Este próximo Día del Padre es una oportunidad de celebrar la grandeza de nuestros padres, y qué mejor que hacerlo con un tequila de gran altura, cuyo sello es el lujo de la experiencia y de los recuerdos.
Desde grandes alturas llega el Avión Reserva 44, de la casa Pernod Ricard, un tequila extra añejo que alcanza la máxima calidad posible al ser madurado por un periodo mínimo de 36 meses en barricas de roble americano que tuvieron bourbon. Este tequila cuenta con una producción limitada y cada botella está numerada.
Avión Reserva 44 está dirigido a personas a quienes les gusta disfrutar y compartir lo mejor. Digamos que se trata de “coleccionistas de experiencias”, que tienen la certeza de que el lujo no proviene de las cosas materiales, sino de las experiencias vividas. Se trata de un papá que, por ejemplo, es un amante de la cultura y las tradiciones mexicanas, del binomio —prácticamente indisoluble— que forman, en México, la canción ranchera acompañada por mariachis y el tequila.
Por ello, la celebración del Día del Padre se presta para festejar con un muy buen tequila que, si se desea, se puede degustar en una agradable sobremesa que permita recordar el cúmulo de experiencias compartidas, mientras se escuchan, por ejemplo, las canciones rancheras con música de mariachi. Sería un lujo que se podría agregar a los grandes momentos que nos ofrece la vida. ¿Existe en nuestro imaginario cultural algo más mexicano que esa experiencia?
Es inevitable mencionar al compositor por antonomasia de la canción ranchera acompañada por mariachis: José Alfredo Jiménez. La Fonoteca Nacional registra 208 canciones de todos los géneros. Pero, según la leyenda, se cree que compuso más de mil canciones. Hay una anécdota que Paloma Jiménez —su hija— ha contado en diversas ocasiones y que permite reproducir: “En casa había una pequeña barra en la que papá ponía un cuadernillo, tomaba su pluma y comenzaba a escribir algunas canciones mientras se tomaba un trago de tequila”. En ese lugar, alrededor de esa pequeña barra de cantina, José Alfredo compuso algunas de sus canciones más famosas. Hay, para Paloma, una experiencia imborrable: “Tengo la memoria de que en una esquina se paraba Lola Beltrán, mi papá en la otra, y se ponían a cantar, sin consumir litros de tequila como imagina la gente”. La experiencia de los recuerdos es un lujo que debe celebrarse.
Para Isis Arias —coordinadora del portafolio Prestige en Pernod Ricard—, este 19 de junio, Día del Padre, “sería un verdadero lujo compartir con mi padre la experiencia de descubrir el abanico de las 44 notas de aroma y sabor que contiene este tequila”.
En entrevista con Gatopardo, Arias abunda en las razones para el apelativo “avión” que la casa productora eligió para designar a su tequila:
“Avión Reserva 44 es un tequila de altura, ya que el agave azul —cuyo nombre científico es Agave tequilana weber— que se utiliza para su producción se cosecha en la región de los Altos, Jalisco, con una elevación de alrededor de 2 100 metros sobre el nivel del mar. Ahí se encontró la tierra con las mejores propiedades geológicas —alto contenido en hierro y minerales blandos— y de clima —frío y seco, con cambios dramáticos de temperatura— que impactan directamente en la producción y cosecha de una materia prima con un perfil de sabores mucho más frutal, con aromas frescos y cítricos y un gusto más dulce logrado de manera natural, y que es propicia para lograr un tequila con un abanico de sabor complejo y suave a la vez”.
Estas características, más el agua de pozo profundo que se utiliza en el riego, provoca que los agaves maduren de manera más lenta y que tengan un tiempo de vida aproximado de siete años y medio. También se explica que el número 44 se refiere a la cantidad de especias que, a lo largo de un proceso de maduración de un mínimo de tres años, le otorgan las notas de cata con su característico sabor.
