones por provocar o levantar una crítica al sistema religioso y social de la América conservadora, como lo había hecho en sus producciones anteriores. «Sentía que solo quería divertirme, quería bailar, quería sentirme optimista. Y quería darles a otras personas el mismo sentimiento. Hay un montón de locura en el mundo que nos rodea y quiero que la gente sea feliz», confesó la artista a MTV. Del álbum, reconocido como uno de los mejores de la cantante, se desprendieron los poderosos sencillos «Hung Up», «Sorry», «Get Together» y «Jump».

Después de la publicación de Confessions on a Dance Floor, la cantante regresaría al número uno con «Hard Candy», producto de la colaboración con el productor Timbaland y MDNA, un álbum en el que, en medio de composiciones pop, dance, EDM y dubstep, hablaba sobre su divorcio del director británico Guy Ritchie. A sus sesenta años de edad, Madonna promete regresar a los estudios de grabación y los escenarios próximamente, confirmando que, aún en estos tiempos, no hay nadie como ella.


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