Por lo que se refiere al proceso de producción del tequila, tanto la infografía como la ficha técnica sobre Avión Reserva 44 describen que se trata de un proceso de producción artesanal en el que se rostizan lentamente las piñas de agave hasta por tres días en hornos de mampostería tradicionales, lo que deja únicamente los azúcares y jugos del agave concentrados. Y en cuanto a la doble destilación, se realiza en pequeños alambiques de cobre; únicamente se utiliza la parte más pura del corazón del destilado (removiendo una parte considerable de la “cabeza” y las “colas” de la destilación), lo que ayuda a conseguir un grado máximo de pureza e impecable calidad.
La celebración viene de la mano del bienestar y de un consumo responsable. ¿Nos echamos un tequilita Avión Reserva 44 para festejar con nuestros papás?
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Este próximo Día del Padre es una oportunidad de celebrar la grandeza de nuestros padres, y qué mejor que hacerlo con un tequila de gran altura, cuyo sello es el lujo de la experiencia y de los recuerdos.
Desde grandes alturas llega el Avión Reserva 44, de la casa Pernod Ricard, un tequila extra añejo que alcanza la máxima calidad posible al ser madurado por un periodo mínimo de 36 meses en barricas de roble americano que tuvieron bourbon. Este tequila cuenta con una producción limitada y cada botella está numerada.
Avión Reserva 44 está dirigido a personas a quienes les gusta disfrutar y compartir lo mejor. Digamos que se trata de “coleccionistas de experiencias”, que tienen la certeza de que el lujo no proviene de las cosas materiales, sino de las experiencias vividas. Se trata de un papá que, por ejemplo, es un amante de la cultura y las tradiciones mexicanas, del binomio —prácticamente indisoluble— que forman, en México, la canción ranchera acompañada por mariachis y el tequila.
Por ello, la celebración del Día del Padre se presta para festejar con un muy buen tequila que, si se desea, se puede degustar en una agradable sobremesa que permita recordar el cúmulo de experiencias compartidas, mientras se escuchan, por ejemplo, las canciones rancheras con música de mariachi. Sería un lujo que se podría agregar a los grandes momentos que nos ofrece la vida. ¿Existe en nuestro imaginario cultural algo más mexicano que esa experiencia?
Es inevitable mencionar al compositor por antonomasia de la canción ranchera acompañada por mariachis: José Alfredo Jiménez. La Fonoteca Nacional registra 208 canciones de todos los géneros. Pero, según la leyenda, se cree que compuso más de mil canciones. Hay una anécdota que Paloma Jiménez —su hija— ha contado en diversas ocasiones y que permite reproducir: “En casa había una pequeña barra en la que papá ponía un cuadernillo, tomaba su pluma y comenzaba a escribir algunas canciones mientras se tomaba un trago de tequila”. En ese lugar, alrededor de esa pequeña barra de cantina, José Alfredo compuso algunas de sus canciones más famosas. Hay, para Paloma, una experiencia imborrable: “Tengo la memoria de que en una esquina se paraba Lola Beltrán, mi papá en la otra, y se ponían a cantar, sin consumir litros de tequila como imagina la gente”. La experiencia de los recuerdos es un lujo que debe celebrarse.
Para Isis Arias —coordinadora del portafolio Prestige en Pernod Ricard—, este 19 de junio, Día del Padre, “sería un verdadero lujo compartir con mi padre la experiencia de descubrir el abanico de las 44 notas de aroma y sabor que contiene este tequila”.
En entrevista con Gatopardo, Arias abunda en las razones para el apelativo “avión” que la casa productora eligió para designar a su tequila:
“Avión Reserva 44 es un tequila de altura, ya que el agave azul —cuyo nombre científico es Agave tequilana weber— que se utiliza para su producción se cosecha en la región de los Altos, Jalisco, con una elevación de alrededor de 2 100 metros sobre el nivel del mar. Ahí se encontró la tierra con las mejores propiedades geológicas —alto contenido en hierro y minerales blandos— y de clima —frío y seco, con cambios dramáticos de temperatura— que impactan directamente en la producción y cosecha de una materia prima con un perfil de sabores mucho más frutal, con aromas frescos y cítricos y un gusto más dulce logrado de manera natural, y que es propicia para lograr un tequila con un abanico de sabor complejo y suave a la vez”.
Estas características, más el agua de pozo profundo que se utiliza en el riego, provoca que los agaves maduren de manera más lenta y que tengan un tiempo de vida aproximado de siete años y medio. También se explica que el número 44 se refiere a la cantidad de especias que, a lo largo de un proceso de maduración de un mínimo de tres años, le otorgan las notas de cata con su característico sabor.
Por lo que se refiere al proceso de producción del tequila, tanto la infografía como la ficha técnica sobre Avión Reserva 44 describen que se trata de un proceso de producción artesanal en el que se rostizan lentamente las piñas de agave hasta por tres días en hornos de mampostería tradicionales, lo que deja únicamente los azúcares y jugos del agave concentrados. Y en cuanto a la doble destilación, se realiza en pequeños alambiques de cobre; únicamente se utiliza la parte más pura del corazón del destilado (removiendo una parte considerable de la “cabeza” y las “colas” de la destilación), lo que ayuda a conseguir un grado máximo de pureza e impecable calidad.
La celebración viene de la mano del bienestar y de un consumo responsable. ¿Nos echamos un tequilita Avión Reserva 44 para festejar con nuestros papás?
Este próximo Día del Padre es una oportunidad de celebrar la grandeza de nuestros padres, y qué mejor que hacerlo con un tequila de gran altura, cuyo sello es el lujo de la experiencia y de los recuerdos.
Desde grandes alturas llega el Avión Reserva 44, de la casa Pernod Ricard, un tequila extra añejo que alcanza la máxima calidad posible al ser madurado por un periodo mínimo de 36 meses en barricas de roble americano que tuvieron bourbon. Este tequila cuenta con una producción limitada y cada botella está numerada.
Avión Reserva 44 está dirigido a personas a quienes les gusta disfrutar y compartir lo mejor. Digamos que se trata de “coleccionistas de experiencias”, que tienen la certeza de que el lujo no proviene de las cosas materiales, sino de las experiencias vividas. Se trata de un papá que, por ejemplo, es un amante de la cultura y las tradiciones mexicanas, del binomio —prácticamente indisoluble— que forman, en México, la canción ranchera acompañada por mariachis y el tequila.
Por ello, la celebración del Día del Padre se presta para festejar con un muy buen tequila que, si se desea, se puede degustar en una agradable sobremesa que permita recordar el cúmulo de experiencias compartidas, mientras se escuchan, por ejemplo, las canciones rancheras con música de mariachi. Sería un lujo que se podría agregar a los grandes momentos que nos ofrece la vida. ¿Existe en nuestro imaginario cultural algo más mexicano que esa experiencia?
Es inevitable mencionar al compositor por antonomasia de la canción ranchera acompañada por mariachis: José Alfredo Jiménez. La Fonoteca Nacional registra 208 canciones de todos los géneros. Pero, según la leyenda, se cree que compuso más de mil canciones. Hay una anécdota que Paloma Jiménez —su hija— ha contado en diversas ocasiones y que permite reproducir: “En casa había una pequeña barra en la que papá ponía un cuadernillo, tomaba su pluma y comenzaba a escribir algunas canciones mientras se tomaba un trago de tequila”. En ese lugar, alrededor de esa pequeña barra de cantina, José Alfredo compuso algunas de sus canciones más famosas. Hay, para Paloma, una experiencia imborrable: “Tengo la memoria de que en una esquina se paraba Lola Beltrán, mi papá en la otra, y se ponían a cantar, sin consumir litros de tequila como imagina la gente”. La experiencia de los recuerdos es un lujo que debe celebrarse.
Para Isis Arias —coordinadora del portafolio Prestige en Pernod Ricard—, este 19 de junio, Día del Padre, “sería un verdadero lujo compartir con mi padre la experiencia de descubrir el abanico de las 44 notas de aroma y sabor que contiene este tequila”.
En entrevista con Gatopardo, Arias abunda en las razones para el apelativo “avión” que la casa productora eligió para designar a su tequila:
“Avión Reserva 44 es un tequila de altura, ya que el agave azul —cuyo nombre científico es Agave tequilana weber— que se utiliza para su producción se cosecha en la región de los Altos, Jalisco, con una elevación de alrededor de 2 100 metros sobre el nivel del mar. Ahí se encontró la tierra con las mejores propiedades geológicas —alto contenido en hierro y minerales blandos— y de clima —frío y seco, con cambios dramáticos de temperatura— que impactan directamente en la producción y cosecha de una materia prima con un perfil de sabores mucho más frutal, con aromas frescos y cítricos y un gusto más dulce logrado de manera natural, y que es propicia para lograr un tequila con un abanico de sabor complejo y suave a la vez”.
Estas características, más el agua de pozo profundo que se utiliza en el riego, provoca que los agaves maduren de manera más lenta y que tengan un tiempo de vida aproximado de siete años y medio. También se explica que el número 44 se refiere a la cantidad de especias que, a lo largo de un proceso de maduración de un mínimo de tres años, le otorgan las notas de cata con su característico sabor.
Por lo que se refiere al proceso de producción del tequila, tanto la infografía como la ficha técnica sobre Avión Reserva 44 describen que se trata de un proceso de producción artesanal en el que se rostizan lentamente las piñas de agave hasta por tres días en hornos de mampostería tradicionales, lo que deja únicamente los azúcares y jugos del agave concentrados. Y en cuanto a la doble destilación, se realiza en pequeños alambiques de cobre; únicamente se utiliza la parte más pura del corazón del destilado (removiendo una parte considerable de la “cabeza” y las “colas” de la destilación), lo que ayuda a conseguir un grado máximo de pureza e impecable calidad.
La celebración viene de la mano del bienestar y de un consumo responsable. ¿Nos echamos un tequilita Avión Reserva 44 para festejar con nuestros papás?
Este próximo Día del Padre es una oportunidad de celebrar la grandeza de nuestros padres, y qué mejor que hacerlo con un tequila de gran altura, cuyo sello es el lujo de la experiencia y de los recuerdos.
Desde grandes alturas llega el Avión Reserva 44, de la casa Pernod Ricard, un tequila extra añejo que alcanza la máxima calidad posible al ser madurado por un periodo mínimo de 36 meses en barricas de roble americano que tuvieron bourbon. Este tequila cuenta con una producción limitada y cada botella está numerada.
Avión Reserva 44 está dirigido a personas a quienes les gusta disfrutar y compartir lo mejor. Digamos que se trata de “coleccionistas de experiencias”, que tienen la certeza de que el lujo no proviene de las cosas materiales, sino de las experiencias vividas. Se trata de un papá que, por ejemplo, es un amante de la cultura y las tradiciones mexicanas, del binomio —prácticamente indisoluble— que forman, en México, la canción ranchera acompañada por mariachis y el tequila.
Por ello, la celebración del Día del Padre se presta para festejar con un muy buen tequila que, si se desea, se puede degustar en una agradable sobremesa que permita recordar el cúmulo de experiencias compartidas, mientras se escuchan, por ejemplo, las canciones rancheras con música de mariachi. Sería un lujo que se podría agregar a los grandes momentos que nos ofrece la vida. ¿Existe en nuestro imaginario cultural algo más mexicano que esa experiencia?
Es inevitable mencionar al compositor por antonomasia de la canción ranchera acompañada por mariachis: José Alfredo Jiménez. La Fonoteca Nacional registra 208 canciones de todos los géneros. Pero, según la leyenda, se cree que compuso más de mil canciones. Hay una anécdota que Paloma Jiménez —su hija— ha contado en diversas ocasiones y que permite reproducir: “En casa había una pequeña barra en la que papá ponía un cuadernillo, tomaba su pluma y comenzaba a escribir algunas canciones mientras se tomaba un trago de tequila”. En ese lugar, alrededor de esa pequeña barra de cantina, José Alfredo compuso algunas de sus canciones más famosas. Hay, para Paloma, una experiencia imborrable: “Tengo la memoria de que en una esquina se paraba Lola Beltrán, mi papá en la otra, y se ponían a cantar, sin consumir litros de tequila como imagina la gente”. La experiencia de los recuerdos es un lujo que debe celebrarse.
Para Isis Arias —coordinadora del portafolio Prestige en Pernod Ricard—, este 19 de junio, Día del Padre, “sería un verdadero lujo compartir con mi padre la experiencia de descubrir el abanico de las 44 notas de aroma y sabor que contiene este tequila”.
En entrevista con Gatopardo, Arias abunda en las razones para el apelativo “avión” que la casa productora eligió para designar a su tequila:
“Avión Reserva 44 es un tequila de altura, ya que el agave azul —cuyo nombre científico es Agave tequilana weber— que se utiliza para su producción se cosecha en la región de los Altos, Jalisco, con una elevación de alrededor de 2 100 metros sobre el nivel del mar. Ahí se encontró la tierra con las mejores propiedades geológicas —alto contenido en hierro y minerales blandos— y de clima —frío y seco, con cambios dramáticos de temperatura— que impactan directamente en la producción y cosecha de una materia prima con un perfil de sabores mucho más frutal, con aromas frescos y cítricos y un gusto más dulce logrado de manera natural, y que es propicia para lograr un tequila con un abanico de sabor complejo y suave a la vez”.
Estas características, más el agua de pozo profundo que se utiliza en el riego, provoca que los agaves maduren de manera más lenta y que tengan un tiempo de vida aproximado de siete años y medio. También se explica que el número 44 se refiere a la cantidad de especias que, a lo largo de un proceso de maduración de un mínimo de tres años, le otorgan las notas de cata con su característico sabor.
Por lo que se refiere al proceso de producción del tequila, tanto la infografía como la ficha técnica sobre Avión Reserva 44 describen que se trata de un proceso de producción artesanal en el que se rostizan lentamente las piñas de agave hasta por tres días en hornos de mampostería tradicionales, lo que deja únicamente los azúcares y jugos del agave concentrados. Y en cuanto a la doble destilación, se realiza en pequeños alambiques de cobre; únicamente se utiliza la parte más pura del corazón del destilado (removiendo una parte considerable de la “cabeza” y las “colas” de la destilación), lo que ayuda a conseguir un grado máximo de pureza e impecable calidad.
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Este próximo Día del Padre es una oportunidad de celebrar la grandeza de nuestros padres, y qué mejor que hacerlo con un tequila de gran altura, cuyo sello es el lujo de la experiencia y de los recuerdos.
Desde grandes alturas llega el Avión Reserva 44, de la casa Pernod Ricard, un tequila extra añejo que alcanza la máxima calidad posible al ser madurado por un periodo mínimo de 36 meses en barricas de roble americano que tuvieron bourbon. Este tequila cuenta con una producción limitada y cada botella está numerada.
Avión Reserva 44 está dirigido a personas a quienes les gusta disfrutar y compartir lo mejor. Digamos que se trata de “coleccionistas de experiencias”, que tienen la certeza de que el lujo no proviene de las cosas materiales, sino de las experiencias vividas. Se trata de un papá que, por ejemplo, es un amante de la cultura y las tradiciones mexicanas, del binomio —prácticamente indisoluble— que forman, en México, la canción ranchera acompañada por mariachis y el tequila.
Por ello, la celebración del Día del Padre se presta para festejar con un muy buen tequila que, si se desea, se puede degustar en una agradable sobremesa que permita recordar el cúmulo de experiencias compartidas, mientras se escuchan, por ejemplo, las canciones rancheras con música de mariachi. Sería un lujo que se podría agregar a los grandes momentos que nos ofrece la vida. ¿Existe en nuestro imaginario cultural algo más mexicano que esa experiencia?
Es inevitable mencionar al compositor por antonomasia de la canción ranchera acompañada por mariachis: José Alfredo Jiménez. La Fonoteca Nacional registra 208 canciones de todos los géneros. Pero, según la leyenda, se cree que compuso más de mil canciones. Hay una anécdota que Paloma Jiménez —su hija— ha contado en diversas ocasiones y que permite reproducir: “En casa había una pequeña barra en la que papá ponía un cuadernillo, tomaba su pluma y comenzaba a escribir algunas canciones mientras se tomaba un trago de tequila”. En ese lugar, alrededor de esa pequeña barra de cantina, José Alfredo compuso algunas de sus canciones más famosas. Hay, para Paloma, una experiencia imborrable: “Tengo la memoria de que en una esquina se paraba Lola Beltrán, mi papá en la otra, y se ponían a cantar, sin consumir litros de tequila como imagina la gente”. La experiencia de los recuerdos es un lujo que debe celebrarse.
Para Isis Arias —coordinadora del portafolio Prestige en Pernod Ricard—, este 19 de junio, Día del Padre, “sería un verdadero lujo compartir con mi padre la experiencia de descubrir el abanico de las 44 notas de aroma y sabor que contiene este tequila”.
En entrevista con Gatopardo, Arias abunda en las razones para el apelativo “avión” que la casa productora eligió para designar a su tequila:
“Avión Reserva 44 es un tequila de altura, ya que el agave azul —cuyo nombre científico es Agave tequilana weber— que se utiliza para su producción se cosecha en la región de los Altos, Jalisco, con una elevación de alrededor de 2 100 metros sobre el nivel del mar. Ahí se encontró la tierra con las mejores propiedades geológicas —alto contenido en hierro y minerales blandos— y de clima —frío y seco, con cambios dramáticos de temperatura— que impactan directamente en la producción y cosecha de una materia prima con un perfil de sabores mucho más frutal, con aromas frescos y cítricos y un gusto más dulce logrado de manera natural, y que es propicia para lograr un tequila con un abanico de sabor complejo y suave a la vez”.
Estas características, más el agua de pozo profundo que se utiliza en el riego, provoca que los agaves maduren de manera más lenta y que tengan un tiempo de vida aproximado de siete años y medio. También se explica que el número 44 se refiere a la cantidad de especias que, a lo largo de un proceso de maduración de un mínimo de tres años, le otorgan las notas de cata con su característico sabor.
Por lo que se refiere al proceso de producción del tequila, tanto la infografía como la ficha técnica sobre Avión Reserva 44 describen que se trata de un proceso de producción artesanal en el que se rostizan lentamente las piñas de agave hasta por tres días en hornos de mampostería tradicionales, lo que deja únicamente los azúcares y jugos del agave concentrados. Y en cuanto a la doble destilación, se realiza en pequeños alambiques de cobre; únicamente se utiliza la parte más pura del corazón del destilado (removiendo una parte considerable de la “cabeza” y las “colas” de la destilación), lo que ayuda a conseguir un grado máximo de pureza e impecable calidad.
La celebración viene de la mano del bienestar y de un consumo responsable. ¿Nos echamos un tequilita Avión Reserva 44 para festejar con nuestros papás?
Este próximo Día del Padre es una oportunidad de celebrar la grandeza de nuestros padres, y qué mejor que hacerlo con un tequila de gran altura, cuyo sello es el lujo de la experiencia y de los recuerdos.
Desde grandes alturas llega el Avión Reserva 44, de la casa Pernod Ricard, un tequila extra añejo que alcanza la máxima calidad posible al ser madurado por un periodo mínimo de 36 meses en barricas de roble americano que tuvieron bourbon. Este tequila cuenta con una producción limitada y cada botella está numerada.
Avión Reserva 44 está dirigido a personas a quienes les gusta disfrutar y compartir lo mejor. Digamos que se trata de “coleccionistas de experiencias”, que tienen la certeza de que el lujo no proviene de las cosas materiales, sino de las experiencias vividas. Se trata de un papá que, por ejemplo, es un amante de la cultura y las tradiciones mexicanas, del binomio —prácticamente indisoluble— que forman, en México, la canción ranchera acompañada por mariachis y el tequila.
Por ello, la celebración del Día del Padre se presta para festejar con un muy buen tequila que, si se desea, se puede degustar en una agradable sobremesa que permita recordar el cúmulo de experiencias compartidas, mientras se escuchan, por ejemplo, las canciones rancheras con música de mariachi. Sería un lujo que se podría agregar a los grandes momentos que nos ofrece la vida. ¿Existe en nuestro imaginario cultural algo más mexicano que esa experiencia?
Es inevitable mencionar al compositor por antonomasia de la canción ranchera acompañada por mariachis: José Alfredo Jiménez. La Fonoteca Nacional registra 208 canciones de todos los géneros. Pero, según la leyenda, se cree que compuso más de mil canciones. Hay una anécdota que Paloma Jiménez —su hija— ha contado en diversas ocasiones y que permite reproducir: “En casa había una pequeña barra en la que papá ponía un cuadernillo, tomaba su pluma y comenzaba a escribir algunas canciones mientras se tomaba un trago de tequila”. En ese lugar, alrededor de esa pequeña barra de cantina, José Alfredo compuso algunas de sus canciones más famosas. Hay, para Paloma, una experiencia imborrable: “Tengo la memoria de que en una esquina se paraba Lola Beltrán, mi papá en la otra, y se ponían a cantar, sin consumir litros de tequila como imagina la gente”. La experiencia de los recuerdos es un lujo que debe celebrarse.
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“Avión Reserva 44 es un tequila de altura, ya que el agave azul —cuyo nombre científico es Agave tequilana weber— que se utiliza para su producción se cosecha en la región de los Altos, Jalisco, con una elevación de alrededor de 2 100 metros sobre el nivel del mar. Ahí se encontró la tierra con las mejores propiedades geológicas —alto contenido en hierro y minerales blandos— y de clima —frío y seco, con cambios dramáticos de temperatura— que impactan directamente en la producción y cosecha de una materia prima con un perfil de sabores mucho más frutal, con aromas frescos y cítricos y un gusto más dulce logrado de manera natural, y que es propicia para lograr un tequila con un abanico de sabor complejo y suave a la vez”.
Estas características, más el agua de pozo profundo que se utiliza en el riego, provoca que los agaves maduren de manera más lenta y que tengan un tiempo de vida aproximado de siete años y medio. También se explica que el número 44 se refiere a la cantidad de especias que, a lo largo de un proceso de maduración de un mínimo de tres años, le otorgan las notas de cata con su característico sabor.
Por lo que se refiere al proceso de producción del tequila, tanto la infografía como la ficha técnica sobre Avión Reserva 44 describen que se trata de un proceso de producción artesanal en el que se rostizan lentamente las piñas de agave hasta por tres días en hornos de mampostería tradicionales, lo que deja únicamente los azúcares y jugos del agave concentrados. Y en cuanto a la doble destilación, se realiza en pequeños alambiques de cobre; únicamente se utiliza la parte más pura del corazón del destilado (removiendo una parte considerable de la “cabeza” y las “colas” de la destilación), lo que ayuda a conseguir un grado máximo de pureza e impecable calidad.
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